Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
El Creador e Israel salieron al exilio
Artículo 27, 1986
Está escrito en El Zóhar, BeJukotay (En Mis estatutos) (Punto 49), acerca del versículo: «Y también te atormentaré siete veces por tus pecados», «Ven y ve, el amor sublime del Creador por Israel, es como un rey que tuvo un hijo único que pecaba ante el rey. Un día, pecó ante el rey. El rey dijo: “Todos esos días te he estado golpeando, pero no has recibido. De ahora en adelante, mira lo que te haré. Si te expulso de la tierra, los osos podrían atacarte en el campo, o los lobos salvajes o los asesinos te pueden borrar del mundo. ¿Qué debo hacer? En cambio, tú y Yo saldremos de la tierra”. Por lo tanto, Yo también, como está escrito: Que ustedes y Yo saldremos de la tierra, esto es, iremos al exilio, “Y te castigaré” para que vayas al exilio. Y si dijeran que los abandone, Yo también estaré con ustedes».
Debemos entender el significado de la salida del pueblo de Israel de la tierra hacia el extranjero, lo cual recibe el nombre de «Exilio entre las naciones». ¿Qué significa en el trabajo? Es decir, ¿Qué se considera «Tierra» y qué se considera «Salida de la tierra»? Además, ¿Qué significa que cuando uno peca, es castigado con el exilio de estar entre las naciones del mundo? ¿Cómo ayuda y qué beneficio produce en las formas del trabajo?, es decir, ¿cuál es la corrección de ir al exilio bajo el dominio de las naciones del mundo?
También deberíamos entender cómo puede decirse que también el Creador sale también de la tierra junto con el pueblo de Israel hacia el exilio, ya que «Toda la tierra está llena de su gloria», y está escrito: «Su reinado lo rige todo». Incluso sustenta a las Klipot (cáscaras), entonces, ¿Cómo puede decirse que saldrá al exilio con el pueblo de Israel como si Él no estuviera en la tierra?
Para entender lo anterior en el trabajo, primero necesitamos saber qué es la tierra de Israel, qué es el extranjero, y por qué salir de la tierra hacia el extranjero se considera como exilio entre las naciones. También deberíamos entender que el exilio es una corrección por los pecados, donde al sufrir el exilio, los tormentos del exilio harán que se arrepientan y entonces será posible devolverlos a la tierra. Pero está escrito: «Y se mezclaron con las naciones y aprendieron sus obras», así que, ¿qué tormentos del exilio están sintiendo como para que sean una causa para que se arrepientan y regresen a la tierra?, y ¿qué puede uno saber acerca de lo que es bueno en la tierra de Israel para anhelarla y que esta tierra sea una razón que lo obligue a arrepentirse por amor a la tierra?
Se sabe que la tierra es llamada Maljut, y «Sagrada Shejiná» (Divinidad) y «La congregación de Israel» que es el conjunto de todas las almas. Esto significa que ella debe recibir el deleite y placer que estaba en el pensamiento de la creación de hacer el bien a Sus creaciones, es decir, que las almas reciban deleite y placer.
El orden en cascada fue desde el mundo de Ein Sof hasta el mundo de Tzimtzum (Restricción), y luego a la línea en la que están vestidos los cinco Partzufim (plural de Partzuf) de AK, luego los cinco Partzufim de Atzilut. Después, Maljut de Atzilut emanó los tres mundos BYA, y luego fue creado Adam HaRishón; y la externalidad de su cuerpo, que es similar al cuerpo material actual, se hizo a partir de Biná de Maljut de Asiá, como está escrito en El estudio de las diez Sefirot (Parte 16, p. 1912, punto 43): «Después tuvo NaRaN de BYA y luego NaRaN de Atzilut».
Por lo tanto, resulta que Eretz (Tierra) es llamada Maljut de Atzilut, y sobre el mundo de Atzilut está escrito: «El mal no habitará en ti», lo que significa que allí no hay ningún mal, sino solo en BYA hay escrutinios del bien y del mal. Más bien, allí se revelan el deleite y placer que Él contempló darle a las almas. Es como dijeron nuestros sabios acerca del versículo: «En el principio Dios creó», no hay otro comienzo sino Israel, porque todo es para Israel, es decir, para las almas de Israel.
