Y Moshé fue
Artículo 1, 1986
Está escrito en El Zóhar (Artículos 1-3): «Y Moshé fue». Rabí Jizquiá comenzó: «Conduce hacia la derecha de Moshé el brazo de su gloria, dividiendo el agua ante de ellos». Tres hermanos santos caminaron entre ellos. ¿Quiénes son? Moshé, Aarón y Miriam. Hemos establecido que Aarón es el brazo derecho de Israel, como está escrito: «Cuando el cananeo, rey de Arad... escuchó que Israel venía a través de los sitios». «A través de los sitios» significa que Israel estaba como un hombre caminando sin un brazo, apoyándose en cada lugar, ya que «Sitios» significa «Lugares». Entonces «Luchó contra Israel y tomó a algunos de ellos cautivos», ya que no tenían un brazo derecho. Ven y mira, Aarón era el brazo derecho del cuerpo, que es Tiféret, por lo tanto está escrito: «Conduce hacia la derecha de Moshé el brazo de su gloria».
Debemos entender la alegoría que da sobre el versículo: «Cuando el cananeo... escuchó». Rashi interpretó que oyó que Aarón había muerto y que las nubes de gloria se habían ido, como un hombre que camina sin un brazo. ¿Qué significa que Aarón era el brazo derecho? También debemos entender por la alegoría, que cuando alguien que no tiene un brazo camina y se sostiene en todos los lugares. Debemos saber que todo lo que queremos hacer debe tener un motivo que lo obliga hacer esa cosa. De acuerdo con la importancia del motivo, así es capaz de esforzarse para obtener su deseo.
Por eso cuando el hombre comienza a caminar en el trabajo del Creador y quiere trabajar con fe y otorgamiento, es seguro que quiere saber cuál es el motivo por el que se debe caminar específicamente de esta manera. Cada uno entiende en su razón que si el trabajo se basara en la recepción y el conocimiento, el trabajo sería mejor y más exitoso. Es decir, el cuerpo, llamado «amor propio» no se resistiría tanto a este trabajo, porque aunque el cuerpo desea descansar y no quiere trabajar en absoluto, pero si fuera sobre la base de la recepción y el conocimiento, sin duda sería más fácil y seguro que más personas se involucrarían en la Torá y las Mitzvot (preceptos).
Baal HaSulam dijo que el Creador quería que haya resistencia por parte del cuerpo para que el hombre esté necesitado de ir a obtener Su ayuda. Sin la ayuda del Creador, no tendrá la capacidad de llegar a la meta, y esto fue para dar lugar a que el hombre pueda ascender a un grado cada vez más alto, como nuestros sabios dijeron: «El que viene a purificarse es ayudado». El sagrado Zóhar pregunta: «¿Con qué es ayudado? Con un alma sagrada. Cuando uno nace, se le da un alma. Si es recompensado con más...» Por eso es que al hombre se le da trabajo, para dar lugar a que pueda elevarse en los grados de santidad.
Pero en el orden del trabajo, es decir, para que el hombre pida la ayuda del Creador, tiene que tener cuidado, porque cuando viene a trabajar, el cuerpo le dice: «¿Por qué te lamentas tanto?, de todas formas, no puedes sobreponerte a tu naturaleza, llamada “amor propio” y no eres capaz de salir de ella; solo el Creador puede ayudar. Entonces, ¿para qué te empeñas, haciendo grandes esfuerzos para salir del amor propio? ¡Estás trabajando en vano! Entonces, ¿por qué necesito este esfuerzo?».
Baal HaSulam dijo acerca de esto, que antes de cada acción que el hombre quiere realizar, debe decir que la elección solo depende de él. En ese momento no debe decir que el Creador lo ayude. Más bien, debe dar todo lo que pueda de sus propias fuerzas, y solo para completar el acto, necesita que el Creador lo finalice, y no es capaz de terminar el trabajo por la razón antes mencionada.
