Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
¿Qué es «No hay bendición en un lugar vacío», en el Trabajo?
Artículo 15, 1988
Está escrito en El Zóhar (Trumá, Punto 525): «Esta mesa se encuentra en el Templo para tener comida y extraer comida de ella. Por lo tanto, no debe estar vacía ni por un momento. La otra mesa, la de la Sitra Ajra (arameo: el otro lado), es una mesa de vacío, ya que no hay bendición arriba en un lugar de déficit y carencia. Esta es la mesa ante el Creador. La mesa sobre la cual un hombre bendice ante el Creador tampoco debe estar vacía, porque no hay bendición en un lugar vacío».
Debemos entender por qué no puede haber una bendición en un lugar vacío, y lo que esto significa en la obra sagrada, que una persona que quiere recibir una bendición del Creador, debe tratar de tener algo, porque solo de esta manera, puede el Creador darle una bendición.
Nuestros sabios dijeron: «El maldito no se adhiere al bendito». Por esta razón, Abraham no quería llevarse a la hija de Eliezer, esclavo de Abraham. Por lo tanto, cuando una persona reza al Creador para que le dé lo que le pide, y cuando reza una plegaria honesta, desde el fondo del corazón, la persona, ciertamente, se siente carente. Siente que es más carente que el mundo entero. De lo contrario, si hay otras personas que son tan carentes como él, esto ya no se considera como una plegaria desde el fondo del corazón, según la regla: «Mal de muchos, medio consuelo».
Por lo tanto, su carencia ya no es completa, porque es solo la mitad de una carencia, ya que la mitad de lo que le falta se complementa por los demás. Por esta razón, solo tiene la mitad de un Kli (vasija) para recibir el llenado, la parte que los demás no pueden darle, ya que no la tienen. Por lo tanto, no tiene más que la mitad de la necesidad de recibir el llenado.
Por esta razón, la plegaria para que una persona le pida al Creador que le conceda su deseo debe ser desde el fondo del corazón. Esto significa que, dado que el corazón se llama «deseo», si el deseo no proviene del fondo del corazón, ya que no tiene una verdadera necesidad de recibir el llenado, su plegaria no es aceptada.
Por esta razón, una persona debe verse, a sí misma, como la peor del mundo, y el asunto de «Mal de muchos, medio consuelo» no le pertenece, porque es peor que todos, ya que se sabe que la satisfacción en la vida concierne, específicamente, un momento en que carece de lo que otros tienen. Puede estar ganando más dinero que otros, e incluso tener cosas más importantes que su entorno, sin embargo, aún puede estar insatisfecho con eso.
Las mujeres sienten esto más. Si les falta algo, incluso si tienen mucho más que sus amigas, si una mujer siente que le falta, podría decir: «Prefiero mi muerte a mi vida» y no puede recibir consuelo por tener más cosas que sus amigas. Si la carencia toca su corazón, dice, que se siente más miserable que el mundo entero.
La razón es que, cuando una persona siente una verdadera carencia, no le consuela que otros tampoco la tengan. El sufrimiento de no satisfacer el deseo es lo que determina, e incluso, puede llevar a una persona a suicidarse. Solo esto se considera una verdadera carencia.
Aquí, en el trabajo, si ve que hay alguien que es similar a él, con respecto al deseo de espiritualidad, puede sentirse satisfecho por medio de «Mal de muchos, medio consuelo». Por esta razón, podría caer en la desesperación, ya que acepta la situación, porque, luego dice, que es imposible obtener esta cosa que entiende que le falta, ya que, después de varios intentos, cuando comenzó el trabajo, pero falló, decide rápidamente que es difícil y no es para él. Y la razón por la que decide con prontitud es que el deseo por esa cosa se ha debilitado en él, porque recibió un llenado para la mitad de la carencia en forma de «Mal de muchos, medio consuelo».
Esto es similar a una persona que pierde un objeto y lo está buscando. Hay una regla sobre cuánto tiempo debe dedicar a buscar el objeto. Respuesta: depende del valor del objeto. Si el objeto es muy valioso, dedicará mucho tiempo a buscarlo. Si no es así, dedicará menos tiempo.
