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Todo Israel tiene una parte en el mundo por venir

Artículo 3, 1987

Está escrito en El Zóhar, Noé (y en HaSulam Ítem 2): «Vengan y vean: “Todo Israel tiene una parte en el mundo por venir”. Pregunta: “¿Cuál es la razón?” Dice: “Porque mantienen el pacto sobre el cual el mundo se sostiene, como está escrito: “Si mi pacto no existiera de día y de noche, no hubiera designado las ordenanzas del cielo y la tierra”. Por lo tanto, Israel -quienes mantienen el pacto porque lo han asumido- tienen una parte en el mundo por venir».

Debemos entender, ya que primero él dice: «Todo Israel tiene una parte», lo que significa que cualquiera que sea llamado con el nombre de «Israel», sin condiciones previas, tiene una porción en el otro mundo. Pero luego él interpreta que no todo Israel. Más bien, él establece condiciones, que solo aquellos que mantienen el pacto. Él presenta evidencia del versículo que se refiere a los que observan el pacto, por lo que está escrito: «Si mi pacto no existiera de día y de noche, no hubiera designado las ordenanzas del cielo y de la tierra». También debemos entender sobre el significado del versículo: «Si mi pacto no existiera de día y de noche», el versículo se refiere al pacto.

Está escrito en Pesajim (p.68b): «Rabí Elazar dijo: “Si no fuera por la Torá, el cielo y la tierra no existirían”, como se dijo: “Si mi pacto no existiera de día y de noche, no hubiera designado las ordenanzas del cielo y la tierra”». Rashi interpreta: «Si no fuera por mi pacto de día y de noche, es decir, el estudio de la Torá, del cual está escrito: “Y lo contemplarás día y noche”». Partiendo de lo cual el pacto se llama «Torá». Y aquí El Zóhar interpreta que «el pacto es la circuncisión; que mantienen el pacto».

Con respecto al pacto que hizo Abraham, está escrito: «E hizo el pacto con él». Nuestros sabios explicaron que «el Creador ayudó (a Abraham) a hacer el pacto porque no podía hacer el pacto solo; más bien, el Creador lo ayudó. Debemos entender lo que significa en el trabajo que él no podría haber hecho el pacto sin la ayuda del Creador.

Está escrito acerca de Abraham y Avimélej: «Y los dos hicieron un pacto». Baal HaSulam preguntó: «Si dos personas entienden que vale la pena que se amen el uno al otro, ¿por qué deben hacer un pacto? ¿Cómo ayuda un acto de firmar un contrato aparentemente? ¿Qué nos da?» Entonces dijo: «Nos da que cuando se hace un pacto queremos decir que, dado que es posible que algo nos separe, estamos haciendo un pacto ahora, porque ahora entendemos que hay amor y equivalencia entre nosotros, y este pacto persistirá incluso si después llegan cosas que nos separen; aún así, la relación que estamos estableciendo ahora será permanente». En consecuencia, deberíamos decir que si después llegan cosas que los separan, cada uno debe ir por encima de la razón y decir que no se le pondrá atención a lo que ven dentro de la razón, sino que irán por encima de la razón. Solo de esta manera pueden mantener el pacto, y no habrá separación entre ellos.

Por lo tanto, tanto si decimos que el pacto es la Torá o que el pacto es la circuncisión, eso no significa que solo esto constituye el pacto con el Creador; que por su pacto con el Creador no se separará, es decir que su corazón estará en plenitud con el Creador; si no que tanto la Torá como la circuncisión vienen a hacer cumplir el pacto, donde el corazón de una persona debe estar en plenitud con el Creador, y aferrarse a Él con una estaca que nunca caerá, como está escrito: «Si mi pacto no existiría de día y de noche, no hubiera designado las ordenanzas del cielo y la tierra». Esto es así porque la cuestión de la creación del cielo y la tierra fue con la intención de hacer el bien a sus criaturas, y las criaturas no pueden recibir el deleite y el placer sin la equivalencia de forma, es decir que todas sus acciones sean para otorgar. De lo contrario, habrá separación entre las criaturas y el Creador.

