Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
La principal diferencia entre un alma de bestia y un alma Divina
Artículo 17, 1988
Está escrito en el Zóhar (Tazría, Punto 1): «Rabí Elazar comenzó: “Sobre mi cama, por las noches, busqué a Aquel a quien ama mi alma”». Pregunta: «Él dice: “Sobre mi cama”. Debería haber dicho: “En mi cama”. Sin embargo, la congregación de Israel habló ante el Creador y le preguntó sobre el exilio, ya que ella está sentada entre el resto de las naciones con sus hijos y yace en el polvo. Y porque ella yace en otra tierra impura, dijo: "Sobre mi cama yo pregunto, porque estoy acostada en el exilio", y el exilio se llama "noches". Por lo tanto, "busqué al que ama mi alma, ‘Para liberarme de esto’”».
Debemos entender por qué dice que «Sobre mi cama por las noche» se refiere al exilio. El exilio se puede entender de tres maneras:
1) Ella está «sentada entre el resto de las naciones con sus hijos». Esta es una forma plural, «entre las naciones».
2) Ella «yace en el polvo».
3) «Porque ella yace en otra tierra impura», que es una forma singular.
Además, debemos entender qué es «La congregación de Israel con sus hijos» en el trabajo, y que ellos se encuentran en el exilio y ella está tendida en el polvo, en el trabajo. Se sabe que la congregación de Israel se llama Maljut, que es la raíz de todas las almas, ya que Maljut contiene dentro de ella todas las almas. En general aprendemos que todas las correcciones en el mundo llevan el nombre de Maljut, porque Maljut es el Kli (vasija) general que recibe todas las luces impartidas a todos los mundos.
Baal HaSulam dijo una regla que debemos saber:
1) En general, todas las luces que existen en los mundos son consideradas como la luz de Ein Sof.
2) El receptor general que discernimos en los mundos y en las Sefirot es Maljut.
3) Todas las multiplicidades son solo desde la perspectiva de los receptores.
4) Todos y cada uno de los discernimientos que hacemos es en la medida en que Maljut queda impresionada por las luces que recibe. Es decir, de acuerdo con el poder del Masaj (pantalla) que Maljut eleva Or Jozer (Luz retornante), ella siente la luz que se le imparte. Dado que hay muchos discernimientos en los Masajim (plural de Masaj), como aprendimos, también hay muchos discernimientos en la luz.
Para comprender la necesidad de un Masaj y de Or Jozer, que causa muchos discernimientos, debemos recordar lo que se dice en El estudio de las diez Sefirot, Parte 1, donde dice que comenzamos a hablar de la conexión entre el Creador y las criaturas, y esa conexión se llama «Su deseo de hacer el bien a Sus creaciones». Por esta razón, Él creó la existencia a partir de la ausencia, y esta «Existencia» se llama «Deseo de recibir para uno mismo». Esto es algo nuevo, que no existía antes de que se creara este deseo. Por lo tanto, este deseo llamado Maljut, recibió esa luz como un discernimiento, sin distinciones de grados, ya que el Creador, creó el deseo de recibir deleite y placer, que es precisamente un deseo de recibir en la medida en que el Creador quiera dar.
Por esta razón, está escrito al principio del libro El Árbol de la Vida, que antes de la restricción (Tzimtzum), la luz superior llenaba toda la realidad, y no había principio ni fin, hasta después que Maljut de Ein Sof recibió la luz. Y como el poder del superior que es el deseo de otorgar, se incluye en la luz, una vez que Maljut recibió la luz, ella quería la equivalencia de forma como la luz que había recibido. Por esta razón, ella se restringió a sí misma de recibir con el fin de recibir y no recibirá más abundancia sino en la medida en que ella pueda dirigir con el fin de otorgar.
Ya que atribuimos este Kli al receptor, y es contrario a la naturaleza de Maljut, que fue creada con el deseo de recibir, ahora ella necesita hacer algo en contra de su naturaleza, hacer que tal Kli no suceda de una sola vez. Es decir, Maljut no puede recibir toda la luz que tenía antes del Tzimtzum y tomarla con el fin de otorgar.
