Acerca de “por encima de la razón”
Artículo Nº 21, 1986
Con
respecto
a
por
encima
de
la
razón,
debemos
usar
dicha
vasija
entre una
persona
y
su
amigo
y
entre
una
persona
y
el
Creador.
Sin
embargo, hay
una
diferencia
entre
ellos.
Entre
la
persona
y
el
Creador,
esa
vasija debe
permanecer
para
siempre.
En
otras
palabras,
no
se
debe
subestimar nunca
la
vasija
llamada
‘fe
por
encima
de
la
razón’.
Pero
entre
amigos,
si la
persona
puede
ver
la
virtud
de
sus
amigos
dentro
de
la
razón,
es
mucho mejor. Y,
sin
embargo,
la
naturaleza
del
cuerpo
es
opuesta
−pues
siempre
ve los
defectos
de
su
amigo,
y
no
sus
virtudes.
Esa
es
la
razón
por
la
que nuestros
sabios
dijeron:
‘Juzga
a
cada
persona
favorablemente’.
En
otras palabras,
aunque
dentro
de
la
razón
la
persona
vea
que
su
amigo
está
equivocado,
aun
así
debe
tratar
de
juzgarle
favorablemente.
Y
esto
puede ser
por
encima
de
la
razón.
Es
decir,
aunque
según
la
lógica
no
puede justificarlo,
por
encima
de
la
razón,
siempre
puede
justificarlo.
Sin
embargo,
si
puede
justificarlo
dentro
de
la
razón,
es
ciertamente mejor.
Si,
por
ejemplo,
ve
que
sus
amigos
están
en
un
grado
más
elevado que
el
suyo,
ve
dentro
de
la
razón
cómo
él
se
encuentra
en
la
absoluta bajeza,
comparado
con
sus
amigos,
ya
que
todos
los
amigos
cumplen
su asistencia
al
templo,
y
se
interesan
por
todo
lo
que
está
ocurriendo
entre los
amigos,
para
ayudar
a
cualquiera
todo
lo
que
pueden,
e
inmediatamente implementan
con
hechos
reales
cada
consejo
que
dan
los
maestros
para el
trabajo,
etc.
Eso,
ciertamente,
le
afecta
y
le
da
fuerza
para
sobreponerse
a
su pereza.
Eso
sucede
tanto
cuando
necesita
despertar
antes
del
amanecer, cuando
es
despertado,
como
durante
la
lección,
que
su
cuerpo
también está
más
interesado
en
las
lecciones,
pues
de
otra
manera
sería
el retrasado
de
entre
sus
amigos.
Igualmente,
con
cualquier
cosa
que concierna
a
la
Kdushá
(santidad),
debe
tomarla
más
seriamente
porque el
cuerpo
no
puede
tolerar
la
bajeza.
Además,
cuando
su
cuerpo observa
a
sus
amigos
ve,
dentro
de
la
razón,
que
todos
están
trabajando para
el
Creador
y,
entonces,
su
cuerpo
también
le
permite
trabajar
para
el
Creador. Y
la
razón
por
la
que
el
cuerpo
le
ayuda
a
trabajar
para
el
Creador, como
se
mencionó
−es
que
el
cuerpo
no
está
dispuesto
a
tolerar
la
bajeza. En
lugar
de
esto,
cada
cuerpo
tiene
su
orgullo,
y
no
quiere
aceptar
una realidad
en
la
cual
su
amigo
es
más
grande
que
él.
Así,
cuando
ve
que
los amigos
están
en
un
nivel
más
elevado
que
el
suyo,
eso
le
provoca
ascender en
todos
los
sentidos. Este
es
el
significado
de
lo
que
nuestros
sabios
dijeron:
“La
envidia hacia
los
escritores,
incrementará
la
sabiduría”.
En
otras
palabras,
cuando todos
los
amigos
ven
que
el
grupo
se
encuentra
en
un
nivel
elevado,
tanto en
pensamientos
como
en
acciones,
es
natural
que
cada
uno
deba aumentar
su
grado
a
un
nivel
más
alto
del
que
tiene,
según
las
cualidades de
su
propio
cuerpo. Eso
significa
que
si
la
persona,
por
su
naturaleza,
no
anhela
grandes pasiones,
y
no
se
siente
intensamente
atraída
por
el
honor,
igualmente
a través
de
la
envidia,
puede
adquirir
fuerzas
adicionales,
que
por
su naturaleza,
no
tenía
al
nacer.
Sino
que,
la
cualidad
de
la
envidia
dentro
de ella,
esa
fuerza,
procreó
nuevas
fuerzas,
las
cuales
existen
en
el
grupo.
