La conexión entre Pésaj, Matzá y Maror
Artículo 14, 1987
Está escrito en la Hagadá (Historia de Pésaj): «Así lo hizo Hillel en los tiempos del Templo: Él unía Pésaj [cordero], con la Matzá (pan ázimo/sin levadura) y el Maror (hierbas amarga) y los comía juntos, para observar lo que se dijo: “Lo comerán con Matzot y Maror”».
Debemos entender esto en el trabajo. ¿Qué implica la conexión entre estas tres cosas que él comía juntas?
Para entender el significado del sacrificio de Pésaj en el momento del éxodo de Egipto, cuando salieron de la esclavitud bajo la que estaban en el exilio de Egipto, primero debemos entender el significado del exilio en Egipto, de que sufrieron allí.
En cuanto al Maror, está escrito en la Hagadá: «Este Maror que estamos comiendo, ¿por qué lo hacemos? Porque los egipcios amargaron las vidas de nuestros padres en Egipto, como se dijo: “Y amargaron sus vidas con trabajo duro... y los hicieron trabajar duro”».
Debemos entender qué significa «Y amargaron sus vidas con trabajo duro». ¿Qué significa esto en el trabajo del Creador? Es sabido que el trabajo del Creador es cuando trabajamos por el bien del Creador, cuando somos recompensados con adherirnos a la Vida de Vidas. Precisamente cuando trabajamos con el fin de otorgar, este es el momento de recibir el deleite y el placer que el Creador creó para hacer el bien a Sus creaciones. Esto significa que la salvación del Creador entra en las vasijas de otorgamiento.
Debemos hacer dos discernimientos con respecto a la entrada de la abundancia en las vasijas de otorgamiento:
1) La abundancia viene para hacer vasijas de otorgamiento.
2) La Luz viene una vez que ya tiene vasijas de otorgamiento.
Esto significa que cuando uno quiere caminar por el camino de otorgar contento al Creador y no por su propio beneficio, el cuerpo se resiste con todas sus fuerzas y no le permite hacer ninguna acción. Le quita todo el combustible y la fuerza que tenía para realizar actos para el Creador.
Cuando el hombre ve la verdad tal como es, cuando ve cómo está inmerso en el amor propio y no hay ninguna chispa en su cuerpo que le permita hacer algo con el fin de otorgar, en ese estado una persona ya ha llegado a la verdad, lo que significa que ha llegado al reconocimiento del mal. En ese momento no tiene la fuerza para ayudarse a sí mismo, y tiene solo un consejo: clamar al Creador para que le ayude, tal como está escrito: «Y los hijos de Israel suspiraron por el trabajo, y clamaron, y su clamor se elevó a Dios desde el trabajo».
Este es el significado de lo que se ha dicho: «Aquel que viene a purificarse es ayudado». El Zóhar pregunta: «¿Con qué?». Y responde: «Con un alma sagrada».
De esto se desprende que el significado de «Y amargaron sus vidas» significa que no los dejaron trabajar con el fin de otorgar, lo que produce Dvekut (adhesión) con la Vida de Vidas. En cambio, la Klipá (cáscara) de Egipto y el Faraón gobernaron a los hijos de Israel con su gobierno del amor propio para que no pudieran hacer nada en contra de la voluntad de los egipcios. Este fue el exilio: que querían salir de este exilio pero no pudieron.
En consecuencia, el significado de lo que está escrito: «Y los hijos de Israel suspiraron por el trabajo», ¿de qué trabajo estamos hablando? Significa que es del trabajo del Creador, que esto se llama «trabajo duro», ya que era difícil para ellos trabajar con el fin de otorgar porque los egipcios y el faraón, rey de Egipto, les influyeron sus pensamientos y deseos.
En otras palabras, como la Klipá de Egipto es principalmente amor propio, los egipcios gobernaron sobre el pueblo de Israel para que el pueblo de Israel también caminara en su camino, llamado «amor propio». Fue difícil para Israel poder sobreponerse a estos pensamientos. Este es el significado de lo que está escrito: «Y los hijos de Israel suspiraron por el trabajo».
