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Rabash / ¿Cuáles son las cuatro cualidades de los que van al seminario en el trabajo?

Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

¿Cuáles son las cuatro cualidades de los que van al seminario en el trabajo?

Artículo 10, 1988

Nuestros sabios dijeron (Avot, Capítulo 5:17): «Hay cuatro cualidades entre los que van al seminario: El que va y no hace, la recompensa está en su mano. El que hace y no va, la recompensa por su acción está en su mano. El que va y hace es un Jasid (quien hace Jésed). El que no va ni hace es malvado».

Deberíamos entender lo siguiente:

1) ¿Por qué no dice acerca de uno que va y hace que tiene la recompensa de ir y hacer, sino que simplemente lo llama un Jasid?

2) Él dice: «Cuatro cualidades entre los que van al seminario, y cuenta uno que ni va ni hace como una de las cualidades de los que van al seminario. Pero él no está haciendo nada, entonces ¿por qué lo considera como una de las cuatro cualidades?

Primero, debemos entender la recompensa por ir y la recompensa por hacer. Se sabe que está prohibido trabajar para obtener una recompensa, como dijeron nuestros sabios: «Servir al Rav (grande) para no recibir un premio». Sin embargo, debemos entender lo que está escrito (Avot 2: 1), «Calcular la pérdida de una Mitzvá (precepto) frente a su recompensa». Por lo tanto, tenemos que trabajar para obtener una recompensa, tal como está escrito, «Si aprendiste mucha Torá, te darán una gran recompensa y el dueño de tu trabajo es leal y te pagará una recompensa por tus acciones».

Vemos que todo el mundo trabaja por una recompensa. Sin embargo, la recompensa no necesariamente significa dinero, que es la retribución a cambio del esfuerzo. Sino que, cualquier cosa que una persona reciba a cambio de su trabajo, y que es algo que necesita y lo hará feliz, se llama «recompensa». Por esta razón, vemos que una persona puede trabajar y esforzarse para conseguir dinero, pero también se puede pagar dinero para conseguir respeto. A veces, una persona da dinero y respeto para obtener su vida. En otras palabras, una recompensa es lo que una persona necesita, como está escrito, «El hombre dará todo lo que tiene a cambio de su vida».

Por lo tanto, ¿cuál es la recompensa que podemos conseguir a cambio de observar Torá y Mitzvot (plural de Mitzvá)? Es Dvekut (adhesión) con el Creador, tal como está escrito, «¿Qué te pide el Señor tu Dios? Adherirse a Él». Está escrito en el ensayo Un discurso para la finalización del Zóhar: «Se sabe que el propósito deseado del trabajo en Torá y Mitzvot es adherirse al Creador, tal como está escrito: “y adherirse a Él”».

Dvekut significa arrepentimiento. Dado que el hombre fue creado, por parte de la naturaleza, con el deseo de recibir para sí mismo, que se llama «separación», debido a la disparidad de forma, lo que significa que, debido a ello, la persona se aleja de Él. Y, para lograr la equivalencia de forma, llamada Dvekut, él debe hacer grandes esfuerzos para luchar contra su naturaleza, que es el deseo de recibir para sí mismo y no otorgar. Además, la medida de otorgamiento que el hombre debe alcanzar es «con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas». No debe dejar ninguna existencia para sí mismo, hasta el punto en que una persona no pueda alcanzar la equivalencia de forma por sus propias fuerzas.

En cambio, lo que uno debe hacer es ser como «el que viene a purificarse». En otras palabras, una persona debe preparar un Kli (vasija) y una necesidad para que el Creador le ayude. Se sabe que no hay luz sin un Kli. Resulta que la medida del esfuerzo es que el hombre debe meterse una carencia, que le falta equivalencia de forma, llamada «arrepentimiento». Anhela arrepentirse, pero no puede lograrlo por sus propias fuerzas.