Y
a través
de
ellos,
recibe
esas
nuevas
cualidades,
es
decir,
fuerzas
que
no
le fueron
transmitidas
por
sus
progenitores.
Así
pues,
ahora
tiene
nuevas cualidades
que
el
grupo
ha
procreado
en
ella.
De
eso
se
deduce
que
una
persona
tiene
cualidades
que
los
padres
dan en
herencia
a
sus
hijos,
y
tiene
cualidades
que
adquiere
del
grupo,
lo
cual es
una
nueva
posesión.
Y
eso
le
llega,
sólo
por
medio
de
la
fuerza
de conexión
con
la
sociedad
y
por
la
envidia
que
siente
hacia
los
amigos. Cuando
ve
que
ellos
tienen
mejores
cualidades
que
las
suyas.
Eso
le motiva,
a
adquirir
esas
buenas
cualidades
que
ellos
tienen
y
que
ella
no,
y así
los
envidia. Así,
a
través
del
grupo,
adquiere
nuevas
cualidades,
que
adopta
al
ver que
ellos
se
encuentran
en
un
grado
más
elevado
que
el
suyo,
y
les tiene
envidia.
Esa
es
la
razón
por
la
que
ahora
puede
ser
más
grande, que
cuando
no
tenía
un
grupo,
ya
que
obtiene
nuevas
fuerzas
a
través del
grupo. Sin
embargo,
esto
puede
decirse
si
verdaderamente
ve
a
los
amigos
en un
grado
más
elevado
que
el
suyo.
Pero,
al
mismo
tiempo,
la
inclinación al
mal
le
muestra
la
bajeza
del
grupo
y
le
hace
pensar:
“Por
el
contrario, ese
grupo
al
que
deseas
unirte
no
es
para
ti.
Ellos
se
encuentran
muchos grados
por
debajo
del
tuyo.
Así,
de
ese
grupo,
no
sólo
no
ganarás
nada, sino
que
incluso
las
fuerzas
que
posees
de
nacimiento,
y
que
son
pequeñas, ese
grupo
tiene
cualidades
incluso
menores
que
las
tuyas.
Así
que,
de hecho,
deberías
permanecer
alejado
de
ellos.
Y
si
quieres
unirte
a
ellos,
al menos
asegúrate
de
que
todos
te
obedezcan,
es
decir,
sigan
tu razonamiento
de
cómo
debería
comportarse
el
grupo:
cómo
sentarse cuando
se
reúnen,
cómo
estudiar,
y
cómo
rezar.
En
otras
palabras, que
todos
sean
serios,
y
Dios
no
permita
que
sonrían
o
discutan
con
los amigos
sobre
asuntos
mundanos:
si
se
ganan
la
vida
o
cómo
se
ganan
la
vida,
fácilmente
o
con
dificultades,
si
tienen
un
trabajo
donde
no
sufren o
si
tienen
dificultades
con
el
patrón
que
le
hace
la
vida
imposible,
o
si
sus compañeros
no
se
burlan
de
él
por
ser
ortodoxo,
etc.
Todos
esos
asuntos son
triviales
y
es
una
pérdida
de
tiempo
pensar
sobre
ellos,
porque
son sólo
asuntos
materiales.
Él,
por
otro
lado,
vino
a
formar
parte
en
una asamblea
de
amigos
con
un
propósito
elevado,
que
es
ser
un
verdadero siervo
del
Creador”.
De eso se deduce que cuando desea olvidar su corporalidad –cuando, de hecho, su corporalidad le preocupa profundamente y no le hace caso y no quiere recordarla– los amigos llegan y empiezan a discutir la corporalidad de un amigo. Y él no se interesa sobre la corporalidad de su amigo, ya que ahora quiere espiritualidad: “Entonces, ¿por qué, de pronto, los amigos enturbian mi mente con asuntos mundanos que no me conciernen a mí en absoluto? ¿Para eso quiero olvidar mi corporalidad, para tener tiempo para pensar en la corporalidad de mis amigos, es posible? Así pues su cuerpo le dice: “Más vale que me escuches a mí y permanezcas lejos de ellos, y ciertamente tendrás más éxito. ¿Por qué confundir tu mente con tales absurdos?” De eso se concluye que cuando el cuerpo le muestra la inferioridad de sus amigos, ¿qué puede responderle a su cuerpo, cuando llega con los argumentos de un justo? En otras palabras, el cuerpo no le aconseja alejarse del grupo, como consejo para que sea malvado. Por el contrario, el cuerpo le dice: “Permaneciendo lejos del grupo, serás justo y pensarás sólo acerca de tu espiritualidad y, cuando sea necesario, también de tu corporalidad”.