Es decir, mientras caminaban por el camino de los egipcios, que es con el fin de recibir, el cuerpo les dio combustible y no les resultó difícil hacer el trabajo del Creador. Se sabe que los egipcios eran siervos del Creador, ya que nuestros sabios escribieron sobre lo que está escrito (Tanjuma, Beshalaj): «Y él tomó seiscientos carros»: «(Y si preguntaras) ¿De dónde obtuvo Egipto el ganado? Y ya que se ha dicho: “Y murió todo el ganado de Egipto”, era de los que temen la palabra del Señor, como está escrito: “El que teme la palabra del Señor de los esclavos del Faraón, ahuyentó a sus esclavos y a su ganado hacia las casas”». Acerca de esto dijeron: «El que teme la palabra del Señor causará un desperfecto a Israel».
Rashi concluye de esto: «Rabí Shimón diría: “Al más puro de entre los egipcios, mátalo; a la mejor de entre las serpientes, aplasta su cerebro”». Por lo tanto, el duro trabajo que tuvieron fue el trabajo en el campo, porque un campo es la sagrada Shejiná (Divinidad) ya que se sabe que Maljut se llama campo.
Les fue difícil asumir el yugo del reino de los cielos con el fin de otorgar, ya que los egipcios querían que trabajen la sagrada labor con el fin de recibir. Les dieron a entender que esto se llama «El que teme la palabra del Señor».
Sin embargo, de aquí, desde este discernimiento, vino el desperfecto a Israel, es decir al estado de Yashar-El (directo al Creador). Querían que todo su trabajo fuera únicamente en beneficio propio, y de ahí surgió el desperfecto.
Es decir, el desperfecto ocurrió principalmente cuando los egipcios le hablaron a Israel en el lenguaje del temor al Creador. De este lenguaje surgen todos los desperfectos a Israel. Si los egipcios hubieran hablado el lenguaje de los seculares, ciertamente el pueblo de Israel habría huido de su influencia, si hubieran acudido a ellos con sus pensamientos y deseos.
Ahora podemos interpretar lo que está escrito (Éxodo): «Y los egipcios esclavizaron a Israel BaParej (con duro trabajo)». Nuestros sabios dijeron: «BePe Raj» (con una boca suave). Debemos entender el significado de «boca suave» en el trabajo del Creador.
Esto es, que los egipcios hablaron con pensamientos y deseos, que se debe servir al Creador, pero con el fin de recibir. Esto se llama «boca suave». Es decir, el cuerpo está más de acuerdo en hacer el trabajo sagrado con la intención de recibir, y no se necesita dirigir con el fin de otorgar.
De esto se desprende que con este discurso causaron que Israel tengan un trabajo duro cuando asumen el yugo del reino de los cielos, y por esta razón, cada uno de Israel decía que el trabajo sagrado, con el fin de otorgar, es algo muy difícil.
Por esta razón, los egipcios les influyeron pensamientos de que es más conveniente trabajar con el fin de recibir, que de esta manera verían que cada día están progresando en sus buenas obras. Pero, por el contrario, en el trabajo en la forma de Israel, ven por sí mismos que es difícil. Y la evidencia de esto es que no ven ningún progreso en el trabajo.
Se deduce que una «boca suave» significa que hacen pensar a Israel que si siguen su camino es más fácil trabajar. Esto se llama «suave», lo que significa que es más fácil avanzar en el trabajo sagrado.
Con estas quejas, los egipcios les amargaron la vida con arduo trabajo, porque siempre les explicaban a Israel que el trabajo de Israel se llama «trabajo duro», y que eso no es para ellos.
«Con Jómer (mortero)» significa que los egipcios le explicaron a Israel la Jumrá (severidad) del otorgamiento, mientras que en el trabajo de los egipcios siempre se mantendría blanco, lo que significa que no sentirían ninguna oscuridad en el trabajo, y que el cuerpo aceptaría este trabajo. Esto se llama con Levenim (ladrillos), lo que significa que el trabajo de los egipcios siempre se considera como Levanim (blancos), sin manchas ni suciedad, y que siempre serán íntegros. Con esto hicieron que a Israel les resultara realmente difícil trabajar para el Creador.
En otras palabras, el trabajo duro se les extendió desde los egipcios siempre diciéndoles sobre el Jómer (severidad) que hay en el trabajo de otorgamiento, y los Levanim (blancura) que hay en este trabajo y el temor de los egipcios.