Tras haber pecado Adam HaRishón con el árbol del conocimiento, fue expulsado de Atzilut y descendió a BYA. Luego comenzó a arrepentirse y a corregir su pecado. Gracias a ello, volvió a entrar en el Jardín del Edén, es decir, Atzilut. La corrección fue que él había sido expulsado del Jardín del Edén, como está escrito (Génesis 3:22): «Y el Creador dijo: “Y ahora, él podría extender su mano y tomar también del árbol de la vida y comer, y vivir para siempre”. Y el Creador lo envió fuera del Jardín del Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado».
Baal HaSulam explicó el temor por el cual fue expulsado del Jardín del Edén, como está escrito: «Él podría extender su mano y tomar también del árbol de la vida y comer, y vivir para siempre». Dijo que, puesto que el hombre pecó con el árbol del conocimiento, si una persona es castigada y sufre por el castigo que recibió, este sufrimiento hace que se arrepienta y corrija el error causado.
Pero si no es castigado y no siente sufrimiento por el pecado que cometió, ciertamente no comprenderá que debe arrepentirse por eso. Es como escribe El Zóhar («Introducción al Libro de El Zóhar», Punto 192): «Rabí Shimón lloró y dijo: “Ay si hablo, ay si no hablo. Si hablo, los malvados sabrán cómo servir a su amo”».
Él interpreta en el Sulam (Comentario sobre El Zóhar) de la siguiente manera: «Con esto, indica que no podía revelar sus palabras en su totalidad en ese lugar porque teme dañar a los malvados. Esto es porque vino aquí a revelar cómo adherirse al árbol de la vida, y no tocar nunca el árbol de la muerte, y solo aquellos que ya han corregido el discernimiento del árbol del conocimiento del bien y del mal son dignos de eso. Pero los malvados, quienes aún tienen que corregir el pecado del árbol del conocimiento del bien y del mal, no deben saberlo, porque primero deben esforzarse en todos los trabajos hasta que corrijan el pecado del árbol del conocimiento. También lo encontramos en el versículo: «No sea que extienda su mano y también tome del árbol de la vida y coma, y viva para siempre» (Génesis 3). Después que Adán pecara con el árbol del conocimiento, fue expulsado del Jardín del Edén por temor a que se adhiera al árbol de la vida y viviera para siempre, resulta que el daño que había causado en el árbol del conocimiento permaneciera sin corregir para siempre.
Por lo tanto, resulta que al sacar a una persona de la tierra, se refiere al reino de los cielos que había tenido, dado que no puede sentir la importancia de la espiritualidad que tenía antes de ser sacado del reino de los cielos, y entra en el exilio como está escrito: «Y se mezclaron con las naciones y aprendieron sus obras», esto es considerado caer bajo la esclavitud de los idólatras, es decir, todas las pasiones existentes en las naciones del mundo dominan a Israel, que ha sido exiliado. En ese momento no pertenecen a la espiritualidad a excepción de lo que están habituados a realizar por costumbre. Eso lo observan, pero más allá de eso no se les ocurre que tienen algo que corregir.
De esto se desprende que debemos hacer dos discernimientos sobre el exilio: 1) Están exiliados bajo el dominio de las naciones. La mente y el intelecto que tenían mientras estaban en la tierra cuando estaban en el reino de los cielos, y pensaban todo el día sobre cómo salir del amor propio y lograr el amor al Creador, cuando pecaron y fueron al exilio, podemos interpretar esto en el trabajo del individuo, ya que se sabe que lo general y lo particular son equivalentes. Esto significa que si una persona peca estando en la tierra, es decir, que si recibe alguna iluminación de arriba y la usa en su propio beneficio diciendo: «Ahora que tengo algo de sabor en la Torá y Mitzvot (preceptos) no necesito fe por encima de la razón», esto se llama «Pecado» porque ha dañado la fe por encima de la razón.
Por esta razón es expulsado de la tierra y cae bajo el dominio de las pasiones de las naciones del mundo. Una vez que está en el exilio, de inmediato sufre el olvido y no recuerda que una vez estuvo en la tierra, que estuvo en un estado de «Reino de los cielos» y solamente pensaba en cómo lograr Dvekut (adhesión) con el Creador. Quiere continuar de esta manera toda su vida, es decir, preocupándose únicamente de satisfacer las necesidades que el cuerpo demanda para su propio beneficio, sin importarle nada más.
