<- Biblioteca de Cabalá
Seguir leyendo ->
Inicio de la Biblioteca de Cabalá /

Rabash / ¿Cuál es la medida del arrepentimiento?

Baruj Shalom Ha-Levi Ashlag (Rabash)

¿Cuál es la medida del arrepentimiento?

Artículo 1, 1989

Está escrito (Oseas 14): «Vuelve, Israel, hasta el Señor tu Dios, porque has fracasado por tus pecados».

Deberíamos entender lo siguiente:

1) ¿Qué significa «hasta el Señor tu Dios»? Parece como si el arrepentimiento no llegara al «Señor tu Dios», no se lo considera como «arrepentimiento». Entonces, ¿cómo podemos saber si el arrepentimiento ha llegado hasta el «Señor tu Dios»? ¿Quién puede subir y ver si ha llegado o no?

2) Debemos entender las palabras: «Porque has fracasado por tus pecados». Parece que esta es la razón por la cual el arrepentimiento debe elevarse «hasta el Señor tu Dios» y debemos entender cómo se relacionan entre sí.

3) Debemos entender el significado de «porque has fracasado por tus pecados». ¿Qué significa «tus pecados»? Parece como si pudiera haber fracasado en algo más que en los pecados del hombre. Esta es la razón por la cual el versículo nos dice: «porque has fracasado», lo que significa que tu fracaso vino de tus «pecados» y no de otra cosa. Entonces, ¿qué es esa otra cosa que uno podría pensar que no le vino por sus pecados?

Fracaso significa que la persona calculó que ahora puede hacer un buen negocio, pero luego tuvo pérdidas, porque fracasó en algo. Es como una persona que va caminando y tropieza con una piedra en el camino que no vio y se cayó. En la espiritualidad, debemos entender que sufrió una caída y debe haber tropezado con alguna piedra que estaba en medio del camino

Por lo tanto, debemos saber cuál es la piedra con la que tropezó y cuál fue la causa de su caída a mitad de camino. Las escrituras nos dicen que el fracaso fue debido a sus pecados, que es la piedra con la que tropezaste y caíste. Necesitamos saber esto para cuidarnos del obstáculo. Por lo tanto, debemos entender por qué los pecados de uno son un obstáculo por el cual no podemos caminar por el camino del Creador y observar la Torá y las Mitzvot (preceptos)

El caso es que el primer pecado comienza con el pecado del Árbol del Conocimiento. Adam HaRishón nació circuncidado (Avot de Rabi Natan, 2ª ed., 5). Pero después, debido al pecado, tiró de su prepucio (Sanhedrín 38). Como él interpreta en la Introducción a Panim Masbirot: «Tirar de su prepucio» se refiere al prepucio de las tres Klipot impuras (cáscaras). Cuando nació, no tenía ese prepucio ya que el cuerpo externo de Adam HaRishón, dice el Arí, era de Maljut que se elevó a Biná de Maljut de Asía, llamada «Maljut que está dulcificada en Biná». Esto se considera haber nacido circunciso.

A través del pecado del Árbol del Conocimiento, atrajo hacia sí a Maljut desde la cualidad del juicio, que es la forma de Gadlut (grandeza) de la recepción del espacio vacío. A esto se lo considera como tirar de su prepucio. Es decir, él atrajo hacia él las tres Klipot impuras, de las cuales provienen todos los pecados que uno comete. Es decir, la grandeza de la recepción que Adam HaRishón provocó por sí mismo a través del pecado, es la causa de todos los pecados, porque la raíz de los pecados se extiende tanto a la mente como al corazón.

Con esto podemos interpretar lo que preguntamos, ¿Qué significa que «has fracasado por tus pecados»? Esto se refiere a tus pecados, que se extienden desde el pecado del Árbol del Conocimiento. A esto se lo llama «tus pecados», lo que significa que la piedra, con la cual tropiezan todos los seres creados, es cuando la persona dice: «Quiero entender si esto vale la pena, si vale la pena observar la Torá y las Mitzvot», es decir, qué ganancias obtendrá el receptor para mismo que se extiende desde la Gadlut de la recepción que Adam HaRishón extendió a sí mismo debido al pecado del Árbol del Conocimiento.