Nuestros sabios dijeron sobre esto (Avot, Capítulo 5, Tratado 21): «Él decía: “No es tu deber terminar la labor”». Por lo tanto, se puede decir: «¿Por qué tengo que trabajar si no soy capaz de terminarlo? Entonces, ¿cuál es el beneficio de mi trabajo?». Esta es la razón por la que el tratado continúa: «Y tampoco eres libre de no hacerla».
Por lo tanto, vemos dos cosas aquí que parecen contradecirse entre sí, por un lado, se le dice a una persona que trabaje «Como un buey para el yugo y como un asno para la carga». Esto implica que el trabajo sagrado depende del hombre, lo que significa que tiene la capacidad de terminarlo. Por otro lado decimos, como está escrito: «El Creador lo terminará por mí».
El asunto es que ambos son necesarios. Por un lado, el hombre debe elegir, es decir, tener el deseo de trabajar para el Creador. Si pudiera terminar su trabajo, permanecería en su estado actual porque sentiría que es un hombre completo. Porque ve que todas sus acciones son para el Creador, ¿y qué más le falta? Por lo tanto, ya no hay necesidad de atraer la luz de la Torá.
Sin embargo, para tener la necesidad de progresar en la Torá, ya que la el asunto de la Torá son los «nombres del Creador», que el Creador quiso revelar a las criaturas, y de acuerdo con la regla: «No hay luz sin un Kli (vasija)», entonces, ¿cómo es capaz de recibir la luz de la Torá cuando no se tiene el Kli, llamado «necesidad y carencia»? Por eso cuando uno comienza a trabajar y ve que no puede terminar el trabajo, entonces recibe una necesidad y carencia para la luz de la Torá.
Es como nuestros sabios dijeron: «La luz en ella lo reforma». Y luego, cada vez que quiere ser más puro, debe recibir mayor ayuda desde arriba. Por eso necesitamos ambos, y no hay contradicción entre ellos, ya que cada uno tiene un rol especial.
Esto es similar a lo que vemos en la materialidad, ya que toda conducta que se aplica a la espiritualidad se extiende a la corporeidad. Vemos que el orden es, que cuando una persona está parada en la calle y tiene para cargar un costal pesado, y le pide a los transeúntes que le ayuden a levantar el costal sobre sus hombros, entonces cada cual le contesta que no tiene tiempo y le pida a otra persona, ya que hay mucha gente aquí que puede ayudarlo y realmente no necesitas mi ayuda. Pero si una persona lleva un costal con una carga pesada en los hombros y el costal se desliza un poco de los hombros y está a punto de caer por completo al suelo, y la gente pasa junto a él y entonces pide ayuda para poner el costal sobre sus hombros para que no caiga, vemos que en ese momento, cuando el costal está a punto de caer de sus hombros, nadie le dirá: «No tengo tiempo, pídele a otra persona que te ayude». Más bien, el primero que esté a su lado lo ayudará inmediatamente.
Debemos entender la diferencia entre si el costal con la carga está apoyado en el suelo y él está pidiendo ayuda, en cuyo caso cada uno tiene su propia excusa para no ayudarlo. Pero si el costal está sobre sus hombros y está a punto de caer, la primera persona a su lado le ayuda. Debemos entender la diferencia entre alguien que está en medio del trabajo, que ya ha comenzado el trabajo y se ve que está pidiendo ayuda para tener la capacidad de continuar en el trabajo, es decir, que la carga que se encuentra sobre sus hombros está a punto de caer, entonces lo ayudan.
Pero si solo quiere ahora comenzar el trabajo, le decimos: «No es urgente para tí. Piensa si el deseo de comenzar el trabajo llegara un poco más tarde; esto no es tan terrible». Por esta razón, todos ven que él no necesita ayuda inmediata, que tiene tiempo y puede esperar hasta que encuentre a alguien con tiempo libre, que entonces lo ayudará.
La lección es que cuando una persona espera a que el Creador lo ayude y entonces dice: «Ahora yo puedo trabajar, pero antes de que el Creador me da un deseo y anhelo, no puedo sobreponerme a los deseos de mi cuerpo, sino que me siento y espero, a que el Creador me ayude para poder entrar en el trabajo del Creador».
