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Baal HaSulam / La solución

Rabí Yehudá Leib HaLevi Ashlag (Baal HaSulam)

La solución

Se me ha pedido que ofrezca una solución, en mi opinión, con respecto al doloroso problema de unir a todos los partidos y corrientes en torno a un único marco. De entrada, debo admitir que no tengo ninguna solución a esta cuestión en la forma en que fue presentada. Tampoco habrá nunca una solución, porque este asunto fue largamente investigado por los sabios de todas las naciones del mundo y en todas las generaciones y épocas, pero no han encontrado una solución natural que sea aceptada por todas las corrientes entre ellos. Muchos han sufrido, y muchos sufrirán aún, antes de encontrar el camino dorado que no contradiga las corrientes entre ellos.

La dificultad del asunto es que las ideas que se encuentran en el hombre no pueden renunciar, en absoluto, a su dirección. Ya que se pueden hacer concesiones en la vida material, en la medida en que sea necesario para la existencia física, pero no ocurre lo mismo con los ideales. Por naturaleza, el idealista dará todo lo que tiene por el triunfo de su idea. Y si está obligado a renunciar en algo a su ideal, no es una concesión total. Más bien, permanece alerta y espera el momento adecuado en que pueda reclamar lo que es suyo. Por lo tanto, no se puede confiar en ese tipo de concesiones.

Lo es aún más con una nación antigua, con una civilización que tiene miles de años. Sus ideales ya se han desarrollado en ella mucho más que en aquellas naciones que se han desarrollado más recientemente, por lo que no hay esperanza alguna de que puedan conceder en este campo, ni siquiera un poco. Es imprudente pensar que al final, la idea más justa vencerá a las otras ideas, ya que, si tomamos en cuenta su forma temporal, todas tienen razón, porque «no hay hombre sin su lugar, ni asunto sin su tiempo», como nuestros sabios han dicho.

Por eso, los ideales son como una rueda que vuelve a aparecer en el mundo. Ideas que fueron descartadas en la antigüedad resurgieron en la Edad Media, y una vez descartadas en la Edad Media, han resurgido en nuestra generación. Esto indica que todas son correctas y ninguna tiene derecho de existir por siempre.

Pero, aunque las naciones del mundo sufren terriblemente por este alboroto, todavía tienen una fuerte espalda que les permite tolerar esta terrible carga. De alguna manera, no amenaza de inmediato su existencia. Pero, ¿qué puede hacer una nación pobre cuando toda su existencia depende de las migajas y restos de comida que las naciones les arrojan por su misericordia una vez que están completamente saciadas? Su espalda es demasiado frágil para cargar el sufrimiento de este alboroto, especialmente en este momento peligroso en el que estamos realmente al borde del abismo; no es un momento apto para la unanimidad, las disputas y la guerra interna entre hermanos.

A la luz de la gravedad de la hora, tengo una solución genuina para proponer, que, en mi opinión, es digna de ser aceptada y que unirá a todas las corrientes entre nosotros en una sola unidad. Sin embargo, antes de comenzar a presentar mi propuesta, me gustaría tranquilizar a la opinión de los lectores con respecto a mis opiniones en el terreno de los partidos políticos.

Debo admitir que la idea socialista de división igualitaria y justa, la veo como la más verdadera. Porque nuestro planeta es lo suficientemente rico como para sustentarnos a todos, entonces, ¿para qué necesitamos esta trágica guerra de la vida, que ha estado enturbiando nuestras vidas durante generaciones? ¡Dividamos entre nosotros el trabajo y su producción por igual, y ese es el fin de todos los problemas! Después de todo, ¿qué placer obtienen incluso los millonarios entre nosotros de todas sus posesiones, más que la fuerte certeza de su sustento, para ellos y para sus descendientes por varias generaciones? Pero también en un régimen de división justa tendrán la misma certeza y en mayor medida aún. Y si ustedes dirán que ellos no tendrán el honor que tuvieron mientras eran dueños de propiedades, eso tampoco es nada, porque todos aquellos fuertes que han ganado el poder de ganarse el respeto como dueños de propiedades ciertamente encontrarán la misma cantidad de honor en otro campo, porque las puertas de la competencia y el honor nunca estarán cerradas.

De hecho, por más veraz que sea este ideal, no prometo a quienes lo asuman ahora, ni una pizca de paraíso. Muy al contrario, tienen la garantía de tener problemas como en el infierno, como ya nos ha enseñado ampliamente la prueba viviente de Rusia. Sin embargo, esto no niega la veracidad de esta idea. Su único defecto es que para nosotros no está madura. En otras palabras, nuestra generación aún no está madura moralmente para digerir en sus intestinos este régimen de división justa e igualitaria. Esto es así debido a que nos falta más tiempo, porque aún no hemos llegado al desarrollo apto para aceptar el lema: «de cada uno según sus habilidades, a cada uno según sus necesidades».

Esto se parece al pecado de Adam HaRishón (el Primer Hombre). Nuestros antiguos sabios han explicado que el pecado se debió a que «comió fruto inmaduro», antes de que hubiera madurado lo suficiente. Por esa pequeña fechoría, el mundo entero fue condenado a muerte. Esto nos enseña que este es el antepasado de todos los perjuicios del mundo. Porque la gente no sabe ser precavida y mirar cada cosa para ver si ha madurado lo suficiente. Aunque el contenido de un asunto pueda resultar beneficioso, aún debemos profundizar más para ver si está completamente maduro, y si los receptores han crecido lo suficiente como para digerirlo en sus intestinos. Mientras todavía les falta tiempo para desarrollarse, lo veraz y beneficioso se convierte en dañino y engañoso en sus intestinos. Por lo tanto, están condenados a perecer, porque todo aquel que come frutos inmaduros muere por su pecado. A la luz de esto, el enredo ruso no ha demostrado que la idea socialista sea injusta desde su propia esencia. Ya que todavía necesitan tiempo para aceptar esta verdad y justicia. Todavía no están calificados para comportarse de acuerdo con ella, y se ven perjudicados solo debido a su propio desarrollo insuficiente y falta de aptitud para esta idea.

Merece la pena prestar atención a las palabras de M. Botkovsky («Davar», número 4507). Él pregunta: «¿Por qué un hombre de la política, miembro del movimiento socialista, no haría lo que ese físico, quien, cuando descubrió deficiencias en la interpretación a la que estaba acostumbrado de las leyes de hierro de su teoría, no se disuadió de abandonarla? Primero, trató de enmendarlo suavemente, y finalmente, cuando ya no pudo enfrentar la realidad, estuvo dispuesto a deshacerse de ella». Y él explica: «En una época de ruina del Movimiento de trabajadores internacional, debemos purificarnos de ideas preconcebidas. Cuando los hechos hablan el lenguaje de la derrota, debemos sentarnos a la mesa de estudio una vez más y comenzar a examinar enérgicamente el camino y sus principios. Debemos reconocer la responsabilidad que cargan sobre los hombros aquellos quienes continúan. Esta es la forma del pensamiento científico cuando se ve acorralado por las contradicciones entre la nueva realidad y la teoría que explicaba la vieja realidad. Solo una irrupción de la cerca ideológica permite una nueva ciencia y una nueva vida». Y él concluye: «Si no renegamos a nuestra conciencia, declararemos que ha llegado el momento de un debate fundamental de nuevo, una época de dolores de parto. Ahora es el momento de que los líderes del movimiento se pongan de pie y respondan a la pregunta: “¿Qué significa el socialismo hoy en día?» ¿Cuál es el camino por el que se debe conducir el movimiento?».

Dudo que alguien en el movimiento responda a sus palabras, o tal vez sea capaz de entender sus palabras como realmente son. Pues, no es fácil para un hombre de cien años que ha tenido tanto éxito en sus estudios hasta ahora levantarse y de repente trazar una línea que borra toda su teoría pasada, y volver a sentarse en el escritorio y reanudar sus estudios como ese físico, como exige el camarada Botkovsky a los líderes del movimiento socialista. Por cierto, ¿cómo pueden ignorar sus palabras?

Si bien todavía es posible quedarse de brazos cruzados con respecto a la ruina del Movimiento de trabajadores internacional, ya que, de algún modo, no se enfrentan a la destrucción inmediata. A pesar de todo, todavía tienen asegurada una medida de vida de sirvientes y esclavos sumisos. Lo cual no es así con respecto al peligro que enfrenta el Movimiento de trabajadores hebreos, que realmente se enfrentan a la aniquilación bajo el lema del enemigo «destruir, matar y hacer perecer niños y mujeres», como durante la época de la reina Ester.

No debemos comparar nuestro estado de ruina con la ruina del movimiento entre las naciones del mundo. Si solo nos vendieran a la esclavitud y la servidumbre, nos quedaríamos quietos, como hacen ellos. Sin embargo, se nos niega incluso la seguridad de la vida de los esclavos. Por eso, no debemos desaprovechar el momento. Debemos ir a sentarnos a la escuela una vez más, e investigar nuevamente el ideal socialista a la luz de los hechos y las contradicciones que han surgido en nuestros días, sin miedo a romper las barreras ideológicas, porque nada se interpone en el camino de salvar vidas.

Para ello, repasaremos brevemente la evolución del socialismo desde sus primeras etapas. En general, encontramos tres épocas:

La primera fue el socialismo humanista basado en el desarrollo de la moral. Estaba dirigido únicamente a los explotadores.

La segunda se basó en el reconocimiento de la justicia y del mal. Estaba dirigido principalmente a los explotados, para que se dieran cuenta de que los trabajadores son los verdaderos dueños del fruto del trabajo y que toda la producción de la sociedad les pertenece. Dado que los trabajadores son la mayoría en la sociedad, estaban seguros de que una vez que se dieran cuenta de que tienen razón, se levantarían como un solo hombre, tomarían lo que es suyo y establecerían un gobierno de división justa e igualitaria en la sociedad.

