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Rabash / ¿Qué es una Mitzvá ligera?

Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

¿Qué es una Mitzvá ligera?

Artículo 26, 1987

Está escrito: «Y sucederá que, debido a que escuchan, el Señor tu Dios guardará contigo el pacto que ha jurado a tus patriarcas, y Él te amará y te bendecirá». Rashi interpreta: «Y sucederá que, debido a que escuchan» lo cual quiere decir que, si las Mitzvot (preceptos) ligeras (fáciles / sin importancia), que el hombre las pisotea con sus talones, «ustedes las escuchan», «guardará» significa que mantendrá contigo su promesa. Hasta aquí sus palabras.

Deberíamos entender por qué está escrito que, si las Mitzvot que son ligeras, y el hombre las pisotea con sus talones, las escucharan, significa que el Creador puede dar lo que prometió a los patriarcas. Pero si ellos no observan las Mitzvot ligeras, entonces el Creador no podrá dar lo que Él nos ha prometido.

No podemos decir que eso significa que incluso las Mitzvot ligeras deben ser observadas. Debería haber dicho simplemente que, si falta una Mitzvá (precepto) de las 613 Mitzvot, no recibirán lo que Él ha prometido a los patriarcas. Las palabras «Mitzvot ligeras» implican que, debido a que son Mitzvot ligeras, el Creador no puede dar el deleite y el placer. Por lo tanto, debemos entender por qué específicamente las Mitzvot ligeras serían la razón, como si impidieran darle deleite y placer a las criaturas.

Nuestros sabios dijeron (Avot, Capítulo 2): «Tengan tanto cuidado con una Mitzvá ligera como con una severa, ya que ustedes no conocen la recompensa por las Mitzvot». También, debemos entender qué es una «Mitzvá ligera» y qué es una «Mitzvá severa», así como la razón por la cual debemos tener cuidado, tanto con una Mitzvá ligera como con una severa. Aquí implica que debemos tener cuidado, tanto con una Mitzvá ligera como con una severa, solo porque no conocemos la recompensa por las Mitzvot. Pero si conociéramos la recompensa por las Mitzvot, ¿se permitiría hacer distinciones en el cuidado? ¿Podemos decir esto?

Para entender lo anterior, primero debemos saber el significado de las 613 Mitzvot, que nos dieron para observar, y por cuál causa se nos dieron. Nuestros sabios dijeron (Avot, Capítulo 1): «Rabí Jananiá Ben Akashia dice: ”El Creador quiso purificar a Israel, por eso les dio abundante Torá y Mitzvot"».

En el ensayo «Apertura a la Sabiduría de la Cabalá» (Ítem 1), explica que la purificación de Israel proviene de las palabras «mérito» y «refinamiento». Esto significa que, a través de la Torá y las Mitzvot, podemos lograr Hizdakjut (refinamiento). Él explica allí lo que tenemos que refinar. Él dice que, dado que nacemos por naturaleza con el deseo de recibir para nuestro beneficio, eso nos separa del Creador, porque en la espiritualidad, la disparidad de forma causa lejanía y separación, y la equivalencia de forma, que se llama «la fuerza de otorgamiento», está en contra de nuestra naturaleza, por lo tanto, es difícil trabajar con el fin de otorgar. Por esta razón, Él nos ha dado Torá y Mitzvot, mediante las cuales podremos recibir la fuerza para vencer y poder trabajar con el fin de otorgar.

En consecuencia, debemos interpretar que «El Creador quiso purificar a Israel», quiere decir que, a través de la purificación, estarán en condiciones de recibir el deleite y el placer que Él deseaba darnos, pero no teníamos los Kelim (vasijas) adecuados para la abundancia. Se deduce que, la Torá y las Mitzvot, nos fueron dadas como una cualificación mediante la cual nos purificaremos y podremos recibir el deleite y el placer.