Es por eso que se nos otorgaron dos pactos, la circuncisión y el pacto de la Torá, mediante los cuales podremos llegar a hacer un pacto con el Creador con fe por encima de la razón, y podremos hacer todo con el fin de otorgar.

Este es el significado de «Si mi pacto no existiera». Es decir, si no hubiera creado los consejos para lograr la equivalencia de forma, no sería posible recibir el deleite y placer que es todo el propósito de la creación: el hacer el bien a sus criaturas. Y si no hubiera preparado las maneras para lograr la equivalencia de forma, no necesitaría crear el cielo y la tierra porque no podrían recibir ningún beneficio de la creación, y toda la creación sería inútil porque no habría nadie que pudiera disfrutarla. En este pacto adicional -el pacto que hizo, de la estaca que nunca caerá- Abraham necesitó su ayuda (del Creador). Este es el significado de que el Creador tiene que ayudarlo. Y este es el significado de «E hizo un pacto con él», lo que significa que el Creador lo ayudó a poder ir por encima de la razón.

Hay tres discernimientos para hacer el trabajo por encima de la razón:

1) Uno no siente ninguna deficiencia en su trabajo, para tener la necesidad de ir por encima de la razón.

2) Uno siente su deficiencia, pero está en un estado femenino, es decir, tan débil como una mujer, que no tiene fuerzas para sobreponerse e ir por encima de la razón.

3) Uno se considera en un estado masculino. Esto significa que tiene la fuerza para sobreponerse e ir por encima de la razón.

1) Por ejemplo, cuando una persona quiere levantarse de madrugada y cuando lo despiertan, a veces la persona escucha, pero no presta atención y sigue durmiendo. En ese momento, no hay nadie que sienta su deficiencia porque inmediatamente se durmió y, por lo tanto, no tuvo tiempo de pensar en su deficiencia. Por esta razón, todavía no se lo considera como un hombre, donde es posible distinguir entre masculino y femenino.

Adam (hombre) proviene de las palabras Ish Adama (hombre de la tierra), lo que significa que labra la tierra para producir cosechas y frutos para sustentar a las personas.

Esto solo puede decirse de alguien que siente su deficiencia; que comienza a trabajar y corrige su deficiencia. Sin embargo, cuando uno no siente su deficiencia, no hay nadie con quien hablar. Es decir, incluso si le dices cuál es su deficiencia, no escuchará, porque tiene muchas excusas para todo. Naturalmente, (esa persona) no tiene lugar para la oración, para que el Creador lo ayude a tener la capacidad de salir de las obstrucciones que le llegan.

2) Cuando lo despiertan, comienza a pensar: «Es cierto que le dije a mi amigo que me despierte, pero cuando le dije que quería levantarme de madrugada, eso fue porque tenía un poco de ganas de levantarme y estudiar; anhelaba el placer que recibiría de la Torá.

Digamos si incluso no pensé que encontraría un gran placer estudiando la Torá, no sufrí por tener que salir de la cama y renunciar al placer del descanso. Porque cuando hablé con mi amigo para que me despierte, estaba pensando solo en el placer que podría obtener al estudiar Torá; esta es la razón por la que le pedí (que me despierte). Pero ahora que estoy acostado bajo la manta, y si hay lluvia y viento afuera, ciertamente siento placer en el descanso. Pero ahora tengo que levantarme. ¿Cómo sé que recibiré un mayor placer aprendiendo Torá? Por esta razón, es mejor para mí “sentarme y no hacer nada”, porque la certeza es preferible a la duda, ya que el descanso ciertamente me da placer, mientras que el estudio de la Torá no me resulta tan placentero».