Por lo tanto, si una persona cree que sin un grupo es imposible avanzar y alcanzar el amor al Creador, ya que ese es el trampolín para salir del amor propio y entrar en el amor al Creador, no tiene otra opción sino ir por encima de la razón. En otras palabras, debe decirle a su cuerpo: “El hecho de que veas que ellos realmente no están en el grado de anhelar alcanzar el amor al Creador, como tú lo anhelas –esto es así, puesto que tú eres mi cuerpo, y veo en ti que eres más santo que el resto de los cuerpos de los amigos, ya que tú deseas ser siervo del Creador. Veo que me aconsejas dejar a los amigos, porque sus cuerpos muestran su inferioridad y no tienen la fuerza para ocultar sus cualidades detestables, ya que la gente normalmente oculta su maldad a los demás, para que estos le respeten por tener cualidades sobresalientes. Pero aquí, su maldad es tan grande que son incapaces de superar el mal y ocultarlo para que otros no lo vean. Así pues, desde mi perspectiva, son ciertamente inferiores. Sin embargo, sin una sociedad no ganaré nada, a pesar de todas mis buenas cualidades. Así pues, por encima de la razón, observaré lo que los sabios dijeron (Avot, Capítulo 4): ‘Sé muy, muy humilde’. En otras palabras, debo ir por encima de la razón y creer que ellos están en un grado más alto que el mío. Y, entonces, en el grado de mi fe, podré recibir coraje y fuerza de la sociedad, y recibir de ellos lo que la sociedad puede dar”. De eso se deduce que la única razón por la que está aceptando amor a los amigos por encima de la razón es por necesidad, por no tener alternativa; pero, dentro de la razón, ve que él está en lo correcto.
Sin embargo, es precisamente aquí, es decir, con respecto a los amigos, donde el ir “desde la razón” es más importante que el grado de “por encima de la razón”. Eso es así porque, en verdad, cuando una persona desea acercarse en Adhesión con el Creador a través del trabajo que desea hacer sólo para otorgar, el mal comienza a aparecer en ella. Y el asunto del reconocimiento del mal no es una cuestión intelectual. Más bien, es una sensación en el corazón. Eso significa, que debería sentirse como si ella fuera peor y más vil que el resto del mundo. Y si no ha llegado a sentirlo, sino que piensa que hay alguien que aun es peor que ella, entonces probablemente no ha obtenido el reconocimiento del mal. En otras palabras, el mal aun está oculto en su corazón y aun no le ha sido revelado. Eso es así porque sólo es posible ver el mal cuando él posee algo de bien. Por ejemplo, es imposible detectar algo sucio en la casa si está oscuro. Pero cuando enciendes una lámpara, puedes ver que hay suciedad.
Igualmente,
si
uno
no
lleva
a
cabo
buenos
actos,
es
decir,
si
no
se
dedica a
la
Torá
y
a
la
plegaria
y
desea
acercarse
al
Creador,
no
tiene
Luz
que ilumine
su
corazón
para
que
le
permita
ver
el
mal
que
hay
en
éste.
De
eso se
deduce
que
la
razón
por
la
que
aun
no
ve
que
hay
más
mal
en
su corazón,
que
en
el
de
todos
los
amigos,
es
que
aun
necesita
más
bien.
Por eso,
piensa
que
es
más
virtuoso
que
sus
amigos. Por
lo
tanto,
resulta
que
si
ve
que
sus
amigos
son
peores
que
él,
es porque
carece
de
la
Luz
que
brille
para
él
y
mediante
la
que
verá
el
mal en
sí
mismo.
Así
pues,
todo
el
asunto
del
mal
que
está
en
el
hombre
no está
en
la
existencia
del
mal,
ya
que
cada
uno
tiene
este
mal,
llamado “deseo
de
recibir
para
recibir”,
que
es
el
amor
propio,
sino
que
toda
la diferencia
está
en
la
revelación
del
mal.
En
otras
palabras,
no
todas
las
personas
ven
y
sienten
que
el
amor
propio
es
malo
y
dañino,
ya
que
la persona
no
ve
que
dedicarse
a
satisfacer
su
deseo
de
recibir,
llamado “amor
propio”,
la
dañará. Sin
embargo,
cuando
comienza
a
hacer
el
sagrado
trabajo,
en
el
sendero de
verdad,
esto
es,
cuando
desea
obtener
Adhesión
con
el
Creador,
para
que
todas
sus
acciones
sean
para
el
Creador,
a
través
de
esto
recibe
un poco
más
de
Luz
que
le
ilumina
cada
vez,
y
entonces
comienza
a
sentir que
el
amor
propio
es
algo
malo.
Eso
es
un
proceso
gradual.