La tercera es el marxismo, que triunfó más que todos, y que se basa en el materialismo histórico. La gran contradicción entre las fuerzas productivas, que son los trabajadores, y los que los explotan, que son los empleadores. Necesariamente esto llevará a que la sociedad, en última instancia, corra peligro y se destruya. Entonces vendrá la revolución en el régimen, en la producción y la distribución. El gobierno capitalista será destruido a favor del gobierno del proletariado. De acuerdo a esta teoría, este gobierno surge por sí mismo, a modo de causa y consecuencia. Pero para acelerar el proceso, siempre hay que buscar consejos y poner trabas al gobierno burgués para llevar a cabo la revolución en un corto tiempo.

Antes de llegar a criticar su método, debo admitir que su método es el más justo de todos sus predecesores. Después de todo, estamos siendo testigos del gran éxito que tuvo en cantidad y calidad en todo el mundo antes de que llegara a la experimentación práctica entre los muchos millones en Rusia. Hasta entonces, casi todos los líderes de la humanidad se sintieron atraídos por él.

Y esto es un fiel testimonio de la justicia de su método. Además, incluso teóricamente, sus palabras se cumplen con rigor, y nadie ha podido contradecir su visión histórica de que la humanidad se encamina lenta y gradualmente hacia arriba, como en los peldaños de una escalera. Cada peldaño no es más que la negación de su anterior.

Así, cada movimiento y fase que la humanidad ha asumido en el gobierno político no es más que la negación de su estado previo. La duración de cada fase política es solo el tiempo que lleva develar sus defectos y su maldad. Mientras se descubren sus fallas, esto da lugar a una nueva etapa, liberada de estas fallas. Por lo tanto, estas deficiencias que aparecen en una situación y la destruyen es toda la fuerza de la evolución humana, ya que elevan a la humanidad a un estado más corregido.

Además, revelar las fallas en la siguiente fase llevan a la humanidad a un tercer y mejor estado. Así, persistiendo sucesivamente, estas fuerzas negativas que aparecen en las situaciones son las causas del progreso de la humanidad. A través de ellos, sube como por los peldaños de la escalera. Los cuales son confiables en el cumplimiento de su deber, que es llevar a la humanidad al último y más deseable estado de evolución, purificada de cualquier ignominia y mancha.

En este proceso histórico, nos muestra cómo el gobierno feudal manifestó sus deficiencias y se destruyó, dando paso al gobierno burgués. Ahora es el momento de que el gobierno burgués muestre sus fallas y se destruya, dando paso a un mejor gobierno, que, según él, es el gobierno del proletariado.

Sin embargo, en este último punto, donde nos promete que, tras la ruina del actual gobierno burgués, se instaurará inmediatamente un gobierno proletario, se encuentra el punto débil de su método. Porque la nueva realidad que tenemos ante nosotros lo niega. Ya que pensó que el gobierno del proletariado sería el paso posterior al gobierno burgués y, por lo tanto, determinó que, al revocar el gobierno burgués, se establecería instantáneamente en su lugar el régimen proletario. Sin embargo, la realidad nos mostró que la etapa que sigue a la ruina del actual gobierno es el régimen de los nazis o de los fascistas. Evidentemente, todavía estamos en las etapas intermedias del desarrollo humano. La humanidad aún no ha alcanzado el nivel más alto de la escalera de la evolución. Y, ¿quién puede estimar cuántos ríos de sangre quedan por derramar antes de que la humanidad alcance el nivel deseado?

Para encontrar alguna salida a esta complicación, debemos entender a fondo la ley de evolución gradual antes mencionada en la que basó todo su método. Debemos saber que esta ley incluye toda la creación; en ella se basan todos los sistemas de la naturaleza, tanto orgánicos como inorgánicos, hasta la especie humana con todas sus propiedades ideales, así como las materiales. En todo lo anterior, no hay ninguno que no obedezca la ley de hierro de la evolución gradual resultante de la colisión de estas dos fuerzas entre sí:

1) Una fuerza positiva, es decir, que construye,

2) Una fuerza negativa, es decir, que niega y destruye.

Por medio de su dura y perpetua guerra entre ellos, crean y complementan toda la realidad en general y cada elemento de la realidad en particular. Como dijimos anteriormente, la fuerza que niega aparece al final de cada fase política elevándola a un mejor estado. Así, las fases se suceden hasta alcanzar su perfección final.

Tomemos el planeta Tierra como ejemplo: primero, no era más que una bola de gas parecida a una niebla. A través de la fuerza de gravedad en su interior, con el tiempo, concentró los átomos en un círculo más cercano. Como resultado, la bola de gas se convirtió en una bola de fuego líquida. A continuación, sucedieron épocas de terribles guerras entre las dos fuerzas en la Tierra, la positiva con la negativa, la fuerza que enfría en ella triunfó sobre la fuerza del fuego líquido. Enfrió una fina corteza alrededor del planeta y se endureció allí.

Sin embargo, el planeta aún no se había calmado de las guerras entre las fuerzas, y después de algún tiempo la fuerza líquida del fuego prevaleció de nuevo y estalló en un gran tumulto desde las entrañas de la Tierra, elevándose y rompiendo la fría y dura corteza en pedazos, y el planeta volvió a ser una bola de fuego líquida. Luego comenzó una era de nuevas guerras hasta que al final de esa época, la fuerza fría superó a la fuerza del fuego una vez más, y una segunda corteza se enfrió alrededor del planeta.

Esta vez era más dura, más gruesa y más duradera, capaz de enfrentar la irrupción de los fluidos del interior del planeta. Esta vez duró una época más extensa, pero al final, las fuerzas líquidas dominaron una vez más y brotaron de las entrañas de la Tierra, rompiendo la corteza en pedazos. Una vez más, todo se arruinó y se convirtió en una bola líquida.

Así las épocas se sucedieron una a la otra, y cada vez que prevalecía la fuerza de enfriamiento, la corteza que formaba se hacía más gruesa. Finalmente, las fuerzas positivas vencieron a las negativas y entraron en completa armonía: los líquidos tomaron su lugar en las entrañas de la Tierra y la corteza fría se volvió lo suficientemente espesa a su alrededor como para permitir la creación de vida orgánica sobre ella, como lo es hoy en día.

Todos los cuerpos orgánicos se desarrollan en el mismo orden. Desde el momento en que se siembran hasta el final de su maduración, atraviesan varios cientos de períodos de estados debido a las dos fuerzas, la positiva y la negativa, y su guerra entre sí, como se describe con respecto al planeta Tierra. Estas guerras producen la maduración del fruto.

Además, todo ser vivo comienza en una pequeña gota de líquido. A través del desarrollo gradual a lo largo de varios cientos de fases a través de la lucha de fuerzas antes mencionada, finalmente se convierte en «Un gran buey, apto para cualquier trabajo» o «Un gran hombre, apto para todos sus roles». Sin embargo, debería haber otra distinción entre el buey y el humano: hoy en día, en nuestra época, el buey ya ha alcanzado su fase final de desarrollo. Para el hombre, sin embargo, la fuerza material es todavía insuficiente para llevarlo a la plenitud debido a la fuerza del pensamiento que hay en él, que es miles de veces más valiosa que la fuerza material en nosotros. Así, para los humanos existe un nuevo orden de desarrollo gradual, a diferencia de cualquier otro animal: el desarrollo gradual del pensamiento humano.

Asimismo, al ser una criatura social, el desarrollo individual no es suficiente. Más bien, la perfección final de uno depende del desarrollo de todos los miembros de su sociedad.

Una comuna pragmática

Aceptar la religión de amar al prójimo simple y sencillamente.

Una justa distribución de las ganancias, donde cada uno trabajará según su capacidad y recibirá según sus necesidades.

La propiedad se mantiene, pero su propietario tiene prohibido recibir mayores ganancias de lo que necesita. Un tipo de propietarios se mantendrá bajo supervisión pública, otro tipo por fideicomiso propio o por medio de libros.

Los desempleados recibirán su sustento por igual que los empleados.

Aquellos que vivan según las reglas de la comuna recibirán el mismo salario, tanto el trabajador como el propietario. Las ganancias obtenidas por la vida comunal se convertirán en propiedad pública perteneciente de forma privada a esa comuna (kibutz).

También se deben hacer esfuerzos por construir una vida de comuna para los trabajadores en las ciudades.

Ventajas: Los trabajadores, y más aun los que tienen miedo de quedarse sin empleo, ciertamente asumirán la religión, adquiriendo así seguridad en su vida. Los propietarios idealistas también aceptarán la religión mediante el adoctrinamiento basado en la religión. Se debe establecer la opinión pública, de forma que quien toma más de lo que necesita se lo considera como un asesino. Por su culpa, el mundo se vería obligado a continuar con la matanza, con los modales de Hitler y las terribles guerras. Así, muchas personas se sumarán al comunismo.

Es posible amargar la vida de los propietarios mediante contratos y huelgas, para que acepten la religión, ya que no tocan sus propiedades, solo las ganancias. Dado que la religión sería internacional, será posible ganar los corazones de los vecinos árabes con dinero e influencia religiosa para que acepten la religión junto con nosotros como una unidad, y la promuevan entre los trabajadores y los propietarios árabes.

Esto, a su vez, beneficiará al sionismo. Porque ellos aceptarán la religión que requiere amor y otorgamiento a toda la humanidad en igual medida, no sentirán necesidad de saquear la tierra, ya que comprenderán que la tierra es para el Señor. El nivel de vida de los árabes será igual al nivel de vida de los judíos. Esto será un gran soborno para ganar sus corazones.

La opinión del individuo y la opinión pública

Así como existe la opinión del individuo, que es el poder de juicio que tiene, donde se copian todos los actos beneficiosos y perjudiciales. Y así como uno se mira en el espejo, elige lo beneficioso y rechaza lo perjudicial. También hay un intelecto común para todo el público, donde se copian las acciones beneficiosas y perjudiciales para la sociedad. La opinión pública clasifica las que son buenas para ella, elogia a los que las realizan y condena a los que hacen lo contrario. De aquí surgen los idealistas, las costumbres, las leyes, conductas, las opiniones y preferencias del público.