Como en el mundo material, cuando una persona va por un camino y tropieza con una piedra, no ve la piedra, es por eso que tropieza con ella. De manera similar ocurre con el trabajo, cuando una persona quiere caminar por el sendero del Creador, no ve que la piedra, la cual es, el deseo de recibir, porque Even (piedra) proviene de la palabra hebrea «Avín» (entenderé), significa que quiere entender todo, es decir, qué placer es el que obtendrá de esto el receptor para sí mismo.

Cuando se le dice a una persona que debe creer por encima de la razón que la Providencia es buena y que hace el bien, él dice, quiero ver que es así. Pero creer, eso va en contra de la comprensión. Porque el entendimiento dice que lo que ves es verdad, pero, lo que no ves, ¿cómo puedes saber si es verdad? Cuando le dicen que debe creer, él argumenta ¿cómo sabes que lo que crees es verdad? Esa es la piedra por la cual la gente fracasa.

Por lo que se deduce que la piedra de tropiezo por la que fallamos es solo la falta de fe. Cuando una persona comienza a ir por el camino del trabajo de otorgamiento, le reclama al Creador ¿Por qué has ocultado Tu rostro, hasta el punto de que no podemos sobreponernos a la ocultación que el Creador ha hecho, para que podamos sobreponernos a esas dos cosas, es decir, a la mente y al corazón?

Y realmente, surge la pregunta de ¿por qué el Creador lo hizo así, de manera que tengamos que creer y no lo hizo de otra manera, que cualquiera que comience el trabajo, vea de inmediato la grandeza del Creador? El hecho de que el Creador haya hecho esto así, que debamos trabajar con fe, hace que muchas personas se alejen del trabajo. Pero si nosotros entendemos, que es como si fuera que, el modo que hizo el Creador, de trabajar con fe, se convirtiera en un obstáculo para todos aquellos que fracasan. Entonces ¿por qué hizo esto así?

Baal HaSulam dijo acerca de esto que debemos creer que el Creador lo hizo de esta manera, para que nuestro trabajo sea «Y ellos creyeron en el Señor y en su siervo, Moshé», esa es la mejor manera de alcanzar la plenitud de la meta, que es hacer el bien a Sus creaciones. Ya que, específicamente a través de la fe, es que las criaturas pueden llegar a la meta por completo, que es para recibir el bien y el placer que el Creador pensó dar a las criaturas.

Sin embargo, no debemos decir que el Creador no podría haberlo hecho de otra manera, es decir, a través del conocimiento. Ciertamente, el Creador es todopoderoso y puede hacer lo que quiera. Sin embargo, así como debemos creer en el propósito de la creación, que es hacer el bien a Sus creaciones, también debemos creer en la manera de alcanzar la meta y que la fe es la mejor y la más exitosa de lograrla. Por lo tanto, el Creador escogió el camino de la fe, ya que solo mediante la fe podrá el hombre alcanzar la completitud de la meta.

En consecuencia, la aclaración acerca de «porque has fracasado por tus pecados», es por la grandeza de los Kelim de recepción que Adam HaRishón atrajo hacia sí mismo debido al pecado del Árbol del Conocimiento, por lo tanto, deberíamos interpretar lo que preguntamos acerca de ¿Cuál es la relación entre «has fracasado por tus pecados» y «regresa, oh Israel, al Señor tu Dios»?

Y nos preguntamos, ¿Puede uno ascender y ver si el arrepentimiento ha llegado hasta el «Señor tu Dios»? De acuerdo con lo anterior, debemos interpretar que por todas las fallas que cometió, una persona no puede alcanzar la perfección, y que si falla a mitad de camino es solo, porque el primer pecado es el obstáculo por el cual la persona cae. Por lo tanto, cuando una persona quiere arrepentirse y no sabe cuál es el arrepentimiento, el profeta dice: «Vuelve, Israel, hasta el Señor tu Dios».