Cada
vez
ve
que
eso
es
lo
que
le
obstruye obtener
Adhesión
con
el
Creador,
ve
cada
vez
más
claro
cómo
el
deseo
de recibir
es
su
enemigo
real,
tal
y
como
el
Rey
Salomón
se
refirió
a
la
inclinación
al
mal
como
“un
enemigo”.
Acerca
de
ello,
está
escrito:
“Si
tu enemigo
tiene
hambre,
aliméntale
de
pan,
porque
apilarás
carbones ardientes
sobre
su
cabeza”. Por
lo
tanto,
vemos
que,
en
verdad,
la
persona
debe
sentir
que
es
peor que
los
demás
porque,
de
hecho,
es
cierto.
Y
también
debemos
entender lo
que
nuestros
sabios
dijeron:
“La
envidia
hacia
los
escritores, incrementará
la
sabiduría”.
Eso
es,
precisamente,
dentro
de
la
razón. Pero,
por
encima
de
la
razón,
el
mérito
de
sus
amigos
no
es
tan
evidente como
para
decir
que
siente
envidia
de
ellos,
puesto
que
entonces
eso
le haría
trabajar
y
esforzarse
ya
que
sus
amigos
le
obligan,
debido
a
la envidia. Baal
HaSulam
interpretó
una
frase
de
Rabí
Yojanán:
“El
Creador
vio
que los
justos
eran
pocos.
Él
los
situó
y
plantó
en
todas
y
cada
una
de
las generaciones”,
como
se
dijo:
“Porque
los
pilares
de
la
tierra
son
del
Señor, y
Él
ha
establecido
el
mundo
sobre
ellos”.
RaShI
interpreta:
“Los
esparció a
través
de
todas
las
generaciones”,
para
que
sean
una
base,
sustento,
y fundación
para
la
existencia
del
mundo
(Yomá
78b).
“Pocos”
significa
que fueron
disminuyendo.
Por
lo
tanto,
¿qué
hizo
Él?
“Él
los
puso
en
todas
y cada
una
de
las
generaciones”.
Así,
poniéndolos
en
cada
generación,
se multiplicarán.
Debemos
entender
cómo
se
multiplicarán,
si
Él
los
plantó en
todas
y
cada
una
de
las
generaciones.
Debemos
entender
la
diferenciaentre
todos
los
justos
estando
en
una
sola
generación
o
estando
disgregados a
través
de
todas
las
generaciones,
como
se
entiende
de
las
palabras
del comentario
de
RaShI,
que
al
esparcirlos
a
través
de
las
generaciones
los justos
se
incrementarán. Él,
Baal
HaSulam,
dijo:
“Teniendo
justos
en
cada
generación,
habrá
sitio para
la
gente
que
no
tiene
las
cualidades
innatas,
para
obtener
Adhesión con
el
Creador.
Sin
embargo,
mediante
la
unión
con
los
justos
que
estarán en
cada
generación,
mediante
su
adhesión
a
ellos,
aprenderán
de
sus acciones
y
tendrán
la
posibilidad
de
adquirir
nuevas
cualidades
a
través de
los
justos
que
estarán
en
cada
generación.
Esa
es
la
razón
por
la
que
Él esparció
a
los
justos
en
todas
y
cada
una
de
las
generaciones,
para
que,
de esa
manera,
los
justos
se
incrementarán”. Y
como
fue
dicho,
puede
obtenerse
lo
mismo
a
través
de
adhesión
con los
amigos
–nuevas
cualidades
por
las
que
estarán
capacitados
para obtener
Adhesión
con
el
Creador.
Y
todo
eso
puede
decirse
mientras
ve los
méritos
de
los
amigos.
En
ese
tiempo,
es
relevante
decir
que
debe aprender
de
sus
acciones.
Pero
cuando
ve
que
él
está
mejor
calificado
que ellos,
entonces
no
tiene
nada
que
pueda
recibir
de
los
amigos.
Esa
es
la
razón
por
la
que
dijeron
que
cuando
la
inclinación
al
mal
llega y
le
muestra
la
bajeza
de
los
amigos,
debe
ir
por
encima
de
la
razón.
Pero, ciertamente,
será
mejor
y
tendría
más
éxito
si
pudiera
ver,
desde
la
razón, que
los
amigos
están
en
un
nivel
más
alto
que
el
suyo.
Con
ello
podemos entender
el
rezo
que
Rabí
Elimelej
escribió
para
nosotros:
“Permite
que nuestros
corazones
vean
las
virtudes
de
nuestros
amigos,
y
no
sus defectos”. Sin
embargo,
entre
la
persona
y
el
Creador,
es
un
asunto
completamente distinto.
En
otras
palabras,
es
mejor
“por
encima
de
la
razón”.
Significa que
si
asume
la
fe
por
encima
de
la
razón,
su
trabajo
se
encuentra
en
el sendero
correcto.