Es por eso que discernimos muchos discernimientos en Maljut, que es la vasija general de recepción, en la medida de la capacidad de los Masajim que ella es capaz de hacer. Es decir, desde la perspectiva del Creador, Su intención era otorgar sin fin, es decir, de acuerdo con la medida del deseo de recibir. Pero desde la perspectiva del inferior, que sólo quiere recibir con el fin de otorgar, surgieron todas las multiplicidades llamadas «Correcciones de Maljut».
En general, hablamos de Maljut de Atzilut, que fue la única que engendró las almas. A través de la cascada de los mundos, surgió Maljut de Atzilut, y las almas que engendró la corrigen. Es decir, las almas que vienen de ella, cada una corrige en la raíz de su alma en Maljut, para ser una parte corregida en el deseo de recibir en ella con el fin de otorgar. Y en esa medida, Maljut imparte a los inferiores.
Es decir, en la medida de la equivalencia de forma que el inferior causa arriba en Maljut, en esa medida se concede a la inferior, quien causó la corrección en ella, para que pueda recibir del superior porque ya hay equivalencia de forma entre el receptor y el Dador. Esto se llama «La unificación del Creador y Su Shejiná (Divinidad)». Es decir, la unificación se llama «equivalencia de la forma». Cuando el receptor se corrige con el fin de otorgar, esta intención hace que el receptor sea considerado como dador porque todo va de acuerdo a la intención.
Como se dijo anteriormente, el propósito de la creación es hacer el bien a Sus creaciones, es decir, que las almas reciban deleite y placer. Por esta razón, dado que la equivalencia de forma ordena que haya trabajo en los inferiores para obtener esa intención de otorgar, y dado que las criaturas fueron creadas con la naturaleza de trabajar con el fin de recibir, que es contrario a la Kedushá (Santidad) porque toda la luz de placer que proviene del Creador es porque Él desea otorgar y el inferior que lo recibe es opuesto a esto, por lo tanto, la pregunta es: ¿De dónde tomarán vitalidad las criaturas para que puedan existir, antes de que las criaturas obtengan las vasijas de otorgamiento y estar en equivalencia de forma, ya que toda la vida y el placer provienen del Creador, y la disparidad de forma los separa del Creador? Por lo tanto, quién les daría vitalidad y placer, ya que sin esto es imposible existir debido a la ley del propósito que es «hacer el bien», y si las criaturas no tienen deleite y placer, no tienen derecho a existir en el mundo.
Pero, la Kedushá sustenta a las Klipot (cáscaras) para que no se cancelen. Por esta razón, incluso antes de que una persona sea recompensada con vasijas de otorgamiento para poder recibir la luz de la Kedushá, se nutre de las Klipot, de aquello de lo que la Kedushá sostiene a las Klipot, para que no sean canceladas. Esto es como está escrito en la «Introducción al libro El Zóhar» (Artículos 10-11): “Para corregir esa separación, que se encuentra en el Kli de las almas, Él creó todos los mundos y los separó en dos sistemas, como en el verso: ‘Él los ha hecho uno opuesto al otro’. Estos son los cuatro mundos ABYA de Kedushá (Santidad), y frente a ellos los cuatro mundos ABYA de Tumá (Impureza). Él imprimió el deseo de otorgar en el sistema de ABYA de Kedushá, quitó el deseo de recibir para uno mismo, y lo colocó en el sistema de los mundos ABYA de Tumá. Debido a esto, se han separado del Creador y de todos los mundos de Kedushá. Los mundos descendieron en cascada hasta la realidad de este mundo corpóreo donde hay un cuerpo y un alma y un tiempo de corrupción y un tiempo de corrección. Porque el cuerpo, que es el deseo de recibir para sí mismo, se extiende desde su raíz en el pensamiento de la creación, a través del sistema de los mundos de Tumá”.
