Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
¿Cuál es la principal carencia por la que uno debería orar?
Artículo 12, 1986
Se sabe que la «Creación» se llama carencia. Es por eso que se llama «existencia a partir de la ausencia». El hombre fue creado lleno de carencias. Por lo tanto, para que el hombre tenga éxito en el trabajo, cuando va a llenar sus carencias, primero debe saber cuál es la carencia principal a la que debe dar prioridad por sobre todas sus carencias. Dado que hay carencias espirituales y carencias materiales, primero debemos aclarar que definimos como espirituales y que definimos como materiales.
En el libro «Prefacio a la Sabiduría de la Cabalá» (art. 11) está escrito: «Ahora puedes entender la verdadera diferencia entre la espiritualidad y la materialidad, porque todo lo que hay en el deseo de recibir perfecto en todos sus aspectos, que es la cuarta fase (Bejiná Dálet), es considerada como «material». Y esto se encuentra en todos los detalles de la realidad que se presenta ante sus ojos en este mundo. Por el contrario, cualquier cosa que esté por encima de esta gran cualidad del deseo de recibir se considera "espiritualidad"».
De esto se deduce que «materialidad» significa aquello que se relaciona con llenar nuestro deseo de recibir. Por lo tanto, todo lo que uno trabaja en su propio beneficio se llama «materialidad», y lo que trabaja para beneficiar al Creador se llama «espiritualidad».
Por lo tanto, queda claro que el Kli para lo material, es solo para satisfacerse a uno mismo y nosotros no tenemos que crear un Kli que tenga como objetivo el recibir con el fin de recibir, porque el Creador nos dio esos Kelim de inmediato cuando se reveló la creación. Ya que se sabe que el pensamiento de la creación, llamado «Su deseo de hacer el bien a Sus creaciones», creó de la existencia a partir de la ausencia, el deseo de recibir, que desea recibir todo el bien y el placer. Además, el Creador llena a ese Kli según Su voluntad. Por lo tanto, no necesitamos pedir por las vasijas de recepción.
Por lo tanto, la plegaria que elevamos por lo material, es solo para el llenado, lo que significa que es para que el Creador llene todo lo que sentimos que nos falta, ya que la sensación de carencia, es la que nos hace sufrir. Y el sufrimiento que sentimos es la razón por la que hacemos todo lo que está a nuestro alcance para llenar nuestras carencias.
Pero, cuando oramos por la espiritualidad, para que el Creador llene nuestras carencias, y como la carencia por espiritualidad fue la razón de la plegaria, es que el Creador cumpla nuestros deseos, ya que estamos sufriendo porque nuestra carencia no se ha llenado, pues esa carencia aún no ha nacido en nosotros, es decir, la falta de llenar al Kli llamado «vasija de otorgamiento», que es la diferencia entre la espiritualidad y la materialidad. El «Kli material» se llama vasija de recepción y quiere llenar su propio beneficio. «Kli espiritual» se llama al Kli que quiere satisfacer el beneficio del Creador, en contra del propio beneficio.
Este Kli no se encuentra en la naturaleza de la creación, ya que por parte de la naturaleza, el hombre nace solo con el Kli de beneficio propio. Y lo que le decimos a nuestro cuerpo, acerca de que debemos trabajar en beneficio del Creador, es algo que no comprende, ni siquiera entiende lo que se le está diciendo, pues no se puede imaginar, el no considerar su propio beneficio y al contrario, pensar todo el día en beneficiar al Creador. En especial, cuando escucha que le conviene renunciar a los placeres que pertenecen al amor propio, para poder beneficiar al Creador.
Esto es tan extraño para el cuerpo, cuando escucha que uno debe trabajar solo con el fin de otorgar, inmediatamente, se vuelve astuto y pregunta: me gustaría saber si ves a otras personas caminando por ese camino, que tú quieres hacer como ellos, si es así, entonces estoy de acuerdo contigo, pero dime por ti mismo ¿cuántas personas ves, que todos sus pensamientos en la vida son solo preocuparse por el beneficio del Creador y no de su beneficio propio? Si asumimos que tú sabes que hay personas que están caminando por esa línea, pero, ¿cuánto tiempo y esfuerzo invirtieron para poder tener la capacidad de realizar todas sus acciones, solo con el fin de otorgar? Y en especial ¿cuánto tiempo debería tomar esto, un mes, dos meses, un año, dos años? Y se vuelve aún más astuto y pregunta: ¿Todos aquellos que invirtieron tiempo y esfuerzo, logran ese nivel y pueden dirigir todos sus actos con el fin de otorgar? Con estas palabras tienen fuerza para alejar a la persona del trabajo perteneciente al camino del otorgamiento.
