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Rabash / Artículo 28 (1987)

¿Qué es ‘No añadirás y no restarás’, en el trabajo?

Artículo 28 (1987)

Está escrito (Deuteronomio 4:2): “No añadirán a la palabra que Yo les mando, ni restarán de ella, para que cumplan los mandamientos del Señor, vuestro Dios,  que Yo les ordeno”.

Los interpretadores se cuestionan respecto a “no añadirán”. La Torá debería decir: que no se te ocurra añadir, pues hay que decir que conviene añadir ya que de ese modo se incrementa la gloria de los cielos. Pero “y no restarán de ella”, ¿con qué fin dice el texto que no se debe restar? Esto es algo simple: si el Creador nos dio la Torá y las Mitzvot, seguramente deberíamos cumplirlas y no infringir las Mitzvot del Creador. A nivel literal, son muchas las respuestas.

No obstante, al nivel del trabajo, ¿qué viene esto a enseñarnos? Debemos entender también por qué está prohibido añadir realmente. La mente demanda, por lo contrario, que es conveniente agregar a las Mitzvot, principalmente porque en lo que se relaciona al trabajo, el orden es que uno va agregando cada vez.

Se sabe que en el orden del trabajo está el asunto de una sola línea, y hay dos líneas llamadas “derecha” e “izquierda”, y está la línea media, como se ha explicado en artículos anteriores. Lo reiteraremos aquí cuando sea necesario.

También debemos saber que existe una sola regla, la cual se aplica a todos, es decir a la totalidad de Israel. A la vez, hay individuos en Israel, es decir que hay personas que no están capacitadas para asemejarse a la totalidad. Esto significa que en el asunto de la Torá y las Mitzvot, se comportarán como la totalidad, pero comprenden y sienten que el trabajo de la totalidad y la aspiración de esta, o sea aquello que la totalidad aspira lograr mediante su trabajo en la Torá y las Mitzvot, no es suficiente para ellos, y en cambio buscan otras aspiraciones y metas diferentes a las de la totalidad.

De todos modos, en el asunto del cumplimiento de la Torá y las Mitzvot, se dice: “tendrán ustedes una sola ley [Torá]” (Números 15:29). No hay diferencia entre el justo completo y una persona simple. Sin embargo, esto se refiere al asunto de la acción, es decir que se necesita una dirección, que cumplir las Mitzvot del Creador tal como nos lo ha ordenado a través de Moisés, se denomina: “la intención del trabajo de las Mitzvot”, y en esto todos son iguales.

Sin embargo, en lo que se relaciona con la intención, es decir: ¿qué intención tiene al cumplir la Torá y las Mitzvot?, o sea, ¿qué desea a cambio de su trabajo al renunciar al resto de las cosas  e invertir su tiempo y toda su energía para cumplir la Torá y las Mitzvot?, aquí ya aparecen discernimientos que generalmente se denominan “Lo Lishmá” (no en nombre de la Torá) o que su intención es “Lishmá” (en nombre de la Torá). Particularmente hay muchos discernimientos en Lo Lishmá y hay muchos discernimientos en Lishmá.

En el asunto de Lo Lishmá, es que todos los miembros de la totalidad comienzan en Lo Lishmá. Y luego hay individuos que salen de Lo Lishmá y entran al nivel de Lishmá. En este caso se debe discernir entre ambos estados según las líneas. Esto es, todos los que están de acuerdo todo el tiempo con el estado de Lo Lishmá, tienen pendiente la corrección, lo cual significa que no pueden ver el camino de la verdad del trabajo y tienen que sentir que van por el camino de la verdad, pues de otro modo es imposible para ellos seguir cumpliendo la Torá y las Mitzvot. En este mundo se aplica que el individuo tiene que ganar de su trabajo, y si Lo Lishmá no es la verdad, la verdad es que Lo Lishmá es algo muy importante. Pero debido a que no pensarán en el estado de Lo Lishmá, entonces hay una corrección según la cual ellos pensarán que están actuando en Lishmá, para que así consideren sus actos, pues de otro modo, ¿cómo es posible sacar ganancia de la mentira?