En consecuencia, vemos que las Klipot son necesarias para nosotros, ya que el Guf (cuerpo) se extiende desde ellas y recibe vitalidad de ellas. Sólo después, por el poder de la Torá y las Mitzvot (preceptos), cuando se dedica a dar contento a Su Hacedor, comienza a purificar el deseo de recibir para sí mismo impreso en él, y gradualmente lo invierte para que sea con el fin de otorgar. Con esto, extiende un alma de Kedushá desde su raíz en el pensamiento de la creación y pasa a través del sistema de los mundos de Kedushá y se viste en el cuerpo, como está escrito allí (en el Punto 11).
Por esta razón, la Kedushá debe darle vitalidad a la Klipá (cáscara) para que pueda existir. Es como está escrito en el libro El Árbol de la vida (Panim Masbirot, Rama 39): «Es necesario tener dentro de esas Klipot (cáscaras) algunas chispas pequeñas de Kedushá, que son las 11 marcas del incienso». Este es el significado de lo que está escrito: Que nada puede existir sin las chispas de Kedushá. Por esta razón, discernimos dos almas en el hombre:
1) Alma de bestia.
2) Alma de Kedushá.
El alma de bestia es la que sustenta al cuerpo y mantiene su existencia, ya que es imposible vivir sin placer. El placer es la luz que viene de arriba, y «No hay luz sin un Kli». Por esta razón, el placer debe vestirse dentro de algún Kli, y no se puede decir que una persona desee placer sin ninguna vestimenta, sino sólo el placer. Al contrario, debe haber placer vestido en algún Kli. Generalmente, las vestiduras donde se viste la luz del placer se llaman «envidia», «pasión» y «honor».
En general, hay tres vestiduras, pero en cada vestidura hay muchos discernimientos. Por ejemplo, en «pasión», debemos discernir comer, beber, etc. Del mismo modo, hay muchos discernimientos en comer, así como en beber. En otras palabras, en cada vestidura, sentimos un placer diferente, que es diferente en sabor. Por lo tanto, el sabor de comer pan es diferente al sabor de comer pasteles, etc. Aunque la luz del placer es una, las vestiduras en las que la luz del placer se viste, marca la diferencia.
Todo esto se llama «el alma de bestia». Esto significa que está el discernimiento de «bestia», y discernimiento de «hombre», como dijeron nuestros sabios: «Tú eres llamado “hombre”, y las naciones del mundo no son llamadas “hombre”». Debemos entender que «bestia» significa que uno no tiene relación con el trabajo del Creador. Por esta razón, «el alma de bestia», que sostiene el cuerpo, no necesita fe en el Creador. Incluso aquellos que no tienen fe pueden recibir la luz del placer que sostiene al cuerpo, que se llama «bestia», aunque debemos creer que no hay nada que no se extienda desde el Creador, lo que significa que la Kedushá sostiene las Klipot. Sin embargo, el cuerpo que se llama «bestia» significa que no siente que la luz del placer proviene del Creador. Debemos creer que el Creador hizo esto con un propósito, para que no sepan que Él les dió la vida, porque esto es para la corrección del hombre. De lo contrario, el hombre habría sido considerado como «conocer a su Maestro con el objetivo de rebelarse contra él».
Por el contrario, el «alma Divina» es que, en la medida de la fe que tiene, el alma Divina se expande dentro de él, es decir, la sensación de que tiene un alma Divina que lo sostiene se expande dentro de él en la medida de la fe que tiene. El alcance de la fe puede estar en una persona de acuerdo con la medida de su trabajo con el fin de otorgar como se explica en el Sulam (Comentario de El Zóhar) («Introducción del libro El Zóhar»), donde dice que una persona no puede obtener fe antes de tener vasijas de otorgamiento.
Debemos creer, como vemos, que el alma de bestia sustenta el cuerpo, de acuerdo con la medida que se viste en las vestiduras, y entonces sentimos el sabor de donde el alma de bestia está vestida con las vestiduras. Aunque el alma de bestia es una, a través de las vestiduras que lleva puestas, vemos que cada prenda produce un sabor diferente. Ciertamente, debemos decir que el que se viste, que está vestido con las vestiduras, cambia de acuerdo a sus vestiduras.
