Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
En todas las cosas debemos distinguir entre luz y Kli
Artículo 25, 1985
En cada cosa debemos discernir entre luz y Kli (vasija), es decir, entre el Otorgante que es el Creador, y el receptor, que es la criatura.
Y dado que no hay luz sin un Kli, lo que significa que si no hay nadie que lo alcance, ¿quién puede hablar de ello? Por lo tanto, solo podemos hablar de la luz que está vestida en un Kli, es decir, la abundancia que el otorgante da al cuerpo, a saber, la medida de la impresión del cuerpo de la abundancia que se derrama a él. Debemos creer que todo lo que la persona recibe en su cuerpo proviene de Él, tanto la corporeidad como la espiritualidad, ya que se sabe que no hay otra fuerza en el mundo que le otorgue.
Por lo tanto, cuando una persona comienza a entrar en el trabajo del Creador, debemos agradecer y alabar al Creador, porque este es el comienzo de la entrada del hombre dentro del trabajo. El orden del trabajo comienza como nuestros sabios dijeron: «El hombre siempre debe establecer la alabanza del Creador y posteriormente rezar. ¿De dónde sabemos esto? De Moisés, como está escrito: “Y yo supliqué al Creador en ese momento”, como está escrito: “Creador, Tú has comenzado” y después está escrito: “Déjame cruzar, te ruego, y ver la buena tierra”» (Barajot 32a).
Por lo tanto, cuando comienza a dar las gracias al Creador, primero debe agradecer al Creador por crear el mundo, como decimos durante la plegaria: «Bienaventurado eres Tú quien dijo: “Que sea el mundo”». Y luego comienza el trabajo, es decir, hasta qué punto tiene la fuerza para agradecer al Creador por crear el mundo. En otras palabras, la medida de la gratitud es como la medida del placer.
Aquí comienza el escrutinio de lo verdadero y lo falso, y aquí se encuentra la diferencia entre el trabajo del individuo y el trabajo del público, que significa entre aquel cuya Torá es su arte o no. El significado es como Baal HaSulam explicó: Su Torá es su arte, significa que a través de la Torá quiere ser recompensado con fe. O, según las personas que pertenecen al público en general, significa que estudian la Torá para ser recompensados con el mundo por venir, es decir, con el fin de recibir, y no según las personas que pertenecen al discernimiento de individuo, que significa se dedican con el fin de otorgar.
Cuando una persona comienza a alabar al Creador, hay un escrutinio de verdadero y falso. Es decir, por lo general, cuando uno necesita agradecer a otra persona por ayudarlo, la medida de gratitud es de acuerdo con la medida de sentir que él le ha ayudado. Por lo tanto, cuando una persona comienza a agradecer al Creador por lo que le ha dado, el cuerpo comienza a pensar en los beneficios que le ha hecho, y en la medida en que está impresionado con el beneficio que le ha hecho, así es la medida de grandeza de la gratitud.
Por lo tanto, cuando una persona dice: «Bienaventurado es Aquel que dijo: “Que sea el mundo”», también depende de la medida en que esté disfrutando del mundo. En ese momento el cuerpo comienza a mostrarle que le falta materialidad y le falta espiritualidad, y no le permite establecer las alabanzas ante el Creador. En ese momento hay mucho trabajo porque entonces necesita ir por encima de la razón y creer que el Creador solo le está haciendo el bien, y también hay un escrutinio de lo verdadero y lo falso.
Puesto que el nombre general del Creador es bueno y benefactor, hay mucho trabajo para creer por encima de la razón de que el Creador es bueno y benefactor. Por lo tanto, se deduce que cuando una persona comienza a establecer la alabanza del Creador, tiene por lo qué pedir para poder ir por encima de la razón. Y antes de eso, no había una gran falta de fe en el Creador por encima de la razón, pero ahora siente su falta de fe, y necesita aprender la Torá para que la luz en ella lo reforme.
Resulta que su deseo de establecer la alabanza del Creador le causa un lugar de carencia. Cuando tiene una carencia, llamada Kli, en la medida de su impresión de estar lejos de la completitud, tiene lugar para el trabajo y una necesidad de la plegaria y la Torá.
Sin embargo, hay otra carencia: a veces una persona ve su bajeza, se rinde y escapa de la campaña. En ese momento, todos los placeres que recibe son solo si se olvida de su situación, lo que significa que no está pensando en la espiritualidad o puede dormir, es decir, sentir un gran placer en el sueño. No es porque sienta un placer especial al dormir sino que, cuando duerme no recuerda sobre los asuntos del trabajo. Este es su placer, ya que cada vez que recuerda los asuntos del trabajo, el cuerpo inmediatamente le trae bajeza y desesperación.