Sin embargo, después, los pensamientos le llegan: «Aprendimos que tenemos que ir por encima de la razón, es decir, no tener en cuenta la cantidad de placer que tendré y que este sea mi indicador. Por el contrario, tenemos que trabajar para el Creador. Entonces, ¿Por qué estoy calculando para mí?, es decir, ¿cuánto voy a ganar con esto? En cambio, debería estar calculando si el acto que estoy haciendo es mantener el mandamiento del Creador y si Él disfruta de mi obediencia. ¿Y por qué tengo pensamientos de amor propio? ¿Qué puedo hacer ahora, ya que no puedo superar mis pensamientos?».

Se deduce que esa persona es considerada como un servidor del Creador, y que quiere sobreponerse a los pensamientos extraños; que los pensamientos extraños son ajenos al camino de la Torá. Entonces, se considera que es como una mujer; que es tan débil como una mujer, porque carece de la fuerza para sobreponerse a ellos.

3) Es como un hombre, lo que significa que tiene la fuerza para sobreponerse. Es decir, cuando se despierta, si los pensamientos se le acercan: «¿Por qué debería levantarse del descanso que está disfrutando? Probablemente pienses que cuando te levantes de la cama y vayas a estudiar, disfrutarás más de lo que estás disfrutando ahora, pero ¿Cómo sabes que esto es así?». De inmediato le aconseja que pruebe si esto es así. Pero luego le dice: «¿Qué sabor estás probando ahora en el estudio, que esperas recibir más tarde?»

E inmediatamente obtiene tales sabores que el mundo se vuelve oscuro para él, lo que significa que el ocultamiento desciende sobre él, y le oculta la vitalidad de la Torá. Entonces el cuerpo le pregunta: «Dime, ¿son estos los estados que anhelas?».

Si es un hombre, llamado «hombre de guerra», le dice a su cuerpo: «Todo lo que dices es verdad. Es decir, según tu punto de vista, tienes razón». Sin embargo, la base sobre la cual estoy construyendo el compromiso con la Torá y las Mitzvot (preceptos) está por encima de la razón. Esto significa que la razón exige que la voluntad de recibir deleite y placer determinará si vale la pena trabajar o no, y por encima de la razón significa que está trabajando con el fin de otorgar. Es decir que la voluntad de recibir no necesita estar de acuerdo, sino que el deseo de otorgar lo determina.

Es decir que, si cree que el trabajo que quiere hacer ahora le traerá satisfacción al Creador, está dispuesto a hacerlo, sin demoras. Y aunque el cuerpo afirma lo contrario, todavía tiene el poder de superarlo. Esto se llama «masculino».

Sin embargo, después de que una persona ha completado estos tres discernimientos en el trabajo: 1) Que todavía no siente su deficiencia para poder pedirle al Creador que lo ayude; 2) Que siente su deficiencia, pero no tiene fuerzas para vencer, lo cual se llama «una mujer»; y 3) Que es un hombre, un hombre de guerra, lo que significa que puede superar su deficiencia, llega a un estado de Shabat, es decir, a descansar de su trabajo. Esto se llama: «Trabajarás seis días, pero el séptimo día descansarás».

Así podemos interpretar: «Estas son las generaciones de Noé, un hombre justo». Noé es considerado como Naija (arameo: descanso), como está escrito en El Zóhar. Es por eso que se lo llama «justo», ya que está dicho que el Creador era su descanso. El Zóhar dice: «Donde hay trabajo, está la Sitra Ajra (arameo: el otro lado)». Por lo tanto, naturalmente, alguien que es justo no puede tener trabajo. Es como dijo Baal HaSulam, que donde la Kedushá (Santidad) ilumina, la persona se anula como una vela ante una antorcha, y no se puede decir allí que el cuerpo tiene trabajo porque la Kedushá es la fuente del deleite y el placer.

Sin embargo, cuando la persona está en manos de la Sitra Ajra, viste al hombre con amor propio, llamado «recibir con el fin de recibir». En ese lugar hubo un Tzimtzum (restricción) y ocultación, y la Kedushá no puede revelarse allí. Solo la ocultación está en ese lugar, lo que significa que el deleite y el placer no iluminan allí, sino todo lo contrario.