Se ha dicho que del que temió al Señor se extendió un desperfecto a Israel. Esto significa que desde esto se les extendió el arduo trabajo en el campo, es decir, en el reino de los cielos, que querían asumir sobre sí mismos, pero no podían.
Es a partir de aquí que el Rabí Shimón dice acerca del que teme la palabra del Señor: «Al más puro de los egipcios mátalo; a la mejor de entre las serpientes, aplasta su cerebro». Debemos interpretar las palabras de Rabí Shimón: «Al más puro de los egipcios, mátalo».
Es decir, lo que los egipcios dicen que es apto, mátalo, ya que nuestros sabios dijeron: «El que viene a matarte, mátalo primero». En otras palabras, lo que los egipcios te dicen que es apto, que es un camino apto para ir por él, debes saber que él desea matarte de la vida espiritual. Por lo tanto, mata estos pensamientos.
«A la mejor de entre las serpientes, aplasta su cerebro» significa que, si la serpiente, que es el mal en el hombre, te aconseja que este camino es bueno para ti, y te da a entender con una gran comprensión y una mente clara, en la misma forma en que la serpiente vino a Eva, no discutas con ella, sino aplasta su cerebro. Es decir, todo el cerebro intelectual que explica, destruye ese intelecto. En otras palabras, debemos ir por encima de la razón.
Ahora explicaremos el asunto de la Matzá. En el trabajo, debemos interpretar la palabra Matzá que proviene de la palabra Merivá (lucha), por el «Masá y Merivá, y por la pelea de los hijos de Israel, y por probar al Señor, diciendo: “¿Está el Señor entre nosotros, o no?”» (Éxodo 17: 7).
La traducción (al arameo) dice acerca de Merivá: «La Matzá (lucha) se debe a que los hijos de Israel lucharon». Se sigue que Matzá proviene de la palabra «contienda», lo que significa que el pueblo de Israel tuvo una disputa con el Creador sobre por qué hizo que sea tan difícil trabajar en otorgar, y por qué, aunque intenten salir del gobierno de Egipto, no sólo que no avanzan, sino que incluso retroceden.
En otras palabras, sienten un sabor amargo en el trabajo, lo cual les hizo pelear con el Creador, y una lucha se llama Matzá. Vemos que, ante tal queja, el pueblo de Israel se peleaba con Moshé por este asunto, lo cual significa que vieron que cuando comenzaron a trabajar por el Creador se volvieron peores, tal como está escrito (Éxodo, 5:21): «Y Ellos les dijeron: “Que el Señor los mire y juzgue, porque han hecho que nuestro aroma sea repugnante ante los ojos de Faraón”».
Estas quejas que ellos le dijeron a Moshé, Moshé se las dijo al Creador, tal como está escrito: «Y Moshé volvió al Señor y dijo: “Oh Señor, ¿por qué has traído daño a este pueblo? ¿Por qué me has enviado? Desde que vine al Faraón para hablar en Tu nombre, él ha hecho daño a este pueblo, y no has liberado a Tu pueblo”».
Debemos interpretar sus quejas a Moshé. Cuando dijeron: «Los mire y juzgue», significa que se pelearon con Moshé, ya que Moshé les dijo que creyeran en el Creador, porque entonces dejarán de estar bajo el control del cuerpo. Ya que al cuerpo lo controla el Faraón rey de Egipto, que aflige a la Kedushá (santidad). Ellos comenzaron a trabajar en mente y corazón y vieron que el cuerpo, que es el Faraón, comenzó a gobernarlos. Es decir, el cuerpo se opone con vigor a todo lo que quieren hacer en el trabajo del Creador. Antes de que ellos comenzaran a ir en el camino de Moshé, tenían fuerzas en el trabajo. Pero ahora, todo lo que hacen, el cuerpo lo detesta. Este es el significado de lo que está escrito acerca de Moshé: «Porque han hecho que nuestro aroma sea repugnante ante los ojos de Faraón». En otras palabras, nuestro cuerpo detesta nuestro espíritu en el trabajo del Creador, desde que comenzamos en el camino de otorgar.