Se deduce que, la observancia de la Torá y las Mitzvot, es por nuestro bien. Es decir, con esto podremos recibir el deleite y el placer. Por lo tanto, ¿cuándo puede una persona recibir el deleite y el placer? Específicamente, cuando puede trabajar sin recompensa. Es decir, específicamente, cuando no está interesado en su propio beneficio y todo lo que hace es solo en beneficio del Creador, entonces, él está en condiciones de recibir el bien, ya que él se encuentra en equivalencia de forma. Entonces, se considera que tiene los Kelim en los que la abundancia puede existir sin ser estropeada. Estos se consideran Kelim limpios de amor propio y corregidos en el deseo de otorgar. Por esta razón, tiene equivalencia con la abundancia, que viene solo porque Su deseo es otorgar, y en tales Kelim la abundancia puede existir.

Aparentemente, esto significa que aquel que desea recibir deleite y placer, disfrutar del mundo y llevar una vida feliz debe obtener vasijas de otorgamiento para luego recibir deleite y placer. En consecuencia, deberíamos decir que otorga para recibir más tarde. Esto es similar a otorgar con el fin de recibir, lo que se llama Lo Lishmá (no en Su nombre).

La respuesta es que, de hecho, la persona debe anhelar adherirse al Creador, es decir, llegar a sentir en sus órganos que cualquier placer que quiera recibir estará en el camino de la verdad. La verdad es que una persona debe llegar a un estado en el que pueda decir de todo corazón: «Bendito es nuestro Dios, que nos ha creado para su gloria».

Esto significa, que la persona le agradece mucho al Creador por crearlo para la gloria del Creador, lo que significa, aumentar la gloria del Creador en el mundo, lo que significa, que todos vean su grandeza en el mundo.

Está escrito al respecto (Midrash Rabá, Bereshit): «Cuando el Creador quiso crear al hombre, los ángeles le dijeron: ”¿Quién es el hombre para que lo recuerdes, y el hijo del hombre para que te preocupes por él? ¿Por qué necesitas este problema? ¿A qué se parece esto? Es como un rey que tiene una torre llena en abundancia, pero no tiene invitados. ¿Qué placer tiene el rey con la abundancia? Inmediatamente, le dijeron: ”Haz lo que te plazca"».

Necesitamos entender lo que la discusión entre el Creador y los ángeles nos enseña, como si el Creador necesitara que ellos estén de acuerdo en crear el hombre. Deberíamos interpretar que la discusión con los ángeles viene a enseñarnos sobre el propósito de la creación del hombre, es decir, para qué propósito fue creado el hombre. El Creador les dijo: «¿Cuál es su pregunta? ¿Quién es el hombre, para que lo recuerdes?».

Es decir, los ángeles le preguntaron: ¿Qué podría recibir el hombre de Tu creación del mundo con el propósito de deleitar a Tus creaciones, y para eso fue impreso en él el deseo de recibir deleite y placer? Él estará en disparidad de forma de Ti, sin ninguna Dvekut (adhesión) o conexión contigo, entonces, ¿cómo podrá él recibir el deleite y el placer? A esto viene la respuesta del Creador que el hombre debe trabajar con el fin de otorgar y no para recibir como tú piensas.

Sin embargo, dirán: «Pero el Rey ha creado la torre llena de abundancia, ¿y qué placer tiene Él si no recibe invitados?» Acerca de esta alegoría, el hombre recibirá el deleite y el placer, lo que significa que el hombre renuncia a su propio beneficio y no quiere recibir nada. Más bien, él quiere otorgar con el fin de otorgar. Pero como el Rey no recibe placer de la creación de una torre llena de abundancia, por esta razón ellos quieren recibir el deleite y el placer.

Con esto comprenderemos lo que preguntamos, que parece querer decir que el hombre trabaja para obtener vasijas de otorgamiento, es para poder recibir el deleite y el placer. Parece que es como si estuviera otorgando con el fin de recibir, que se llama Lo Lishmá.

La respuesta es que después de que una persona ha alcanzado el grado de Lishmá (en nombre de la Torá) , lo cual significa que no tiene necesidad de recibir el deleite y el placer para sí mismo, porque ha sido recompensado con Lishmá, entonces viene la alegoría sobre la respuesta del Creador a los ángeles, que esto se parece a un rey que tiene una torre llena de abundancia, pero no tiene invitados, así que ¿qué placer ha tenido el rey de haber llenado la torre con abundancia?