Baal HaSulam dijo que hay que creer que en la medida que uno se imagina que el asunto de Lishmá es muy importante, entonces debe creer que  Lo Lishmá es aún más importante de lo que aprecia el estado de Lishmá. Uno no tiene la capacidad de valorar su intensidad y cuán importante es.

En el trabajo de la totalidad hay una sola línea, es decir el estado de dicho acto, que es un solo camino. Esto significa que uno tiene que saber que todo acto que hace le lleva a avanzar, y un centavo y otro centavo se van sumando en una gran cuenta. Como dijimos en forma de parábola sobre un hombre que recibe arrienda de una fábrica que alquiló a alguien, y recibe cierta suma anualmente. Entonces está seguro que cada año que pasa, su capital va aumentando.

Así es en el trabajo de la totalidad. Por ejemplo, si alguien llega a los veinte años, tiene un capital de siete años de Torá y Mitzvot. Si llega a los cuarenta años, sabe que tiene un capital de veintisiete años, y así sucesivamente. Resulta que no tiene de qué preocuparse ya que su pago está asegurado. Y realmente es así, pues también en  Lo Lishmá se recibe recompensa. Esto se denomina “una sola línea”, o “un solo camino”, que aquí no hay ninguna contradicción en el camino del trabajo por el cual va.

No obstante, mientras que uno quiere salir del camino de la totalidad, y quiere ingresar en el trabajo de Lishmá, entonces tiene que discernir entre dos líneas:

1) Derecha. La derecha se denomina perfección, que no tiene ninguna deficiencia. Y esto puede ocurrir de dos modos.

El primer modo en la derecha  es que uno hace cuentas consigo mismo y dice: todo está bajo la providencia personal, y uno no tiene ninguna elección propia. En tal caso, las cuentas que hace consigo mismo, que ve cuantas personas hay en el mundo que el Creador no les ha dado el pensamiento y el deseo de cumplir las Mitzvot del Creador mientras que él sí recibió del Creador el pensamiento y el deseo, tanto en cantidad como en cualidad, de todos modos, cuando mira para atrás, ve que hay personas que no tienen ningún aferro en la espiritualidad. En cambio sus vidas consisten solamente de lo que pueden encontrar en las pasiones materiales, y no tienen ninguna sensación más que cualquier otro animal, sin pensar en ningún propósito por el cual el mundo haya  sido creado. Estos se contentan si son capaces de llenar sus carencias como si fueran niños, y si consiguen llenar sus aspiraciones ya piensan que son felices en sus vidas.

Y ve que el Creador le dio intelecto y razón para que no viva como cualquier animal, sino que sabe que es hombre, que el estado de hombre se manifiesta en el hecho de estar en un nivel más alto por encima del animal. Esto es que tiene contacto con el Creador, que puede cumplir las Mitzvot del Creador. Y cree que habla con el Creador, tanto en la bendición de la oración como en la bendición de la satisfacción, y reza a Él por ese pequeño aferro que tiene en la espiritualidad, y se conduce alegremente y siente felicidad en su vida porque tiene la sensación de no ser igual que el resto de las personas, que en sus vidas se conducen como niños pequeños que no tienen siquiera una idea espiritual. Esto se denomina derecha, porque se siente a sí mismo un ser completo, que no le falta nada.

El segundo modo en la derecha es como dijo Baal HaSulam, que uno tiene que creer por encima de la razón, como si ya hubiese alcanzado la fe plena, que tiene que  verse como quien lo siente en sus órganos, que el Creador gobierna el mundo entero en nivel bueno y benefactor, lo cual significa que todo el mundo recibe de Él solo beneficios. Y que él es uno de ellos. También imaginar qué estado de ánimo debe sentir cuando uno va por encima de la razón, como si tuviese todo un mundo pleno de bondad y no tiene más que agradecer y alabar al Creador por haberle permitido alcanzar la bondad y el placer. Esto se denomina plenitud, también en la derecha.