Es igual aquí en el trabajo. Si es muy importante para él trabajar con el fin de otorgar, no se rinde de inmediato, sino que persiste y busca formas de llegar a esto. Esto no es así, si ve que hay otras personas que no se dedican a la Torá y las Mitzvot (preceptos) con la intención de alcanzar Lishmá (en nombre de la Torá), sino que se conforman con observar la Torá y las Mitzvot, como dice Maimónides, que el secreto de tener que trabajar en Lishmá no debe ser revelado a todos, y sienten que al observar la Torá y las Mitzvot como fueron educados al principio, están contentos con eso y no buscan otras formas, y esto es lo que les agrada.
Esta es la razón por la que, incluso, si reciben algún despertar que deben buscar la verdadera intención en la Torá y las Mitzvot, ese deseo no es tan importante para ellos. Por lo tanto, buscaron varias veces la forma de caminar en el camino del otorgamiento, y como no lo encuentran fácilmente y no tienen una verdadera carencia, comienzan a caminar en el camino de Lishmá, y luego lo dejan y siguen a las masas.
Sin embargo, debemos entender las palabras de Maimónides cuando dice: «Hasta que adquieran conocimiento y adquieran mucha sabiduría, se les enseñará ese secreto poco a poco». Deberíamos entender lo que significa cuando dice que se les enseña ese secreto. ¿Qué secreto se revela cuando se les dice que deben trabajar Lishmá? ¿Quién no sabe que debemos servir al Creador tal como está escrito: «Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas»?
Decimos esto cuatro veces al día: en las lecturas Shemá de Korbanot, Shemá de Yotzer Or, Shema de Arvit y Shema al Hamitá (cuatro veces se lee el texto del Shemá durante el día). Incluso los niños dicen la lectura del Shemá. Por lo tanto, todos saben que debemos trabajar en nombre de los cielos, entonces, ¿cuál es el secreto que se les revela, que no debían revelarles antes de que «adquieran conocimiento y adquieran mucha sabiduría»?
También, debemos entender la medida de «adquirir conocimiento». ¿Cómo se mide su conocimiento para saber que ahora es posible revelarles el secreto de Lishmá, que no era así antes? Y también, ¿qué significa «y adquieran mucha sabiduría»? Debemos entender qué es «sabiduría» y qué es «mucha sabiduría».
Deberíamos interpretar que sabiduría y conocimiento son lo que recibieron de los maestros al comienzo del estudio, cuando se les enseñó en Lo Lishmá (no en Su nombre). Es decir, al creer en el Creador y en la fe en los sabios, serán recompensados, y si no lo hacen, serán castigados. Resulta que, entienden que al observar la Torá y las Mitzvot y amar al Creador «con todo su corazón», Él nos recompensará, y la recompensa será que recibiremos recompensa por observar todo lo que Él nos ha ordenado. En otras palabras, para no sentir vergüenza al recibir el placer, Él nos ha dado mandamientos a seguir, y Él nos paga por el esfuerzo. De esta manera, no recibirán algo gratis, sino más bien un pago por el esfuerzo de trabajar para Él. De esta manera, no habrá vergüenza.
Ahora podemos entender lo que son «conocimiento» y «sabiduría». Es lo que recibieron al comienzo de su aprendizaje, cuando no podían entender más que la recompensa aceptada en Kelim (vasijas) de amor propio. Es decir, todavía no tenían la sabiduría y el conocimiento para entender que valía la pena hacer algo en que no es en beneficio propio, ya que no vieron lo que el deseo de recibir para uno mismo ganaría con esto. Sin embargo, entendieron que vale la pena observar la Torá y las Mitzvot porque tendrían sabiduría. Creían que recibirían recompensa, que es la sabiduría y el conocimiento que han adquirido, que vale la pena observar la Torá y las Mitzvot para su propio beneficio.
Por lo tanto, resulta que «mucha sabiduría» significa que pueden entender al recibir el conocimiento para comprender algo nuevo. Esto se llama «hasta que adquieran conocimiento y adquieran mucha sabiduría». En otras palabras, ahora ven que vale la pena trabajar en beneficio del Creador y no en beneficio propio. Pero antes de esto, no tenían la sabiduría o el conocimiento para comprender que era posible no trabajar en beneficio propio.
De ello resulta que, la prohibición de revelar el secreto de Lishmá al comienzo del aprendizaje no significa que esté prohibido, sino que es imposible, ya que no podrían entenderlo. Por lo tanto, se les debe dar una razón por la cual vale la pena trabajar.
Por lo tanto, cuando «adquieran conocimiento y adquieran mucha sabiduría», pueden escuchar el secreto que tenían prohibido escuchar antes. Es decir, incluso si les hubieran dicho que el verdadero trabajo es el trabajo de otorgamiento, habría permanecido en secreto para ellos, porque no podrían entenderlo en absoluto.