Y diciendo: «Porque son nuestras vidas y la duración de nuestros días, y los contemplamos día y noche», o cuando decimos: «Son más preciosos que el oro, que mucho oro fino, y más dulce que la miel y los goteos del panal de miel», esto es cuando una persona tiene Kelim (vasijas) apropiadas para ello, que se llaman «vasijas de otorgamiento». Esto nos da la equivalencia de forma, y en ese momento la recepción de placer es con el fin de otorgar. De lo contrario, si la luz y la abundancia iluminaran en las vasijas de recepción, los receptores se alejarían más del Creador. Y el propósito (de la creación) es que debemos apegarnos al Creador, tal como está escrito: «Y ustedes, quienes se adhieren al Señor su Dios, están vivos cada uno de ustedes en este día».

De esto se desprende que en aquel que es justo, no hay espacio para la Sitra Ajra (arameo: otro lado), pero hay un lugar de descanso para el espíritu (satisfacción). Este es el significado de Shabat, tal como está escrito: «porque en él cesó y descansó», ya que debido a la santidad de Shabat no hay lugar para el trabajo ahora.

Sin embargo, nuestros sabios dijeron (Avoda Zara 3a): «El Creador les dijo: “Tontos, el que trabajó en la víspera de Shabat comerá en Shabat. Aquel que no se esforzó en la víspera de Shabat, ¿de dónde comerá en Shabat?”».

Esto significa que uno que trabajó duro, es decir, que tuvo trabajo y esfuerzo enfrentándose a la Sitra Ajra, y que la Sitra Ajra le impedía seguir por el camino de Lishmá (en nombre de la Torá), es decir que durante el trabajo sentía que no podía vencer el mal en sí mismo, es porque aún no logró entrar en la Kedushá. Sin embargo, la persona cree que tan pronto como entre en la Kedushá, la Sitra Ajra se cancelará como una vela ante una antorcha y no tendrá contacto con la Sitra Ajra. Resulta que la persona sabe que le falta algo: que el Creador lo ayude y le permita obtener algo de Kedushá, y entonces, de todas formas, todo estará bien.

Por esta razón, durante la labor y el trabajo, la persona reza desde el fondo del corazón para que el Creador lo ayude. En ese momento siente que sin la ayuda del Creador no alcanzará nada. Esta sensación que tiene, de que el Creador puede ayudarlo, crea un Kli (vasija) en la persona para recibir la ayuda del Creador, porque la deficiencia es llamada un Kli para recibir el llenado. Por esta razón, la fe que él tiene en el Creador, tal como está escrito: «Oyes la oración de cada boca», hace que el Kli reciba la ayuda.

Con esto entenderemos el asunto de «El que no trabajó en la víspera de Shabat», es decir, que no trabajó consigo mismo para esforzarse a fin de otorgar y ver que no puede triunfar solo, sin la ayuda del Creador, naturalmente no tiene lugar para la oración, la cual es el Kli para recibir Su ayuda. Ya que la regla es que no hay luz sin un Kli, necesitamos preparación para tener qué comer en Shabat, porque los seis días de trabajo son la preparación para recibir la luz de Shabat, y Shabat se considera la abundancia extendida para llenar los Kelim (vasijas) vacíos esperando Su ayuda.

Como está escrito: «La luz en ella lo reforma», tal como está escrito sobre Shabat: «Todos los juicios están impregnados por ella, y ninguno gobierna todos los mundos excepto ella» (Kegavna en la noche del Shabat). Por lo tanto, dado que después del esfuerzo con la Sitra Ajra, cuando sienten la deficiencia llamada Kli, ellos pueden recibir el Shabat, llamado «cesar» y «descansar».

Ahora podemos entender lo que preguntamos. Él dice: «Todo Israel tiene una parte en el mundo por venir», sin ninguna condición. Después, él dice que son específicamente aquellos que guardaron el pacto, y no todo Israel.

