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Rabash / ¿Qué es la pesadez de la cabeza, en el trabajo?

Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

¿Qué es la pesadez de la cabeza, en el trabajo?

Artículo 25, 1987

Nuestros sabios dijeron (Berajot 20b): «Uno no reza a menos que sea con pesadez de la cabeza».

Rashi interpreta que la pesadez de la cabeza significa subyugación. Nuestros sabios también dicen: «Uno no reza con tristeza, y no con ligereza de la cabeza». Rashi interpreta que ligereza de la cabeza significa lo opuesto a pesadez de la cabeza.

Debemos comprender que cuando él dice: «Solo por pesadez de la cabeza», significa que si no tiene pesadez de la cabeza no debe rezar. Pero luego está escrito: «Uno no reza... y no por ligereza de la cabeza». Esto significa que si no hay ligereza de la cabeza entonces se puede rezar, y no hay necesidad (de esperar) hasta tener pesadez de la cabeza.

Más bien, esto implica que si no tiene ligereza de la cabeza entonces tiene pesadez de la cabeza. Y también por el contrario, si no tiene pesadez de la cabeza, entonces ya tiene ligereza de la cabeza. Esto es, que no hay nada en el medio entre pesadez de la cabeza y ligereza de la cabeza. Por esto, no hay contradicción entre las frases. Sin embargo, debemos entender cómo es posible que no hay intermedio entre pesadez de la cabeza y ligereza de la cabeza.

Y principalmente, debemos entender cuál es la plegaria, de la cual dicen: «Uno no reza a menos que», de acuerdo a las condiciones que nuestros sabios dicen. En otras palabras, ¿qué es una plegaria? Debe haber estas condiciones, de lo contrario no se puede rezar.

Nuestros sabios dijeron (Taanit 2): «Amar al Señor vuestro Dios, y servirle con todo vuestro corazón». ¿Cuál es el trabajo que es en el corazón? Es la plegaria.

Debemos comprender porque una plegaria es llamada «trabajo en el corazón», más que el resto de Mitzvot (preceptos) de la Torá. ¿No es el estudio de la Torá tan grande como la plegaria?

Debemos también preguntar porque es esa plegaria específicamente llamada «trabajo en el corazón». No podemos decir que solo la plegaria pertenece al corazón y no la Torá, puesto que también la Torá pertenece al corazón. Es como el Rabí Eben Ezra dice (presentado en la introducción al libro Panim Masbirot): «Sabe que la Torá fue dada solo a hombres de corazón».

Por lo tanto, debemos entender:

1) Por qué una «plegaria» es considerada trabajo más que el resto de las Mitzvot;

2) Por qué específicamente una plegaria es llamada «el trabajo en el corazón» y no «el trabajo en la mente».

Considerando la plegaria, la cual es trabajo en el corazón, nuestros sabios nos dijeron: «Uno no reza a menos que sea con pesadez en la cabeza». Esto significa que precisamente a través de esto su plegaria estará en orden. Por tanto, debemos entender qué es «pesadez de la cabeza».

Para entender lo anterior, debemos primero reiterar lo que se sabe concerniente al propósito de la creación. Aunque está claro, vale la pena reiterar con el fin de recordar la meta, lo cual tiene el poder para no fallar en ella. Concerniente al fin de la creación, debemos hablar solo de dos asuntos:

a) El Creador, que es el Dador

b) Las criaturas, que reciben la abundancia.

El propósito de la creación, el cual es «Su deseo de hacer el bien a Sus creaciones», ha creado criaturas para que reciban lo que Él desea darles, es decir, recibir el deleite que Él desea impartirles. Este es el significado de hacer el bien, puesto que no se puede decir que uno está recibiendo algo bueno sin disfrutarlo. En otras palabras, si él no lo disfruta, ¿por qué es considerado como bueno?