Después de cierto tiempo, y cada uno tiene una cuenta diferente con Él (es decir, que cuando la persona es juzgada arriba, cada una tiene su propio cálculo de cuánto tiempo debe mantenerse en el exilio hasta que reciba un despertar desde arriba), al recibir un despertar desde arriba comienza a sentir que se encuentra en el exilio, y comienza a recordarse a sí mismo que ha caído de la altura del cielo a un pozo profundo.
Es decir, cuando estaba en la tierra, recuerda que veía el mundo entero como innecesario y siempre pensaba: «¿Por qué el Creador creó a los malvados en el mundo? ¿Qué gozo o beneficio pueden dar estos malvados al Creador?». En cambio, ahora se mira a sí mismo y ve que está en el exilio, y ¿qué puede dar al Creador para aportar alegría arriba?, y comienza a sentir el sufrimiento por haber descendido de hombre a bestia, porque ve que ahora desea pasiones bestiales que no tenía antes de ser expulsado de la tierra.
Ahora comienza a anhelar al Creador, que Él lo acerque y lo admita una vez más en la tierra y lo saque de los deseos animales, y le dé placeres que provengan del alimento adecuado para el hombre, esto es, de actos de otorgamiento, y no que su alimentación provenga de comida para bestias. Es como dijeron nuestros sabios (Peshajim, 118): «Cuando el Creador dijo a Adam HaRishón: “Producirá espinas y cardos para ti”, sus ojos derramaron lágrimas y dijo: “¿Comeremos yo y mi asno del mismo pesebre?”. En cuanto Él le dijo: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, su mente se alivió de inmediato».
Esto suena como si el Creador le diera el conocimiento al decir: «Producirá espinas y cardos para ti». Antes que el Creador le hubiera dicho eso, él no veía que su alimento era solo espinas y cardos, que son comida estrictamente animal. Podemos interpretar que vino a él un despertar desde arriba y le recordó lo que había tomado antes del pecado, los grados tan elevados que tenía, y con su salida del Jardín del Edén es como si se hubiera olvidado de todo.
Esto se considera como que el Creador le habla, es decir, que ha recibido un despertar desde arriba del Creador, y después ha recordado lo que tenía. En ese momento comienza a sentir el sufrimiento por haber sido expulsado del Jardín del Edén y comienza a llorar por estar en el mismo grado que una bestia, porque su alimento es solo el que se corresponde con el amor propio, llamado «Alimento para bestia». Este es el significado de «Sus ojos derramaron lágrimas y dijo: “¿Yo y mi asno del mismo pesebre?”», es decir, comer su alimento será como el de una bestia, solo podrá disfrutar de cosas que pertenecen al amor propio.
Sin embargo, cuando Él le dijo: «Ganarás el pan con el sudor de tu frente», su mente se alivió de inmediato. Rashi interpreta que «Con el sudor de tu frente» significa después de haber trabajado mucho, hasta aquí sus palabras. Y debemos interpretar el significado de «Trabajo». De acuerdo con lo que aprendemos, si uno ya ha llegado a sentir que está en un grado que es similar a una bestia, significa que la sensación también debe ser en la medida en que lleva al sufrimiento, que derramará lágrimas sobre su precario y pobre estado, como dijeron nuestros sabios: «Sus ojos derramaron lágrimas».
Por lo tanto, el sufrimiento que siente por ser similar a una bestia le da la fuerza para querer hacer grandes esfuerzos con el fin de salir del amor propio, que es considerado una bestia, y ser recompensado con el alimento del hombre, para que ahora pueda disfrutar de los actos de otorgamiento.
Por lo tanto, debemos hacer dos discernimientos con respecto al exilio indicado anteriormente:
1) Está en el exilio pero no sabe que está en el exilio, sino que está feliz tal como está. En cambio, está buscando la cantidad, es decir, más dinero, más respeto, etc. Sin embargo, ya ha olvidado que una vez estuvo en un nivel humano, llamado «Tierra», que es el reino de los cielos. Ni siquiera se le ocurre pensar que debería cambiar su sustento. Sino que, los alimentos que recibe en las vasijas de amor propio, llamado «Alimento animal», no se le ocurre pensar que necesita reemplazarlo por pensamientos de otorgamiento.