Más bien, después de que «adquieren conocimiento, se les enseña ese secreto poco a poco». «Poco a poco» significa que comienzan a comprender que vale la pena trabajar por el bien del Creador y no en beneficio propio. Por esta razón, debemos interpretar «hasta que adquieran conocimiento» como perteneciente a la opinión de la Torá, que es lo opuesto a la opinión de los dueños. La opinión de los dueños es trabajar para que todas las ganancias sean para su propio dominio. Es decir, quiere ser el dueño de todo el trabajo que hace, lo que significa, hacer todo para su propio beneficio.
Su opuesto es la opinión de la Torá, como decían nuestros sabios: «La Torá existe solo en alguien que se mata por ella». Interpretamos que esto significa que debe matarse a sí mismo, es decir, el deseo de recibir para uno mismo, y adherirse a Él, lo que nuestros sabios interpretaron como «Adherirse a Sus atributos; así como Él es misericordioso, tú también eres misericordioso».
En otras palabras, una persona debe alcanzar un nivel de anulación del deseo de amor propio, y su único objetivo es amar al Creador. Es decir, todo lo que hace debe ser solo con la intención de otorgar.
Este es el significado de lo que está escrito: «Hasta que adquieran conocimiento y adquieran mucha sabiduría», cuando ya puedan escuchar el secreto del trabajo de otorgamiento, y porque puedan entender que este trabajo es un trabajo real, porque quiere trabajar para el Creador y no para uno mismo.
Ahora explicaremos lo que preguntamos: ¿Cómo sabemos que ya tienen mucha sabiduría, como él dijo: «Hasta que adquieran conocimiento y adquieran mucha sabiduría»? Como dijo Baal HaSulam, este conocimiento y sabiduría les llega desde arriba, como un despertar desde arriba.
Sin embargo, ¿cómo sabemos esto? La respuesta es que, dado que estas personas recibieron un despertar desde arriba, no pueden vivir en paz, sino que buscan de un lugar a otro quién podrá guiarlos hacia el trabajo de otorgamiento. Al buscar una manera de avanzar y no tener satisfacción en su trabajo regular, es una señal de que ha recibido conocimiento y un despertar desde arriba. Esa persona, cuando se le dice que hay que trabajar por el bien del Creador, podrá comprender este secreto, ya que él ya tiene el discernimiento: «Hasta que adquieran conocimiento». Por lo tanto, dado que él tiene el conocimiento para entender, ya no es un secreto, porque, un secreto es mientras no lo sepamos, y lo contrario cuando lo sabemos.
Sin embargo, Maimónides dice: «Y se les enseña ese secreto poco a poco». Debemos interpretar que no podemos entender de inmediato que la esencia del trabajo es trabajar con el fin de otorgar. Más bien, hay ascensos y descensos en este entendimiento, porque este trabajo está en contra de la naturaleza. Por esta razón, una vez que una persona entiende que debemos trabajar solo en Lishmá, el cuerpo lo vence y argumenta que debemos trabajar por nuestro propio beneficio y no en beneficio del Creador. Este es el significado de «poco a poco». Es decir, esta conciencia, que él debe saber de una vez por todas, no viene de una sola vez, sino una vez tras otra.
Para ser recompensado con trabajar para otorgar, una persona no puede lograr esto por sí misma. Más bien, esto requiere la ayuda del Creador. Nuestros sabios dijeron sobre esto: «El que viene a purificarse es ayudado». Esto significa que quien desea purificarse de las vasijas de recepción y trabajar en el otorgamiento, recibe ayuda del Creador. Sin embargo, alguien que busca ayuda del Creador, su plegaria debe ser desde el fondo del corazón. Es decir, la carencia que siente, que no puede hacer algo en beneficio del Creador, sino, solo para su propio beneficio, este es el deseo de todo el corazón, y no tiene ninguna necesidad de que el Creador lo ayude, excepto por esto, ya que siente que, si no puede trabajar en beneficio del Creador, sino, solo en beneficio propio, no considera esto «vida».
Con esta sensación, siente que él es el peor y más bajo hombre en el mundo. Aunque él ve que hay personas en el mundo que son respetadas por tener mucha Torá y muchas buenas obras, aunque él no ve que están trabajando en Lishmá, todavía no sienten carencia en sí mismas. Por lo tanto, puede decirle al Creador que Él debe ayudarlo a alcanzar Lishmá porque es el peor en el mundo.