Sin embargo, vemos que el hombre disfruta solo lo que anhela. Por esta razón, Él ha creado en las criaturas un deseo de anhelar recibir placeres. Esto es llamado «deseo de recibir en beneficio propio». En los mundos superiores, el deseo de recibir en beneficio propio es llamado Maljut, y también Aviut (grosor), una vez que el deseo de recibir para sí mismo ha sido descalificado, está prohibido usar el Kli (vasija) sin correcciones.

Sin embargo, una corrección fue establecida aquí en el deseo de recibir, de modo que no sea usado como emergió en el momento de su creación, es decir, en la primera raíz cuando nació, debido a la disparidad de forma entre éste y el Creador, puesto que el Creador es el dador y las criaturas quienes reciben.

Con el fin de tener equivalencia de forma, es decir, para que el receptor también sea considerado como un dador. De lo contrario no podrá haber equivalencia de forma, eso causará que las criaturas sientan disgusto en la recepción del deleite y placer, lo cual es llamado «vergüenza». Con el fin de salvar a las criaturas de esta vergüenza, una corrección fue realizada llamada «recibir con el fin de otorgar». Esto significa que a pesar que está recibiendo con su Kli llamado «anhelo», es decir, que es imposible disfrutar el beneficio a menos que anhele recibirlo, la corrección es que debe establecer una intención sobre el acto. Esto es que, a pesar que el deseo de recibirlo está en todo su vigor, si no puede dirigirlo con el fin de otorgar contento a su Hacedor, renuncia al placer a pesar de que lo anhela mucho.

La razón por la cual lo rechaza debe ser solo porque quiere Dvekut (adhesión) con el Creador, llamada «equivalencia de forma», como nuestros sabios dijeron: «Así como Él es misericordioso, tú eres misericordioso». De esta corrección se extiende a nosotros un Tzimtzum (restricción) y ocultamiento. Esto es, antes que los inferiores tengan esta intención y puedan renunciar incluso a los mayores placeres, si ellos no pueden dirigir con el fin de otorgar, hay oscuridad en el mundo.

En otras palabras, el Creador está oculto de las criaturas; ellos no pueden sentirlo a Él. Sin embargo, debemos creer por encima de la razón que Él tiene conexión con las criaturas y Él las ha creado con el fin de impartirles deleite y placer. Esto no es así con lo que se revela ante nuestros ojos. Antes de que uno pueda aspirar al otorgamiento, somos puestos bajo el gobierno de la oscuridad y nada espiritual ilumina. Para entonces el propósito de la creación, de hacer bien a Sus creaciones, no está revelado porque en ese momento solo vemos sufrimiento y dolor en el mundo, y no vemos la providencia del Bueno y hace el bien. Sin embargo, debemos creer que el propósito de la creación, de hacer bien a Sus creaciones, es la verdad absoluta, y la razón por la que no vemos esto es por una corrección para nosotros, que es llamada «Tzimtzum y ocultamiento del rostro».

Esto es como él dice (Apertura a la Sabiduría de la Cábala, ítem 10): «Por tanto, puedes ver que esta alma, que es la luz de vida que está vestida en el cuerpo, se extiende como existencia a partir de la existencia. Al atravesar los cuatro mundos ABYA, se hace más distante de la luz de Su rostro hasta que llega a su Kli designado, llamado Guf (cuerpo). E incluso si su luz en ella ha disminuido hasta tal punto que su origen se hace indetectable…»

Esto hace que tengamos trabajo en la fe porque no es aparente en nuestra alma que viene del Creador. En cambio, necesitamos trabajo especial para creer en el Creador, que Él es quien guía a todas las criaturas. Por lo tanto, toda la pesadez que sentimos en el trabajo de otorgamiento, no es porque sea duro para nosotros trabajar sin retribución debido a nuestra naturaleza, llamada «deseo de recibir». Más bien, hay un asunto totalmente diferente aquí, pues de acuerdo a la regla que Baal HaSulam expresa, hay una cualidad en nuestra naturaleza en que todo inferior quiere anularse ante superior, que es el más importante para él. El hombre común obtiene placer de servir a una persona importante, como nuestros sabios dijeron (Kidushin 7) «Con una persona importante, ella da, y él dice: “Tú eres por esto santificada”» por su recepción, que es con el fin de deleitar a aquella que le da, es considerado como otorgamiento total y darle a ella.