Esta línea derecha le da al individuo el único lugar donde puede agradecer al Creador, dándole beneficios. Y solo de ese modo se considera completo y bendito pues no le falta nada. Entonces es el momento cuando puede estar adherido al Creador ya que ‘bendito se adhiere a bendito’, y debido a esto uno puede recibir vitalidad ya que uno no puede vivir de lo negativo. Resulta que mediante la línea media recibe vitalidad en el trabajo del Creador, ya que solo de la plenitud del hombre puede recibir alegría, y una vida sin alegría no se considera vida.

La línea derecha tiene otra virtud. De este modo uno agradece al Creador por acercarle a Él a pesar de que solo tiene apenas un pequeño aferro en la espiritualidad, y si agradece por algo pequeño, esto hace que el propósito del trabajo del Creador tenga más importancia para uno. Estando la Shjiná (Divinidad) en el exilio, o como está escrito: Shjinta BeAfra (la Shjiná está en el polvo), esto significa que el trabajo espiritual no se considera importante y la totalidad considera solamente cosas materiales. Y el individuo está influenciado por la totalidad, por lo que para él también lo material es más importante que lo espiritual. Pero al ir por la línea derecha, es decir que así agradece al Creador por cada cosa en la que tiene aferro en la espiritualidad, así va aumentando la importancia de la espiritualidad.

Baal HaSulam dijo, que el hecho que Arriba ven que uno considera cualquier asunto espiritual, y a la prueba está que agradece por cada cosa, esto hace que de Arriba le den cierta iluminación, pues ven que uno sabe cuidarlo, y es como dijeron los antiguos sabios: “¿quién es tonto para perder lo que se le da?”. Esta es una regla – todo aquello que no es tan importante, uno no cuida de no perderlo, por esto no se da desde Arriba cierta iluminación si uno no sabe cuidarla, y debido a que ven que uno considera cualquier asunto pequeño de Kdushá (Santidad), entonces obviamente cuidará lo que le dan. Resulta que aquello por lo cual uno trata de alabar y agradecer al Creador, por darle el intelecto y la razón para acercarse un poco a la Kdushá, esto hace que de Arriba le den cierta iluminación.

Pero uno también debe ir por la línea izquierda, ya que el asunto de la derecha y la izquierda es el asunto de “dos trazos que se niegan entre sí”, ya que la izquierda se considera “algo que requiere de corrección”. Debido a que el asunto de la línea izquierda es asunto de crítica, que uno tiene que ver realmente cuál es su estado en la espiritualidad, si realmente va por el camino del deseo de otorgar, o se está engañando a sí mismo, o que ni siquiera pone atención.

Se sabe que lo principal es alcanzar la Dvekut (adhesión) con el Creador, que es pensar solamente en cosas que llevan a la equivalencia de forma, y no lo contrario. Esto es que uno hace un escrutinio sobre el orden del trabajo, a ver si ya avanzó en su trabajo para alcanzar la meta, o si, por el contrario, va hacia atrás, y pensar qué debe hacer para que sus actos sean completos. Esto es que uno tiene que ver sus fuerzas en el trabajo, si tiene fuerza de superación. Y si no tiene, qué debería hacer.

Entonces ve que solo el Creador puede salvarlo de su estado. Esto es que tenga la capacidad de salir del amor propio y trabajar solo en beneficio del Creador. Esto significa que ve que solo el Creador puede ayudarle, como está escrito: “Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos”. El significado de esto es que el pueblo de Israel eran esclavos en el estado de Egipto, que es el deseo de recibir para sí mismo, y al ser esclavos de Egipto no tenían ninguna propiedad en la Kdushá, pues todo se lo llevaron los egipcios, o sea –el amor propio.