Con esta intención, la persona va a recibir el deleite y el placer. Esto se llama «recibir el deleite y el placer con el fin de otorgar». Para que el Creador disfrute, habiendo llenado la torre con abundancia, y para que pueda tener invitados, la persona trata de estar entre los invitados que reciben el deleite y el placer, ya que esto complacerá al Creador.

Esto se llama que debemos decir: «Bendito es nuestro Dios, que nos ha creado para su gloria». Es decir, el hecho de que recibimos de Él deleite y placer es con la intención de que podamos contar la gloria del Creador a todos, al recibir el propósito de la creación, que es Su deseo de hacer el bien a Sus creaciones. Esto se llama «la revelación de Su Divinidad a Sus creaciones», y es por eso que quiere recibir el deleite y el placer.

Por lo tanto, se sigue que el inferior no tiene la intención de recibir recompensa como retribución por su trabajo. En cambio, todo lo que le pide al Creador es que lo ayude para poder darle satisfacción al Creador. En otras palabras, dado que todo su cuerpo se opone a esta opinión, de que no debe hacer nada para su propio beneficio, sino, solo lo que le agrada al Creador, insiste en esto y le pide al Creador que lo ayude a vencer a su propio cuerpo, por lo que tendrá el poder de sobreponerse al amor propio.

De acuerdo con lo anterior, debemos interpretar lo que nuestros sabios dijeron: «Tengan cuidado, tanto con una Mitzvá ligera como con una severa, ya que no conoces la recompensa por las Mitzvot». Dijimos que esto implica que estamos mirando la recompensa, pero dijeron que no conocen su recompensa, y por lo tanto, deben tener cuidado, tanto con una Mitzvá ligera como con una severa. Pero entonces, dijeron: «Sean como esclavos sirviendo al grande pero no para recibir premio». Por lo tanto, ¿qué significa que no conoces la recompensa por las Mitzvot?

Deberíamos interpretar que el propósito de las criaturas es alcanzar la Dvekut con el Creador, es decir, hacer todo para traer satisfacción al Creador. Es por eso que dijeron que no sabes, lo que significa que no quieres saber la recompensa por las Mitzvot porque estás trabajando sin recompensa. Por lo tanto, ¿cuál es la diferencia entre una Mitzvá ligera y una severa? En ambos casos, no deseas trabajar para obtener una recompensa, sino gratis.

Sin embargo, ¿cómo el hombre puede saber si realmente está trabajando con el fin de otorgar? Para esto, nuestros sabios nos dieron un lugar donde podemos discernir: si podemos ser cuidados, tanto con una Mitzvá ligera como con una severa, y decimos que estamos trabajando sin recompensa y que todas nuestras obras son con el fin de otorgar al Creador, entonces, somos cuidadosos, incluso, con lo leve, como si fuera algo grandioso.

Digamos, por ejemplo, que una persona sabe con certeza que cuando habla dentro de la sinagoga esto no es una transgresión, aunque, ciertamente, él no haría la transgresión en público, donde todos pueden ver que está cometiendo muchas transgresiones en una sola hora. Pero, en verdad, hablar dentro de la sinagoga durante el servicio de oración es una transgresión, aunque, una persona no lo considere como tal. Esto se considera como una persona pisoteando con sus talones, porque no siente que se trate de una ofensa tan grande como para tener cuidado con esto.

Sin embargo, si una persona calcula y dice: «No me importa si esto es una transgresión grande o pequeña», es decir, si yo estuviera trabajando para obtener una recompensa, entonces, distinguiría entre una Mitzvá ligera y una severa. Pero estoy trabajando sin recompensa, solo para servir al Rey, entonces ¿por qué debería importarme si estoy observando una Mitzvá ligera o una severa? Por el contrario, quiero tener tanto cuidado con una Mitzvá ligera como con una severa, para saber por mí mismo que estoy trabajando solo en nombre de los cielos. Con esto, puedo saber si estoy considerando la recompensa o el servicio al Rey. Si el hombre puede ejercer los mismos esfuerzos, tanto con una Mitzvá ligera como con una severa, puede estar seguro de que sus acciones están bien.

Pero, si ve que no puede ejercer en las Mitzvot ligeras los mismos esfuerzos que ejerce sobre las Mitzvot severas, es una señal de que toda su intención es solo la recompensa, y no las acciones con las que quiere satisfacer al Creador. Más bien, es todo para su propio beneficio.