La corrupción en la opinión pública

Hasta hoy, solo los asertivos tuvieron el poder para liderar y juzgar, los cuales son una élite. Son ellos los que hacen la opinión pública, el juicio y la moral, y también han organizado la religión para que los beneficie. Dado que explotan a la mayoría del público, la religión, la ley y la moralidad son, por lo tanto, perjudiciales para el público, es decir, para la mayoría.

Hay que tener en cuenta que el actual régimen de la élite fue más que suficiente hasta el día de hoy, porque las masas no tenían ninguna fuerza de juicio. Por lo tanto, toda la ruina que precedió al actual orden político, fue solo entre los asertivos. Es cierto que no lograron ese orden en una sola generación, sino mediante terribles destrucciones, hasta que concibieron la religión, la moral y la ley que trajeron el orden al mundo.

La nueva estructura

En las últimas generaciones, a través del socialismo y la democracia, las masas comenzaron a abrir los ojos y asumieron la dirección de la sociedad según la mayoría. Así, ellos han concluido que la religión, los modales y el régimen de paz es nocivo para ellos, pues es cierto que sirve a la élite, los beneficia y los enriquece, al tiempo que perjudica a todos los demás.

Así surgieron dos formas de régimen de masas:

A) O, el nazismo, que se ha rebelado contra la religión, los buenos modales y el juicio, y se comportan como lo hace el hombre primitivo, que precedió al orden de vida de la élite.

B) O, como los soviéticos, donde el diez por ciento de la población controla a todo el público mediante la dictadura. De acuerdo con la dialéctica histórica, esto no puede continuar por mucho tiempo.

Y si se suprimen los buenos modales, los enemigos de Israel acabarán con todos. En síntesis, necesaria e indudablemente volveremos a ser como el hombre de las cavernas, hasta que también las masas, la mayoría, aprendan la dialéctica en carne propia, como los asertivos antes que ellos, y finalmente acepten el orden.

Por lo tanto, el nazismo no es una patente alemana. Si tenemos en cuenta que las masas no son idealistas, entonces el único consejo es la religión, de la que emanan naturalmente los buenos modales y la justicia. Pero ahora, servirá a la mayoría, y esto, ¿cómo podrá ser? Solamente a través de la religión del otorgamiento.

El principio de otorgamiento al prójimo

El liderazgo: los buenos modales son obligatorios y es imperativo sostener el nivel de vida.

La meta: Adhesión al Creador.

El nazismo es fruto del socialismo. Esto se debe a que los idealistas son pocos y los verdaderos portadores, los trabajadores y los agricultores, son egoístas. Si un predicador como Hitler surgiera en cualquier nación, diciendo que el nacionalsocialismo es más conveniente y beneficioso para ellos que el internacionalismo, ¿por qué no deberían escucharlo?

Opinión individual y opinión pública

La corrupción de la opinión pública se debe a que la religión y las buenas costumbres son de acuerdo con:

1) Si el nazismo y su ruina hubieran sido comprendidos años atrás, y si algunos sabios hubieran diseñado un plan para salvarlos mediante una religión devota que fuera suficiente para protegerlos, ¿se habría prohibido debido a su falsedad?

2) Si, después de la guerra, las naciones llegaran a la conclusión de que Israel debe ser dispersado a los cuatro vientos y expulsarnos de nuestra tierra, y cierta persona viniera e instaurara nuevamente la religión para interponerse entre nosotros y las naciones, haciéndolos estar de acuerdo con lo contrario, que incluso los que se encuentran en la Diáspora vengan a Israel, ¿eso estaría prohibido?

3) Si los nazis, Dios no permita, prevalecen y gobiernan el mundo, y quisieran destruir los restos de Jacob, ¿acaso estaría permitido instituir la religión entre todas las naciones, para salvar a la nación?

4) Pragmatismo: la fe surge de una necesidad, es verdadera en la medida que satisfaga esa necesidad. Después de todo, la necesidad es la razón de la fe y la satisfacción de la necesidad es su veracidad. Dos necesidades:

Una necesidad material para establecer la vida social, y esta es su veracidad.

Una necesidad psíquica (mental o del alma), sin la cual la vida es repugnante, esta es Lishmá (por Su nombre).

Por supuesto, los sabios de la religión provienen de una necesidad psíquica, pero de Lo Lishmá uno llega a Lishmá (de no por Su nombre a por Su nombre). Ejemplo: ¿Permitiría la humanidad antigua y primitiva, en la que se robaban y asesinaban unos a otros como animales salvajes, la institución de un régimen religioso?

5) La dirección de la vida:

Traer progreso y felicidad a la sociedad. Esto proviene de la ciencia moderna.

Al mejorar todas las fuerzas psíquicas (mentales o del alma), uno alcanzará dignidad en la vida y un buen nombre después de su muerte.

Debemos entender: si no vale la pena vivir para mí, ¿vale la pena vivir para otros mil como yo, o para mil millones? Por lo tanto, la dirección debe ser en beneficio del Creador, o para uno mismo o para el mundo entero, para que sean recompensados con la adhesión a Él. Ejemplo: en mi infancia no quería leer novelas para no lidiar con mentiras; solo leía historia. Cuando crecí y comprendí la utilidad de ellas, que ellas desarrollan mi imaginación, se convirtieron en verdaderas para mí.

6) Verdadero y falso son una réplica psíquica de la existencia y la ausencia, que son tesis y antítesis, de donde surge la «verdad momentánea» que es la síntesis. Ésta es una verdad pragmática, que dura hasta que se revela la «verdad absoluta», cuando no exista la falsedad en la conciencia de uno.

Fe pragmática: la verdad es pragmática. Dialécticamente, es una réplica de la existencia y la ausencia.

La necesidad: desde la perspectiva de Lishmá (por Su nombre), es una necesidad psíquica. Hay que admitir que son pocos, por eso está escrito: «Mira que los justos son pocos... y los plantó en cada generación», para que puedan tener una demanda desde el nacimiento. Sin embargo, algunos aborrecen la vida material y si no lograran el objetivo de la adhesión, se suicidarían.

El principio religioso: De Lo Lishmá se llega a Lishmá (de no por Su nombre se llega a por Su nombre). Él ha preparado la providencia para guiar a la gente de una manera egoísta, que necesariamente conducirá a la destrucción del mundo, a menos que acepten la religión del otorgamiento. Por lo tanto, existe una necesidad pragmática de ella, y desde ella, se llega a Lishmá.

Necesidad psíquica: así como una persona ciega no puede ver los colores, ni un eunuco conoce el amor al sexo, así la falta de la necesidad psíquica no puede describirse. Sin embargo, una necesidad imperiosa, son los actos de las Mitzvot (preceptos), que pueden generarle una necesidad psíquica.

La moralidad de los buenos modales significa tener buenas cualidades, no para ser recompensados y sin necesidad externa, sino basados únicamente en el altruismo y en sentir responsabilidad hacia la sociedad humana. Esto se logra mediante la educación, aunque la educación necesita la aprobación de la opinión pública para mantenerla y sostenerla después de que uno se aparta del dominio de la educación y la opinión pública ya no proviene de la educación, sino solo del beneficio del público.

El beneficio del público se evalúa solo de acuerdo a ese país en particular, ya que es público está necesariamente en contradicción con otros pueblos y países. Por lo tanto, ¿cómo ayudará la educación en eso? Prueba de ello es que no se han creado los buenos modales, ni siquiera la religión, que sea suficiente para la internacionalidad, por lo que la matanza y el saqueo imperan en todas partes, sin ningunos modales. Por el contrario, al mayor asesino, se lo considerará patriota y cortés.

Hoy en día, necesitamos buenos modales internacionales. El egoísmo público es incorregible, excepto a través de la religión, ya que una educación que no está basada en nada puede ser arruinada fácilmente por cualquier villano astuto, y Alemania es la prueba de ello. Si Hitler hubiera sucedido en una Alemania religiosa, no habría hecho nada.

El egoísmo natural no se quebrará con medios artificiales como la opinión pública y la educación. Para eso no hay cura, excepto una religión que sea natural.

Doble beneficio: la religión del otorgamiento es beneficiosa tanto para el cuerpo como para el espíritu; por lo tanto, es necesario y aceptado más que todos los métodos que existen en el mundo.

Tres aspectos de la motivación o fuerza movilizadora:

O la fuerza de tracción.

O la fuerza de empuje.

¿Cómo puede ayudar la educación cuando uno es libre, sin ninguna motivación para los deberes en los que fue educado? Después de todo, no se sienten atraídos a ello y están desprovistos de la fuerza coercitiva.

Disparidad de forma

El deseo de recibir que está impreso en cada criatura está en disparidad de forma con el Creador. Así, el alma se separa de ella como un órgano es separado del cuerpo, ya que la disparidad de forma en la espiritualidad es como un hacha que separa en lo físico. Por lo tanto, está claro que lo que el Creador quiere de nosotros es la equivalencia de forma, momento en el cual volvemos a adherirnos a Él una vez más, como antes de ser creados.

Nuestros sabios dijeron: «Adhiérete a Sus cualidades; como Él es misericordioso, así tú también sé misericordioso». Esto significa que debemos cambiar nuestras cualidades, que son el deseo de recibir, y tomar las cualidades del Creador, que son solo otorgar. De tal manera, todas nuestras acciones serán solo para otorgar a nuestro prójimo y beneficiarlo con todas nuestras capacidades. Y así llegamos a la meta de adherirnos a Él, que es la equivalencia de forma.

Lo que la persona hace necesariamente por sus propias necesidades, es decir, lo mínimo necesario para su propio sustento y el de su familia, no se considera disparidad de forma, ya que «la necesidad no es condenada ni alabada». Esta es la gran revelación que se revelará por completo solo en los días del Mesías. Cuando esta enseñanza sea aceptada, alcanzaremos la redención completa.

Ya he dicho que hay dos caminos para revelar la plenitud:

O, el camino de la Torá.