Esto se denomina “los malvados en vida se llaman muertos”, pues “el pobre se considera muerto”, ya que el Sitra Ajra se llevó todas sus pertenencias y no entra nada al dominio de la Kdushá, hasta que se revela a ellos el Rey de todos los reyes y los redime. Este asunto se aplica siempre. Es decir que siempre que uno se halla en el exilio y reza a Dios para que lo saque del exilio, entonces el Creador lo saca.

Este es el asunto de “quien viene a purificarse se le ayuda”, pero uno por sí solo no es capaz de salir del exilio y la servidumbre del amor propio. Resulta que en la línea izquierda está el lugar para rezar al Creador para que lo saque del exilio. De otro modo, es decir: sin la línea media, no puede nunca saber que se encuentra en amor propio, puesto que la línea derecha no permite ver ninguna deficiencia y entonces de todos modos no hay nada que corregir.

Por lo dicho anteriormente comprendemos lo que está en el orden del rezo, sobre cantos, melodías y alabanzas, ya que el asunto del rezo y la petición es como dijeron los antiguos sabios (Brajot 32): “uno debe siempre organizar su alabanza a Dios y luego rezar”.

La pregunta es si uno quiere pedir algo al Creador, entonces tiene que organizar previamente su alabanza al Creador, por lo cual tiene que hacerlo. Podemos comprender que cuando uno va a alguien de carne y hueso y le pide algún favor, cabe primeramente demostrarle que le consideramos como una persona importante. Esto es supuestamente una forma de soborno, para que tenga satisfacción y luego pedirle que le haga un favor, como si el dador le devolviera un favor al receptor,  como si el receptor le hiciera un favor al dador dándole la satisfacción de alabarlo. Pero con respecto al Creador, ¿se puede decir algo así?

Así lo explicamos en cuanto a la necesidad de las dos líneas: derecha e izquierda. Debemos comprender que cuando uno desea entrar al servicio del trabajo sagrado, primeramente debe saber de qué se trata. Esto es, a quién desea servir. Es decir que uno tiene que apreciar primeramente cuán importante es el Rey; ese Rey que uno quiere que lo reciba como servidor, es decir que esté en el nivel de “esclavos que sirven al grande pero no con el fin de recibir recompensa”, sino quién es el que le da el deseo de servir al Rey sin recompensa alguna. Solo la grandeza e importancia del Rey le da combustible para que desee trabajar sin recibir recompensa ninguna.

Por lo tanto el orden es que uno comienza primero a ir por la línea media, que todo su trabajo es describir para sí la importancia del Rey, y agradecerle por darle el deseo y el pensamiento de tomar parte alguna en la espiritualidad, así sea en algo, aún algo pequeño que se le ha dado, para que tenga cierto aferro en la espiritualidad, que para uno es algo muy grande e importante, como se explicó en relación a la línea media. Y la segunda interpretación sobre la línea media es como escribió Baal HaSulam, que el asunto de la ‘derecha’ (Yamín) significa ‘ir hacia la derecha’ (Haymén).

Esto es que uno tiene que creer por encima de la razón e imaginarse como si ya hubiese alcanzado la fe del Creador en la sensación de sus órganos, y ve y siente que el Creador gobierna al mundo entero de modo bueno y benefactor. Aun cuando observa dentro de la razón, viendo lo contrario, igualmente debe trabajar por encima de la razón, que sea a sus ojos como si estuviera ya en la sensación de los órganos de que así es realmente, que el Creador dirige al mundo a nivel bueno y benefactor.

Aquí es cuando adquiere la importancia de la meta y aquí recibe vida, es decir la alegría que hay en el acercamiento al Creador y uno tiene lugar para decir que el Creador es bueno y benefactor y sentirse a sí mismo que tiene la fuerza de decir al Creador: “Tú nos elegiste entre todos los pueblos, nos amaste y nos quisiste”, ya que tiene por lo que dar gracias al Creador y según la sensación de la importancia de la espiritualidad, así organiza su alabanza al Creador.