Después, Moshé fue al Creador con las quejas de Israel, quienes se pelearon con Moshé por haberles traído el mensaje del Creador. Está escrito al respecto: «Y Moshé volvió al Señor y dijo: “¿Por qué has traído daño a este pueblo? ¿Por qué me enviaste?”». (¿Es decir, qué son estas quejas?) Él dijo: «Desde que vine al Faraón para hablar en Tu nombre, él ha hecho daño a este pueblo, y no has liberado a Tu pueblo».
«Desde que llegué a los hijos de Israel» significa a sus cuerpos, que se llaman «Faraón». «Hablar en Tu nombre» significa que todos comenzarán a trabajar por el bien del Creador. Este es el significado de «en Tu nombre». Ciertamente la lógica obliga a pensar que todos sólo quieren la verdad, ya que ¿hay alguien que sea tonto y quiera caminar por el camino de la falsedad? Más bien, de hecho, todos quieren la verdad, como siempre sucede que si se sabe que alguien está mintiendo, nadie quiere escucharlo.
Pero aquí dijeron: «¿Por qué cuando Moshé vino y les dijo que siguieran el camino de la verdad, el cuerpo, que se llama “Faraón” hace que nuestro espíritu sea repugnante cuando comenzamos este trabajo?».
Por esta razón, tenían agravios contra el Creador por estar ahora peor que antes de que Moshé viniera a ellos como el enviado del Creador, que quiere liberarlos del exilio. Entonces ¿por qué están viendo ahora que están entrando aún más en el exilio, que el Faraón controla el cuerpo con mayor fuerza y con más pensamientos intelectuales, haciéndolos entender cada vez con un argumento diferente? De esto se deduce que la situación de Israel en el trabajo era mejor, antes de que Moshé viniera a ellos como un enviado del Creador. Ahora, sin embargo, ven que sus cuerpos, que son considerados como «Faraón», tienen control total sobre los hijos de Israel. Es decir, donde debería haber un espíritu [estado de ánimo] elevado al saber que están caminando en el sendero de la verdad, ocurrió lo contrario. A los ojos del cuerpo, llamado «Faraón», ¿qué espíritu tenían? Está escrito al respecto: «Porque han hecho repugnante nuestro espíritu a los ojos de Faraón». El cuerpo les decía: «¿Qué espíritu hay en el trabajo de otorgamiento?».
Hacer el aroma repugnante significa un mal olor que es imposible de tolerar. Esto significa que no podían soportar este espíritu y querían escapar, de la manera en que uno huye del hedor. Es decir, en lugar de que el trabajo en el camino de la verdad traiga un espíritu [estado de ánimo] elevado para que una persona quiera permanecer para siempre en ese estado de ánimo, aquí ocurrió lo contrario. A partir del trabajo de otorgamiento, recibieron un estado de ánimo de hedor, lo que significa que quieren escapar de ese estado de ánimo y no podían soportarlo ni por un instante. Es como se le dijo a Moshé: «Porque han hecho repugnante nuestro aroma». Moshé trajo los agravios de Israel al Creador y le preguntó: «¿Por qué me has enviado?».
El Creador respondió a Moshé, tal como está escrito: «Y el Señor le dijo a Moshé: “Ahora verás lo que le haré al Faraón, porque con mano poderosa los enviará”».
La respuesta a por qué ha hecho tan duro el trabajo de otorgamiento fue porque Yo quiero que se revele la mano poderosa , como está escrito: «Porque con mano poderosa los enviará, y con mano poderosa los expulsará de su tierra».
¿De qué manera es necesaria una mano poderosa? Es precisamente cuando la otra parte se resiste con todas sus fuerzas. Entonces se puede decir que debemos usar una mano poderosa. Pero si el otro es un hombre débil, no se puede decir que se necesita enfrentarlo con una mano poderosa. Es como la alegoría que dijo Baal HaSulam, que normalmente, cuando dos personas tienen una disputa, a veces tienen una pelea a puñetazos. El que ve que no puede vencer al otro, toma un cuchillo contra él. Cuando aquél ve que el otro tiene un cuchillo, toma una pistola, y cuando éste ve que aquél tiene una pistola, toma un rifle, y así sucesivamente, hasta que el otro toma una ametralladora, y si uno otro ve que aquél tiene una ametralladora, el otro toma un tanque. Sin embargo, nunca hemos escuchado que, si alguien toma un palo y quiere golpear con él, el otro tome un tanque para luchar contra el que tomó el palo.
