<- Biblioteca de Cabalá
Seguir leyendo ->
Inicio de la Biblioteca de Cabalá /

Rabash / Acerca de la vela de Janucá

Acerca de la vela de Janucá

Artículo 9, 1986

Está escrito en Maséjet Shabat (23b): «Raba dijo: Claramente, entre “una vela para su casa” y una “Vela de Janucá”, es preferible una vela para su casa por la paz del hogar». Rashi interpreta que «Vela para su casa», se refiere al Shabat, siendo que él es pobre y no puede permitirse comprar aceite para dos velas. En cuanto a la paz del hogar, es como se dice: «Mi alma está desprovista de paz». Este es el encendido de las velas en Shabat, cuando su familia lamenta estar sentada en la oscuridad.

Sin embargo, la vela de Janucá no es para la paz del hogar, porque está prohibido usar su luz, como decimos después de encender las velas de Janucá: «Estas velas son sagradas, y no tenemos permiso para usarlas, sino solo para verlas». Debemos entender lo siguiente:

1) Él explica que la vela de Shabat precede a la vela de Janucá, debido a la paz del hogar. Esto requiere una explicación. ¿Es esta una razón suficiente para cancelar la Mitzvá (precepto) de las velas de Janucá, las cuales son tan importantes debido a la santidad en ellas, hasta el punto en que nuestros sabios dijeron que está prohibido usar su luz, como decimos: «Estas velas son sagradas y no tenemos permiso para usarlas, sino solo para verlas»? ¿Cancelamos esta Mitzvá por la paz del hogar, que es un asunto corpóreo?

2) Necesitamos entender la conexión entre la vela de Shabat y la paz del hogar, esto lo aprendemos del versículo: «Mi alma está desprovista de paz», que es el encendido de las velas en Shabat.

Para entender lo anterior, primero debemos aclarar los tres asuntos antes mencionados:

1) ¿Qué es el Shabat?;

2) ¿Qué es la paz del hogar?;

3) ¿Qué es Janucá?

Nuestros sabios dijeron que Shabat se asemeja al mundo por venir (Berajot, 57). Además, está escrito en la plegaria vespertina de Shabat: «Has santificado el séptimo día en Tu nombre, el propósito de la creación del cielo y la tierra». «Propósito» significa que este es el objetivo por el cual se crearon el cielo y la tierra.

Además, se sabe que el propósito de la creación es hacer el bien a Sus creaciones, lo que significa que las criaturas reciban el bien y el placer, y a esto se lo denomina «El propósito de la creación». Lo que precede al propósito es el tiempo de trabajo. Esto hace surgir la pregunta: si el propósito es hacer el bien, ¿por qué necesito este trabajo?

La respuesta es conocida, y es que nos dieron el trabajo para evitar el pan de la vergüenza, lo cual se llama la «Corrección de la creación». Esto significa que a través de esta corrección podremos recibir el bien y el placer, porque ya tendremos equivalencia de forma con el Creador, en el sentido que las criaturas desean otorgar al Creador como el Creador desea otorgar a las criaturas. Por lo tanto, al trabajar con el fin de otorgar no hay lugar para el pan de la vergüenza.

De acuerdo con esto, el trabajo que se nos dio se refiere a la corrección de la creación y no al propósito, porque el propósito es disfrutar y no trabajar. Por lo tanto, nuestra necesidad de corrección no se refiere al placer, ya que el Creador lo da, porque ese es el propósito. Para que el bien y el placer que recibamos sean totales y completos, esto significa que podamos recibir el bien sin sentirnos incómodos por ello, se nos dio ese trabajo porque el trabajo consiste en que tenemos que cambiar los Kelim (vasijas) que hemos recibido por naturaleza, y obtener otros Kelim, llamados «Vasijas de otorgamiento». Cuando se recibe el bien y el placer en las vasijas de otorgamiento, no hay incomodidad al recibir la abundancia.