O, el camino del sufrimiento.

Por lo tanto, el Creador motivó y dio a la humanidad la tecnología, hasta que inventaron la bomba atómica y la de hidrógeno. Si aún no está clara para el mundo la destrucción total que están destinadas a traer al mundo, esperarán hasta la tercera o cuarta guerra mundial. Y entonces, las bombas harán lo suyo y el resto, que quedarán después de la destrucción, no tendrán otra opción que asumir este trabajo, donde tanto el individuo y como la nación no trabajarán para sí mismos más de lo que necesitan para su subsistencia, y el resto de sus acciones serán en beneficio de los demás. Si todas las naciones del mundo aceptaran esto, cesarían las guerras en el mundo; ya que ninguna persona se preocuparía en absoluto por su propio beneficio, sino sólo por el beneficio de los demás.

Esta enseñanza de la equivalencia de forma es la enseñanza del Mesías. Se dice acerca de esto (Miqueas 4): «Y sucederá en los postreros días…y muchas naciones irán y dirán: “Venid, y subamos porque de Sion saldrá la ley”. Y juzgará entre muchos pueblos». Esto significa que el Mesías les enseñará el trabajo de Dios en la equivalencia de forma. Esta es la enseñanza y la ley del Mesías. «Y probará a las naciones poderosas», es decir, les probará que, si no asumen el trabajo de Dios, todas las naciones serán destruidas por medio de las guerras. Sin embargo, de esto se dice que, si aceptan Su enseñanza, «convertirán sus espadas en rejas de arado».

Si siguen el camino de la Torá y aceptan su enseñanza, mejor, y si no, entonces seguirán el camino del sufrimiento. En otras palabras, estallarán guerras con bombas atómicas y de hidrógeno, y el mundo entero buscará consejo para escapar de la guerra. E irán al Mesías, a Jerusalén, y él les enseñará esta ley.

Atributos humanos

Antes de tocar el tema, comenzaré con un breve prólogo sobre los atributos humanos y diré que las personas se dividen en dos tipos:

Egoístas.

Altruistas.

Egoístas significa que todo lo que hacen es para su propio beneficio. Y si alguna vez hacen algo en beneficio de los demás, necesitan recibir una retribución bien remunerada a cambio de su trabajo, ya sea en dinero, respeto, etc.

Altruistas, significa que sacrifican todos sus días en beneficio de los demás, sin ninguna retribución. O sea, siempre descuidan sus propias necesidades para ayudar a los demás. Además, entre ellos hay quienes entregan su alma y sus fuerzas en beneficio del prójimo, como los que encontramos entre los voluntarios que van a la guerra para beneficiar a los miembros de su país. También hemos encontrado altruistas más generales, es decir, aquellos que entregan su alma y sus fuerzas para ayudar a los rezagados de todas las naciones del mundo, como los comunistas, que luchan por el beneficio de todas las naciones del mundo. Están dispuestos a pagar por ello con su propia vida.

He aquí que, el egoísmo está depositado en la naturaleza de cada persona, como en todos los animales. El altruismo, sin embargo, va en contra de la naturaleza humana. A pesar de lo cual, existen unos pocos elegidos dotados de esta naturaleza; yo los llamo «idealistas». Sin embargo, la mayoría de cualquier sociedad o país está formada por gente simple de carne y hueso, es decir, egoístas. Solo unos pocos excepcionales, son altruistas. Como máximo son el diez por ciento de la sociedad.

Ahora iré al grano: por la razón mencionada, que los altruistas son tan pocos en todas las sociedades, por lo tanto, los primeros comunistas, presentes antes de la época de Karl Marx, no tuvieron éxito en sus acciones para difundir el comunismo en el mundo. El dicho dice: «Un solo pájaro no hace el verano». Además, algunos de ellos incluso establecieron asentamientos comunales como los kibutzim en nuestro país, pero fracasaron porque no pudieron subsistir y mantenerse.

Esto sucedió porque también todos los miembros de la sociedad cooperativa deberían ser idealistas altruistas, como los propios fundadores. Pero dado que el noventa por ciento de cualquier sociedad, incluso la más desarrollada, es egoísta, no pudieron sostener la organización de una sociedad cooperativa, que es puramente altruista por naturaleza.

Esto continuó hasta la época de Karl Marx, cuando se ideó un plan muy exitoso para la expansión del comunismo, a saber, incorporar a los mismos oprimidos en la guerra del comunismo, para que lucharan junto a ellos contra el régimen capitalista burgués. Dado que los oprimidos están interesados en esta guerra solo por su propio beneficio, es decir, solo por razones egoístas, inmediatamente aceptaron su plan, y por eso el comunismo se extendió en todos los estratos de los rezagados y oprimidos. Dado que los rezagados son la mayoría de la sociedad, no es de extrañar que en la actualidad el comunismo haya logrado abarcar un tercio del mundo.

Sin embargo, este emparejamiento de los comunistas altruistas con el proletariado egoísta, aunque fue muy exitoso en derrocar al régimen capitalista, odiado por ambos, aun así, ese emparejamiento fracasa en mantener un régimen cooperativo con una división justa. La razón es muy simple: una persona no hace ningún movimiento a menos que haya algún propósito que requiera la realización de ese movimiento. Ese propósito sirve como fuerza de empuje para efectuar el movimiento, como el combustible que es la fuerza que mueve a una máquina.

Por ejemplo, una persona no mueve la mano de un lugar a otro a menos que piense que en el otro lugar se sentirá más cómodo colocando allí su mano. Ese propósito de buscar un lugar más cómodo para su mano es el combustible que empuja su mano de este lugar al otro. Huelga decir que, un obrero que trabaja todo el día debe tener combustible para los laboriosos movimientos que realiza. La retribución que recibe a cambio de su trabajo es el combustible que lo moviliza en su arduo trabajo. Por lo tanto, si no se le da ninguna retribución a cambio de su trabajo, o si no tiene necesidad de esa retribución, no podrá trabajar. Porque será como una máquina a la que no le proveyeron combustible; ni siquiera la persona más ingenua del mundo podrá pensar que esta máquina se moverá de su lugar.

De ahí que, en un régimen puramente comunista, donde el obrero sabe que no se le dará más si trabaja más, ni se le quitará si trabaja menos, y, es más, a la luz del lema perfecto: «Cada uno trabajará según su capacidad y recibirá de acuerdo a sus necesidades», resulta que el obrero no será recompensado por su diligencia adicional, ni temerá en absoluto por su propia negligencia. Por lo tanto, no tendría combustible que lo movilice a trabajar. La productividad laboral de los trabajadores se reduciría entonces a cero, hasta arruinar finalmente todo el régimen. Ninguna educación en el mundo ayudará a invertir la naturaleza humana para que pueda trabajar sin combustible, es decir, sin retribución.

La excepción a esta regla es el idealista altruista nato, para quien la mejor recompensa es el bien de los demás. Este combustible altruista es completamente suficiente como fuerza de trabajo, como lo es la retribución egoísta para todas las demás personas. Sin embargo, los idealistas son pocos, y su cantidad es insuficiente para que la sociedad se base en ellos. Así que ves que el comunismo y el altruismo son lo mismo.

Hay formas de obligar a los trabajadores a completar la parte del trabajo que los supervisores les asignen. Es decir, mediante las mismas conductas que se acostumbran en el régimen capitalista, donde cada uno recibe según su productividad. Además, se puede imponer duros y amargos castigos a los negligentes, como se acostumbra en los países soviéticos. Sin embargo, esto no es comunismo en absoluto. No hace falta decir que esto no es el paraíso que se espera que traiga el régimen comunista, uno por el que valga la pena dar la vida.

Por el contrario, un régimen como este es mucho peor que el régimen capitalista, por razones claras que expondré a continuación. Si a pesar de todo, ese régimen coercitivo hubiera sido una etapa de transición hacia el comunismo perfecto, aún podría haber sido aceptado y tolerado. Sin embargo, este no es el caso, ya que ningún tipo de educación en el mundo cambiará la naturaleza humana de egoísta a altruista. Por tanto, si el régimen coercitivo soviético quisiera transformarse en un gobierno verdaderamente cooperativo, se agotaría el combustible de los trabajadores; no podrán trabajar y destruirán el régimen. Por tanto, el egoísmo y el anticomunismo son lo mismo, idénticos.

Además, un régimen comunista por coacción es completamente insostenible, ya que un régimen basado solo en bayonetas no tiene derecho a existir, y la mayoría finalmente se levantará contra él y lo abolirá. El diez por ciento idealista nunca podrá gobernar al noventa por ciento egoísta y anticomunista. Esto es lo que vemos en los soviéticos y los países del este. Más aún, ni siquiera ese puñado de idealistas comunistas que hoy son los líderes que administran esos países, tienen la garantía de permanecer así durante generaciones, ya que los ideales no son hereditarios. Aunque los progenitores sean idealistas, no hay ninguna seguridad de que su descendencia los siga.

Entonces, ¿cómo podemos estar seguros de que el liderazgo de la segunda o tercera generación estará en manos de idealistas comunistas como lo está hoy? Se podría decir que la mayoría los elegirá del público, pero esto es un grave error. La mayoría del público egoísta solo elegirá a aquellos que sean cercanos a ellos en espíritu, no a sus oponentes. Además, todos saben que los líderes de hoy no fueron elegidos por el público en absoluto. Entonces, ¿quién cuidará que los representantes electos, sean siempre los idealistas de entre el público? Cuando los egoístas lleguen al poder, sin duda revocarán inmediatamente ese gobierno. O, al menos, lo convertirán en una especie de comunismo nacional, «una nación de señores».

Todo lo que he dicho, es mi propia opinión, es decir, cuando probé que el comunismo y el altruismo son lo mismo, y que el egoísmo y el anticomunismo son lo mismo. Sin embargo, si le preguntas a los propios comunistas, lo negarán con vehemencia. Pues dirán lo contrario: «Estamos lejos de cualquier ética burguesa, no tenemos ningún sentimentalismo. Solo pedimos justicia, que ningún hombre explote a otro». En otras palabras, según el principio, «lo mío es mío y lo tuyo es tuyo», que es, de hecho, el atributo del egoísmo. Por lo tanto, debo ver la cuestión desde su percepción, y criticar esa justicia que buscan y a la que consagran sus almas.