Del mismo modo, debemos creer que un alma Divina también se viste en sus vestiduras, llamadas Torá y Mitzvot. Aunque decimos que no hay cambios en la luz, las vestiduras engendran diferentes sabores, por lo que no podemos sentir el sabor de la luz que se viste en la Torá y Mitzvot como similares entre sí. Dado que una luz diferente está vestida en cada Mitzvá (precepto), que es el significado de las 613 Mitzvot que El Zóhar llama «613 depósitos», esto significa que en cada Mitzvá, hay en depósito una luz diferente, lo que significa un sabor diferente, ya que los cambios vienen debido a las vestiduras.
Esto es similar a lo que está escrito en el Sulam (Marot HaSulam, Parte 1), que cuando somos recompensados con «escuchar la voz de Su palabra», las 613 Mitzvot se convierten en Pekudín, de la palabra Pikadón (depósito), ya que hay 613 Mitzvot y en cada Mitzvá se deposita la luz de un grado único, correspondiente a un órgano específico en los 613 órganos y tendones del alma y el cuerpo. De esto se deduce que al hacer la Mitzvá, ésta se extiende a su órgano correspondiente en su alma y su cuerpo, al grado de luz que pertenece a ese órgano y tendón. Esto se considera como el «Panim (cara/anterior) de las Mitzvot».
Aunque la luz es una, ya que no hay cambios en la luz, pero «no hay luz sin un Kli», es decir, sin vestiduras, se deduce que las vestiduras cambian los sabores a la luz. Muchos discernimientos se extienden desde esto, tanto en los placeres corpóreos como en los placeres espirituales.
Sin embargo, debemos saber que los principales discernimientos que hacemos en la espiritualidad son los Masajim. En la medida en que podamos dirigir con el fin de otorgar, lo que en espiritualidad es juzgado por el Or Jozer (Luz Reflejada) que tiene, entonces él se viste de la abundancia superior. En el orden de nuestro trabajo, se llama «en la medida en que una persona puede dirigir con el fin de otorgar», en esa medida la luz se le aparece.
Ahora volveremos a explicar lo que preguntamos sobre la congregación de Israel que yace en el polvo. El Zóhar llama al exilio por el nombre de «noches», y por el nombre «sentada entre el resto de las naciones», y por el nombre, «la otra tierra impura», y por el nombre «polvo». De acuerdo con lo anterior, la cuestión de que las almas tengan que corregir la Maljut de donde nacieron, es que por naturaleza, el Creador creó Maljut con un deseo y anhelo de recibir deleite y placer, ya que este era el propósito de la creación, pero debido a la corrección de la creación, para no tener vergüenza, se debe corregirla con el fin de otorgar. Esta corrección es para que las almas la realicen.
Es decir, aprendemos que «Su deseo de hacer el bien a Sus creaciones» se refiere a las almas, que recibirán deleite y placer, y todo lo que aprendemos acerca de los mundos superiores es sólo una preparación donde, mediante las restricciones, la limpieza y los diversos cambios, aprendemos que los mundos superiores no son más que preparativos para que las almas surjan de la manera en que el Creador quiso que surjan, listas para recibir deleite y placer.
Por esta razón, cuando decimos que Maljut engendró las almas, significa que las almas deben recibir la abundancia de ella en las condiciones en que la abundancia puede permanecer en su posesión, es decir, que reciban con el fin de otorgar. Esto significa que es como si las almas le dijeran a Maljut: «Danos deleite y placer en nuestros Kelim, que nos despierte a nosotros mismos, y que todo lo que hagamos será sólo con el fin de otorgar».