No
ocurre
así
dentro
de
la
razón,
aunque
el
intelecto
de la
persona
lo
capte
de
manera
diferente.
En
otras
palabras,
cada
persona conoce
y
entiende
que
si
no
tuviera
que
creer,
sino
que
Su
Providencia fuera
revelada
a
través
del
mundo,
esto
es,
a
todos
los
creados,
ciertamente todo
el
mundo
se
esforzaría
en
la
Torá
y
las
Mitzvot,
y
no
habría
lugar
para los
seculares.
Por
el
contrario,
todos
serían
religiosos. Pero,
siendo
que
Su
Providencia
no
es
revelada
a
los
inferiores,
sino que
se
debe
creer,
y
la
fe
es
un
asunto
difícil,
ya
que
el
Creador
nos
da
el intelecto
y
la
razón
para
ver
cada
asunto
según
nuestros
propios
ojos. Nosotros
consideramos
todo
lo
que
concierne
a
la
persona
y
su
amigo,
de acuerdo
a
nuestro
mejor
juicio,
y
ahí
no
hay
nada
que
nos
aporte distinciones
excepto
nuestras
mentes,
como
nuestros
sabios
dijeron:
“Un juez
sólo
tiene
lo
que
sus
ojos
ven”
(Baba
Batrá
131).
Se
deduce
que
nosotros conducimos
todos
nuestros
asuntos
dentro
de
la
razón,
no
por
encima
de la
razón.
Y
por
ese
motivo,
cuando
la
persona
comienza
con
el
trabajo
del Creador
y
le
dicen
que
debe
asumir
la
fe
por
encima
de
la
razón,
comienza a
pensar:
“Pero
yo
veo
que
el
Creador
nos
da
la
razón
para
entenderlo
todo
de
acuerdo
al
intelecto,
es
decir,
según
la
manera
en
la
que
comprende nuestra
razón.
Así,
¿cómo
puedo
asumir
algo
que
va
en
contra
de
mi razón?”
Es
un
asunto
muy
difícil
para
el
cuerpo,
entender
que
es
más conveniente
hacer
el
trabajo
sagrado,
por
encima
de
la
razón. Por
encima
de
la
razón
se
aplica
en
la
mente
y
el
corazón.
Ese
es
el motivo
por
el
que
no
todas
las
personas
pueden
entrar
en
el
trabajo sagrado
en
la
forma
de
otorgamiento,
el
cual
es
el
trabajo
por
encima
de la
razón.
Por
ese
motivo,
cuando
se
enseña
al
resto
del
mundo
el
trabajo del
Creador,
la
orden
es
como
Maimónides
dijo,
que
empiezan
en
Lo Lishmá
(no
en
Su
beneficio),
hasta
que
ganan
conocimiento
y
adquieren mucha
sabiduría,
y
entonces
se
les
dice
que
la
esencia
del
trabajo
es
para otorgar,
lo
cual
se
llama
“trabajar
para
el
Creador”.
Sin
embargo,
debemos
entender
por
qué
es
mejor
trabajar
para
otorgar. Ya
que
la
razón
nos
dice
lo
contrario,
que
si
servir
al
Creador
estuviera dentro
de
la
razón,
llegaría
más
gente
que
querrían
ser
siervos
del Creador.
Baal
HaSulam
dijo
acerca
de
ello
que
uno
no
debe
pensar,
que
el que
Creador
nos
dé
Su
trabajo
en
la
forma
de
“por
encima
de
la
razón”,
es un
grado
bajo.
Por
el
contrario,
debemos
creer
que
es
un
grado
muy
alto, porque
sólo
a
través
de
ello,
uno
tiene
la
posibilidad
de
ser
apto
para trabajar
por
otorgar.
De
otra
manera,
tendríamos
que
caer
en
“con
el
fin de
recibir”.
Por
lo
tanto,
aunque
habría
más
gente
que
trabajaría,
si
el
trabajo hubiera
sido
dentro
de
la
razón,
nunca
tendrían
la
posibilidad
de
lograr Adhesión
con
el
Creador,
que
es
el
trabajo
para
otorgar.
Por
lo
tanto, aunque
hubiera
un
incremento
en
cuanto
a
la
cantidad,
en
términos
de calidad,
sería
imposible
para
el
hombre
el
ser
capaz
de
recibir
el
deleite
y el
placer
que
el
Creador
desea
dar
a
los
creados,
de
acuerdo
a
Su
deseo, que
es
hacer
el
bien
a
Sus
creaciones.
Por
lo
tanto,
para
que
el
deleite
y
el
placer
que
los
creados
recibirán,
no tengan
defectos,
esto
es,
evitar
el
pan
de
la
vergüenza,
existió
la
corrección del
Tzimtzum
(restricción)
−ya
que
la
abundancia
superior
no
brilla
salvo en
donde
hay
equivalencia
de
forma.