Estos dos discernimientos que aclaramos con respecto al propósito de la creación, para que llegue a su completitud, son explicados en dos estados:

1) El orden de corrección de la creación es el de dedicarnos a la Torá y Mitzvot (preceptos) con el fin de otorgar, que se considera como el uso de vasijas de otorgamiento. Esto significa que, dado que hay acciones y hay intenciones, por eso en ese estado utilizamos los actos de otorgamiento, que son la Torá y Mitzvot. Estos actos se consideran la dedicación al discernimiento: «Así como Él es misericordioso, tú también eres misericordioso».

Es decir, que el hombre quiere otorgar al Creador, así como el Creador desea otorgar a sus creaciones. Por lo tanto, si realiza actos como el Creador, lo que significa que sigue Sus caminos, entonces la persona quiere que el Creador le pague una recompensa a cambio de su trabajo con las criaturas. Sin embargo, aquí también está el trabajo de la intención, que es dirigir la intención para que sea similar a la acción

Porque a veces, aunque el acto sea el de dar, la intención es otra. Es decir, la razón por la que da es para recibir posteriormente una retribución. Esto se llama «Lo Lishmá» (no en Su nombre).

Por esta razón hay un gran trabajo, si la persona que quiere hacer algo para dar. Y la causa que lo obliga a dedicarse a dar, es que tiene una razón que lo hace dar y no recibir. Es decir que, generalmente, si uno ama a alguien, el deseo de darle al amado se despierta en su corazón, porque con esto se expresa su amor por esa persona.

O con una persona importante, que también despierta en el corazón del hombre que le manifieste amor por él, al darle un regalo. De esto se dice: «Su boca y su corazón son iguales», lo que significa que el acto y la intención son iguales y su corazón no alberga una intención diferente que la del acto de dar, porque la razón es la intención de otorgar. Esto se llama «Lishmá» (en Su nombre).

Y con respecto al segundo estado, que es el propósito de la creación, se nos explica, que en ese entonces podemos usar los Kelim de recepción. Esto significa que nos dedicamos a la recepción de placeres, pero la razón por la que queremos recibir placer no es para satisfacer nuestros deseos, que anhelamos placeres y por eso ahora queremos recibir placeres. Más bien, hay una razón completamente diferente aquí, es decir, opuesta a nuestra acción.

Debido a que ansiamos otorgar al Creador, y nosotros no queremos recibir dentro de nuestro deseo de recibir, porque eso nos separaría del Creador. Sin embargo, ¿qué podemos darle al Creador, que pueda disfrutar? ¿Qué está permitido decir, por así decirlo, que le hace falta a Él? Solo hay una cosa que podemos decir, ya que Él ha creado la creación para deleitar a Sus criaturas, es por eso que queremos recibir el bien y el placer porque queremos llenar Su deseo, que es hacer el bien.

Ahora podemos explicar la pregunta: «¿Qué es Janucá?». Así como explicamos el primer estado, es el trabajo de corrección de la creación, que es para obtener las vasijas de otorgamiento, con las cuales podemos alcanzar luego el propósito de la creación. Podemos llamar a esto «Espiritualidad» porque no quiere hacer nada para sí mismo, sino solo para el Creador, como dijeron nuestros sabios: «Un sacrificio ascendente es toda para el Creador, completamente espiritual».

El milagro de Janucá fue acerca de la espiritualidad, como decimos (en la bendición «Y acerca de los Milagros»): «Cuando el malvado reino de Grecia se puso en contra del pueblo de Israel para hacer que olvidaran Tu ley y se alejaran de las leyes de Tu voluntad, y Tú con tu enorme misericordia, los defendiste en los momentos difíciles».

De acuerdo con lo que explicamos: «Espiritualidad» se denomina a usar las vasijas de otorgamiento. Y el asunto de la dominación de los griegos se manifiesta al prohibir hacer todo lo que pertenece a las vasijas de otorgamiento, porque allí también existía el dominio sobre el trabajo con la Torá y las Mitzvot. Y esto era en las acciones externas. Y mucho más en la interioridad del pensamiento, controlaban el pensamiento, para que no pudieran dirigir nada para el Creador. Más bien, querían que el pueblo de Israel se sumergiera en el amor propio, ya que así se separarían del Creador. Todos los pensamientos de la Sitra Ajra (arameo: El otro lado) solo tratan de alejarlos del Creador, y la lejanía y la separación vienen solo por la disparidad de forma, ya conocida como «Amor propio».