Después que uno ya alcanza la sensación de importancia que hay en la espiritualidad, lo cual se denomina ‘uno debe siempre organizar su alabanza a Dios”, entonces llega el momento en el que tiene que pasar a la línea izquierda. Esto es, hacer una crítica cómo siente realmente, dentro de la razón, la importancia del Rey; si realmente está dispuesto a servir solamente en beneficio del Creador.

Y cuando ve que dentro de la razón está desnudo y desprovisto de todo, este estado, en el que ve cuál es la importancia de la espiritualidad solo que uno lo ve únicamente por encima de la razón, este cálculo puede producir en uno la carencia y el dolor por estar en absoluta bajeza, y tiene la capacidad de elevar una plegaria verdadera desde lo profundo del corazón por lo que carece.

No obstante, si no tiene línea media, aun cuando reza al Creador para que le ayude, no es igual como cuando pide ayuda del Rey para que le haga un favor y lo salve y se apiade de él, ya que el Rey es un rey misericordioso, por eso le pide que le dé dinero, que compre para él un pan. A la par, uno sabe que se encuentra en la prisión, entre aquellos que fueron sentenciados a muerte y tiene ahora la oportunidad de pedir al Rey que le salve la vida, es decir que le de indulto y el Rey se apiade de él, que tenga la oportunidad de vivir una vida de felicidad. Entonces pide al Rey que se apiade de él y le de pan, y con eso ya se contenta. Esto es debido a que está tanto tiempo en la prisión que ya se olvidó de todo, de que hay un mundo en el que se puede vivir una vida feliz.

Este es el beneficio en el hecho que uno tiene que organizar primero su alabanza al Creador y luego orar. La razón es como se ha dicho, porque luego de saber cuál es la importancia de la espiritualidad, que es “porque ellos son nuestras vidas y la duración de nuestros días”, y por esto reza, sabiendo que carece ya de todo y por eso tiene que pedir misericordia al Creador para que se apiade de él y le de vida. Pues mientras estaba en la línea media sentía que la vida material era el estado de “los malvados en vida se llaman muertos’.

De este modo comprendemos lo que preguntamos antes: ¿qué es que hay que organizar su alabanza a Dios y luego rezar? Esto se aplica a carne y hueso, que hay que valorarlo primero y luego alabarlo, que así el dador se convierte en otorgante y misericordioso, como le dijo el solicitante sobre las buenas cualidades que tiene el dador. Pero, ¿para qué hay que organizar una alabanza al Creador antes de rezar?

Vemos en lo dicho que esto es algo simple y es para que uno sepa lo que le hace falta, que entonces sabrá qué pedir al Creador para que le ayude. Esto se asemeja a una fábula que una vez mencioné: un hombre que estaba sumamente enfermo. Viene a él una junta de médicos a ver su enfermedad y revisarlo. El enfermo le muestra a la junta de médicos que tiene una pequeña herida en el dedo, que le duele. Ellos no quieren mirar dicha herida. Él pregunta a los médicos: ¿por qué no toman en cuenta lo que yo les digo, que nadie quiere mirarlo? Y ellos le responden: tú te encuentras entre la vida y la muerte, y nos pides que miremos algo tan insignificante.

Así es nuestro caso – que uno no tiene noción de lo que le falta, y pide algo insignificante, como la mencionada herida,  mientras en realidad se halla bajo la autoridad de la impureza, en estado de “los malvados en vida se llaman muertos’. Pero a pesar que se dice: “Menciónanos para la vida”, pero la pregunta es: ¿qué tipo de vida espera?

Después que uno comienza a ir por el camino de la derecha, como se dijo, entonces comienza a saber qué le hace falta. Es decir, luego de pasar a la línea izquierda, tiene el ejemplo de la línea derecha, pero esto tampoco se adquiere de una vez, y es un trabajo constante, como está escrito en la plegaria diaria, que uno tiene que organizar su alabanza a Dios y luego rezar.