Ahora podemos entender que las palabras «Maljut está en el exilio con sus hijos» se debe a que esto se refiere al deseo de otorgar, que son los Kelim con los que podemos recibir el deleite y el placer y que no se vaya (la abundancia). De lo contrario, si el deseo de recibir para uno mismo aparece en el medio, la abundancia debe partir ya que los Kelim del deseo de otorgar son llamados «hombre», como nuestros sabios dijeron: «ustedes son llamados “hombre” y las naciones del mundo no son llamadas “hombre”, donde “hombre" significa otorgar y “bestia" significa recibir, y “hombre" significa masculino y “femenino” significa recibir».
Se sabe que cada persona en el mundo es considerada un mundo pequeño en sí misma, como está escrito en El Zóhar. Es decir, cada persona consiste de setenta naciones, lo que significa que «el Creador las ha hecho una opuesta a la otra». Así como hay siete cualidades de Kedushá, llamadas JaGaT NeHYM, y cada una consta de diez Sefirot. Por lo tanto, las siete cualidades de Kedushá a veces se llaman «Setenta caras». Frente a ellas se encuentran setenta naciones de Tumá (impureza), y todo está incluido dentro del hombre.
Esto significa que el «hombre» dentro de él, considerado como «el punto en el corazón», está en la oscuridad, bajo el gobierno de las setenta naciones que hay en él, que esclavizan al Israel que hay en él para que sea no tenga la posibilidad de otorgar, que es «hombre», sino que el alma de bestia lo gobierna. De esto se deduce que la cualidad de «Israel» está en el exilio entre «el resto de las naciones», lo que significa que la recepción para sí mismo, llamada «las naciones del mundo», controla a «Israel».
Esto es considerado como la Shejiná que está sentada entre el resto de las naciones con sus hijos, como en «cuando Israel está en el exilio, la Shejiná está con ellos». De esto se deduce que está exiliada con sus hijos. Generalmente, Maljut se llama Shejiná, y sus hijos son de todas y cada una de las cualidades de Israel dentro de ella. «Estar en el exilio» significa aquellos que sienten que no pueden salir del control de las naciones del mundo. La medida del sufrimiento en el exilio es medida por el deseo de salir del exilio, del gobierno del resto de las naciones.
Sin embargo, a veces, una persona llega a un estado, como está escrito: «Y se mezclaron con las naciones y aprendieron de sus acciones». Es decir, no sienten ninguna diferencia entre ellos y las naciones. Es decir, no dice que quiere hacer lo contrario, excepto que las naciones lo sigan gobernando. Más bien, él mismo quiere comportarse como todas las naciones. Esa persona no está en el exilio. Es decir, no tiene Kelim para la redención, ya que alguien cuyos Kelim están en el exilio quiere decir que quiere trabajar con el fin de otorgar, pero el cuerpo se resiste. Entonces se puede decir que las setenta naciones en su cuerpo controlan el discernimiento de Israel en él.
En ese momento puede decir que las vasijas de otorgamiento están bajo el control del cuerpo, y cuando clama al Creador para que lo libere del exilio, sabe lo que quiere con claridad. Es como está escrito en El Zóhar, que una persona debe ver mientras reza, que sabe cómo rezar en un lenguaje claro.
Preguntamos: ¿El Creador no sabe lo que hay en el corazón del hombre? Entonces, ¿por qué El Zóhar dice que uno debe hablar con un lenguaje claro al Creador? La respuesta es que debe ser claro para el hombre lo que le pide al Creador, por la razón de que no hay luz sin un Kli, y por lo tanto no hay redención sin un exilio.
Con esto debemos interpretar que el exilio significa que la Shejiná con las almas, están en el exilio. Para que Maljut reciba el deleite y placer para las almas, éstas deben estar en equivalencia de forma, que es el asunto del deseo de otorgar. Sin embargo, ese deseo se encuentra bajo el dominio de las Klipot, llamado «tierra de las naciones» o «tierra impura». Cuando una persona quiere trabajar con el fin de otorgar, siente un sabor de polvo en el trabajo de otorgamiento. Sólo cuando se dedica a recibir para sí mismo siente el sabor de la comida.