Debemos interpretar el significado de la palabra Ysrael (Israel) significa Yashar-El (directo al Creador). Esto significa que en todo lo que hace, la persona quiere que su trabajo esté dirigido directamente al Creador y no para su propio beneficio. Es como explicamos sobre el versículo: «Y no habrá Dios extraño en ti, y no te inclinarás ante un Dios extraño».

Nuestros sabios dijeron (Shabat 105b): «¿Cuál es el Dios extraño en el cuerpo del hombre?, es la tendencia al mal».

Debemos entender esto. Después de todo, la buena tendencia también está en el cuerpo de la persona, como está escrito (Zóhar, Lej Lejá, Ítem 86): «Porque nosotros somos hermanos, lo que significa que la tendencia al mal y la tendencia al bien están cerca la una de la otra. La tendencia al mal a la izquierda y la tendencia al bien a la derecha de la persona».

Por lo tanto, vemos que la tendencia al bien también está en el cuerpo del hombre. Por lo tanto, ¿qué significa lo que ellos dijeron, que la tendencia al mal está en el cuerpo del hombre? Debemos interpretar esto respecto a nuestro camino: la tendencia al mal anhela que todo lo que hace entre a su cuerpo; que la intención sea enteramente para su propio beneficio, lo que se llama «dentro de su propio cuerpo». Por el contrario, la tendencia al bien se esfuerza para que todas sus acciones estén dirigidas hacia afuera de su cuerpo. A eso se llama que toda su aspiración es llegar a hacer todas sus obras para el Creador y no para su propio beneficio. Con esto podemos interpretar por qué la palabra Israel significa Yashar-El, que todas sus acciones sean solo para el Creador.

De manera similar, se presenta en la interpretación de nuestros sabios (Yerushalmi 9a): «Rabí Levi dijo: “El corazón y el ojo son dos mediadores del pecado”, como está escrito (Proverbios): “Dame tu corazón, hijo mío”. Y deja que tus ojos se deleiten en mis caminos», dijo el Creador. «Si me das tu corazón y tus ojos, sabré que tú eres mío».

Esto significa que cuando decimos: «El que elige a su pueblo, Israel», ¿cuándo se considera que uno pertenece al pueblo del Creador? Es cuando una persona pone sus ojos y su corazón allí, lo que significa que todo lo que mira y lo que anhela el corazón, trata de hacerlo todo para bien y a favor del Creador y no para su propio beneficio. Esto se llama «Tú eres mío», que significa «Me perteneces a mí». Luego se lo incluye en Su pueblo Yashar-El.

En consecuencia, debemos interpretar «Todo Israel tiene una parte en el mundo por venir», y luego él interpreta, quién es considerado Israel, y dice que solo uno que conserva el pacto por el cual existe el mundo, se llama Israel. De lo contrario, significa que quien no conserva el pacto por el cual el mundo existe, no pertenece a Israel, sino a las naciones del mundo.

¿Y cuál es el pacto por el cual el mundo existe? Es el pacto hecho con el Creador de que todas sus obras sean solo para beneficio del Creador. Esto se llama «con el fin de otorgar», porque específicamente por esto habrá existencia en el mundo. Esto significa que el mundo fue creado para hacer el bien a sus criaturas, y mientras no haya equivalencia de forma, el deleite y el placer no pueden vestirse en las criaturas.

Se deduce que la razón por la que fue creado el mundo, que fue para hacer el bien a sus criaturas, fue en vano, porque no hay nadie que reciba el deleite y el placer. Sin embargo, a través del pacto con el Creador, las criaturas estarán en condiciones de recibir el deleite y el placer.

Para lograr el pacto, está la Torá y la circuncisión, lo que significa que todo lo que hacemos debemos hacerlo con la intención de que con nuestras acciones seamos recompensados ​​con hacer un pacto con el Creador para siempre. Especialmente, debemos creer que el Creador escucha la oración de cada boca, y con esto seremos redimidos.