La razón para esto es que, por naturaleza, el hombre disfruta dar y otorgar a una persona importante. Esto suscita la pregunta: ¿por qué es difícil para nosotros observar Torá y Mitzvot con el fin de otorgar? La respuesta es que, por la corrección del pan de la vergüenza, una corrección fue realizada llamada «Tzimtzum, ocultamiento y oscuridad», por la cual mientras las criaturas estén bajo el control del deseo de recibir para uno mismo, están tan separados de su raíz que su origen se hace indetectable.

Nos es dado el trabajo de fe por encima de la razón, donde a pesar de que no vemos o sentimos ningún asunto espiritual, debemos trabajar en todo por encima de la razón. Esto genera en nosotros la pesadez en el trabajo del otorgamiento. Por lo tanto, cuando queremos caminar en el sendero de la verdad en el trabajo, debemos pedir al Creador que nos dé el poder de la fe.

Está escrito (en la plegaria del Rabí Elimelej, «Una plegaria antes de la plegaria»): «Establece Tu fe en nuestros corazones para siempre, incesantemente». Esto significa que el Creador nos dará el poder de la fe de modo que podamos sentir que estamos sirviendo al Rey de reyes, y nuestro cuerpo ciertamente se anulará «como una vela ante una antorcha».

Sin embargo, puesto que nacimos con una mente y razón inherentes, que son nuestro líder, nuestra guía, nos dicen lo que es bueno y lo que es malo para nosotros. Es por este motivo que todo lo que no entiende con su razón nos dice que eso no es bueno para nosotros.

Por tanto, cuando nos es dado el trabajo de la fe por encima de la razón, nuestra razón viene y nos hace pensar que no deberíamos caminar por este sendero. En cambio, argumenta: «¿El Creador nos dio una mente en vano? Él ciertamente creó todo por nuestro bien», es decir, para que nos alegremos con ello. Y trae como argumento el verso: «Se debe alabar al hombre de acuerdo a su intelecto».

De repente, la persona viene al cuerpo y dice: «Es cierto que hasta ahora tú has sido mi guía, y yo nunca hice nada en contra de la razón, es decir, seguir tus órdenes. Pero de ahora en adelante, entiendo que todo lo que me digas que haga, no lo escucharé, sino solo de acuerdo a lo que he escuchado de libros y autores. Yo asumo el yugo del Reino de los Cielos por encima de la razón, y quiero servir al Creador como corresponde a un gran Rey. De ahora en adelante, no quiero estar preocupado por ello en absoluto, sino que mis pensamientos sean solo por el bien Tuyo, Creador».

Por lo tanto, resulta que con el fin de poder llegar a la verdad, todo lo que le falta al hombre es fe por encima de la razón. El cuerpo se resiste a ello con toda su fuerza, y de aquí se extiende nuestra falta de progreso en el trabajo del Creador. Esto es llamado «pesadez de la cabeza», pues «cabeza» significa razón del hombre. Si el hombre sigue lo que la razón le dice, es llamado «ligereza de la razón», es decir, es algo que es fácil para la razón tolerar, para que uno haga lo que la razón le dicta.

Pero si el hombre quiere ir por encima de la razón, esto es llamado «pesadez de la cabeza», es decir, es difícil para la razón, llamada «cabeza», tolerar cuando el hombre quiere ir en contra de la razón, y lo considera como un yugo y una carga. Esto es llamado «pesadez de la cabeza».

Por esto debemos entender lo que está escrito: «Uno no reza a menos que sea con pesadez de la cabeza». En otras palabras, nuestros sabios nos aconsejan cómo debemos rezar. Ellos nos dicen: «Solo con pesadez de la cabeza». Esto significa que uno debe ver lo que le falta antes de rezar, y sobre esta carencia reza para que el Creador satisfaga su carencia.