De todo lo anterior se desprende que, en lo que se refiere a la espiritualidad, llamada «Dar contento a su Hacedor», una persona no tiene tal carencia. Por el contrario, si llega al hombre el pensamiento que debemos hacer algo para otorgar al Creador, sin ninguna recompensa a cambio, todos los pensamientos y deseos del cuerpo protestan de inmediato y gritan, no seas tonto, no seas una excepción yendo en contra de la mayoría del mundo, que saben que la razón que lo impulsa a uno a trabajar es el beneficio propio.
Solo con esa fuerza puede dedicarse a la Torá y a las Mitzvot (preceptos). Aunque sabe que tiene que trabajar por Lishmá (En nombre de la Torá), él sabe que hay una respuesta general a esto, ya que él cumple con lo que nuestros sabios dijeron: «Uno siempre debería dedicarse a la Torá y a las Mitzvot Lo Lishmá (no en Su nombre) porque de Lo Lishmá alcanzará a Lishmá». Sin embargo, no nos debemos preocupar por esto, es decir, tener que comprobar si realmente se ha acercado un poco a Lishmá. Por el contrario, sabe, que lo bueno está destinado a llegar, lo que significa que, sin duda, alcanzará Lishmá, por lo que no necesita ni siquiera pensar cuál es el significado de Lishmá, porque no necesita examinar los detalles de las cosas que se supone que no debe hacer. Por el contrario, él vive como la mayoría.
Por lo tanto, hay una gran distinción entre la plegaria que uno reza por la materialidad y la plegaria por la espiritualidad. Para la espiritualidad, uno primero debe orar por el Kli, es decir, por la carencia, sentir dolor y pesar por no tener ese Kli, llamado «deseo», es decir, anhelar dar contento a su Hacedor.
Por lo tanto, de esto se deduce que no necesita orar para llenar la carencia, como ocurre en el mundo material, que cuando tiene una necesidad y pide la satisfacción de la necesidad, porque aún no tiene ningún Kli espiritual. Por lo tanto, cuando el hombre ora por la espiritualidad, debe orar por el Kli, para que el Creador le dé un Kli para querer otorgarle al Creador. Después, cuando tenga un Kli que pertenece a la espiritualidad, podrá orar por la abundancia, para que entre en el Kli espiritual.
De lo anterior se deduce que la verdadera carencia, por la cual uno debe orar al Creador debe ser por el Kli. Esto sigue la regla de: «No hay Luz sin un Kli». Cuando reza por una verdadera carencia de la que carece, viene la concesión de la plegaria, es decir, que el Creador le da un nuevo Kli, tal como está escrito: «Y les quitaré el corazón de piedra de su carne, y les daré un corazón de carne».
Y, acerca de esta carencia escuché de Baal HaSulam, quien dijo en nombre de su maestro, el Admor de Pursov, acerca del versículo: «Ordena a Aarón» (Parashat Tzav). Y Rashi interpreta que, la orden significa «apresurarse rápidamente y para la posteridad». Rabí Shimón dijo: «Apresurarse principalmente donde los bolsillos están vacíos». E interpretó que «bolsillo» significa Kli, en el que se pone el dinero. Por lo general, nos esforzamos y preocupamos por obtener dinero. Y él dijo: «El hombre debería preocuparse muchísimo donde falta en los bolsillos, que se refiere a la carencia del Kli».
Es como explicamos, que en la espiritualidad uno no necesita orar para que el Creador le dé abundancia y Luces. Más bien, primero debe procurar tener un Kli, es decir, un deseo y anhelo de otorgar al Creador, ya que por naturaleza, solo queremos recibir y no dar.
De esto se deduce que cuando uno ingresa en el trabajo sagrado y quiere alcanzar su perfección, debe invertir todas sus fuerzas para obtener el deseo de querer brindar contento a su Hacedor. Aquí es hacia donde uno debe enfocar todas sus plegarias, que el Creador lo ayude, que le de ese nuevo Kli y decirle:«Señor del mundo, así como Tú me has dado un Kli desde el comienzo de mi vida en este mundo, que es para recibir solo en beneficio propio, ahora te pido que me des un nuevo Kli, para tener solo el deseo de otorgarte contento».
No deberíamos preguntarnos ¿cómo se puede orar para recibir un Kli llamado «deseo de otorgar» cuando decimos que no le falta ese Kli, porque no siente que le falte? Si es así ¿cómo se puede pedir algo por lo que uno no tiene carencia?