Resulta que no quiere cambiar su fuente de provisión, en la que solo es alimentado con lo que entra en las vasijas de amor propio. Más bien desea reemplazar las cosas que vienen en las vasijas de amor propio. Por ejemplo, le gustaría cambiar su apartamento porque ya no disfruta en el que ahora vive y quiere otro diferente, ya que un apartamento nuevo es algo que puede disfrutar. Además, cambia los muebles porque no puede disfrutar con los que tiene. Al tener muebles nuevos, su deseo de recibir tendrá algo con lo que disfrutar.
2) Sin embargo, él no quiere cambiar su fuente de provisión, es decir, que su provisión debería proceder de una fuente que solo da a las vasijas de otorgamiento. Esto, el Creador no lo quiera, él no contempla, ya que se sabe que el receptor no puede entender cómo puede haber sustento con el otorgamiento. El dador es todo lo contrario. Cuando ve que se dedica a la recepción, se avergüenza de sí mismo por hacer algo que considera bajo. Pero lo cierto es que debemos cambiar la fuente de sustento. Hay sustento que se vierte en las vasijas de amor propio, y este alimento proviene de las Klipot (cáscaras), y hay sustento que llega a las vasijas de otorgamiento, y este proviene de los mundos de Kedushá (Santidad).
Por lo tanto, según los dos discernimientos anteriores en el exilio, la pregunta es: «¿Quién hace que uno sienta que está en el exilio, en virtud de lo cual sufre porque quiere salir del exilio, como se dijo sobre el exilio en Egipto: “Y los hijos de Israel suspiraron por el trabajo, y clamaron, y su clamor se elevó al Creador desde el trabajo?”» Tenemos que decir que este despertar proviene del Creador, para que no permanecieran en el exilio en un estado de olvido, y por eso el Creador envía el despertar.
Por lo tanto, resulta que sienten que hay espiritualidad pero que la espiritualidad está en un estado de bajeza, y les duele el corazón por el hecho de que la Shejiná está en el exilio, y que la espiritualidad tenga el sabor del polvo. Es decir, cuando quieren trabajar con el fin de otorgar, no pueden apreciar este trabajo de la manera que deberían sentirlo, que ahora uno está haciendo el trabajo sagrado y no el trabajo de personas semejantes a las bestias.
Pero el asunto es al contrario: cuando trabaja en beneficio del hombre, siente un gusto en el trabajo. Sin embargo, cuando realiza el trabajo del Creador, no siente ningún gusto. Es decir, el acto en sí que lleva a cabo, si ve que su deseo de recibir tiene algo que recibir, que la recompensa le ilumina durante el trabajo y que por eso siente buen gusto, si él reemplaza la intención durante el trabajo y dice que está haciendo este trabajo no para recibir una recompensa, de inmediato siente su debilidad, que no es capaz de hacer un esfuerzo y pronto el trabajo comienza a hacerse con pereza.
De acuerdo con lo anterior, resulta que el Creador aparentemente viene a él y le dice: «Mira el estado de bajeza en el que te encuentras. Eres como una bestia». Luego comienza a sentir sufrimientos por no tener ningún sentimiento humano. Le duele, y siente el sufrimiento y el dolor de estar en el exilio bajo el dominio de las naciones del mundo. Es decir, ahora siente que tiene malas pasiones, dignas de las setenta naciones.
Pero antes que esta revelación llegue a él y sintiera su bajeza, vivía en un mundo en el que todo era bueno, es decir, que no le causaba ninguna carencia el encontrarse en un estado de bajeza. No sentía que fuese bajeza, sino que se comportaba como todos los demás, cuyas únicas aspiraciones son la pasión, el respeto y el dinero. Pero ahora que la revelación le ha llegado del Creador –ver que es como una bestia y no como un hombre– está atormentado porque si pudiera salir del exilio, estaría feliz con esa revelación.
Pero dado que está en el exilio, se da cuenta que no ve una salida del exilio. Resulta que estos tormentos le provocan inestabilidad y no sabe qué hacer. Por un lado, ve ahora que está sintiendo la verdad, esto es, el tipo de personas a las que pertenece, ya que hay quienes pertenecen a la bestialidad y hay quienes pertenecen a las personas. Y para ser más precisos, debemos distinguir tres tipos:
1) Personas que no tienen nada que ver con el judaísmo;
2) Personas que se dedican a la Torá y las Mitzvot pero con el fin de recibir recompensa;
3) Personas que trabajan pero no con el fin de recibir recompensa.