Ocurre igualmente en el trabajo. No se puede decir que debemos ir contra el Faraón con una mano poderosa si el Faraón no muestra una gran resistencia. Y como el Creador quiso mostrarle una poderosa mano aquí, el Creador tuvo que endurecer el corazón del Faraón, tal como está escrito: «Porque Yo he endurecido su corazón y el corazón de sus esclavos, para que pueda establecer Mis señales dentro de él».
Sin embargo, debemos entender por qué está escrito que el Creador endureció el corazón del Faraón porque el Creador quería dar esas señales para que el nombre del Creador se hiciera conocido. ¿Acaso el Creador es deficiente? ¿Necesita que los demás sepan que puede establecer señales y milagros? Además, ¿qué implica para nosotros en el trabajo que deberíamos saber esto por generaciones?
De acuerdo con lo que Baal HaSulam dijo acerca de la pregunta que Abraham hizo después de que el Creador se lo prometió (Génesis, 15: 7): «Y le dijo: “Para darte la tierra para que la heredes”». Preguntó: «¿Cómo sabré que la heredaré?». «Y le dijo a Abram: “Sabe con certeza que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es suya, y serán esclavizados y afligidos cuatrocientos años... Y después saldrán con muchas posesiones”».
Él preguntó: ¿Cuál es la respuesta a la pregunta de Abram: «Cómo sabré que la heredaré», es decir, cuál es el significado de lo que el Creador le respondió?
Respuesta: «Sabe con certeza que tus descendientes serán extranjeros... y que serán afligidos... Y después saldrán con muchas posesiones». Él preguntó: «El texto implica que la respuesta fue satisfactoria, ya que Abram no preguntó más, y vemos que Abram suele discutir con el Creador, como en el caso de la gente de Sodoma cuando el Creador le dijo a Abram: “El grito de Sodoma y Gomorra es verdaderamente grandiosa”».
Pero aquí, cuando le dijo: «Sabe con certeza», se sintió satisfecho con la respuesta.
Dijo que siendo que Abraham vio la magnitud de la herencia que había prometido a sus hijos, Abraham pensó de acuerdo con la regla de que no hay luz sin un Kli (vasija), lo que significa que no hay llenado sin una carencia. Él no vio que los hijos de Israel necesitarían tan altos grados y logros en los mundos superiores, por lo que Abraham le preguntó al Creador: «¿Cómo sabré que la heredaré?», ya que no tienen los Kelim (vasijas) ni la necesidad de la gran herencia que me estás mostrando que darás a mis hijos; porque ellos no tienen la necesidad.
A esto, el Creador le respondió: «Yo les daré la necesidad de las luces, así como Yo les daré las luces». En otras palabras, el Creador les dará la Luz y también el Kli. No pienses que yo sólo otorgo la abundancia. Más bien, les concedo tanto la necesidad, que se llama Kli, como la abundancia, llamada llenado y carencia.
Por medio de que el pueblo de Israel estará en el exilio en Egipto cuatrocientos [años], que cuatro es un grado completo de cuatro Bejinot (discernimientos), por medio de que estarán en el exilio en una tierra que no era suya, es decir los egipcios les influyeron a Israel un deseo de recepción para sí mismos, un deseo que no pertenece a la Kedushá, eso se llama Eretz (tierra), de la palabra Ratzón (deseo), y van a querer escapar de ese deseo, entonces cuando Yo haré que no puedan salir por sus propias fuerzas de ese gobierno y verán que sólo el Creador puede ayudarlos, no tendrán más remedio que pedirme ayuda a Mí, tal como nuestros sabios dijeron: «El que viene a purificarse es ayudado». Y El Zóhar dice que la ayuda es que a ellos se les da un alma sagrada. Por medio de muchas oraciones, cuando pidan la ayuda del Creador, recibirán un grado cada vez mayor y con esto tendrán una necesidad de pedirle al Creador. Esto hará que pidan al Creador y que reciban un grado mayor, después de lo cual Yo tendré la posibilidad de darles la herencia.