Esto es similar a la forma en que interpretamos las palabras: «Y comerás polvo todos los días de tu vida», como dijeron nuestros sabios: «Una serpiente, su único alimento es el polvo». Debemos interpretar que mientras uno no corrige el pecado de la serpiente primordial, cualquier cosa que coma, es decir, que todos los sabores que una persona siente en la Torá y las Mitzvot le saben a polvo. Sin embargo, una vez que una persona ha sido recompensada con la corrección del pecado de la recepción para sí mismo, llamada «la serpiente primordial», comienzan a sentir el sabor de la Torá y las Mitzvot, como está escrito: «Más agradable que el oro y más dulce que la miel».
Este es el significado de las palabras: «La Shejiná yace en el polvo». Esto significa que cada persona que quiere trabajar con el fin de otorgar, es decir, asumir el yugo del reino de los cielos con el fin de otorgar, siente el sabor del polvo debido al pecado de la serpiente primordial, como dijo Baal HaSulam acerca de lo que nuestros sabios dijeron: «La serpiente vino sobre Eva y arrojó inmundicia sobre ella».
Él dijo que el significado es que la serpiente arrojó en Maljut Zu-Ma (Esto-que), lo que significa que dañó el reino de los cielos. Si alguien quiere asumir el reino de los cielos, la serpiente viene y le pregunta a esa persona «esto» «qué», lo que significa «¿Qué obtendrás si quieres trabajar en beneficio del reino de los cielos?» Esa serpiente es la inclinación al mal. Es decir, debemos creer por encima de la razón que a través del reino de los cielos, recibiremos el deleite y el placer, que es el propósito de la creación, y la única razón por la que no podemos recibir este bien es por causa de esa serpiente, llamada «deseo de recibir para uno mismo».
Este es el significado de lo que está escrito, que entendemos el exilio de tres maneras:
1) Ella está «sentada entre el resto de las naciones». Quiere decir que el punto en el corazón de todos y cada uno está sentado en el exilio entre las setenta naciones que existen en cada uno de ellos.
2) Ella «yace en el polvo», lo que significa que sienten el sabor del polvo.
3) En general, ella está «acostada en otra tierra impura», que se llama la serpiente primordial», donde debería haber sido vestida en un lugar con el deseo de otorgar, llamado «la tierra de Israel». Es decir, en vez de que todas sus acciones sean Yashar-El (directo al Creador), ella está en otra tierra, una tierra impura. Naturalmente, ella no puede otorgar a las criaturas el deleite y placer debido a la disparidad de forma entre las criaturas y el Creador.
Este es el significado de las palabras: «sobre mi cama», que El Zóhar interpreta que se refiere al exilio. Se refiere a aquellos que sufren del exilio y quieren escapar del deseo de recibir para sí mismos, pero las naciones del mundo los controlan y no pueden salir de su control. Acerca de ellos es que ella dice: «busqué a aquel que ama mi alma, para sacarme de esto», lo que significa que el Creador le dará la fuerza para salir del exilio, ya que ya hay un «despertar desde abajo», llamado Kli y «deseo». En ese momento es posible que la luz se extienda, y entonces la luz de la redención elimina el control de las naciones del mundo.
Ahora podemos entender la diferencia entre un alma de bestia y un alma Divina. Es decir, en verdad, ambas provienen del Creador, ya que no hay vida en el mundo sino la que el Creador da. Pero la diferencia es que el Creador da el alma de bestia al hombre, y una persona no necesita saber que el alma que da vitalidad proviene del Creador. En cambio, él piensa que viene a través de los enviados de la naturaleza. Esto se considera que «sobre las naciones del mundo, Él ha dado el gobierno a los ministros». Es decir, no necesitan creer que proviene del Creador. Por el contrario, solo Él gobierna al pueblo de Israel, lo que significa que la cualidad de Israel en el hombre cree que eso proviene del Creador, y que no hay ninguna otra fuerza en el mundo, sino que Él solo hace y hará todas las acciones.