Esto significa que todas las acciones que haga la persona sean para «el Señor tu Dios». Esto quiere decir que «hasta» significa «hasta que sepas claramente que todo lo que haces es para el Señor su Dios». Es decir, ha alcanzado un nivel en el que siente que para sí mismo, no vale la pena vivir y lo que está viviendo es para el beneficio del Creador, a esto se lo llama «arrepentimiento».

Pero si no ha alcanzado ese nivel, todavía no se lo considera como «arrepentimiento». La razón es que «has fallado por sus pecados», que es la recepción para sí mismo. Es decir, ese es el único fracaso por el cual la persona no puede lograr Dvekut (adhesión) con el Creador. De por sí, se puede corregir solamente alcanzando «hasta el Señor tu Dios», donde todas sus acciones serán solo para otorgar. Y a esto se lo llama «arrepentimiento».

Para esto, una persona no necesita ascender y ver si su arrepentimiento ha llegado al «Señor tu Dios». Sino que la persona misma es la que ve y siente si no tiene otra intención en la vida que no sea en beneficio del Creador, y él se dice que no vale la pena vivir para su propio beneficio, pero aún en esto la persona puede engañarse a sí misma, es decir, al aceptar trabajar en beneficio del Creador, seguramente piense que será un gran placer beneficiarse con ello.

Aun así, una persona puede ver la verdad, ya que de acuerdo con la regla que dice que, si una persona realmente quiere adherirse al Creador y él ya tiene equivalencia de forma con Él, entonces debe ser capaz de abrir sus ojos a la Torá. Según la regla de: «Aquel que aprende Torá Lishmá (en nombre de la Torá) se le revelan los secretos de la Torá», si todavía no ha sido recompensado con los secretos de la Torá, es una señal de que todavía está lejos de que toda su intención sea solo a beneficiar al Creador.

Como está escrito en la Introducción al Libro del Zóhar (Artículo 33): «Este es el trabajo con la Torá y las Mitzvot Lishmá, es decir, con el fin de otorgar sin recibir recompensa alguna. Este trabajo purifica el deseo de recibir para sí mismo y lo invierte en el deseo de otorgar. Y en la medida en que uno purifica el deseo de recibir, llega a ser digno de recibir las cinco partes del alma llamadas NaRaNJaY, porque se mantienen firmes en el deseo de otorgar y no pueden vestir su cuerpo mientras el deseo de recibir lo controle, ya que la cuestión de la vestidura y la equivalencia de la forma van de la mano. Y cuando uno es recompensado con tener el deseo de otorgar y no tener en absoluto el deseo de recibir para sí mismo, es que será recompensado con la obtención de equivalencia de forma de su NaRaNJaY superiores».

En consecuencia, vemos que, si una persona sigue el camino del otorgamiento, debe ser recompensado con los secretos de la Torá, y si no ha sido recompensado, es una señal de que todavía está inmerso en su amor propio, a pesar de que siente que solo quiere hacer acciones solamente para otorgar. Por esta razón, en ese momento, otra vez debe buscar más consejos y tácticas para ganarse el amor al Creador y no amor propio. Sin embargo, debemos recordar que para ganarse el amor al Creador y no actuar en beneficio propio, eso no está en las manos del hombre, sino que es un regalo de Dios.

Sin embargo, debemos saber que cuando una persona quiere dejar de hacer solo el trabajo práctico, sin intención, y quiere comenzar este trabajo práctico con la intención con el fin de otorgar, esto requiere mucho trabajo, ya que cuando el cuerpo comienza a escuchar acerca de la intención de otorgar, inmediatamente comienza a resistirse y no deja que uno continúe con este trabajo, además le muestra colores oscuros en este trabajo.

