Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
El Señor está cerca de todos aquellos que lo invocan
Artículo 29, 1985
Está escrito en El Zóhar (Jukat, Punto 78): «De esto aprendemos que todo aquel que desea despertar algo arriba –con un acto o con una palabra–, si ese acto o esa palabra no se hace adecuadamente, nada sucede. Todas las personas del mundo van a la sinagoga para despertar algo arriba, pero son pocos los que saben cómo hacerlo. El Creador está cerca de todos aquellos que saben invocarlo y despertar algo adecuadamente. Pero si no saben cómo invocarlo, Él no está cerca, como está escrito: “El Señor está cerca de todos aquellos que lo invocan, de todos aquellos que lo invocan de verdad”. ¿Qué es “de verdad”? “De verdad” significa que saben cómo despertar adecuadamente un asunto verdadero. Y así sucede con todo». Hasta aquí sus palabras.
Esto significa que quien no sabe cómo invocarlo no debe ir a la sinagoga, porque si no sabe cómo invocarlo, significa que su plegaria no es aceptada. Por lo tanto, hay una excusa aquí, por lo que explicó que no es suficiente no ir a la sinagoga por no saber cómo invocarlo. De esto resulta, que debemos saber qué debe hacer el hombre, para saber cómo invocarlo y estar cerca del Creador.
El Zóhar viene y nos explica sobre eso qué debemos saber, y entonces debemos esforzarnos por llegar a conocerlo. Dice que el saber es solo la verdad, que quien lo invoca de verdad está cerca del Creador. En ese sentido, si saber significa que lo invocó de verdad, ¿qué hay de nuevo aquí, cuando dice que con el Creador significa que debe haber un conocimiento especial para invocar al Creador? El significado del versículo que dice: «El Señor está cerca de todos aquellos que lo invocan», es que no hay excepciones, es decir, que está cerca de todos sin excepción. Luego, el versículo termina con una condición que parece ser un requisito importante. ¿Cuál es la condición? ¡Debe invocarlo de verdad! Esta es la condición principal que se requiere del hombre.
Con respecto a esta condición principal que se requiere del hombre, que se llama «Verdad», por lo general, cuando alguien llama a otra persona, si la otra persona sabe que lo está llamando falsamente, es probable que ignore la llamada porque sabe que lo están llamando falsamente, así que finge estar lejos y no oír, porque lo están llamando falsamente.
Por lo tanto, ¿cuál es el requisito principal que se requiere del hombre? Sin duda, cuando se trata del Creador debe haber requisitos especiales que no se apliquen a las personas, pero esa condición de invocarlo de verdad, es el más pequeño de los requisitos. De hecho, hay una intención especial aquí en el requisito de la verdad, y esa intención es llamada «de verdad».
Para entender el significado de la verdad, debemos ir a las palabras de nuestros sabios: «Acerca de todo aquel que es orgulloso, el Creador dice: “Él y yo no podemos morar en la misma morada”». Debemos preguntar: «¿Qué le importa al Creador si él es orgulloso?». Si una persona entra en un gallinero y ve que un gallo se enorgullece ante otro,¿acaso la persona que ve eso se impresiona? Baal HaSulam dijo que el Creador ama la verdad y no puede tolerar la mentira, ya que está escrito: «Todo aquel que dice mentiras no permanecerá ante Mis ojos».
En efecto, el Creador creó al hombre con un deseo de recibir, que es el amor propio que hay en él. Esta es la fuente de todas las malas pasiones que hay en el mundo, es decir, robos, asesinatos y guerras, todos ellos tienen su origen en este deseo de recibir del hombre. De esto se deduce que el Creador creó al hombre en la más absoluta bajeza, y él se enorgullece, lo que significa que no es como los demás. Y resulta que está mintiendo y la verdad no tolera las mentiras.
Según lo anterior, si una persona viene a la sinagoga para pedir al Creador que escuche su plegaria, porque merece ser escuchado por el Creador para que le dé, porque él se merece que el Creador le dé más de lo que Él da a otros, incluso cuando esto se refiere a la espiritualidad, entonces él está lejos del Creador, porque la falsedad está lejos de la verdad. Es por eso que se considera que no sabe cómo invocarlo, ya que está llamando al Creador con una mentira y esto se llama «Lejos» y no «Cerca», de acuerdo con la ley espiritual que dice: «La cercanía significa equivalencia de forma y la lejanía significa disparidad de forma».
Puesto que no hay mayor disparidad de forma entre la verdad y la mentira, por lo tanto se considera que no sabe cómo invocarlo. El Creador no está cerca de él porque cuando está pidiendo durante la plegaria está en falsedad, porque siente que es más virtuoso que los demás ya que ve todas sus propias fallas en los demás. Y por esta razón quiere que el Creador lo ayude.
Pero «de verdad», es como nuestros sabios dijeron (Kidushín, Punto 70): «Cualquiera que descalifica es defectuoso y no dice elogios del mundo. Y Shmuel dijo: “Descalifica sus propios defectos”». Porque hay gente que siempre mira a los demás. Y si el otro estudia como él entiende, o reza como él entiende, entonces, el otro está bien. Pero si él no está bien, entonces ha encontrado un defecto en el otro.