Eso
se
considera,
que
los
creados reciben
la
abundancia
en
vasijas
de
otorgamiento.
Y
cuando
no
hay
vasijas de
otorgamiento,
los
creados
deben
permanecer
en
la
oscuridad,
que
se llama
“morirán
sin
sabiduría”.
Sin
embargo,
debemos
saber
que
también
hay
luz
de
la
Torá
en
Lo Lishmá,
sobre
lo
cual
nuestros
sabios
dijeron:
“Uno
siempre
debe esforzarse
en
la
Torá
y
las
Mitzvot
en
Lo
Lishmá,
porque
de
Lo
Lishmá
uno llega
a
Lishmá,
ya
que
la
Luz
en
ésta,
lo
reforma”,
después,
uno
debe alcanzar
Lishmá.
En
otras
palabras,
debe
llegar
a
trabajar
por
encima
de
la razón
en
mente
y
corazón. Pero,
entre
la
persona
y
su
amigo,
sí
puede
trabajar
en
el
amor
de
los amigos
dentro
de
la
razón,
es
decir,
si
trata
de
ver
a
los
amigos
como
que
están
en
un
nivel
de
santidad
más
alto
que
él
mismo,
esto
es
ciertamente mejor.
En
otras
palabras,
si
ve
dentro
de
la
razón
que
los
amigos
están más
cerca
de
la
Adhesión
con
el
Creador
que
él,
esto
es
indudablemente mejor
que
si
tuviera
que
creer
por
encima
de
la
razón.
Así,
en
verdad,
ve
que
está
en
un
grado
más
alto
que
los
amigos. Dentro
de
la
razón,
siempre
ve
a
los
amigos
como
inferiores.
Sin embargo,
cree,
por
encima
de
la
razón,
que
debe
decir:”es
una
Mitzvá (precepto),
que
debe
creer
que
no
es
como
él
lo
ve”.
Ciertamente,
si puede
ver
dentro
de
la
razón
que
los
amigos
se
encuentran
en
grados
de santidad,
es
mejor
todavía. De
manera
similar,
podemos
interpretar
(Samuel,
16:7):
“Pero
el
Señor le
dijo
a
Samuel:
‘No
mires
su
apariencia
o
lo
alto
de
su
estatura,
porque
Yo
lo
he
rechazado;
porque
no
es
como
el
hombre
ve,
porque
el
hombre mira
la
apariencia
exterior,
pero
el
Señor
mira
al
corazón’”. Nosotros,
por
lo
tanto,
vemos
que
cuando
el
Creador
envió
a
Samuel
a ungir
a
uno
de
los
hijos
de
Ishai,
Samuel
entendió
a
través
de
lo
que
vio en
sus
ojos,
que
Eliav
hijo
de
Ishai
era
adecuado
para
ser
el
rey
de
Israel
en lugar
del
Rey
Saúl,
pero
el
Creador
no
estuvo
de
acuerdo
con
su percepción.
Al
final,
trajeron
a
David,
quien
estaba
pastoreando
el
ganado, y
David
era
pelirrojo,
de
bellos
ojos
y
de
hermosa
apariencia,
“Y
el
Señor dijo:
‘Levántate
y
úngelo,
porque
éste
es’”.
¿Qué nos enseña eso? Aquí vemos dos cosas:
1) Desde la perspectiva de Samuel, él apreció que las virtudes de Eliav –de acuerdo a su mente− eran adecuadas para ser el rey de Israel. Pero el Creador le dijo: “Ahora, no sigas a tu razón”, ya que en lo que se refiere al Creador, la razón no tiene ningún valor. Más bien, como el Creador quiso coronar a un rey, a eso se le llama “entre una persona y el Creador”, donde no hay lugar para la razón: “Porque Mis pensamientos no son sus pensamientos, tampoco Mis modos son sus modos”. En cambio, ¿qué le dijo el Creador? “Porque no es como el hombre mira, porque el hombre mira la apariencia exterior, y el Señor mira al corazón”. De acuerdo a lo dicho antes, podemos interpretar que “Porque el hombre mira la apariencia exterior”, es bueno entre una persona y su amigo. En ese caso, es bueno si uno puede ir dentro de la razón, y que esto está de acuerdo con lo que uno ve. No es así con: “Y el Señor mira al corazón”. En otras palabras, con respecto a asuntos del Creador, uno no debe ver según sus propios ojos, sino por encima de la razón. Así pues, aquí se deben hacer dos discernimientos:
1) Entre una persona y el Creador: es mejor por encima de la razón.