Definiciones más generales

En primer lugar, según el desarrollo de los regímenes comunistas, encuentro que los términos «burguesía» y «proletariado» ya no son suficientes para explicar la historia económica. Necesitamos términos más generales. Es más correcto dividir a la sociedad en la clase de los diligentes y la clase de los rezagados. En los regímenes burgueses, los diligentes son los capitalistas, y los mediocres y los «rezagados» son los trabajadores que trabajan para ellos.

En el régimen comunista, los «diligentes» son los directores, los supervisores y los intelectuales, mientras que los «rezagados» son los trabajadores que trabajan para ellos.

La mayoría en todas las sociedades son siempre los rezagados. Los diligentes no son más del treinta por ciento de la sociedad. Es una ley natural que la clase diligente explotará a la clase rezagada lo más que pueda, como los peces en el mar, donde el fuerte se come al débil. Es intrascendente si los diligentes son capitalistas y comerciantes, como en el régimen burgués, o si los diligentes son los directores y supervisores, y los intelectuales y los distribuidores como en el régimen comunista.

Porque, finalmente, los diligentes explotarán a los trabajadores rezagados tanto como puedan, y no se apiadarán de ellos. Los diligentes siempre succionarán la mantequilla y la crema, dejando a los laboriosos trabajadores solo el suero de la leche. Solo que la cuestión es, ¿qué les queda a los trabajadores después de la cruel explotación por parte de los diligentes?, y, ¿cuál es la medida de esclavitud que los diligentes les imponen? ¿Qué grado de libertad e independencia les permiten los diligentes? Sólo de acuerdo con la medida de las sobras que los diligentes dejan a los rezagados, debemos examinar cada régimen, diferenciar entre un régimen y otro, y elegir cuál es preferible.

Mencionemos una vez más que el hombre no puede trabajar sin una retribución, que le sirva como lo es el combustible para la máquina. En un régimen comunista no altruista, los trabajadores deben ser recompensados por su trabajo y ser severamente castigados por su negligencia. Sin embargo, son necesarios muchos supervisores que los vigilen. Sin supervisión adecuada, la recompensa y las sanciones ciertamente no bastarán para nada. Sin embargo, no hay trabajo más duro que imponerse a las personas, atormentarlas y hacer que se esfuercen, porque «nadie quiere ser verdugo». Por lo tanto, incluso si nombran inspectores, supervisores por encima de los inspectores y aún otros superiores designados para vigilar a los supervisores, todos juntos descuidarán su supervisión y no atormentarán a los trabajadores ni tampoco los harán trabajar de forma adecuada y suficiente.

No hay ninguna solución para eso, excepto proporcionar suficiente combustible a los funcionarios, suficiente como para un trabajo tan duro, es decir, el trabajo del verdugo. En otras palabras, se les debe dar un salario varias veces mayor a un simple obrero.

Por lo tanto, no te asombres si en Rusia a los funcionarios se les paga de diez a cincuenta veces más que a un simple trabajador. Porque su esfuerzo es de diez a cincuenta veces más duro que el de un simple obrero. Si no se les da suficiente retribución, se verán obligados a descuidar la supervisión y el país se arruinará.

Ahora piensa en lo que ocurre en nuestro país, en términos de nuestra moneda. Digamos, por ejemplo, que un simple trabajador gana cien shekels al mes. Esto significa que los funcionarios más bajos recibirán mil shekels al mes, es decir, diez veces más. Así, en un año ganará doce mil shekels, y en diez años, ciento veinte mil shekels. Si deducimos el diez por ciento de eso para su sustento, se quedará con ciento ocho mil shekels. Parece que deberíamos considerarlo un capitalista respetable. Lo es más aún con los altos funcionarios. Así, dentro de unas décadas, los funcionarios se convertirán en millonarios, sin riesgo alguno, sino directamente a través de la explotación de los trabajadores. Como he dicho, según la actual experiencia, ya no se debe dividir a la sociedad en burguesía y proletariado, sino en diligentes y rezagados.

Y quizás dirás, que este es solo un escalón hacia el comunismo puro, lo que significa que, a través de la educación y la opinión pública, las masas serán instruidas hasta que «cada uno trabaje de acuerdo a su capacidad y reciba de acuerdo a sus necesidades». Entonces no habrá necesidad de inspectores y supervisores.

Esto es un gran error porque el lema de que cada uno trabaje de acuerdo a su capacidad y reciba de acuerdo a sus necesidades es un lema claramente altruista. En términos generales, que una persona pueda trabajar en beneficio de la sociedad sin combustible, es antinatural, a menos que el altruismo sea la razón y el combustible de nuestro trabajo, como he demostrado.

Por lo tanto, no debemos esperar un cambio para mejor. Muy al contrario, debemos temer que ese puñado de comunistas idealistas que lideran hoy, no leguen su liderazgo a otros idealistas, porque la fuerza egoísta del pueblo prevalecerá gradualmente y elegirán un liderazgo de acuerdo con su espíritu egoísta y reinstaurarán el sistema capitalista. Como mínimo, convertirán el comunismo en una especie de comunismo nacional, una «nación de señores», como hizo Hitler. Si tienen el poder, no tendrán inhibiciones en explotar a otras naciones en beneficio propio.

Y quizás dirás que, a través de la educación y la opinión pública, la naturaleza de las masas puede invertirse y convertirlos en altruistas, pero este también es un grave error, porque la educación no puede hacer más que la opinión pública, lo que significa que la opinión pública respetará a los altruistas y deshonrará a los egoístas. Mientras la opinión pública sostenga el altruismo mediante el respeto y la humillación, la educación será eficaz. Sin embargo, si en un momento dado llega un orador experimentado y competente que da un discurso diario en contra de la opinión pública, indudablemente podrá cambiar la opinión pública de la manera en que lo desee.

Ya tenemos una experiencia amarga en la historia con ese malvado que convirtió a un pueblo muy educado como los alemanes en animales salvajes a través de sus discursos diarios. Varios siglos de educación expiraron y desvanecieron como pompa de jabón, ya que la opinión pública cambió y la educación ya no tenía base en la cual apoyarse, ya que la educación no puede existir sin el apoyo de la opinión pública.

Por lo tanto, es evidente que no hay posibilidad alguna de cambiar este régimen coercitivo. Tampoco hay esperanza de que las masas alcancen jamás el verdadero comunismo, según el lema «Cada uno trabajará según su capacidad y recibirá según sus necesidades». Más bien, los trabajadores deben permanecer eternamente bajo la terrible vara de directores y supervisores, mientras que los directores y supervisores siempre chuparán la sangre de los trabajadores, como hacen los capitalistas burgueses, o quizás, mucho peor que ellos. Después de todo, bajo el régimen coercitivo de los comunistas, los trabajadores ni siquiera tienen derecho a la huelga. El hambre y la espada siempre penderán sobre sus cabezas, como es sabido de la experiencia soviética. Además, si alguna vez es derrocado el régimen coercitivo, la sociedad indudablemente se destruirá al instante, porque los trabajadores se quedarán sin combustible.

Se dice que en un régimen comunista al proletariado le conviene sufrir, ya que sufren para sí mismos, dado que son los dueños de los medios de producción, de la propiedad y del excedente, y nadie puede explotarlos. Sin embargo, en el régimen burgués solo tienen el pan de cada día, y todo el excedente se les da a los capitalistas. Superficialmente estas palabras son muy bonitas. Sin embargo, si hubiera una pizca de verdad en estas palabras, se aplicarían a los diligentes, que son los funcionarios y directores, que de todas maneras disfrutan de todos los placeres del régimen coercitivo. Pero, en lo que respecta al proletariado, a saber, los trabajadores y los rezagados, estas son palabras completamente huecas.

Tomemos, por ejemplo, nuestras vías férreas. Son propiedad estatal, por lo que la propiedad de la vía férrea está en manos de todos los ciudadanos del país. Pregunto: ¿Alguno de nosotros siente su derecho como propietario de la vía férrea? ¿Obtenemos algún mayor beneficio cuando viajamos en una vía férrea nacionalizada en comparación a cuando viajamos en una vía férrea privada y capitalista? También podemos tomar como ejemplo una cooperativa, propiedad exclusiva del proletariado, como Solel Boné (una gran corporación de construcción en Israel), que únicamente es propiedad de los trabajadores. ¿Acaso los trabajadores que trabajan en su propia propiedad tienen algún beneficio adicional al que reciben cuando trabajan para una propiedad capitalista extranjera?

Me temo que el que trabaja para un contratista extranjero se siente mucho más en casa que el que trabaja para Solel Boné, aunque aparentemente este sea copropietario. Solo el puñado de directores son realmente propietarios, y hacen con la propiedad nacional lo que mejor les parece. Y ningún ciudadano siquiera tiene derecho a preguntarles qué harán y para qué. Así, el proletariado no siente placer alguno de toda la propiedad del estado y los medios de producción, que están en manos de los directores y de los funcionarios, quienes siempre los oprimen y humillan como si fueran polvo de la tierra. ¿Cuál es entonces el excedente que tienen en el régimen coercitivo comunista, más allá de su pan de cada día?

No envidio en absoluto al proletariado, que se encuentran en el régimen coercitivo comunista, bajo el duro yugo de los funcionarios e inspectores, porque pueden torturarlos con todo tipo de crueldades, sin ninguna vergüenza ante la opinión pública y mundial, ya que todos los medios publicitarios están en manos de los funcionarios. Nadie será capaz de revelar en público las malas acciones de ellos.