La alegoría que he dado, acerca de la persona que habla durante el servicio de oración en la sinagoga, no quiere decir, que se trata de una Mitzvá ligera o severa. Solo usé esto como ejemplo, porque es común desatender esta costumbre. Pero lo que es una Mitzvá ligera o una severa es un asunto personal, y cada uno determina para sí mismo, lo que es severo y lo que es ligero.

De acuerdo con lo anterior, podemos entender lo que preguntamos, que implica que el Creador no podrá dar lo que prometió a los patriarcas, como está escrito: «El Señor tu Dios guardará contigo el pacto que juró a tus patriarcas, y Él te amará y te bendecirá», debido a que ellos no observaron las Mitzvot ligeras, las cuales la persona pisotea con sus talones.

La respuesta es que para que podamos recibir el deleite y el placer que Él prometió a los patriarcas, esta Luz debe tener Kelim (vasijas) adecuados para ello, es decir, vasijas de otorgamiento. Por lo tanto, si tenemos las vasijas de otorgamiento, Él podrá darnos el deleite y el placer. Pero si las criaturas solo tienen Kelim para recibir en beneficio propio, no hay lugar donde la Luz del Creador pueda existir, debido a la disparidad de la forma.

Este es el significado de lo que está escrito: «Y sucederá que, debido a que escuchan». Es decir, las Mitzvot ligeras, que una persona pisotea con sus talones, las escucharan (obedecieran) como si fueran la más severa entre las severas. Pero esto solo puede ocurrir cuando una persona no considera la recompensa, y por lo tanto, no le importa si es una Mitzvá ligera o una severa, ya que está sirviendo al maestro, no para recibir recompensa, sino todo es con el fin de otorgar. Por lo tanto, no le importa lo que esté haciendo por el Rey, siempre y cuando, le esté dando satisfacción al Rey. Resulta que, específicamente, con las Mitzvot ligeras se puede reconocer que la persona está trabajando en nombre de los cielos.

En consecuencia, el significado de la condición del talón no es específicamente que, si atiendes las Mitzvot que una persona pisotea con los talones, Él te dará deleite y placer. Más bien, el significado es que el Creador nos ha dado un signo, concerniente a la observancia de la Torá y las Mitzvot, ya que dijimos que es por el mérito de la Torá y las Mitzvot, que podremos obtener las vasijas de otorgamiento, con las cuales seremos capaces de recibir la abundancia. El escrito viene a enseñarnos que, si observamos las Mitzvot ligeras, las que una persona pisotea con sus talones, es una señal de que estamos caminando en el sendero hacia la obtención de las vasijas de otorgamiento.

No es así, con quién elige entre las Mitzvot. ¿Qué está eligiendo? Dónde puede obtener más ganancia; esto es lo que él elige. Eso indica que su intención al observar la Torá y las Mitzvot no es ser recompensado con vasijas de otorgamiento. Por el contrario, él se ocupa de la Torá y Mitzvot en Lo Lishmá, con la intención de recibir recompensa. Es por eso que él examina cada una de las Mitzvot, para ver dónde hay mayor recompensa.

Por ejemplo, vemos que nuestros sabios dijeron: «La circuncisión es algo grande, porque equivale a todas las Mitzvot en la Torá» (Nedarim 32): «Las buenas obras son más grandes que la caridad» (Sucá 49), y hay muchos otros ejemplos de nuestros sabios

Resulta que, cuando una persona dice: «Quiero hacer esto para dar contento al Creador», y él no tiene en cuenta la recompensa, aquí hay un lugar donde el Creador puede dar todas las bendiciones, ya que, aquí existe un lugar que se llama «vasijas de otorgamiento». Esto se considera como lo que está escrito: «En todo lugar donde menciones Mi nombre, vendré a ti y te bendeciré».

La pregunta es que debería haber dicho «donde mencionas». Sin embargo, significa que, si el Creador puede decir que este lugar es Suyo, porque la persona le ha dado este lugar al Creador, y ha cancelado su propia autoridad, esta es la razón por la cual el Creador puede «recordar», es decir, que puede decir, que el hombre dice: «Este lugar es del Creador».