La razón por la que necesita sentir que su estado es peor y que sufre más que el mundo entero, es que de lo contrario no tendrá un Kli completo para que el Creador lo llene. Esto se llama «el fondo del corazón». Ya que el Creador es completo, cuando Él le da a un hombre dentro de su Kli, ese Kli también debe ser completo, lo que significa un deseo completo, sin ninguna mezcla con otro deseo.
Por lo tanto, cuando una persona ve que hay otros que no se dedican a Lishmá, sin embargo, no sienten que están en tan mal estado, y «mal de muchos, medio consuelo», con esto complementan la mitad de su carencia con su llenado. Entonces, necesita que el Creador le ayude con solo media carencia. De esto se deduce, que solo tiene la mitad de un Kli, pero el Creador le da Su llenado solo en un Kli completo, lo que significa una carencia completa.
Por esta razón, cuando ve que hay personas que tienen menos vida que él, y ve que pueden vivir, aunque no tienen tanta necesidad del trabajo de otorgamiento, y, de por sí, él no es peor que ellos, por esta razón, su carencia es llenada por los demás. Pero si ve que es peor que ellos, en el sentido de que no puede engañarse a sí mismo y decir que está haciendo algo por el bien del Creador, resulta que solo entonces no puede recibir ayuda de los demás. Por lo tanto, siente que tiene una verdadera carencia, lo que significa que está sufriendo más que todos por no tener fuerza para trabajar con el fin de otorgar.
De acuerdo con lo anterior, debemos interpretar lo que dijeron nuestros sabios (Avot, Capítulo 1): «No seáis como esclavos sirviendo al Rav (grande) para recibir un premio».
Debemos interpretar que cuando vienes a rezar al Creador para que conceda tus deseos, tu deseo no debe ser recibir recompensa, es decir, la mitad de un llenado, que rezas para que Él satisfaga solo la mitad de tu carencia, ya que la mitad de la carencia ya ha sido llenada por los demás, como en «Mal de muchos, medio consuelo», ya que no siente que su estado sea el peor del mundo.
Pero cuando ve que su estado es peor que el del mundo entero, no recibe nada del público. Naturalmente, cuando reza para que el Creador le conceda su deseo, tiene un Kli completo con una carencia. Esto no es así cuando recibe un premio de los demás, porque Pras (premio) viene del verso: «Parás (reducido a la mitad) al amanecer y Parás al crepúsculo».
Ahora, podemos interpretar lo que preguntamos, si no hay bendición en un lugar vacío, porque el maldito no se adhiere al bendito. Por esta razón, no puede recibir el llenado de su plegaria, ya que la bendición no puede entrar en un lugar de maldición, como en las palabras de El Zóhar.
De acuerdo con lo que explicamos, la plegaria no se considera una verdadera plegaria a menos que sienta que es la peor persona del mundo y que no hay nadie más en el mundo que sufra como él por el mal dentro de él. Resulta que, se le llama «maldito», y cómo puede recibir el llenado para su carencia, ya que «el maldito no se adhiere al bendito».
La respuesta es que «maldito» se considera lo contrario de Kedushá (Santidad). Kedushá es bendición y vida, y en la carencia, no hay nada que pueda tener algo de vida en ella, ya que los pobres no tienen nada de lo que recibir vitalidad, como nuestros sabios dijeron: «Los pobres son considerados como muertos». Por esta razón, dijeron en El Zóhar que una mesa en la que una persona bendice ante el Creador, tampoco debe estar vacía, ya que no hay bendición en un lugar vacío.
Sin embargo, cuando una persona reflexiona sobre si realmente es como se siente, el hecho de que no puede hacer nada en nombre de los cielos, es realmente un estado de maldad y bajeza, que no podría haber algo peor que él. Si es así, la pregunta es: ¿Cuál es el mérito que tiene, ya que fue recompensado con ver la verdad, mientras que otros no fueron recompensados, sino que piensan que están completos?
Aunque ellos también sienten que todavía no tienen una verdadera completitud, todavía sienten que están por encima del público en general, ya que tienen Torá y trabajo, excepto, que necesitan agregar un poco más en cantidad. Pero en calidad, aunque entienden que hay más para agregar, no es tan malo; hay peores personas. Creen que siempre hay más para agregar, pero pueden vivir sin adiciones a lo que tienen.