Por lo tanto, la persona siempre debe tener cuidado de no caer en la desesperación, es decir, que un estado de sufrimiento ha llegado a él porque ve que no puede continuar el trabajo. Esta es la razón por la que Baal HaSulam dijo: que uno debe tener cuidado y no criticarse a sí mismo, excepto cuando asigna para esto un momento especial, y no cuando el cuerpo le dice que haga introspección. Más bien, debería decirle al cuerpo: «Tengo un tiempo especial para criticarme a mí mismo, si voy de acuerdo con la línea que me dieron o me he alejado de la línea correcta. Ahora estoy dedicándome a la Torá y en la plegaria, y estoy seguro de que el Creador me ayudará, ya que ha ayudado a todos los siervos del Creador que deseaban seguir el camino correcto y llegar a la meta para la cual fueron creados».
En mi artículo anterior, y en el artículo 11 1985, he escrito que debemos decir lo contrario de lo que el cuerpo nos dice. Y con esto entenderán la pregunta en El Zóhar y su respuesta (BeJukotay, punto 18): «“Y háganlos”. Pregunta: “¿Qué es, ‘Y háganlos’?” Puesto que ya dijo: “Caminar” y “Mantener”, ¿por qué el “Hacer”, también? Responde que quien realiza las Mitzvot de la Torá y sigue Sus caminos, es como si lo hubiera hecho arriba. El Creador dijo: “Es como si Me hubiera hecho”, y lo hubiera establecido. Por lo tanto, “Y háganlos” como ley y ordenanza», hasta ahora sus palabras.
Esta respuesta parece muy desconcertante. ¿Cómo se puede decir que al observar la Torá y las Mitzvot Lo hacemos arriba? Después de todo: «Toda la tierra está llena de Su gloria», incluso antes de que las criaturas observen la Torá y Mitzvot. Por lo tanto, ¿qué significa «Como si Me hubieran hecho»?
Como se ha dicho anteriormente, no hablamos de una luz sin un Kli, porque ¿con respecto a quién se percibe que hay luz?, cuando hay un Kli, el Kli alcanza la luz. Por lo tanto, cuando decimos que el propósito de la creación es hacer el bien a Sus creaciones, solo pertenece a las criaturas cuando reciben el deleite y el placer. Esto se considera que hay un Kli, y el Kli lo alcanza de una manera que reciben del Creador solo el bien y el placer. Pero cuando las criaturas no reciben de Él el bien y el placer, surge la pregunta: «¿Con respecto a quién aparece el nombre del Creador, bueno y benefactor?».
Por esta razón, para que el nombre del Creador, el nombre general de todos los nombres, bueno y benefactor, sea revelado y para que las criaturas reciban el deleite y el placer del Creador, para que Su beneficio sea completo, lo que significa que no habrá pan de la vergüenza en el obsequio, de ahí que estuviera el Tzimtzum y la ocultación, donde no podemos alcanzar y sentir el bien antes de calificarnos con las vasijas de otorgamiento, que es la equivalencia de la forma. Resulta que entonces el nombre, bueno y benefactor no se revela, lo que hace que las criaturas no sientan al Creador, y es por eso que hay malvados en el mundo que no creen en el Creador.
Para que Su nombre sea revelado en el mundo ante todos, todo lo que los Kelim necesitan es equivalencia de forma. Y para tener la capacidad de llegar a las vasijas de otorgamiento, que son Kelim (vasijas) de equivalencia de forma, podemos obtener esto solo observando la Torá y Mitzvot.
Es decir, mientras observamos la Torá y Mitzvot debemos dirigirnos a que será para elevar la gloria de Israel mediante la observación de la Torá y Mitzvot. Israel significa las letras Yashar-El (directo al Creador), donde las acciones son directamente hacia el Creador y no para su propio beneficio. Esto se llama «Equivalencia de forma». En las palabras del sagrado Zóhar, esto se llama «Levantar la Shejiná (Divinidad) del polvo», ya que la espiritualidad no es honorable ante nuestros ojos para que podamos decir a nuestros cuerpos que es un gran privilegio poder servir al Creador, y entonces el cuerpo se rinde y se anula ante la Kedushá (Santidad).
Este es el significado de lo que dice el sagrado Zóhar, que por medio de «Caminar en Mis estatutos y guarden Mis mandamientos», por eso «Y los harán», significa como si Me hicieran arriba. En otras palabras, con esto hacen que el nombre del Creador sea revelado como bueno y benefactor, lo que significa que todos sentirán el bien porque serán recompensados con equivalencia de forma.