Además, todos estarán encadenados bajo sus manos, incapaces de salir del país y escapar de ellos, tal como nuestros antepasados fueron encerrados en Egipto, cuando ningún esclavo podía salir de allí para ser libre. Dado que todos los trabajadores dejan el excedente de la producción para el estado ¿cómo los dejarán ir a otra parte, cuando el estado pierde su excedente? En una palabra, un régimen comunista no altruista debe estar compuesto siempre de dos clases:

La clase de los diligentes, que son los directores, los funcionarios y los intelectuales.

La clase de los rezagados, que son los trabajadores productivos, quienes son la mayoría de la sociedad.

Para el buen funcionamiento del estado, la clase de los diligentes debe, ya sea conscientemente o contra su voluntad, esclavizar, atormentar y humillar a la clase trabajadora, sin piedad y sin vergüenza. Los explotarán siete veces más de lo que los explotan los burgueses, porque estarán totalmente indefensos, sin derecho a huelga. No podrán revelar en público las malas acciones de los empleadores y no gozarán en absoluto de ser propietarios de los medios de producción que los funcionarios han adquirido.

Una cosa más, y esta es la más importante: El comunismo no solo debe corregir el orden económico del mundo, sino también debe garantizar la subsistencia mínima de las personas en el mundo. En otras palabras, prevenir las guerras para que las naciones no se destruyan entre sí. Ya he gritado como una grulla en 1920, en mi libro, «El panfleto de la paz», y advertí entonces, que las guerras en nuestros días han adquirido dimensiones tales que ponen en peligro la vida del mundo entero. El único consejo para evitarlo, es que todas las naciones adopten el régimen del comunismo perfecto, es decir, el altruista. Huelga decir que hoy, después del descubrimiento y uso de las bombas atómicas, y el descubrimiento de las bombas de hidrógeno, ya no hay duda de que después de una, dos o tres guerras, toda la civilización y la humanidad quedarán totalmente destruidas, sin dejar rastro alguno.

El comunismo moderno egoísta, no puede asegurar la paz en el mundo, porque incluso si todas las naciones del mundo adoptaran este régimen comunista, aun así, no habría una razón que obligue a las naciones ricas en medios de producción, materias primas y civilización, compartan las materias primas y medios de producción en igualdad de condiciones con las naciones pobres.

Por ejemplo, las naciones de América no querrán igualar su nivel de vida con las naciones asiáticas y africanas, ni siquiera con las naciones europeas. Una sola nación podría tener el poder de igualar el nivel de vida de los ricos y de la clase media - los dueños de los medios de producción - con el del proletariado, incitando a las masas pobres, que son la mayoría de la sociedad, a destruir a los ricos y a la clase media y a apoderarse de sus propiedades. Sin embargo, ese consejo no servirá de nada para obligar a una nación rica a compartir sus propiedades y medios de producción con una nación pobre, ya que la nación rica ya ha preparado armas y bombas para protegerse de sus vecinos pobres.

Entonces, ¿qué beneficio generaron los sabios al establecer el régimen comunista en el mundo? Ya que deja sin ningún alivio la situación de envidia entre las naciones al igual que en el régimen capitalista. Una división justa en cada nación dentro de sí misma, no ayuda en absoluto a la división justa entre las naciones. Por lo tanto, mientras la vida mínima está en peligro inminente, es una pérdida de tiempo mejorar el régimen económico. Sería mejor que dedicaran ese tiempo a buscar consejos y tácticas para salvar la vida mínima de la humanidad.

Así, se ve que el problema con el régimen comunista de hoy es la falta de retribución adecuada, la cual es el combustible para la fuerza productiva de los trabajadores. Por este motivo, es imposible emplearlos exitosamente si no es con el combustible de la remuneración y el castigo. Por lo tanto, se necesita que los inspectores, supervisores y directores se encarguen de ese arduo trabajo, supervisen a los obreros, chupen cruelmente su sangre y su esfuerzo, amargarles sus vidas siempre con las dificultades de la esclavitud. A cambio de este arduo trabajo, deben darles una recompensa provechosa, que no será menos que convertirlos en millonarios, porque no querrán ser verdugos por su libre voluntad por menos que eso, como vemos en el país soviético. Además, no debemos esperar que este régimen de terror cambie alguna vez, como prometen los optimistas. Porque ni las bayonetas ni la educación ni la opinión pública podrán cambiar la naturaleza humana, para que trabaje voluntariamente sin el combustible adecuado.

Por lo tanto, es una maldición para generaciones, porque cuando sea derogado el régimen coercitivo, los trabajadores ya no tendrán una productividad que sea suficiente para el sustento del estado. No hay solución para eso, excepto la de traer al corazón del trabajador la fe en la recompensa y castigo espiritual del cielo, que conoce todos los misterios. Mediante la educación y propaganda adecuadas, la retribución y el castigo espiritual serán suficientes para la productividad de su trabajo. Ya no necesitarán directores y supervisores que los controlen, sino que todos y cada uno trabajarán de buena gana y de corazón por la sociedad, más y más, para ganar su salario del cielo.

Lo positivo

1. El comunismo es un ideal, es decir, que es moral. Así lo evidencia el objetivo de «trabajar de acuerdo a la capacidad y recibir de acuerdo con las necesidades».

2. Toda moral debe tener una base que la haga obligatoria. Y la educación y la opinión pública son una base muy débil, y la prueba de ello es Hitler.

3. Debido a que está garantizado el triunfo de la opinión de la mayoría, es innecesario decir que llevar el comunismo corregido a la práctica, es por medio de la mayoría del público. Por lo tanto, se debe establecer el nivel moral de la mayoría del público sobre una base que obligue y garantice que el comunismo corregido nunca se corrompa. El ideal predeterminado desde el nacimiento en los seres humanos es insuficiente, ya que muy pocos lo poseen y son una minoría insignificante en comparación con la mayoría del público.

4. La religión es la única base que puede ser un factor, que garantice la elevación del nivel moral del público de «trabajar según la capacidad y recibir según la necesidad».

5. Hay que quitarle al comunismo el concepto de «Lo mío es mío y lo tuyo es tuyo», que es la cualidad sodomita y cambiarlo por el concepto de «Lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo», es decir, por el altruismo absoluto. Cuando la mayoría del público acepte esta ley de facto, será el momento de «trabajar según la capacidad y recibir según la necesidad». La señal sería que cada uno trabaje como un obrero de un contratista.

6. Antes de que el público alcance este nivel moral, está prohibido nacionalizar la propiedad. Porque mientras no exista un factor moral seguro en la mayoría del público, no tendrán el combustible necesario para trabajar.

7. El mundo entero es una sola familia. El marco del comunismo, debería, en última instancia, abarcar al mundo entero con un nivel de vida igual para todos. Sin embargo, el proceso práctico es lento y gradual. Cada nación cuya mayoría asume estos elementos básicos de manera práctica, y tenga una causa sólida como combustible, puede entrar de inmediato en el marco del comunismo.

8. La forma económica y religiosa que garantice el comunismo será una para todas las naciones, excluyendo las formas religiosas que no conciernen a la economía. Para el resto de las costumbres, cada uno tendrá su propia forma, que no debe cambiarse.

9. El mundo no debe ser corregido en materia de religión antes de que se garantice al mundo la corrección económica.

10. Preparar un programa detallado de todas las leyes antes mencionadas y el resto de leyes necesarias para ese propósito y todo el que ingrese dentro del marco del comunismo, debe prestar un juramento de lealtad.

11. Primero, se debe formar una pequeña institución cuya mayoría sea altruista de acuerdo a lo anterior, es decir, que trabajarán con la misma diligencia que los trabajadores de un contratista, de diez a doce horas al día y más aún. Cada uno trabajará según su capacidad y recibirá según sus necesidades. Tendrá todas las formas de gobierno de un estado, de tal manera que incluso si el marco de esta institución contuviera al mundo entero y se revocará el régimen del puño, no será necesario cambiar nada ni en el gobierno ni en el trabajo. Esta institución será como un punto central mundial, que comprenderá y circundará a todas las naciones y estados hasta los rincones más lejanos del mundo. Todos los que entren en el marco del comunismo tendrán el mismo plan y el mismo liderazgo central. Serán como una sola nación para las ganancias, las pérdidas y los gastos.

12. Queda absolutamente prohibido a todo integrante de la institución, utilizar cualquiera institución legal o parecida, de todas las formas existentes del régimen de coacción. Todos los conflictos deben resolverse entre ellos, es decir, entre las partes interesadas. La opinión pública, que condena el egoísmo, condenará al culpable por explotar la rectitud de su amigo.

13. Es un hecho que la mayoría de las naciones odian a los judíos y que los rebajan. Esto es verdad tanto para su iglesia, como para sus seculares y sus comunistas. No hay ningún consejo para combatirlo, excepto llevar la verdadera ética altruista al corazón de las naciones hasta llegar al cosmopolitismo.

14. Si al individuo se le prohíbe explotar a sus amigos, ¿por qué se le permite a una nación explotar a sus naciones vecinas? ¿Qué derecho justifica que una nación aporte a la Tierra más que otras naciones? Por lo tanto, debe instituirse el comunismo internacional. Así como hay individuos que han sido privilegiados con la diligencia, ya sea por azar o por herencia de sus antepasados, con una parte mayor que los negligentes, lo mismo ocurre entre las naciones. Por lo tanto, ¿por qué debería ser mayor la guerra contra los individuos que contra las naciones?

15. Si estuvieras en una isla de salvajes a los que no pudieras organizar mediante la ley, sino a través de la religión, ¿lo dudarías y dejarías que se destruyeran entre sí? Lo mismo ocurre con respecto al altruismo: todos son salvajes y no hay consejo alguno que sea aceptado por ellos si no es a través de la religión. ¿Quién vacilaría en abandonarlos a su suerte hasta destruirse unos a otros con bombas de hidrógeno?

16. Hay tres fundamentos para la propagación de la fe: la satisfacción de los deseos, las pruebas y la propaganda. Los deseos son como retener la libertad de recompensa. También hay una recompensa nacional - ser la gloria de la nación. La prueba: no hay existencia para el mundo sin ella, más aún en la época de bombas atómicas. La propaganda: si se hace con diligencia, también puede reemplazar a la prueba.