Resulta que, por un lado, ahora puede estar muy contento de ver la verdad, con qué tipo de personas está y cuál es el grado que debe esforzarse por alcanzar. Pero al mismo tiempo siente dolor y sufrimiento al ver cuán lejos está de la Dvekut (adhesión) con el Creador. Ve que no puede hacer nada por el Creador y que todo lo que hace es porque quiere recibir una recompensa por sus acciones, pero con respecto al deseo de otorgar, no ve que sea capaz de salir de ellos por sus propias fuerzas.
Resulta que está anhelando el estado cuando pertenecía al segundo tipo, cuando tenía fuerzas para trabajar porque la recompensa le iluminaba, y de acuerdo a su opinión estaba en un estado cercano al Creador. Solía hablar siempre con el Creador y le pedía recompensa a cambio de su trabajo. Se sentía completo y no necesitaba nada porque estaba seguro de la recompensa, ya que guardaba los preceptos del Creador. Y el Creador ciertamente ve que no son muchos los que desean guardar Sus preceptos, pero él está esforzándose por guardar Sus preceptos, así que el Creador ciertamente lo favorecerá y le dará una gran recompensa por eso.
Naturalmente, después de un cálculo así, la persona siente que está en lo alto de los cielos, entre las nubes y contemplando el mundo entero porque, indudablemente, el mundo existe gracias a la Torá de ellos, como dijeron nuestros sabios: «El mundo no puede mantenerse sin la Torá» (Midrash Tanjuma, Ki Tavó). Resulta que, en aquel entonces, estaba verdaderamente entre las personas más felices del mundo.
Pero ahora que ha salido del segundo estado, el Creador ha arrojado luz sobre la verdad: Que el trabajo del Creador es principalmente con el fin de dar contento al Creador y no para el beneficio propio, y ve cuán lejos está de la verdad y siente lo opuesto, cuando pensó que si, en lugar de Lo Lishmá (no en Su nombre), tuviera una buena sensación que estoy bien con el Creador, que estoy tratando de obedecerlo tanto como le sea posible y ser considerado un «Siervo del Creador», y toda la recompensa que el Creador nos ha prometido seguramente está lista para mí, entonces, ¿Qué más me falta?
Y será aún más así en cuanto comience a avanzar hacia el otorgamiento, enseguida me elevaré. Sin embargo, esto no es así. Más bien, ahora que ha llegado a sentir la verdad, que lo principal es trabajar en beneficio del Creador, y que debería estar feliz de que gracias a Él, he accedido a la verdadera senda que lleva a acercarse al Creador, debería entonces haber estado constantemente exultante y decir: «Gracias a Dios, veo que el Creador tiene misericordia de mí y no me deja esforzarme en vano, sino que ahora todo mi esfuerzo será para alcanzar la meta, llamada “Dvekut con el Creador”».
No obstante, siente que su estado es el opuesto, donde no tiene la misma alegría que tenía mientras trabajaba con el fin de recibir recompensa. Es así porque ve que ahora no tiene el apoyo del cuerpo, ya que ahora le dice a su cuerpo: «Ten en cuenta que a partir de hoy no te daré ningún beneficio por el trabajo, porque ahora no estoy trabajando para mi propio beneficio, sino que quiero trabajar solamente en beneficio del Creador». Entonces el cuerpo se niega a dar fuerzas para el trabajo y resulta que ahora se encuentra en un estado de bajeza.
Sin embargo, antes de que llegara la revelación de la verdad, siempre estaba exultante, viendo cómo cada día estaba agregando en acciones y la recompensa estaba garantizada. Pero ahora es el verdadero momento en que puede dar una plegaria verdadera al Creador para que lo saque del exilio, ya que antes ha recibido la revelación de lo alto: Que se encuentra en el exilio y está controlado por las naciones del mundo, lo cual es llamado «Deseo de recibir con el fin de recibir», y por lo tanto, no tenía ninguna carencia que el Creador pudiera llenar para sacarlo del exilio. Por consiguiente, resulta que el Creador le ha dado el Kli (vasija), es decir, la carencia, y luego Él le ha dado la luz, y tanto la luz como el Kli vienen desde arriba.