Esto es similar a un hombre que está parado y espera a que cualquier persona que pase cerca de él coloque el costal lleno y pesado sobre sus hombros. Del mismo modo, ese hombre está parado esperando que el Creador le dé fuerza y lo ayude, y coloque el yugo del reino de los cielos sobre sus hombros, como está escrito: «Como un buey para el yugo y como un asno para la carga». Él quiere que el Creador le ayude con este yugo y con esta carga y entonces comenzará con el trabajo. En ese momento se le dice: «Espera la oportunidad, y mientras tanto quédate tú con el costal de asumir el yugo del reino de los cielos, abajo en el suelo».
Esto no es así con alguien que ya ha comenzado el trabajo, que no dice que esperará hasta que el Creador le dé el deseo de hacer el trabajo sagrado y que entonces comenzará a trabajar. Más bien, no quiere esperar, porque la pasión por el trabajo y de llegar a la verdad lo empuja hacia adelante, aunque no ve que tendrá la capacidad de avanzar solo, como el ejemplo de Najshón.
Sin embargo, ve que no puede continuar en este trabajo y tiene miedo que el yugo del reino de los cielos que ahora está cargando, esté empezando a caerse, por lo que comienza a gritar para pedir ayuda, ya que ve que cada vez, toda la carga que ha asumido sobre sí mismo comienza a caer. Es como si una persona llevara un costal sobre los hombros y ve que el costal está empezando a caer. Vemos que en la corporeidad, a cualquiera que se cruza en el camino y le pide ayuda, recibe ayuda de inmediato, y nadie lo pospone para después.
Del mismo modo, en la espiritualidad, quien comienza a ver que el yugo y la carga están empezando a caer de él, es decir, que el trabajo que asumió previamente: «Como un buey para el yugo y como un asno para la carga», comienza a bajar de sus hombros, y ve que pronto estará en tiempo de descenso, por esto clama al Creador y entonces recibe ayuda. Es como nuestros sabios dijeron: «El que viene a purificarse es ayudado», como está escrito en El Zóhar.
Por el contrario, Baal HaSulam dijo acerca de alguien que espera a que el Creador lo ayude primero y dice que luego tendrá la fuerza para trabajar, que es como está escrito (Eclesiastés 11:4): «El que vigila al viento, no sembrará; y el que mira a las nubes [no cosechará]», lo que significa que está parado y espera a que el Creador envíe un espíritu de arrepentimiento. Este hombre nunca llegará a la verdad.
Ahora volvamos al asunto que preguntamos: «¿Cuál es la alegoría acerca de una persona que camina sin brazo y se apoya en todos los lugares, y cuando Aarón murió el brazo se va y entonces hay lugar para que el cananeo luche contra Israel?» Necesitamos saber que el brazo derecho se llama Jésed (benevolencia), que es el Kli de otorgamiento. Es decir, solo quiere hacer benevolencia y otorgar. Aarón con su poder, atrajo esta fuerza al pueblo de Israel.
Debido a esto nadie podía luchar contra el pueblo de Israel, ya que la conducta del cuerpo es que viene al hombre y le da a entender que si lo escucha, entonces le dará muchos placeres. Pero si el cuerpo oye que todo su deseo es únicamente otorgar, entonces ve que no tiene la fuerza para hablar con él.
La fuerza de otorgamiento la recibieron de Aarón el Cohén (sacerdote), que es la cualidad de Jésed, y estaban adheridos a él. Por lo tanto, estaban bajo su gobierno. Por eso, cuando Aarón murió, perdió la fuerza de otorgamiento y entonces comenzó la guerra de recepción para sí mismo, porque el cuerpo ahora encontró un lugar para discutir con él. Es por eso que la alegoría nos habla de un hombre que camina sin un brazo, que tiene que apoyarse en cada lugar que encuentra donde puede encontrar apoyo.
Aquí la alegoría es que como les faltaba la fuerza de por encima de la razón, llamada «Mente», así como también les faltaba la fuerza de otorgamiento, llamada «Corazón». Por eso el cuerpo exigía apoyo para cada esfuerzo que hacía. Es decir, que preguntó: «¿Sobre qué base me estás exigiendo que te dé fuerzas para trabajar?» Puesto que no tenía Jésed, no podía decir: «Estoy yendo por encima de la razón», ya que esto faltaba, porque es la cualidad de Aarón, que es Jésed, llamada «Otorgamiento y por encima de la razón».