17. Debido al ansia por las posesiones, es imposible crear un comunismo altruista a menos que se comience con un comunismo egoísta, como ya demostraron todas las sociedades que quisieron establecer un comunismo altruista antes del marxismo. Sin embargo, ahora que un tercio del mundo ya ha sentado sus bases sobre un régimen comunista egoísta, es posible comenzar a establecer un comunismo altruista duradero basado en un fundamento religioso.

18. El comunismo altruista finalmente abolirá por completo el régimen coercitivo, porque «todo hombre hará lo que le parezca correcto». Eso no debería sorprendernos ni hacernos dudar, porque tampoco creyeron que los niños pudieran ser educados con explicaciones, sino solo con la vara. Sin embargo, hoy en día, la mayoría de la gente ha aceptado «reducir el régimen coercitivo sobre los niños». Esto es cierto para los niños que no tienen ni paciencia ni conocimientos, pero más aún en el caso de una agrupación de personas, formadas en el altruismo. Ellas no necesitarán el régimen coercitivo.

De hecho, no hay nada más humillante y degradante para una persona que estar sometido al gobierno del poder intangible. Incluso los tribunales no serán necesarios, a menos que ocurra algún evento excepcional, donde los vecinos no puedan influenciar a un individuo inusual. En ese caso, se necesitarán especialistas en educación para disuadir a esa persona mediante la argumentación y la explicación del beneficio de la sociedad, hasta que esa persona vuelva al camino correcto. Y si la persona es terca, y todo es en vano, entonces el público se alejará de esa persona como si fuera un paria, hasta que esa persona se vea obligada a conectarse con las leyes de la sociedad.

Resulta que después de que haya una comuna (Kibutz) fundada por comunistas altruistas, con una mayoría de personas que hayan asumido estas reglas en la práctica, inmediatamente aceptarán no llevarse unos a otros a ningún tribunal, agencia gubernamental o cualquier otro tipo de fuerza. Al contrario, todo se hará mediante la persuasión. Por lo tanto, ninguna persona será aceptada en la sociedad antes de que se compruebe si la persona es tan tosca que no puede ser instruida en el altruismo.

19. Es bueno corregir que ninguna persona demande sus necesidades a la sociedad. En vez de eso, habrá personas seleccionadas que examinarán las necesidades de cada uno y las proveerán a todos y cada uno de ellos. La opinión pública condenará a quien reclame algo para sí mismo, tratándolo como grosero y sinvergüenza, como se hace con el ladrón de hoy en día. Por lo tanto, los pensamientos de todos serán solo para otorgar al prójimo, como es la naturaleza de cualquier educación que valore esto, incluso antes de que uno sienta sus propias necesidades. Si queremos saltar sobre una mesa, debemos prepararnos para saltar mucho más alto que la mesa, y entonces aterrizaremos sobre la mesa. Sin embargo, si queremos saltar solo tan alto como la mesa, nos caeremos.

20. Hay que admitir que el comunismo egoísta no es más que una etapa en el camino «De Lo Lishmá a Lishmá» (de no por Su Nombre a por Su Nombre). Sin embargo, yo digo que ha llegado el momento de la segunda etapa, a saber, el comunismo altruista. Primero, debe establecerse en un país, como modelo. Después de eso, los países que se encuentran en la primera etapa ciertamente lo aceptarán. La prisa es importante, ya que las carencias y la fuerza bruta empleada en el comunismo egoísta alejan a la mayor parte del mundo civilizado de este método por completo. Por lo tanto, debe mostrarse al mundo el comunismo perfecto, y entonces, sin duda, la mayoría de los países civilizados del mundo lo aceptarán. Despierta un gran temor que el imperialismo se anticipe y elimine el comunismo del mundo, pero si nuestro método perfecto realmente se publica, el imperialismo ciertamente quedará como un rey sin ejército.

21. Está claro que no es posible una vida social normal y estable hasta que las controversias entre los miembros de la sociedad sean resueltas por la mayoría. Por lo tanto, no puede haber un buen gobierno de la sociedad, a menos que la mayoría sea buena. Una buena sociedad significa que la mayoría en ella es buena, y una mala sociedad significa que la mayoría de ella es mala. Como dije anteriormente (ítem 3), el comunismo no debe establecerse antes de que la mayoría de la gente opere con un deseo de otorgar.

22. Ninguna propaganda puede garantizar un régimen coercitivo sobre las generaciones futuras. Ni la opinión pública ni la educación ayudarán en este caso, porque ellas por naturaleza se van debilitando, a diferencia de la religión, que por naturaleza se va fortaleciendo. Vemos por experiencia, que las naciones que han aceptado la religión primero de manera coercitiva y compulsiva, la observan por decisión y voluntad propia en las siguientes generaciones. Más aún, son devotos y se entregan por completo a ella.

Debemos entender que, aunque los padres hayan aceptado el comunismo altruista por ser idealistas, no hay garantía alguna de que sus hijos continúen en este régimen. No hace falta decir que si los padres adoptaron el comunismo por coerción y compulsión, como se acostumbra en el comunismo egoísta, este no perdurará por generaciones, sino que finalmente será superado y revocado. No se puede imponer un régimen coercitivo durante generaciones excepto si se realiza a través del mandato religioso. Cuando digo que no se debe instituir el régimen comunista antes de que haya una mayoría altruista, no quiero decir que sean voluntariamente idealistas. Más bien, significa que lo mantendrán por razones religiosas, además de la opinión pública y la coerción, está sí durará generaciones, ya que la religión es el principal agente de coacción.

23-24. Se debe recordar todo el sufrimiento, la pobreza, las matanzas y las guerras, así como las viudas y los huérfanos del mundo que buscan la redención en el comunismo altruista. En tal estado, a la gente no le resultará tan difícil entregar y dedicar toda su vida, para salvarse de la ruina y de los terribles dolores. Eso es aún más así con la gente joven, cuyo corazón aún no ha quedado aturdido por sus propios defectos. Esos, sin duda, lo apoyarán con todo su corazón y alma.

Lo negativo

1. Si la nacionalización se hace antes de que el público esté preparado para ello, es decir, antes de que cada uno tenga una base sólida y un motivo seguro como combustible para trabajar, es como si uno destruyera su pequeña casa antes de tener los medios para construir otra.

2. La igualdad del público no significa igualar el nivel de los talentosos y exitosos al nivel de los negligentes y oprimidos. Esto arruinaría completamente al público. Más bien, significa permitir a cada persona del público el nivel de vida de la clase media. Así, los negligentes también tendrían tanta libertad en su vida como la clase media.

3. Se debe preservar la libertad del individuo si no es perjudicial para la mayoría del público. No hay que apiadarse en absoluto de aquellos que perjudican. Hay que volverlos inofensivos.

4. El comunismo actual subsiste gracias a los idealistas que lo dirigen. Ellos eran idealistas antes de convertirse en comunistas. Sin embargo, la segunda generación, que elegirá líderes según la opinión de la mayoría del público, será derogada gradualmente y tomará la forma del nazismo o volverá al régimen capitalista. Esto es porque no tendrán un motivo, que les impida explotar a otras naciones negligentes.

5. El comunismo egoísta no tiene ningún motivo para evitar las guerras, ya que la base de todas las guerras es tener un espacio vital, que cada uno quiere construir sobre la destrucción del otro, ya sea por justicia o por envidia de que el otro tenga más. El comunismo basado en «lo mío es mío» en un marco de división equitativa, no elimina en absoluto la envidia de las naciones entre sí. Y mucho menos la falta de espacio vital de la nación. Tampoco hay esperanza alguna de que las naciones ricas den su parte para igualar a las pobres, ya que «lo mío es mío y lo tuyo es tuyo» no lo obliga a ello. Sólo el comunismo de «lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo» resolverá esto.

6. Incluso hoy vemos que hay una fuerza mundial que prevaleció y conquistó todos los países comunistas, comportándose allí como si estuviera en su propia casa, exactamente como fue en la historia de las antiguas naciones, como Grecia y Roma, etc. No hay duda de que esta fuerza se dividirá en partes, y ya encontramos a Tito. Y cuando se separen, es seguro que lucharán entre sí, porque ¿cómo gobierna Rusia a Checoslovaquia, o a los demás, si no es con la fuerza de la espada y la lanza?

7. En el comunismo, los empleadores se esfuerzan por disminuir el consumo de los trabajadores y aumentar su productividad. En el imperialismo, los empleadores quieren y actúan para aumentar el consumo de los trabajadores, y equiparar la productividad con el consumo.

8. La clase de los gobernantes y supervisores creará finalmente una especie de exilio de Egipto sobre la clase trabajadora, ya que cada trabajador deja sus excedentes en manos de la clase de los gobernantes, son ellos quienes toman la parte principal. Por lo tanto, no permitirán que ningún trabajador se escape de sus manos a otro país. Así, los trabajadores estarán encarcelados, custodiados como Israel bajo el faraón en Egipto.

9. Los gobernantes están destinados, finalmente, a dar muerte a todos los ancianos y discapacitados de la clase trabajadora, argumentando que comen más de lo que producen y que son parásitos del estado. Nadie morirá de muerte natural.

10. Si el comunismo se expande por todo el mundo, matará a cualquier nación que coma más de lo que produce.

11. Si los especuladores y los comerciantes se convierten en distribuidores, los compradores se convertirán en receptores de la caridad de manos de los distribuidores, y los distribuidores harán con ellos lo que les plazca, o tanto como teman a los supervisores.

12. El comunismo no subsiste en una sociedad anticomunista, porque un régimen apoyado en bayonetas y lanzas no tiene derecho a existir. Eventualmente, la mayoría de la sociedad se fortalecerá y derrocará ese régimen. Por lo tanto, primero debe establecerse una mayoría altruista, y así el régimen se apoyará en la voluntad.