Entonces, ¿por qué esa persona siente que realmente no tiene nada? ¿Quién le reveló este secreto de que debemos trabajar en Lishmá y que todavía está lejos de ello? Por esta razón, sufre y siente que es pobre, que no tiene nada, y muchas veces piensa que estaría mejor muerto.
Él ve que no es mejor que los demás, pero ¿cuál es la razón por la que fue recompensado con ver la verdad? Él dice que saber esto, debe haber llegado a él desde arriba, y no desde sus propias fuerzas. Por lo tanto, ahora ve que el Creador es más considerado con él, que con los demás. De esto se desprende que Él le ha revelado desde arriba la verdad, que es lo que dice Maimónides, que este secreto no se revela hasta que adquieran conocimiento y adquieran mucha sabiduría, ahora una persona ve eso desde arriba, el secreto de tener que trabajar Lishmá le ha sido revelado.
Ahora reza para que el Creador lo acerque y le brinde asistencia, como nuestros sabios dijeron: “«El que viene a purificarse es ayudado». Es decir, él ya tiene algo y ya no se le considera que tenga una mesa vacía, por el hecho de que llegó a purificarse, lo que significa saber que siente la necesidad del trabajo de Lishmá, eso mismo considera una bendición, lo que significa que la persona ha sido recompensada con conocer la verdad.
Sobre esto, sobre saber esto, una persona debería agradecer al Creador. Esto se llama «una bendición». En esto puede haber una bendición desde arriba, ya que no es una cosa vacía: la persona ha sido recompensada al saber que debemos caminar por el camino del otorgamiento. Esto significa, que el hecho de que quiera caminar por el camino del otorgamiento, no lo siente como un lujo, como una adición al trabajo. Más bien, siente esto como la esencia. Es decir, la esencia del trabajo del hombre es que nos dieron Torá y Mitzvot para purificar a Israel con ellos. Él no ve ningún progreso en esta limpieza. Por el contrario, cada vez, él ve cuán lejos está del trabajo de otorgamiento, y ve que ahora está más inmerso en el amor propio.
Por lo tanto, resulta que ahora tiene en su plegaria algo de vida que ha recibido desde arriba, y por la cual debe agradecer al Creador. Esto se considera que él ya tiene una bendición, y la bendición superior, tiene algo en lo que estar. Esto ya no se considera una cosa vacía. Se puede decir acerca de esto: «Trabajen para el Creador con alegría».
Esto plantea la pregunta: ¿Cómo puede uno alegrarse, cuando debería orar desde el fondo del corazón? lo que significa que no tiene nada, entonces, ¿cómo puede alegrarse? La respuesta es que él cree que su plegaria al Creador lo acercará a trabajar por el bien del Creador, y que esta es la esencia del trabajo del hombre, y lo recibió de lo alto. Esta conciencia puede hacer posible estar contento de haber sido recompensado con la comprensión de la verdad de lo que le falta y por qué orar.
Ahora vemos que el hombre debería recibir vida del presente, de lo que tiene ahora. Esto se considera como la mesa en la que una persona bendice antes de que el Creador no esté vacío, como se dice en El Zóhar. Es decir, tiene algo de lo que recibir la vida, tal como está escrito, vida y bendición. Y lo que pide es que quiere recibir y disfrutar del futuro. Es decir, una persona recibe vitalidad de lo que puede alegrarse ahora, y esto se considera como vivir del presente.
Es decir, ¿cuándo podemos decir que tiene alimento del presente? Si sabe apreciar el hecho de que el Creador le ha dado el conocimiento de la verdad. En ese momento ve que el Creador es realmente considerado con él y lo vigila para ver que camine en el camino de la verdad. Si puede creer esto, entonces se nutre, se nutre del hecho de que tiene vida. Y una persona puede ver su medida de fe de acuerdo con la gratitud que le da al Creador por esto. Esto significa que, si no puede agradecer al Creador por la carencia que el Creador le ha mostrado, es por falta de fe que el Creador lo supervisa con Providencia Privada.
Podrías preguntar, si puede alegrarse y creer que el Creador lo guía en la Providencia Privada, ¿por qué debería rezarle al Creador? Además, si agradece al Creador por la carencia, ¿cómo puede orar desde el fondo del corazón y decir que sufre por estar lejos del Creador? Uno contradice al otro. Si tiene alegría en el presente y recibe vitalidad de esto, ¿qué debería pedir sobre el futuro, que el Creador le conceda sus deseos?