Por lo tanto, ¿para qué reza y se esfuerza?, para conseguir una recompensa a cambio de su esfuerzo. La cúal es, solamente anhelo por el arrepentimiento, ya que a través del esfuerzo que realiza para alcanzar el arrepentimiento, gradualmente ingresa en él una carencia y una necesidad por la cual la persona ve que precisa la ayuda del Creador. En ese momento, «El que viene a purificarse es ayudado» se hace realidad. El Zóhar pregunta: «¿Con qué se le ayuda?». Responde: «Con un alma santa». En ese momento, se le recompensa con un alma, como en «El alma del hombre le enseñará».

Con esto entenderemos lo que preguntamos, «¿Está permitido trabajar y esforzarse para que el Creador nos recompense, ya que ellos dijeron: “Sean como esclavos sirviendo al Rav (grande) para no recibir un premio”?». Sin embargo, debemos entender por qué está prohibido recibir un premio. Es así porque la persona debe trabajar para lograr la equivalencia de la forma. Resulta que, si uno pide una recompensa por su trabajo, entonces está bajo la autoridad de la recepción para uno mismo. Esto es lo opuesto a la equivalencia de forma y por lo que está prohibido trabajar para obtener una recompensa.

Pero quien trabaja y se esfuerza y reza para que el Creador recompense su trabajo, ¿a qué recompensa se refiere? Ciertamente, la recompensa que quiere es que el Creador le dé la fuerza para hacer que todos sus pensamientos y acciones sean única y exclusivamente de otorgar al Creador, y no para su propio beneficio. Por lo tanto, esta recompensa que está pidiendo lo lleva a la equivalencia de la forma, que se llama «arrepentimiento», cuando vuelve a estar en Dvekut con el Creador, que de allí se separó.

Esto es similar a lo que dice en el libro El fruto de un Sabio (Parte 1, p 116): «Se sabe que el alma es una parte Divina de arriba. Antes de entrar en un cuerpo, está adherida como una rama a la raíz». También está escrito allí que «el propósito del alma cuando viene al cuerpo es ser recompensada, mientras está vestida en el cuerpo, con retornar a su raíz y a adherirse a Él».

Por lo tanto, vemos que una persona debe tratar de ser recompensada por su trabajo, y la recompensa es el arrepentimiento. Es decir, no decimos que una persona debe dirigir mientras trabaja en Torá y Mitzvot, que el trabajo sea sin la intención de ser recompensado. Por el contrario, el hombre siempre debe tener su objetivo claro ante él, como está escrito en El Zóhar: «La plegaria del hombre debe ser suficientemente explícita y clara». En otras palabras, una persona debe saber lo que le falta, y debe intentar obtenerlo a través del esfuerzo y la plegaria.

Sin embargo, se sabe que la plegaria debe venir del fondo del corazón. En otras palabras, la persona debe saber claramente que por sí mismo, él no puede alcanzar el arrepentimiento, que es adherirse al Creador en equivalencia de forma. Esta conciencia llega a la persona solo cuando él ha hecho todo lo que puede hacer. Entonces se puede decir que ahora sabe con certeza que no está en sus manos, y solo el Creador puede ayudarlo.

Ahora explicaremos lo que preguntamos sobre lo que dijeron nuestros sabios sobre las cuatro cualidades entre los que van al seminario:

1) «El que va, pero no hace, tiene la recompensa de ir en su mano». En el trabajo, esto significa que está yendo en el camino para lograr Dvekut con el Creador, llamado «el camino del otorgamiento». Sin embargo, ve que no está haciendo nada con la intención de otorgar. Él «tiene la recompensa de ir en su mano», lo que significa que el hecho de que quiere caminar en el camino de la verdad ya se considera una recompensa. En otras palabras, debe agradecer al Creador por recompensarlo con un deseo de caminar en el camino de la verdad, mientras que otros, que se dedican a Torá y Mitzvot, no tienen este deseo. Se conforman con simplemente trabajar, sin tener en cuenta su intención al dedicarse a la Torá y las Mitzvot, como es el público en general.