2) Entre una persona y su amigo: es mejor dentro de la razón. Ese es el motivo por el que el Creador le dijo: “No mires su apariencia”, ya que respecto a seguir lo que ven sus ojos, esto es bueno entre una persona y su amigo. Si puedes ver los méritos del amigo desde de la razón, mejor todavía. Pero no es así cuando quiero ungirle como rey.
Esa decisión Me pertenece, le quiero como rey. A esto se le llama “Entre una persona y el Creador”. Aquí el trabajo correcto es por encima de la razón, ya que, precisamente de esa manera, es posible alcanzar el “recibir para otorgar”. De otra manera, caerá en “recibir para recibir”, lo que causa la separación y el alejamiento de la Kdushá (santidad). Sin embargo, aquí surge una pregunta, después de que uno ha decidido ir por encima de la razón y no mirar a todas las cuestiones que el cuerpo, comienza a preguntar. Cuando empieza a trabajar en el sendero de otorgamiento y de la fe por encima de la razón, y supera todos los obstáculos –las cuestiones que el cuerpo le trae del mundo que le rodea– y cierra sus ojos y no desea ver nada que contradiga la mente y el corazón, sino que ha decidido ir sólo por encima de la razón;
Después de esa decisión, de pronto, algunas veces, aduce grandes excusas con las que el cuerpo debe estar de acuerdo. Así pues, ve que ahora está yendo dentro de la razón. Pero, qué puede hacer, cuando ahora ve, a través de las excusas que recibió desde arriba, que se dice a sí mismo: “¿Qué puedo hacer ahora que no tengo sitio donde poder trabajar por encima de la razón? Ahora veo que todo lo que hago para otorgar es como debe ser”. Así pues, ya no tiene ninguna pregunta sobre servir al Creador, que lo fuerce a trabajar por encima de la razón. Pero, como el trabajo es fundamentalmente por encima de la razón, ¿qué puede hacer cuando se encuentra en tal estado?
Baal HaSulam dijo que cuando una persona es recompensada con alguna revelación desde arriba y ahora siente que conviene ser siervo del Creador, de eso se deduce que hasta ahora había trabajado en la forma de “por encima de la razón”: el cuerpo no estaba de acuerdo con ese trabajo y siempre había tenido que sobreponerse, necesitando que el Creador le diera fuerza, para superarse por encima de la razón. Pero ahora ya no necesita la ayuda del Creador, ya que ahora siente que tiene una base en la cual construir su estructura. En otras palabras, ya tiene un apoyo en el cual confiar. Así pues, ahora está dañando la fe que usaba antes, ya que ahora puede decir: “Gracias a Dios, me deshice de la carga de fe, que fue una carga y un lastre para mí”. Pero ahora ya tengo una base dentro de la razón, porque ahora he recibido algún despertar desde arriba, con el que el cuerpo está de acuerdo, en que vale la pena observar la Torá y las Mitzvot. De ahí resulta que, mediante ello, está dañando la fe.
Y
Baal
HaSulam
dijo
que
en
ese
momento,
uno
debe
decir:
“Ahora
veo que
la
manera
real
es,
de
hecho,
ir
por
encima
de
la
razón.
Y
la
evidencia de
eso
es
el
hecho
de
que
ahora
he
sido
recompensado
con
alguna iluminación
desde
arriba,
es
sólo
porque
he
tomado
sobre
mí
el
ir
por encima
de
la
razón.
Ese
es
el
motivo
por
el
que
fui
recompensado
con que
el
Creador
me
acercara
un
poco
más
a
Él
y
me
diera
algún
despertar
desde
arriba”. Y
esta
iluminación
que
ha
recibido
ahora
de
arriba,
le
da
una
respuestaa
todas
sus
preguntas.
Resulta
que
esto
da
evidencia
de
“por
encima
de
la razón”.
Así
pues,
¿qué
debo
hacer
ahora
para
continuar
con
por
encima de
la
razón?
Sólo
hay
que
reforzar
y
empezar
a
buscar
maneras
de
vestir
su
trabajo,
bajo
la
forma
de
“por
encima
de
la
razón”. De
ahí
se
deduce
que
mediante
ello,
que
no
dañó
su
fe
en
absoluto,
ya que
caminaba
en
ella
antes
de
ser
recompensado
con
alguna
iluminación desde
arriba.
Que
incluso
ahora
no
está
recibiendo
la
iluminación
como fundamento
sobre
el
que
construir
la
estructura
de
su
trabajo.
Más
bien, está
tomando
la
iluminación
como
testimonio
de
que
se
encuentra
en
el
sendero
correcto,
que
es
la
fe
por
encima
de
la
razón.