Esto se llama: «la tierra pende sobre Blimá (un freno)». Baal HaSulam interpretaba que la fe por encima de la razón significa que no tiene ningún apoyo, sino que todo está suspendido en el aire. Dice: «la tierra pende», donde «tierra» significa el reino de los cielos. «sobre Bli-má (la nada)» significa sin ningún apoyo.
Por lo tanto, cuando Aarón murió no tenían a nadie para atraer este poder, por lo que iban dentro de la razón y naturalmente se apoyaron en todos y cada uno de los lugares. Es decir, donde sea que veían que podían recibir apoyo, para que el cuerpo quiera trabajar en la Torá y las Mitzvot (preceptos), lo aceptarían. Esto se llama «A través de los sitios», como una persona que está caminando sin un brazo, como se dijo anteriormente. Naturalmente, el cananeo venía a luchar contra Israel porque dentro de la razón tienen el dominio para luchar. Pero por encima de la razón no tienen lugar alguno para discutir con este camino porque no necesita ningún apoyo.
De esto se deduce que todo el esfuerzo comienza cuando una persona quiere ir por encima de la razón y necesita recibir esa fuerza desde arriba. Esto les llega a través del poder de la cualidad de Aarón, pero ahora la persona misma debe atraer esa fuerza, es decir, pedir al Creador que lo ayude. En ese momento comienza a discernir entre dos cosas:
1) Quien espera a que el Creador le ayude a recibir esta fuerza, y se para y lo espera
2) Quien no tiene la paciencia para esperar a que el Creador lo ayude, sino que comienza a trabajar y luego grita pidiendo ayuda al Creador y dice: «Porque las aguas llegaron hasta el alma». Y debido a que ya ha llegado a un claro entendimiento de que solo el Creador puede ayudarlo, entonces recibe la ayuda.
El orden de la plegaria no debe ser de la boca para afuera. Más bien, cuando se enfrenta al peligro no debe rendirse ante el dominio del mal que llegan a él con fuertes argumentos, queriendo distraerlo del trabajo de querer asumir el yugo del reino de los cielos, ellos hacen todos los esfuerzos para molestarlo con todo lo que está a su alcance.
Vemos cómo el poeta nos está dando una imagen clara del mal que está en contra de nosotros. Está escrito en las Selijot (Plegarias por el perdón para el cuarto día de los Diez Días del Arrepentimiento): «A Ti, Oh Creador, clamo, amenazador y terrible. No ocultes Tu rostro en el día de la aflicción, cuando surgen maldiciones contra nosotros... diciendo: “No debes aceptar al Creador, inclinarte ante Él dividido, y sin santificar a Aquel que perdona mucho, ni tener temor a la amenaza de Dios”. Cuando escucho esto, mi corazón tiembla; esto responderé a mi adversario: “que no permita que olvide y abandone la unión con el Dios de mi padre”».
Resulta que cuando uno desea asumir el yugo del reino de los cielos, y el asunto del yugo significa «Como un buey para el yugo y como un asno para la carga», esto es que tanto el asno como el buey se resisten a asumir este trabajo, pero lo hacen a la fuerza. ¿Por qué se resisten cuando sienten que trabajan?, pero cuando disfrutan del trabajo, es decir, cuando están comiendo, aunque esto también es un trabajo, pero cuando disfruta durante el acto eso no se considera «Trabajo».
Cuando una persona no tiene el brazo derecho, llamado porque Jafetz Jésed (desea benevolencia), y en ese momento disfruta del trabajo, entonces la Sitra Ajra (el otro lado) no tiene ningún contacto en este trabajo para así tener la capacidad de combatir. Pero cuando Aarón muere, es decir, cuando aun no ha sido recompensado con la cualidad de Aarón, los externos se le acercan y le dicen todo tipo de palabras de herejía, y entonces es un trabajo de dos modos.