2) «Aquel que hace, pero no va tiene la recompensa de hacer en su mano». Esto significa que se dedica a la Torá y Mitzvot en todo lo que puede observar, en cada detalle y minuciosidad. Sin embargo, él no está caminando en el camino que conduce directamente a la Dvekut con el Creador. En cambio, se conforma con lo que hace sin la intención. Él «tiene la recompensa de hacer en su mano». Aunque él no va, su recompensa es que él debe estar contento porque el Creador le ha dado un deseo y un anhelo de observar la Torá y las Mitzvot. Él no ve ningún mérito en sí mismo en comparación con otras personas, a quienes el Creador no dio este deseo y anhelo, mientras que él sí recibió del Creador este deseo. Él cree que todo sucede a través de la Providencia privada.

Por esta razón, da muchas gracias al Creador por poder ser parte de la Torá y las Mitzvot, mientras que el resto de la gente no tuvo el privilegio de hacerlo. Esto se considera que «tiene la recompensa de hacer en su mano», que agradece al Creador. Este grado se aplica tanto al público en general como a los individuos. Es decir, aquellos que están avanzando en el camino individual también tienen momentos en los que no quieren estar entre los que «van», por lo que deberían estar contentos con «hacer».

3) «El que va y hace es un Jasid». Preguntamos: ¿Por qué en los dos primeros discernimientos, está escrito que tiene una recompensa en su mano, mientras que aquí en el tercer discernimiento, no dice que tiene una recompensa en su mano, sino que él es un Jasid?

Debemos interpretar que debemos saber que, ya sea que «vaya, pero no haga» o «haga, pero no vaya», la persona todavía tiene su propia autoridad. Es decir, todavía no ha sido recompensado con anular su propia autoridad y su inclusión en el Creador, que se llama «arrepentimiento». Nuestros sabios dijeron: «La Torá existe solo en el que se mata por ella». Interpretamos que ha anulado su propia autoridad y luego solo tiene la autoridad singular, que es la autoridad del Creador, mientras que él mismo ni siquiera aparece en la realidad.

Por lo tanto, en un estado que «va y hace», no se puede decir que tiene una recompensa en su mano, ya que no tiene mano. Es decir, no tiene autoridad propia de la que podamos decir que él puede recibir. Es por eso por lo que dijeron Jasid, lo que significa que él está en un estado en el que dice: «Lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo». Puede haber una recompensa entre dos autoridades, similar a un empleado que trabaja para un empleador. El empleador le paga a cambio de su trabajo.

Pero si un hijo trabaja para su padre y el hijo es apoyado por su padre, lo que significa que todavía vive en la casa de su padre y no tiene autoridad propia, entonces el hijo no recibe un salario de su padre. Sin embargo, cuando el hijo comienza a pensar que quiere ser independiente y no depender de su padre, su padre comienza a pagarle un salario a cambio de su trabajo.

Lo mismo se aplica aquí en el trabajo, cuando una persona es recompensada con «ir y hacer» todo en nombre de los cielos. En ese momento, él no tiene autoridad propia, sino que se anula ante el Creador. Esto se llama «Dvekut y equivalencia de forma», y se llama «arrepentimiento». En ese momento, no se puede decir que tiene una recompensa en su mano porque no tiene mano para comprar, es decir, su propia autoridad. Es por eso por lo que no dijeron «recompensa en su mano», pero dijeron que se le considera un Jasid.

Ahora explicaremos lo que preguntamos cuando dice: «cuatro cualidades entre los que van al seminario», y uno de ellos es «el que ni va ni hace». Si no hace nada, ¿por qué se le considera entre las cuatro cualidades de los que van al seminario?

Se sabe que cuando una persona quiere trabajar en el camino para lograr Dvekut con el Creador, que es el asunto de la equivalencia de forma, el cuerpo se opone a todo. Puede llegar a un estado en el que siente que ha llegado a la total bajeza, lo que significa que ve que «no va», lo que significa que no está avanzando en el camino del otorgamiento, y que tampoco «está haciendo», lo que significa que no puede hacer buenas obras, y todo lo que hace requiere enormes esfuerzos.