Sólo
mediante
esa forma
de
trabajo,
el
Creador
acerca
a
la
persona
a
Él
y
le
da
lugar
a acercarse
a
Él,
ya
que
esa
cercanía
no
le
dejará
caer
en
las
vasijas
de recepción,
llamadas
“dentro
de
la
razón”,
ya
que
el
Creador
ve
que
está tratando
de
ir
sólo
por
encima
de
la
razón.
De todo lo anterior se deduce que en cuanto a “por encima de la razón”, hay una diferencia entre una persona y el Creador y entre una persona y su amigo. Entre una persona y su amigo: si puede ver los méritos de los amigos dentro de la razón, es todavía mejor. Pero si desde de la razón sólo ve los defectos de los amigos, no tiene más opción que ir por encima de la razón y decir: “Todo lo que veo, oigo y siento está equivocado y no es cierto. Es imposible que estuviera equivocado sobre los amigos con los que elegí unirme, es decir, que hice un mal cálculo”. “O sea, yo pensaba que habría crecido en riqueza espiritual a través de ellos, ya que ellos tenían posesiones que yo no tenía. Por lo tanto, si fuera a unirme con ellos, podría elevarme a un grado más alto del que pensaba. Pero ahora veo que, de hecho, pienso de otra manera. Y escuché que Baal HaSulam dijo que lo único que puede ayudar a la persona a salir del amor propio y ser recompensado con el amor al Creador es el amor a los amigos. Por lo tanto, no tengo opción sino unirme con esos amigos aunque, en mi opinión, sería mejor permanecer lejos de ellos y no unirme a ellos”. Sin embargo, no tengo otra opción y debo creer por encima de la razón que, de hecho, todos los amigos están en un grado elevado, pero yo no puedo ver su virtud con mis ojos”. Esa es la razón por la que debo creer por encima de la razón. Pero cuando observa el mérito de sus amigos desde la razón, ciertamente puede derivar grandes beneficios de los amigos. Pero, ¿qué puede hacer? No tiene alternativa.
No
obstante,
es
diferente
entre
la
persona
y
el
Creador.
En
un
lugar
en el
que
puede
ir
por
encima
de
la
razón,
es
mejor.
Por
ese
motivo,
donde uno
puede
ser
asistido
desde
dentro
de
la
razón,
es
decir,
si
es recompensado
con
alguna
iluminación
desde
arriba,
entonces
puede decir:
“Ahora
veo
que
vale
la
pena
ser
un
sirviente
del
Creador
porque siento
que
tiene
sentido
el
trabajo”.
De
eso
se
deduce
que
él
tomó
esta
sensación
de
encontrar
significado
en
el
trabajo,
como
base
y
fundamento sobre
el
cual
construir
su
judaísmo.
Ahora
que
entiende
con
su
razón que
vale
la
pena
guardar
la
Torá
y
Mitzvot,
toda
su
base
está
construida sobre
esta
condición.
Eso
significa
que
cuando
encuentra
significado
en el
trabajo,
le
conviene
obedecer
la
voz
del
Creador.
Así
pues,
si
no encuentra
significado
en
el
trabajo,
no
puede
guardar
las
Mitzvot
del Creador.
Sabe
que
asumir
el
Reino
de
los
Cielos
debe
ser
“Con
todo
tu
corazón y
con
toda
tu
alma”.
En
otras
palabras,
incluso
si
Él
toma
su
alma,
es
decir, incluso
si
no
tiene
ninguna
vitalidad,
ni
siquiera
Néfesh,
aun
está
obligado a
ser
siervo
del
Creador
y
a
no
presentar
ninguna
condición
ante
el Creador,
diciéndole:
“Si
haces
lo
que
deseo,
de
acuerdo
a
lo
que
entiendo que
necesito
−es
decir,
que
siento
una
carencia
en
esto,
y
si
Tú
satisfaces mi
necesidad−,
prometo
ser
un
siervo
del
Creador.
Pero
si
Tú
no
satisfaces todos
mis
deseos
–conforme
a
lo
que
yo
entiendo
que
necesito−
no puedo
asumir
todo
lo
que
Tú
me
ordenas
a
través
de
Moisés”.
Sin
embargo,
uno
debe
asumir
la
carga
del
Reino
de
los
Cielos
sin ninguna
condición,
es
decir,
incluso
por
encima
de
la
razón.
Además,
uno debe
decir:
“El
tener
que
trabajar
por
encima
de
la
razón
no
es
porque
el Creador
no
pueda
darnos
razón”.
Más
bien,
debemos
creer
que
todo
es para
nuestro
beneficio.
Resulta
que
entre
una
persona
y
el
Creador debemos
tratar
de
observar
por
encima
de
la
razón
y,
si
recibe
algo
de
razón,
debe
hacer
según
lo
mencionado
arriba.