Esto es similar a lo que Baal HaSulam dijo, que entre los envidiosos hay una costumbre: Si alguien es más meticuloso que otro observando las Mitzvot, es llamado «Frumer» (término despectivo: excesivamente piadoso), es decir, demasiado extremo. No tiene sentido mencionar a esta persona y es una pérdida de tiempo siquiera pensar en él. Pero si el otro es menos devoto, entonces dirá que es demasiado indulgente y debería ser perseguido hasta el punto de ser vetado para que no arruine a otros.
Ese hombre que viene a rezar al Creador para que lo acerque porque es virtuoso, está alejado del Creador, es decir, que está en disparidad de forma con el Creador, porque la cualidad del Creador es la verdad y la cualidad de ese hombre es toda falsa. Por esto, se considera que el Creador está lejos de la persona y por lo tanto no escucha su voz.
Debemos preguntar: «Si “Toda la tierra está llena de Su gloria” ¿qué significa que el Creador está lejos de él?». Es como si uno se encuentra alejado del otro y no puede escuchar su voz. Y en la espiritualidad, se sabe que la medida de lejanía y cercanía dependen de la equivalencia o la disparidad de forma.
Pero si una persona viene a rezar al Creador y le dice: «Debes ayudarme más que a los demás, ya que ellos no necesitan tanto Tu ayuda; porque están más capacitados que yo y no están tan inmersos en el amor propio como yo, tienen más autodisciplina que yo; y veo que necesito Tu ayuda más que el resto de la gente porque siento mi bajeza, que estoy más alejado de Ti que los demás y he llegado a sentir como está escrito: “No tenemos otro Rey que nos redima y salve, solamente Tú”».
De esto se deduce que su argumento es verdadero, y el Creador tolera tales argumentos porque son verdaderos. Acerca de esto se dijo: «Yo soy el Creador, Aquel que mora con ellos dentro de su impureza». Es decir, aunque están inmersos en el amor propio que es la fuente de la impureza, dado que están planteando un argumento verdadero, el Creador está cerca de ellos porque la verdad con la verdad indica equivalencia de forma, y la equivalencia de forma es llamada «Cerca».
Con esto entenderemos la pregunta del sagrado Zóhar, lo que implica que quien no sabe cómo invocar al Creador, no tiene razón para ir a la sinagoga porque el Creador no escuchará su voz, ya que está lejos del Creador si no sabe cómo invocarlo. Y otra cosa desconcertante es que esto contradice el versículo: «El Creador es Alto y el bajo lo verá» (Salmo 138). ¿Y qué significa «Bajo»? Es alguien que no sabe nada, ni siquiera cómo invocar al Creador; y él también, verá.
Gracias a lo anterior entenderemos a fondo que no necesita saber nada, sino solo cuál es su estado espiritual, que no conoce ninguna sabiduría, ni palabra moral que lo ayude y que está en el peor estado posible que puede haber en el mundo. Y si el Creador no lo ayuda, está perdido. Esto es el único conocimiento que necesita saber: Que no sabe nada y que es el más bajo de todos. Si no siente esto, sino que piensa que hay gente peor que él, entonces ya está en la falsedad y ya se encuentra en un estado de alejamiento del Creador.
Con esto entenderemos la segunda pregunta que se hizo: «¿Qué puede hacer para saber cómo invocar al Creador y estar cerca de Él? ¿Qué debe aprender para saber?» En ese estado, se le dice que no necesita aprender nada especial, sino simplemente tratar de ir por el camino de la verdad y entonces, de por si, tendrá algo por lo que pedir, es decir, por necesidades y no por lujos, como está escrito (Salmo 33): «He aquí, el ojo del Creador está sobre los que le temen, sobre aquellos que esperan Su benevolencia, para salvar sus almas de la muerte y darles vida en tiempos de hambruna», esto es, su necesidad de vida espiritual.
Por medio de esto podemos interpretar el versículo «El Señor está cerca de todos aquellos que lo invocan», sin excepción. Y la condición que estipula: «De todos aquellos que lo invocan de verdad», no se considera una condición especial. Ahora bien, entre niños, si uno llama a otro pero sabe que está mintiendo, no le hará caso. No obstante, aquí, con el Creador, debemos saber a qué hace referencia el asunto de la verdad. Es difícil para uno saber por sí mismo lo que es un estado de verdad y lo que es un estado de falsedad, ya que el hombre no es capaz de ver la verdad. Por lo tanto, necesita un guía que lo oriente y le diga qué es lo que le hace falta y qué es lo que tiene, e incluso cuáles son las cosas innecesarias que le estorban para alcanzar la verdad.
Este es el significado del escrito «Pidan al Creador mientras esté presente; invoquenlo mientras esté cerca». Ciertamente, lo encontramos cuando está cerca. Pero ¿dónde está el lugar llamado «Cerca»? Es como se dijo anteriormente: «De todos aquellos que lo invocan de verdad». Si una persona lo invoca desde su verdadero estado, entonces se lo encuentra.