Es decir, ahora ve que es peor que cuando comenzó a trabajar en el camino del otorgamiento. Anteriormente, estaba muy feliz cuando hacía Mitzvot y hacía buenas obras, especialmente durante la plegaria. Pero ahora ha llegado a tal nivel de bajeza que es muy difícil para él rezar. Es decir, todas las cosas que haría con alegría antes de comenzar a trabajar en el otorgamiento, ahora las ve como bajas.

Ahora él siente el significado de «Shejiná (Divinidad) en el polvo», lo que significa que todas las cosas sagradas tienen forma de polvo, es decir, saben a polvo. Cada pequeña cosa que hace es difícil como la apertura del Mar Rojo, porque ha perdido el valor de su importancia. Por lo tanto, ahora ve que ha retrocedido, lo que significa que no va ni hace. Es sobre esto que nuestros sabios dijeron que él es malvado.

Sin embargo, la pregunta es: ¿Por qué ha llegado a este estado después de todos los esfuerzos que ha hecho porque quería caminar en el camino de la verdad? Según lo que dijo Baal HaSulam, el momento de la respuesta a la plegaria, para que el hombre reciba permiso para entrar en el palacio del Rey, para que lo acerque a Él y sea recompensado con Dvekut con el Creador, es específicamente cuando ve que por su parte está perdido y no tiene fuerza para realizar acciones. En ese momento, el hombre da una verdadera plegaria, ya que ve que simplemente es malvado. Es decir, no tiene aferramiento en la Kedushá (santidad).

Por eso, cuando la persona desciende, no debe sobresaltarse y escapar de la campaña. Por el contrario, este es el momento de dar una verdadera plegaria desde el fondo del corazón.

En este sentido, debemos interpretar lo que dijeron nuestros sabios (Hulin 7b), «Israel son santos; algunos quieren y no tienen. RASHI interpreta que algunos quieren complacer a los demás con lo que él tiene, pero no puede, y de él, no quiero disfrutar. Algunos tienen y no quieren. RASHI interpreta que tiene la habilidad, pero no quiere deleitar a los demás. Así dijo el rabí Pinjas a Rabi».

La pregunta es: ¿Por qué el que tiene, pero no quiere dar a otros es considerado santo? El Tosfot explica: «Aquel que tiene, pero no quiere, aun así, se les llama “santos”, porque invita a su amigo a comer en su casa debido a la vergüenza».

Deberíamos interpretar que «Israel son santos» en el trabajo. Está el que quiere trabajar con el fin de otorgar, pero no tiene. Cuando considera sus acciones, ve que está inmerso en el amor propio y no puede hacer nada con el fin de otorgar. Él es llamado «santo» porque está caminando en el camino de la verdad. Aunque ve que está retrocediendo, todavía se adhiere al camino de la verdad. Al final, llegará a la verdad, lo que significa que estará verdaderamente en Dvekut con el Creador. Porque los más importantes son los Kelim (vasijas), llamados «deseo», y como él quiere lograr Dvekut, él será recompensado.

Es como Baal HaSulam dijo acerca de lo que está escrito, «Dará sabiduría al sabio». Preguntó: «Debería haber dicho: “Dará sabiduría a los necios”. Sin embargo, “sabio” es aquel que desea sabiduría. Entonces él tiene un Kli (vasija) en el cual se puede otorgar. Pero los necios no tienen ningún deseo de sabiduría, tal como está escrito, “el necio no tiene ningún deseo de comprender”».

Resulta que, uno que quiere caminar en el camino de Kedushá se llama santo. «Santo» significa que está escrito, «Serán santos», lo que significa que se retiran de la recepción para uno mismo. Por esta razón, él ya es santo. Este es el significado de las palabras, «Israel son santos; hay quien quiere, pero no tiene». Y también están aquellos que tienen, pero no quieren. Esto significa que tiene Mitzvot y buenas obras, pero no quiere caminar en el camino que conduce a «con el fin de otorgar». En cambio, se conforma con Lo Lishmá (no en Su nombre). Él también se llama «santo», ya que con respecto de las acciones está bien y no tiene nada para agregar en las acciones.