Pero estas dos líneas tienen que estar equilibradas. Esto es que no haya una más grande que la otra, sino siempre uno tiene que ir, como aplica a lo corporal, sobre ambas piernas, tanto sobre la derecha como sobre la izquierda, mientras que caminar sobre una pierna más que con la otra, o caminar solamente sobre una de ellas, es imposible. Por eso, quien desea ir por el camino de la verdad y alcanzar la Dvekut, debe caminar tanto por la derecha como por la izquierda, pero como se ha dicho, no puede caminar sobre una sola más que sobre la otra.

De esto se interpreta lo que hemos preguntado - ¿Cómo se relaciona con el trabajo que no deberíamos agregar en el trabajo? Y, por otro lado, es desconcertante: "No añadir" se puede decir cuando la Torá nos dice: "No agregar". Pero, ¿por qué el mandamiento "No restar"? ¿Cómo podemos pensar que se puede restar de las 613 Mitzvot, cuando la Torá debería decirnos que tenemos prohibido restar.

De acuerdo al orden del trabajo debemos interpretarlo según las dos líneas. Esto es que está prohibido añadir al camino de la derecha, y quien desea ir por el camino de la verdad, debe asignar un tiempo para el camino de la derecha y luego debe ir por la línea izquierda. Es en este sentido que viene el mandamiento de ‘no añadir’ a un camino más que al otro y no restar de ambas líneas. Esto significa que uno no debe decir que hoy quiere ir por el camino de la derecha o por el contrario decir que hoy quiero ir por el camino de la línea izquierda. Por esto dice el mandamiento: “no añadirán ni restarán”, sino como dijeron los sabios: “uno debe siempre organizar su alabanza a Dios y luego rezar”.

El camino de la derecha es el estado de plenitud, que entonces uno puede agradecer grandemente al Creador y luego tiene que pasar a la línea izquierda, que en el camino de la izquierda es el momento de ver su estado real, como lo ve desde dentro de la razón, y tiene lugar para la plegaria porque la plegaria se relaciona precisamente con el lugar de la carencia y cuanto más grande es la carencia, la plegaria del corazón es más profunda.  

A esto se refiere el escrito: “te he invocado, Dios, desde las profundidades”. Por eso las dos líneas tienen que ser equivalentes entre sí “hasta que llegue el tercer trazo y decida entre ellos”, que entonces, después del trabajo en dos líneas, uno alcanza la Dvekut al Creador, lo que se llama “el tercer trazo”. Es decir que ambas líneas pertenecen al trabajo del hombre, sin embargo, la línea media pertenece al Creador. Esto es que mediante el camino por dos líneas, de ambas se hace lugar para que el Creador deposite allí Su bendición. Esto se denomina: “hasta que llega el tercer trazo y decide entre ellos”.

En lo antedicho se debe interpretar lo que dice el sagrado Zóhar (Parashat Pinjas, y en el Sulam, punto 321): “’Su pierna es una pierna recta’. Los autores de la Mishná dijeron que quien ora debe corregir sus piernas en la oración, como los ángeles ministradores, para que sus piernas sean rectas”.

Se comprende que si las piernas no son rectas, su plegaria no puede ser recibida. Significa que sus piernas implican sobre algo que por esta razón, al rezar, siente que algo le falta y viene al creador para que llene su carencia, y para eso sus piernas tienen que ser rectas.

Aquí comprendemos el asunto de ‘sus piernas’. ‘Pierna derecha’ se refiere a la línea derecha o el camino de la derecha, que es el lugar para dar alabanza y agradecimiento a Dios y ‘pierna izquierda’ se refiere a la línea izquierda y el camino de la izquierda, y no se puede aceptar la oración antes de que ambas líneas sean rectas y no que una sea más grande que la otra.