Por lo tanto, conviene comprobar para ver si puede asumir el ir por el camino de la fe por encima de la razón, llamado «pesadez de la cabeza», y solo entonces rezar que el Creador establezca la fe en su corazón, pues si hay fe por encima de la razón, lo tiene todo, como fue dicho, que el menor se anula ante el mayor.

Este es el significado de lo que Rashi interpreta que, pesadez de la cabeza significa subyugación. ¿Qué es subyugación? Es cuando el hombre se subyuga ante el mayor y escucha su opinión. Esto significa que, si un pequeño niño dice algo al adulto, y éste ve que lo que el niño dice tiene sentido, el adulto ciertamente lo escuchará. Sin embargo, esto no significa que el adulto se subyuga ante el menor.

Más bien, ¿qué es subyugación? Si el hombre busca el consejo del mayor acerca de lo que debe hacer, y el mayor le dice: «Haz esto y aquello», y la persona ve que esto va realmente contra la mente, y si pregunta a alguien si conviene escuchar lo que el mayor le dijo, éste le diría seguramente que no tiene lógica y que no debes escucharlo, sin embargo, esta persona se subyuga a sí misma, es decir, subyuga su razón y la razón del mundo, que está en contra de la razón del mayor, y lo escucha, esto se llama «subyugación», cuando escucha al mayor por encima de la razón.

Esto es muy difícil de hacer, y es llamado «El asunto es pesado de hacer». Esto es llamado también «Yo soy de boca pesada y lengua pesada», dicho acerca de Moshé. Moshé es llamado «el pastor leal», puesto que Moshé es llamado «fe», y con fe no hay boca o lengua, pues boca o lengua significa que explica los asuntos con mente y dentro de la razón, mientras que Moshé es el discernimiento de la fe por encima de la razón.

De esto podemos entender lo que Rashi interpreta acerca del ligereza de la cabeza siendo lo opuesto a la pesadez de la cabeza, y porque él no interpreta directamente sino dice que es lo opuesto a pesadez de la cabeza. Esto es porque quiere explicarnos con mayor claridad qué es la pesadez de la cabeza, que la fe por encima de la razón. Por esto es que nos dice que la ligereza de la cabeza es lo opuesto a la fe por encima de la razón.

En otras palabras, él nos explica que no hay un intermedio entre ellos, sino fe por encima de la razón, llamada «pesadez de la cabeza», o dentro de la razón, llamada «ligereza de la cabeza», puesto que algo que está vestido en la mente y la razón, es fácil para la cabeza aceptar que el hombre haga estas acciones, que son construidas sobre las bases en que el intelecto externo entiende.

Pero, si le dicen al hombre hacer cosas que contradicen la mente y la razón, es pesadez en la cabeza. Esto es, que es una carga pesada de tolerar para el intelecto. Por lo tanto, cuando le dicen a uno de asumir el yugo del reino de los cielos «como un buey al yugo y como un burro a la carga», él objeta.

De acuerdo a lo anterior, podemos entender porque la Mishná dice: «Uno no puede rezar a menos que sea con pesadez en la cabeza». Es decir que, si no tiene pesadez de la cabeza, no debe rezar. La Guemará dice: «Uno no reza con ligereza de la cabeza».

Preguntamos, puesto que aquí significa que, si no tiene ligereza de la cabeza, a pesar que no tiene pesadez en la cabeza, él ya puede rezar. Esto significa que no hay un estado intermedio aquí. Y de acuerdo a lo anterior, no hay en realidad nada en el medio. Más bien, o tiene fe por encima de la razón, llamada «pesadez de la cabeza», o fe dentro de la razón, llamada «ligereza de la cabeza», puesto que es fácil para la mente entender y aceptar, si el intelecto lo obliga a hacer estas acciones.