Y aunque ve que no tiene el Kli llamado «deseo de otorgar», esto no significa que uno necesite todo lo que no tiene. Así como está escrito en las Sefirot superiores, que la Sefirot de Biná: «Desea Jésed (bondad)», aunque aprendimos que a través del Tzimtzum Bet (segunda restricción) ella se separó de Rosh de AA. Aún así se considera que no salió, porque, aunque no tiene Jojmá, esto no se considera una carencia, porque no la necesita.
Cuando examinamos algo que no tiene lo consideramos carencia, vemos que precisamente le falta. Más aún, uno debe sufrir por no tenerla. Es decir, incluso cuando siente que lo necesita, pero si no está atormentado por no tenerlo, no se considera una carencia. Por lo tanto, ¿cómo se puede orar por algo que a uno no le falta?
Es por eso que uno debe pensar en el propósito de la creación, que se sabe que es «Hacer el bien a Sus creaciones». Y cuando uno comienza a criticar esa bondad, que justamente se encuentra entre las criaturas, es decir, lo que disfrutan del bien y el placer que el Creador quiere darles, sin embargo, no puede encontrarlo entre las criaturas, eso lo hace dar cuenta de que debe haber alguna razón que impide el deleite y el placer a las criaturas, y por lo cual la abundancia superior no puede ser revelada, y es por eso que el propósito de la creación no puede llegar a ser completado.
Y cuando se mira a sí mismo, dice que todo eso que ve, que las criaturas no reciben la abundancia, debe ser porque no observan la Torá y las Mitzvot adecuadamente, como uno realmente debe observar los mandamientos del Rey. Es como dijeron nuestros maestros, «El Creador quiso recompensar (o purificar) a Israel, por lo tanto, les dio la Torá y las Mitzvot (preceptos) en abundancia». Esto significa que a través de la Torá y Mitzvot podemos disfrutar del bien y del placer.
Sin embargo, la pregunta es ¿por qué no observamos la Torá y las Mitzvot para poder servir al Rey como corresponde? Él dice que es debido a que carecemos de la sensación de la importancia que tienen la Torá y las Mitzvot, y que carecemos de la importancia del Metzavé (El que ordena la Mitzvá), que nos ordenó observar Su Torá y Sus Mitzvot.
Así es que la persona llega a la decisión que solo el Creador puede corregir esto. Es decir, si Él nos revela un poco de la Luz de la Torá y las Mitzvot para que podamos sentir el placer que hay en ellas, ciertamente, cada uno tendrá la capacidad de servir al Rey con toda nuestra alma y corazón, como debería ser con aquellos que sienten la grandeza del Rey. Es por eso que deberíamos orar al Creador, para que nos dé un poco de la abundancia superior. Entonces, todos se dedicarán a la Torá y a las Mitzvot correctamente, sin ninguna negligencia.
Sin embargo, vemos lo que dice el sagrado Arí, que allí la Nukva no era apropiada, es por eso que tuvo lugar la ruptura. El Or Pnimi, interpreta el Rav, dado que la abundancia superior debería entrar en el Kli para recibir la abundancia con el fin de otorgar, y como la Luz era mayor que lo que el Kli estaba preparado para recibir, lo que significa que el Kli debería recibir la Luz, precisamente de acuerdo con su capacidad de dirigirla con el fin de otorgar, y a esa Luz tan grande no tenía la capacidad de dirigirla con el fin de otorgar, por eso la Luz tuvo que entrar en los Kelim (vasijas) cuyo deseo es con el fin de recibir.
Esto se llama «Klipá» (cáscara). Resulta que los Kelim se rompieron, lo que significa que, si llegara la abundancia a esos Kelim, todo iría a los externos, es decir, a las Klipot. Esto es similar a decir que el Kli se rompió, así que no colocamos nada en él, porque todo caería en el exterior.
Por lo tanto, uno no debe orar para recibir abundancia de lo alto, ya que seguramente todo irá a los externos. En cambio, debe orar al Creador para que le dé un Kli, que es el deseo y las ansias de otorgarle al Creador. Cuando tenga ese Kli, la abundancia superior se le revelará al hombre y sentirá la bondad y el placer que hay en el pensamiento de la creación: «Hacer el bien a Sus creaciones». Por lo tanto, se debería pedirle al Creador lo que realmente le falta al hombre, que es el Kli de otorgar, y por el resto de las cosas no debe orar.