En esa situación, uno debe creer que solo el Creador puede ayudarlo. Aquí es donde una persona puede dar una plegaria verdadera. Se llama «verdadera» porque es realmente. Es decir, el Creador ha hecho que el hombre no pueda ayudarse a sí mismo, y la razón es que «No hay Luz sin un Kli», como hemos dicho varias veces. Y esto es como dice Baal HaSulam, el Creador hizo al hombre incapaz de salir del amor a sí mismo por sí mismo, esto es así para que el hombre necesite la ayuda del Creador. ¿Cómo ayuda el Creador? Con un alma santa, como está escrito en El Zóhar. De lo contrario, la persona no tiene necesidad de recibir la Luz de la Torá, y se conformaría con observar la Torá y las Mitzvot sin necesidad de recibir la NaRaNJaY de la Neshamá (alma) que ha sido preparada para él.

Pero, cuando ve que no puede salir del amor propio y ser recompensado con la equivalencia de la forma, es que necesita la ayuda del Creador. ¿Cómo ayuda Él a la persona? A través de un alma santa, llamada «Luz Superior» que se revela en el hombre que siente que hay un alma dentro de él y que es «una parte de Dios de arriba». De esto resulta que, de acuerdo con la habilidad del hombre para sobreponerse, es que aumenta la revelación de la Luz del Creador. Por esta razón, el Creador ha endurecido su corazón, para que el hombre no pueda sobreponerse al mal que hay en él, sino que necesite de la ayuda del Creador. Gracias a ello el hombre tendrá la necesidad de ganarse el NaRaNJaY de Neshamá. Sin embargo, esta disposición de pesadez del corazón, viene precisamente cuando la persona quiere trabajar con el fin de otorgar y esto le da fuerzas para alcanzar Lishmá y es allí cuando comienza la pesadez del corazón.

Esto es similar a una madre que quiere enseñarle a su hijo a que camine solo. Se arrodilla y deja que el niño se le acerque. Cuando ve que el niño está cerca, la madre se aleja del niño para que el niño se acostumbre a caminar solo, aún más de lo que lo hacía antes. Pero el niño comienza a llorar, él se ha esforzado por acercarse a la madre, y llora porque su madre se aleja de él y piensa que su madre no lo quiere, y es por eso que ella se aleja de él. No puede juzgar favorablemente a su madre y pensar que su distanciamiento es lo mejor para el niño. Sin embargo, si el niño no comienza a caminar, la madre no se aleja de él, el niño ve que cuando comienza a caminar su madre lo sostiene de la mano y lo guía.

Es similar a lo que ocurre en el trabajo. Antes de que una persona comience a caminar sola, es decir, antes de distinguirse de los demás, donde todo el trabajo se ocupa solo de la parte práctica, sin tener la intención con el fin de otorgar, a esto se lo considera como la madre que sostiene al niño de la mano y lo guía. Es decir, la persona no siente el distanciamiento por parte del Superior. Por el contrario, él no ve ninguna carencia en su trabajo. De todas maneras, no puede decir que se alejan de él, ya que siente que Él está cerca. Y la razón es que él sigue el camino de la mayoría, donde la recompensa es el beneficio para sí mismo, esta manera de ver las cosas es algo que el cuerpo acepta, por lo que este no se resiste y así se siente una persona completa, es como si estuviera en la situación en que su madre lo sostiene de la mano y lo guía.

Pero, cuando se sale del público en general y quiere trabajar con el fin de otorgar, es considerado como el niño que ha comenzado a caminar solo. Entonces la madre se aleja de él. Cada vez que piensa que ha logrado el trabajo de otorgamiento, se le muestra desde arriba que todavía está lejos del trabajo de otorgamiento. ¿Cómo se le muestra que está lejos? Al mostrarle nuevamente lo que es «con el fin de otorgar». En ese momento, esos pensamientos le traen pensamientos ajenos, hasta tal punto que a veces quiere escapar de la campaña.

Luego lo acercan nuevamente y comienza a pensar que ahora está cerca de la madre. Pero una vez más, se le muestra que se alejan de él. Este es el significado de «No te alejes de Él». También está escrito «No escondas tu rostro de Él». Hay dos significados para esto:

1) Dado que te alejas de Él, nos hace querer escapar de la campaña.

2) No te alejes de Él, déjanos entender que eso no es alejamiento, sino que estás haciendo esto por nuestro bien, para que podamos saber que todo lo que haces, es todo por nuestro bien.