Pero en el medio, no hay nada. Por tanto, aquel que quiere rezar al Creador ciertamente tiene fe, o no vendría a rezar. Sin embargo, o reza sobre una base de fe dentro de la razón, llamada «ligereza de la cabeza», como Rashi interpreta, que no tiene subyugación, o reza con pesadez de la cabeza, cuando tiene subyugación. Esto es, él subyuga su razón y no le hace caso, como si no tuviese valor, y toda su base está construida sobre la fe por encima de la razón.

Ahora podemos entender la pregunta que hicimos, ¿por qué la plegaria es llamada «trabajo»? ¡Más aún, es llamado «trabajo en el corazón»! Es sabido que «trabajo» significa que el hombre necesita hacer algo que el cuerpo no disfruta hacer. Esto es llamado «trabajo». Por esta razón, el hombre no puede trabajar sin recompensa. Pero si el hombre disfruta el trabajo, no es considerado esfuerzo.

Esto quiere decir que el mismo acto que el hombre hace, para aquello que no disfruta hacer, es considerado «esfuerzo», y para otro que disfruta de la acción que realiza, no es considerado como esfuerzo o trabajo. Por lo tanto, naturalmente, no necesita recibir ninguna recompensa por ello. Porque el hombre no puede hacer nada sin placer, cuando hace algo que no disfruta, ¿por qué debe hacerlo?

La respuesta es que está esperando disfrutar más tarde del esfuerzo que hace ahora, es decir, que recibirá recompensa por el trabajo y lo disfrutará. Entonces cuando uno hace algo sin placer, ¿de dónde obtiene fuerza para trabajar? Debemos decir que está mirando hacia la recompensa, y esto le da combustible para el trabajo.

Por ejemplo, digamos que el Admor de Lubavitch aterriza en el aeropuerto y tiene una maleta. Él se la da al portero, cuyo trabajo es llevar maletas al taxi. Después, exige su paga por el trabajo. Esto es porque no reconoce la importancia del rabino. Sin embargo, si el rabino fuera a dar la maleta a uno de sus seguidores, y el rabino quisiera pagarle por su trabajo, el seguidor no querrá recibir, puesto que ya recibió el placer mientras trabaja, puesto que considera como una gran fortuna servir al rabino.

Es como explicamos, una plegaria debe ser con pesadez de la cabeza, es decir, cuando el hombre siente que no tiene fe por encima de la razón, es decir, que la razón no lo obliga a trabajar con el fin de otorgar, sin embargo, la persona comprende que la meta principal debe ser la recompensa con Dvekut (adhesión) al Creador. Puesto que la razón objeta esto, debe ir en contra de la razón, y esto es un trabajo muy grande.

Puesto que está pidiendo al Creador que le dé algo para lo cual todos sus órganos se oponen, entonces todas y cada una de las plegarias que le da al Creador tienen su trabajo especial. Esto es por lo cual una plegaria es llamada «trabajo en el corazón», es decir, que quiere ir en contra del intelecto y la mente, que le dicen exactamente lo contrario.

Por eso no es llamado «trabajo del cerebro», puesto que el trabajo del cerebro significa que el hombre se esfuerza por entender algo con su mente y razón. Pero aquí no quiere entender con la razón, que debemos trabajar para el Creador en un estado de conocimiento. Más bien, quiere servir al Creador específicamente con fe por encima de la razón. Esto es por lo que una plegaria es llamada «trabajo en el corazón».

En consecuencia, debemos interpretar «Uno no debe rezar», pues una plegaria es una carencia. Cuando el hombre carece de algo y no puede obtener su deseo por sí mismo, pide a otros que lo ayuden. Por tanto, cuando uno viene a rezar al Creador que lo ayude, primero necesita ver lo que realmente le falta, es decir, si le fuera dado lo que pide, sería un hombre completo que no carece de nada.

Esto pertenece específicamente al discernimiento de la fe, pues cuando el hombre es recompensado con fe por encima de la razón permanente, es recompensado con todo. Esto es por lo que dicen: «Uno no reza a menos que sea con una carencia de pesadez de la cabeza», es decir, para que el Creador le dé la luz de la fe.