Baal HaSulam dijo acerca de lo que nuestros sabios preguntaron (Shabat, 21b): ¿Qué es Janucá? Explicó que la respuesta es Janu (estacionaron) Ko (aquí) lo que significa que estacionaron aquí. Esto significa que Kaf-Hey (Ko) de Kislev no fue el final de la guerra, sino solo un descanso. Como cuando un ejército quiere comenzar un nuevo y fuerte ataque, por lo que deja descansar al ejército para poder recuperar fuerzas y así continuar la guerra. Dijo que hay tontos que recibieron la orden de no avanzar sobre el territorio enemigo sino descansar y pensaron que era porque la guerra había terminado y que ya no era necesario derrotar al enemigo.

De acuerdo con lo anterior, Janucá no es todavía la compleción de la meta, sino solo la corrección de la creación, que con eso se corrigieron las vasijas de otorgamiento, es decir, actos de otorgamiento, y es por eso que está prohibido usar la luz de Janucá, ya que usar es un acto de recepción, y el milagro fue solo en los actos de otorgamiento, que pueden hacerlos y dirigirlos con el fin de otorgar, lo cual se llama Lishmá.

Y fue un milagro que se liberaran de la dominación de los griegos y pudieran ir con fe por encima de la razón. Por el contrario, la Klipá (cáscara) de los griegos dominaba a Israel para que no hicieran ninguna acción, a menos que supieran para qué y qué beneficio les podría traer esa acción. Específicamente si querían dirigir todo con fe por encima de la razón.

Según lo que explicamos, se deduce que aunque la vela de Janucá nos insinúa acerca de un milagro espiritual, que es que el pueblo de Israel se liberó del dominio de los griegos, pero eso fue solo algo a medias. Es decir, que solo las vasijas de otorgamiento fueron corregidas por medio del milagro de Janucá, y esto se considera como la «Corrección de la creación», pero esto aún no es el propósito de la creación.

Pero Shabat, que es «Una semejanza del mundo por venir», es considerado como «El propósito del cielo y de la tierra», llamado el «Propósito de la creación», el significado de propósito es la finalización de la meta. Es decir, lo que aparecerá al final de la corrección, ilumina de forma semejante en Shabat.

Por lo tanto, Shabat es el momento de la recepción del placer, lo que significa que estamos utilizando las vasijas de recepción y solo tenemos que dirigir con el fin de otorgar. Esto se denomina, que todas las personas del mundo deben alcanzar este grado, tal como está escrito: «Porque ningún marginado será apartado de Él». Más bien, todos alcanzarán el objetivo completo, es decir, recibir, pero con el fin de otorgar.

Ahora explicaremos lo que hemos preguntado sobre la conexión entre Shabat y la paz del hogar. Se sabe que Maljut se llama «Casa» (u Hogar), que es receptor de la abundancia superior en las vasijas de recepción con el fin de otorgar. Sin embargo, Maljut tiene muchos nombres, y el nombre «Casa» indica plenitud, como está escrito en el Sulam (Comentario Sulam en El Zóhar, Nóaj, Artículo 249): «Debes saber que cuando una persona está en toda su plenitud, se lo considera como que habita en la casa. La palabra casa nos insinúa acerca de Nukva de ZA (Zeir Anpin) que ilumina en Mojin de GAR, tal como está escrito: “Con sabiduría se construirá la casa”. Por lo tanto, aquellos que reciben de ella, son considerados moradores de la casa. Sin embargo, cuando una persona necesita corregirse porque no es perfecta, necesita cuidarse, para que los externos no lo atrapen y lo hagan pecar. Por lo tanto, debe salir de la casa porque está prohibido recibir estos elevados Mojin por temor a que los externos lo succionen. Por eso necesita salir al camino del Creador, es decir, recibir las correcciones que necesita para ello. En ese momento, se le permite recibir Mojin del Zivug de Zeir Anpin y Lea, porque como son Luz de Jasadim cubiertos de Jojmá, no son succionados por parte de los externos. Estos Mojin se llaman “Albergue” porque están destinados a los que están de paso. Por lo tanto, aunque Nóaj era un justo íntegro, se lo compara con un viajero que está de paso».