Con esto podemos interpretar lo que hemos preguntado acerca de lo que El Zóhar sagrado le dice a Israel cuando pecaron: «El Creador dijo: “Y yo los castigaré, para que vayan al exilio. Y si dicen que los abandone, Yo también estaré con ustedes”». Hemos preguntado: «¿Cómo es posible que el Creador saliera desde la tierra al extranjero para exiliarse? Puesto que “Toda la tierra está llena de Su gloria”, entonces, ¿cómo puede decirse que Él sale?». También hemos preguntado: «¿Qué nos aporta el castigo de ir al exilio? Ya que todo lo que hace el Creador, lo hace solo para favorecer al hombre, entonces ¿Qué gana el hombre yendo al exilio bajo el dominio de las naciones del mundo?».
Según lo que hemos explicado anteriormente, resulta que decir: «Toda la tierra está llena de Su gloria» viene a enseñarnos que, desde la perspectiva del Creador no hay cambios en el mundo. Por el contrario, es como está escrito: «Tú estás antes que el mundo fuera creado y Tú estás después que el mundo fuera creado». Por lo tanto, todos los cambios son desde la perspectiva de la capacitación de los receptores. Es decir, en la medida en que puedan atribuir su trabajo solo para otorgar al Creador, en esa medida se elimina el Tzimtzum (restricción) y se revela la luz que está oculta para los inferiores, y con esto los inferiores reciben deleite y placer.
Esto es considerado como que el pueblo de Israel está en la tierra, cuando sentimos que el Creador es la tierra de Israel. Es decir, dado que el pueblo de Israel está en la tierra de Israel, el Creador recibe el nombre de la acción de entregarse a los seres creados para que lo reconozcan y lo conozcan cuando estén capacitados para esto. Si ellos pecan y pueden dañar, esto es, recibir la abundancia superior y transferirla a las Klipot, que son amor propio, entonces deben «sacarlo de la tierra de Israel», es decir, que el Tzimtzum asciende una vez más y la luz se retira.
Esto se considera que salieron de la tierra, que es el lugar del reino de los cielos, que se llama Shejiná y salir al exilio bajo el dominio de las naciones del mundo.
La corrección de ir al exilio es:
1) Que, en primer lugar, no echarán a perder la abundancia;
2) Al estar en el exilio, el Creador no los abandona en el exilio, como hemos explicado anteriormente, que a veces una persona está en el exilio pero no sabe que es el exilio, que debe huir de ese lugar, es decir, del estado donde se encuentra y recibe alimento, ya que ese lugar se llama «Amor propio». Más bien es al contrario, solo sufre porque no puede satisfacer lo que las naciones del mundo requieren de él ya que lo controlan, y esto significa que no puede satisfacer todo lo relacionado con el amor propio.
Esta es la razón por la que El Zóhar sagrado dice: «Si te expulso de la tierra, los osos podrían atacarte en el campo, o los lobos salvajes o los asesinos te pueden borrar del mundo». Es decir, te sacarán por completo del mundo espiritual y permanecerás únicamente en el mundo corpóreo, llamado «Amor propio».
Por lo tanto, para que no se pierdan en el exilio, el Creador también sale al exilio con ellos, esto significa que Él se les revela en forma de exilio, donde el Creador es llamado «Su nombre», por el nombre del trabajo que Él hace. Ya que ahora Él les imparte el exilio, para que sientan que están en el exilio, y esto es llamado que el Creador salió al exilio con ellos. Él les da la sensación de exilio para que no se pierdan por completo en el exilio al no sentir que han sido expulsados de la tierra y que ahora están bajo el dominio de las naciones del mundo.
Ahora comprenderemos lo que hemos preguntado: «¿Cuál es la corrección de ser expulsados de la tierra?».
1) Que no arruinen lo que han logrado. Esto se considera como conocer a su Creador e intentar rebelarse. Significa que uno conoce a su Creador pero no puede estar solamente en un estado con el fin de otorgar;
2) Al estar en el exilio, sentirán la necesidad de estar solamente en un estado de otorgamiento, por el cual serán recompensados con Dvekut con el Creador. Por consiguiente, los sufrimientos del exilio los reformarán. Y debemos interpretar lo que hemos preguntado: «¿Qué significa que el Creador salió al exilio?», ya que el Creador les está dando el sabor del exilio, se considera que el Creador ha salido de la tierra buena y grata, dándoles aquello que es para su beneficio.