Resulta que el Creador deliberadamente los hace incapaces de sobreponerse, para que de este modo tengan Kelim.
Por lo tanto el endurecimiento del corazón que se le hizo al Faraón fue con el fin de dar cabida a la necesidad de las luces superiores. Pero si no tuvieran un trabajo duro, no tendrían la necesidad de las grandes luces, como en la alegoría mencionada.
Porque aquel que va a luchar contra alguien, con la mano o con un palo, el otro no tiene necesidad de usar un tanque o un cañón contra él. Por esta razón, para que los inferiores tengan la necesidad de recibir grandes luces, deben enfrentarse con fuertes Klipot (cáscaras) por lo que una persona debe atraer grandes luces para poder romperlas. De lo contrario, estaría satisfecho con poco. Resulta que el endurecimiento del corazón del Faraón les hace atraer grandes luces. Con esto comprenderemos lo que preguntamos: ¿Puso Él las señales para que las naciones supieran que el Creador puede hacer milagros y maravillas? Es decir, ¿creó el endurecimiento del corazón para que Lo respeten? ¿Acaso el Creador tiene reclamos contra Sus criaturas, es decir que hace algo en contra de la voluntad de las criaturas? Después de todo, el propósito de la creación es hacer el bien a Sus creaciones, y aquí resulta todo lo contrario, que endurece el corazón a las criaturas para que todos puedan ver Su grandeza, que Él es todopoderoso.
Ahora podemos entender esto de manera simple. Faraón y Egipto se refieren al gobierno del deseo de recibir que se encuentran en las criaturas. Esto es para que las criaturas precisen recibir los grados mayores que el Creador ha preparado para ellos, y nuestros sabios dijeron que al no tener la posibilidad de sobreponerse a su deseo de recibir, tendrán un despertar hacia la Dvekut (adhesión) con el Creador, que les llegó por medio del mérito de los patriarcas, a quienes el Creador prometió que sus hijos serán recompensados con el deleite y el placer que Él ha preparado para las criaturas y por esta razón, Él hizo el endurecimiento del corazón, para que tengan la necesidad de pedirle al Creador que los ayude. Su ayuda viene, como dice El Zóhar, por medio de otorgarles un alma sagrada.
Se deduce que todo el sobreponerse, es que extienden un poco de iluminación desde arriba. Por medio de esto, eventualmente tendrán Kelim, es decir una necesidad por la herencia que el Creador prometió a los patriarcas. Por lo tanto, se deduce que el versículo «para que yo pueda establecer Mis señales» no es para el Creador, sino por el bien de las criaturas. Significa que a través del endurecimiento del corazón que Él hace con el Faraón, el cuerpo se vuelve más asertivo cada vez y no permite que una persona haga acciones con el fin de otorgar, siendo que el hombre anhela la Dvekut (adhesión) con el Creador, debe tratar de invertir mayores fuerzas cada vez o no podrá vencerlo. Y para recibir mayores fuerzas, el único consejo es orar al Creador, porque solo Él puede darle las fuerzas aptas para ello.
Las fuerzas del Creador son como se dijo anteriormente: el Creador le da a él cada vez fuerza espiritual que se llama «alma», llamada «Luz de la Torá». Esto significa que cada vez, de acuerdo a cuánto debe sobreponerse, él recibe las «letras de la Torá». Esto se llama «para que yo pueda establecer Mis señales». Es decir, para que las letras de la Torá se revelen a Israel, Él debe crear en ellos una necesidad. Este es el significado de que el Creador les dé el endurecimiento del corazón por el bien de las criaturas.
En consecuencia, podemos entender lo que dijimos arriba, que necesitamos abundancia superior para hacer los Kelim, es decir que hayan Kelim aptos para recibir la Luz superior. Esta asistencia se considera como la Luz que viene a hacer Kelim de Kedushá, que quieran trabajar con el fin de otorgar, como en: «El que viene a purificarse es ayudado».
Una vez que ha obtenido los Kelim que quieren otorgar al Creador, la abundancia viene como abundancia y no para hacer Kelim.