La respuesta es que decimos que el hecho de que una persona sea feliz proviene del hecho de que ha llegado a conocer la verdad que en el camino del otorgamiento, que es la esencia de nuestro trabajo, ni siquiera ha comenzado. Por lo tanto, le duele que esté alejado. Y si él no sufre de su lejanía del Creador y todavía está inmerso en el amor propio, ¿qué clase de verdad es esta? que podemos agradecer al Creador por revelarnos la verdad, que estamos en el fondo del pozo, el lugar de Klipot (cáscaras) y la Sitra Ajra (arameo: el otro lado). Al saber esto, el Creador lo salva de la muerte.
Si acepta permanecer separado del Creador y obtiene satisfacción de esto, entonces todavía está en un estado de «secreto», porque Lo Lishmá se llama «poción de la muerte», ya que quiere permanecer en ese estado. De ello se deduce que incluso la gratitud que le da al Creador no es la verdad, ya que todavía no sabe el secreto de que los malvados en sus vidas son llamados «muertos» porque están separados de la Vida de Vidas y quieren permanecer en Lo Lishmá.
Más bien, precisamente en la medida en que pide sobre el futuro, que el Creador lo liberará del gobierno del amor propio, que ahora el Creador le ha dicho el secreto, de que la esencia del trabajo es Lishmá, y él sufre de esto y quiere que el Creador lo ayude lo antes posible, entonces, se puede decir, que está feliz de que el Creador le haya revelado la verdad. Por lo tanto, debemos entender estos dos opuestos en un mismo asunto: uno está en el presente, que ha logrado el reconocimiento del mal, y de este estado debe escapar, y la satisfacción de la carencia está en el futuro.
Resulta que, la bendición al principio se debe a que ha llegado a conocer la verdad, y de esto debe obtiene alegría en el presente. Esto se llama «trabajen para el Creador con alegría». Después, hay una bendición, es decir, en el futuro, que recibirá el llenado, que el Creador le brindará la ayuda, como nuestros sabios dijeron: «El que viene a purificarse es ayudado». Esto es lo que significa que cuando una persona viene a rezar, no debe estar en un estado de maldito, sino en un estado de bendito.
En consecuencia, debemos interpretar lo que nuestros sabios dijeron: «Uno siempre debe establecer la alabanza del Creador y luego rezar» (Berajot 32).
Es decir, antes de la plegaria, debería ver que no es un Kli vacío, sino que tiene la bendición de recibir del Creador la conciencia de la verdad, que debemos trabajar en beneficio del Creador y no por nuestro propio beneficio. Agradece al Creador por hacerle saber por qué orar.
Está escrito: «Establece la alabanza del Creador». ¿Qué alabanza debería decir? La respuesta es, porque el Creador le revela la verdad de lo que le falta, y que no se engañará a sí mismo de que está bien, como piensa el público en general. En cambio, el Creador le ha revelado que le falta algo esencial, y si reza por ello, lo que significa que, si sabe la gran necesidad de saber lo que realmente le falta, como entiende ahora, entonces tiene un Kli que el Creador puede llenar, ya que ahora está dando una plegaria desde el fondo del corazón. Esto se llama «Kli completa».
Una persona necesita saber que, de hecho, no le falta nada más que la capacidad de poder hacer todo en nombre de los cielos, ya que solo entonces, podrá recibir el deleite y el placer, ya que el Creador creó el mundo solo para este propósito: hacer el bien a Sus creaciones.
De acuerdo con lo anterior, podemos interpretar las palabras de El Zóhar donde dice: «La otra mesa, la de Sitra Ajra, es una mesa de vacío». Como explicamos con respecto a la mesa de Kedushá, que El Zóhar llama «La mesa sobre la cual un hombre bendice ante el Creador no debe estar vacía, porque no hay bendición en un lugar vacío», esto es así, porque el maldito no se adhiere al bendito. La mesa es un lugar donde recibimos la bendición del Creador. Por lo tanto, Kedushá quiere decir que cree que el Creador le ha dado el conocimiento de qué pedir.
Esta es una gran bendición cuando sabemos la razón de la enfermedad. Esto no es así con la Sitra Ajra. Es decir, cuando una persona le pide al Creador que le conceda sus deseos y le envíe una bendición, pero no cree que el Creador le haya dado espacio para orar, esta es la Sitra Ajra, que es diferente a Kedushá