Por lo tanto, vemos que debemos hacer dos discernimientos en el orden del trabajo:

1) Un estado llamado «Casa»;

2) Un estado llamado «Viajero de paso».

Cuando una persona aún no está completa, debe salir y estar en un estado de «pasajeros del camino», que es el camino del Creador para poder recibir correcciones, mediante las cuales alcanzará la plenitud. Esta es la razón por la cual a estas personas se les llama «pasajeros del camino», ya que todavía están a medio camino y aún no han llegado al propósito que deben alcanzar.

Aunque son justos como Nóaj, que era un justo íntegro, aún tenía carencias, porque solo corrigió las vasijas de otorgamiento, llamadas «Vasijas espirituales». Como se mencionó anteriormente, a esto se lo llama la «Corrección de la creación», pues ya puede otorgar con el fin de otorgar, lo cual es llamado «Lishmá» (en nombre de la Torá).

Con esto entendemos lo que se insinúa con respecto a la vela de Janu-Ko (Janucá), que es solo un estacionamiento y no el final del trabajo. Por esta razón, está prohibido usar la luz de la vela de Janucá porque el milagro fue en relación a las vasijas espirituales, y las vasijas de otorgamiento no pueden utilizarse para obtener placer de la luz. Es por eso que «Solo están para ser vistas».

A diferencia de la vela de Shabat, donde Shabat es considerado como «El propósito del cielo y de la tierra», que es «Una semejanza del mundo por venir», llamado el «Propósito de la creación» que es el de hacer el bien a Sus creaciones, para que reciban el bien y el placer. Por lo tanto, esa luz se recibe en vasijas de recepción, llamadas «Recibir con el fin de otorgar». Es decir, que usan las vasijas de recepción.

Esto se llama «Casa», como en «Con sabiduría se construirá la casa», donde Maljut, que es la raíz de las almas, llamada «Asamblea de Israel», que recibe abundancia para las almas. Cuando los inferiores son aptos para la recepción de Or Jojmá (Luz de la Sabiduría), se llama «Mojin de Shabat», que significa Mojin de Jojmá, y Mojin de Jojmá es la luz del propósito de la creación. De esto se deduce que la vela de Janucá y la vela de Shabat son dos estados que no tienen similitud.

Ahora explicaremos lo que preguntamos acerca de la relación entre la paz del hogar y Shabat, para lo cual nuestros sabios dijeron que precede a la vela de Janucá. La Sefirá Yesod es llamada «paz del hogar» porque es la que otorga a Maljut, ya que Maljut es la raíz de las almas. Cuando Maljut es como un punto, lo que significa que ilumina solo como un pequeño punto, entonces las almas no tienen la abundancia que necesitan. Esto se llama «Shejiná (Divinidad) en el exilio». En ese momento las Klipot (cáscaras) prevalecen y desean gobernar sobre asuntos de la Kedushá (Santidad), y hay mucho trabajo para los inferiores. Y de esto surgió la discordia entre la Kedushá y la Tumá (impureza).

Cuando llega Yesod de Gadlut (grandeza), que otorga la abundancia superior a Maljut, lo que significa que le otorga la luz de Jojmá. En ese momento se hace la «paz del hogar», como está escrito: «Cuando los caminos de un hombre agradan al Creador, incluso sus enemigos harán la paz con él». Es por eso que Yesod es llamado «Paz», ya que hace la «paz del hogar» y se anulan las fuerzas de la Klipá, como está escrito: «Cuando comienza Shabat, se vuelve único y se separa de la Sitra Ajra, y todos están coronados con nuevas almas». («Kegavna» -una plegaria- dicha en la víspera de Shabat).

Resulta que la «Casa», que es Maljut, recibe la abundancia de Shabat, se hace la paz, y entonces todos los juicios se le quitan. Es por eso que la vela Shabat insinúa la abundancia del fin de la corrección, mientras que la vela Janucá indica la luz que se alcanza a mitad del trabajo, que es para poder continuar y completar el trabajo. Esta es la razón por la cual una vela de Shabat se llama «paz del hogar», por la abundancia que viene de Yesod a Maljut.