En esta etapa, cuando tiene un deseo por el Creador, ya no necesita el endurecimiento del corazón para recibir la Luz de la Torá, ya que, según la regla, cuando una persona trabaja por su propio beneficio, otro pensamiento viene a él, que también desde aquí, desde este placer, llamado «el placer del descanso», no te lo debes negar. Resulta que el placer del descanso hace que no tenga necesidad de grados más elevados. Más bien, él está satisfecho con poco. Esta es la razón por la cual el Creador tuvo que dar el endurecimiento del corazón, lo que significa que vea que no puede hacer nada por el Creador, y que mientras no haya preparado sus Kelim con el fin de otorgar y todavía está en su amor propio, le dan satisfacción en el poco trabajo por el bien del Creador con el que fue recompensado. Como él mismo siente que está trabajando para el Creador, obtiene satisfacción de ello y no tiene la capacidad de anhelar grados más elevados. Resulta de ello que no había lugar para la revelación de las letras de la Torá. Por esta razón, cada vez que recibe ayuda de arriba y luego desciende de su grado, y nuevamente quiere ingresar a la Kedushá, debe recibir ayuda de nuevo. Es como está escrito acerca del Faraón en la plaga del granizo: «Y el Faraón envió y llamó a Moshé: “El Señor es el justo, y yo y mi pueblo somos los malvados”». Después, está escrito: «Ven al Faraón, porque he endurecido su corazón para que yo pueda establecer mis señales dentro de él».
Ese orden continúa hasta que él corrige los Kelim que pertenecen a su grado, y luego comienza el orden de la llegada de las luces.
Sin embargo, cuando él ha sido recompensado con Kelim de Kedushá y solo quiere otorgarle a su Creador, no debe decir: «Ahora digo que ya te he dado mucho, y ahora quiero descansar un poco porque también necesito recibir para mi propio beneficio». Porque quien sólo tiene el deseo de otorgar no hace falta hacerle el endurecimiento del corazón, como cuando está ocupado en hacer las vasijas de otorgamiento, ya que no tiene interés en este asunto. Aquel que ha sido recompensado con el deseo de otorgar, siempre desea otorgarle al Creador.
Por lo tanto, se deduce que cuando una persona tiene solo el deseo de otorgar y quiere dar contento al Creador, comienza a pensar en lo que le hace falta al Creador, y que él puede dar lo que el Creador no tiene. Por lo tanto, él llega a la decisión que el Creador no tiene ninguna carencia, excepto que ha creado el mundo con la intención de hacer el bien a Sus creaciones, para que las criaturas reciban de Él el deleite y el placer. Por esta razón, va a pedir al Creador que le dé el deleite y el placer, de esto se puede decir que le hace falta a Él, que los inferiores reciban de Él las grandes luces que han sido preparadas para las criaturas. De esto podemos decir que el Creador disfruta. Pero si los inferiores no pueden recibir la Luz de la Torá, llamada «las letras de la Torá», es como si hubiera carencia arriba. Este es el significado de lo que dijeron nuestros sabios (Sanedrin, 46): «Cuando una persona se lamenta, ¿qué dice la Shejiná? “Mi cabeza es pesada; mi brazo es pesado”». Por lo tanto, ¿cuándo hay contento arriba? Solo cuando las criaturas tienen deleite y placer.
Por esta razón, en ese momento no hay lugar para el endurecimiento del corazón. Más bien, el tiempo en que se necesita dar desde arriba el endurecimiento del corazón es solo con el propósito de crear vasijas de otorgamiento para que puedan recibir deleite y placer, lo cual es para «establecer estas señales Mías». Debemos interpretar que esto se refiere a las letras, porque las letras se llaman Kelim. Es decir, para que una persona tenga una necesidad, llamada Kelim, hace falta un endurecimiento del corazón, tal como está escrito, «para que pueda establecer estas señales Mías». Pero una vez que tiene los Kelim, ya no se necesita el endurecimiento del corazón.
Ahora podemos entender lo que preguntamos acerca de la conexión entre Pésaj, Matzá y Maror, como lo hizo Hillel en el momento en que el Templo existía, y cuando dijo que era para guardar lo que se había dicho: «Lo comerán con Matzot y Maror (hierbas amargas)».
Preguntamos qué implica esto en el trabajo del Creador.
De acuerdo con lo anterior, se deduce que la esencia del propósito del trabajo es llegar a la Dvekut con el Creador. Siendo que por la disparidad de forma dentro de nosotros, por la fuerza del deseo de recibir que se grabó en nosotros, las criaturas se alejaron del Creador. Esto es lo que debemos corregir principalmente. Sin embargo, la pregunta es: ¿Cómo corregimos esto?
¿No era que la equivalencia de forma es el asunto de otorgar y no recibir?, y ¿cómo podemos ir contra la naturaleza, ya que el cuerpo tiene su propia naturaleza? La respuesta es a través del poder de la Torá y las Mitzvot.
Pero si las criaturas fueran a recibir la fuerza de otorgamiento fácilmente, se conformarían con esto, ya que sentirían que ya están otorgando y no tendrían ninguna necesidad de revelar las letras de la Torá, como se dijo: «para que pueda establecer estas señales Mías», porque el Creador quiere revelarles la Torá en la forma de los nombres del Creador. Pero, ¿de dónde tomarán la necesidad de esto? Después de todo, una vez que se sobrepusieron al deseo de recibir y quieren ahora otorgar al Creador, ya tienen Dvekut. ¿Qué más les falta? Además, se sabe que no hay luz sin Kli y que no hay llenado sin carencia. Entonces, ¿qué hizo el Creador? Dio el endurecimiento del corazón para que el hombre no tenga las fuerzas de sobreponerse a su propio mal por sí mismo, sino que necesitará la ayuda del Creador, como se dijo: «El que viene a purificarse es ayudado con un alma sagrada».
Con respecto al alma, está escrito en el libro Fruto del sabio: Cartas de Baal HaSulam: «Hay cinco discernimientos en el alma, y se llaman NaRaNaJaY. En NaRaNaJaY, hacemos dos discernimientos: 1) luces; 2) Kelim. Obtenemos los Kelim de NaRaNaJaY al observar las 613 Mitzvot (mandamientos) de la Torá y las siete Mitzvot de nuestros grandes sabios. Las luces de NaRaNaJaY son la esencia de la Torá, y la Luz vestida en la Torá es Ein Sof (infinito). Se deduce que la Torá y el alma son una sola, pero el Creador es Ein Sof que está vestido en la Luz de la Torá que existe en las 620 Mitzvot antes mencionadas. Este es el significado de lo que nuestros sabios dijeron: “La totalidad de la Torá son los nombres del Creador”. Esto significa que el Creador es la totalidad, y los 620 nombres son piezas y partes. Estas partes están de acuerdo con los pasos y grados del alma, que no recibe su luz de una sola vez, sino gradualmente, una tras otra».
De esto vemos que el Creador lo ha hecho para que el hombre no pueda sobreponerse al mal por sí mismo, sino que necesite que el Creador lo ayude. Pero hay un estado intermedio, es decir que esto provoca que el hombre pruebe un sabor amargo en el trabajo porque el cuerpo no lo deja hacer acciones de otorgar. Esto lo lleva a pelear con el Creador sobre por qué ha creado un cuerpo tan malo que es completamente incapaz de salir del gobierno del mal, llamado «deseo de recibir para sí mismo». Cuando todos los Kelim que una persona necesita para complementarse él mismo están completos, como para tener un Kli en el que se pueda sostener allí la bendición, entonces comienza a sentir la salvación del Creador, es decir que siente en sí mismo el acercamiento del Creador.
Con esto, entenderemos la conexión entre Matzá, Maror y el sacrificio de Pésaj. Siendo que a través de Matzá y Maror él obtiene la verdadera necesidad de las letras de la Torá. Es decir, sólo a través de Matzá y Maror se forma en el hombre la necesidad de la ayuda del Creador, y su ayuda viene a través del alma, llamada «La Torá y el Creador son uno», como se dijo en el libro Fruto del sabio.
Cuando él tiene la necesidad, el Creador acerca (Mekarev) al hombre, y esto se llama «sacrificio (Korbán) de Pésaj», cuando el Creador pasa por encima de todos sus defectos y lo acerca para ser recompensado con el propósito de la creación.