13. El hábito de las olas de odio y envidia se volverá más tarde contra los rezagados; cuando el comunismo se basa en olas de odio y envidia, sólo logrará derrocar a los burgueses, pero no beneficiará a los rezagados. Al contrario, los mismos que se han acostumbrado al odio y a la envidia, cuando no tengan más burgueses, volverán las flechas del odio contra los rezagados.

14. El comunismo egoísta tiene garantizado estar en una guerra perpetua con el público: el régimen comunista, por su propia naturaleza, se verá obligado a luchar siempre con los anticomunistas. Esto es porque toda persona por naturaleza, tiende a poseer propiedades. Y tiende, de forma natural, a tomar la crema y dejar el suero para otros. La naturaleza no cambia por la educación o la opinión pública. Es inimaginable pensar que alguien alguna vez esté de acuerdo voluntariamente. Las lanzas del ejército no pueden cambiar la naturaleza, mucho menos la educación y la opinión pública.

Los idealistas natos son pocos. Si usted dice que el robo y el hurto están bien protegidos en el régimen capitalista, entonces le diré que es porque la ley permite la competencia legal. Es comparable a la persona que agrupa una sociedad, donde la mayoría son asesinos y ladrones, y quiere gobernarlos y obligarlos a guardar la ley. Sin embargo, en lo que respecta a la anulación de la propiedad, todos son ladrones y saqueadores.

15. Israel está capacitado para dar ejemplo a todas las naciones: el comunismo altruista rara vez se encuentra en el espíritu humano. Por lo tanto, la nación más noble debe asumirlo para dar ejemplo al mundo entero.

16. El país está en peligro, el comunismo altruista ayudará a reunir a las diásporas. La nación está en peligro, porque cada uno huirá a un lugar diferente antes de que se estabilice la economía. Esto se debe a que no todas las personas pueden soportar el sufrimiento, mientras haya una manera de vivir cómodamente.

En el comunismo altruista iluminará el ideal a todas las personas, brindándoles tal satisfacción que hará que el sufrimiento valga la pena. Además, atraerá la agrupación de exiliados de todos los países, porque las preocupaciones y las guerras de supervivencia que todos experimentan en el extranjero los motivarán a regresar a su tierra y vivir en paz y justicia.

17. La filosofía ya está lista, es decir, la Cabalá basada en la religión. Todo método práctico también requiere un alimento idealista que se renueva, para poder contemplarlo, es decir, una filosofía. En lo que a esto se refiere, ya existe una filosofía completa y lista para usar, a saber, la Cabalá, aunque está destinada solo a los líderes.

18. ¿Por qué somos el pueblo elegido para ello? Tenemos la misión de ser un buen ejemplo para el mundo, porque estamos mejor calificados que todas las demás naciones. Esto no es porque seamos más idealistas que ellos, sino porque hemos sufrido la tiranía más que todas las demás naciones. Por esa razón, estamos más preparados para buscar una estratagema que acabe con la tiranía de la tierra.

19. La propiedad y el control no son iguales. Por ejemplo, los propietarios de la empresa de las vías del ferrocarril son los accionistas, y el control está en manos de los directores, aunque no tengan ni una sola acción. Lo mismo se aplica a la compañía naviera, donde los accionistas no tienen derecho a controlar o a asesorar. Tomemos los buques de guerra, por ejemplo. Son propiedad del estado, pero no se le permite a ningún civil subir a bordo. Además, si el estado estuviera en manos del proletariado en términos de propiedad, la administración estaría en última instancia en manos de los mismos administradores que ahora, o de otros del mismo carácter. El proletariado no tendría mayor representación ni beneficio que el que tiene ahora, a menos que los gobernantes sean idealistas y se preocupen por el bienestar de cada individuo.

En una palabra, en términos de control, no importa si la propiedad está en manos de los capitalistas o del estado. Finalmente, son los administradores quienes los controlarán, no los propietarios. Por lo tanto, la corrección principal de la sociedad debería hacerse a los administradores. En un estado proletario, los funcionarios y los administradores gastarán su esfuerzo mucho más que en los países capitalistas. Esto se debe a que el gobierno es oligárquico y no democrático. En términos simples, los comunistas controlan a los anticomunistas.

20. Debe haber una oligarquía. Eso nunca cambiará, ya que comunismo significa idealismo, lo cual no es una posesión de la mayoría. Un estado así, donde los comunistas gobiernan sobre los anticomunistas, está obligado a estar en manos de un grupo de ejecutivos autocráticos en una dictadura absoluta. Toda la gente del país estará en sus manos, sin tener peso alguno. Ellos deberán sostener siempre la espada en sus manos preparada para matar, encarcelar, para castigos ocultos y revelados, privaciones alimenticias y todo tipo de castigos, según la decisión arbitraria de cada ejecutivo. Todo esto con el fin de mantener a los anticomunistas en un terror y un miedo espantosos, para que trabajen para el estado y no lo arruinen accidental o maliciosamente.

21. En ese tipo de país, los administradores deben asegurarse de que los ciudadanos no tengan la posibilidad de elegir un gobierno democrático, ya que la mayoría del país es anticomunista.

22. En esa clase de Estado, donde los comunistas controlan a los anticomunistas, los directores deben asegurarse de que sus ciudadanos no tengan posibilidad de hacer propaganda o de revelar la terrible injusticia que se comete contra los habitantes o contra las minorías del país. En otras palabras, los impresores no deben imprimir y los administradores de los centros culturales deben supervisar a los oradores para que no critiquen sus actos. Y deben castigar a todo el que planee, o incluso piense en criticar sus actos. Así, el gobierno tendrá el control total para tratar con ellos de la manera que les plazca y no habrá nadie que los detenga.

23. La ética no puede depender únicamente de la educación y la opinión pública, porque la opinión pública compele solo lo que es beneficioso para el público. Por lo tanto, si alguien viene y demuestra que la moralidad es dañina para el público y que la vulgaridad es más beneficiosa, inmediatamente descartarán la moralidad y escogerán la vulgaridad, como lo demuestra Hitler.

24. El comunismo egoísta basado en oleadas de envidia y odio, de las que nunca se librarán. Sino que, cuando no haya burgueses, arrojarán su odio sobre Israel. No debemos equivocarnos en que el comunismo egoísta curará el odio de las naciones hacia Israel. Solo se puede esperar que el comunismo altruista traiga ese remedio.

Debate

1. Está claro que el lema «Cada uno recibirá según sus necesidades y trabajará según sus capacidades», es altruismo puro. Y cuando este se aplique, la mayoría o todo el público, estará armado con la condición «lo mío es tuyo». Así que, díganme ¿Cuáles son los factores que podrán llevar al público a ese deseo? Los factores de hoy, a saber, el odio a los capitalistas y todo tipo de animosidades que se derivan de ello, solo llevarán a la persona a lo contrario. Eso inculcará en las personas la condición de «lo mío es mío y lo tuyo es tuyo», que es la regla sodomita, opuesta al amor al prójimo.

2. No tengo nada que decir a los que van con la corriente, solo a aquellos que tienen su propia opinión y la fuerza de la crítica.

3. Es conocida la idea fundamental de Engels, que mencionó en nombre de Marx, que establece: «La clase oprimida y explotada no puede ser liberada de la clase opresora y explotadora, sin liberar al mismo tiempo a toda la sociedad de la explotación, la opresión y la lucha de clases de una vez por todas».

Esto está en contradicción con la conducta comunista moderna de masacrar y degenerar a todos los sectores burgueses de la sociedad. Ese odio feroz nunca se borrará de sus hijos. Esto también está en contraste con el hecho de que han establecido una clase gobernante soberana que supervisa a la clase obrera. No hay lucha de clases más dolorosa y lamentable que esa. Ellos sacan la grasa de la médula de los obreros y les dejan los residuos, esto va acompañado con el miedo perpetuo a la muerte, o a ser enviados a Siberia.

¿Dónde está la salvación aquí? Porque han reemplazado a la clase burguesa que no era en absoluto tan terrible. De hecho, su sombra se ha esfumado, ya que los obreros tienen el poder de hacer huelga contra ellos. Ellos los han reemplazado con una clase soberana, gobernante y supervisora, y se volvieron una clase de esclavos explotados que están perpetuamente aterrorizados por los castigos mucho peores que lo que tuvieron en su guerra contra la burguesía.

4. El país se divide en dos clases: los diligentes y los desafortunados. Los diligentes son los empleadores y los líderes; los desafortunados son los trabajadores y los que son dirigidos. Es una ley natural que los diligentes exploten a los desafortunados. La única pregunta es: ¿Cuánta libertad, igualdad y nivel de vida dejan para los rezagados? Y, además, ¿cuánto trabajo los diligentes les exigirán?

Los rezagados son siempre la gran mayoría en la sociedad. Los diligentes son solo el diez por ciento de ella, la cual es la cantidad exacta que se necesita para dirigir la sociedad. Si el porcentaje aumenta o disminuye, se produce una crisis. Estas son las crisis de la sociedad burguesa. Por cierto, hay crisis en la sociedad comunista, pero tomarán una forma diferente, aunque con la misma cantidad de sufrimientos. El término «diligente» también incluye a sus herederos y a los protegidos de los diligentes. El término «rezagado» también incluye a los diligentes que, por alguna razón, han sido expulsados a la clase rezagada.

6. Respecto a la religión: el estado moral permanente no proviene de la religión, sino de la ciencia. La moralidad basada en el beneficio público también se encuentra en los animales sociales. Sin embargo, esto no es suficiente dado que se pasa a la vulgaridad, donde es perjudicial para la sociedad, como el gran asesino patriota, llevado sobre los hombros de los nacionalistas. Por lo tanto, solo la moralidad basada en la religión es duradera, válida e insustituible. Lo mismo encontramos entre los pueblos salvajes, cuyo nivel de moralidad es muchísimo mayor que el de los pueblos civilizados.

7. Una sociedad no puede ser buena a menos que su mayoría sea buena. Sin embargo, algunos maravillan o tientan a la mayoría malvada con todo tipo de artilugios hasta que se ven obligados a elegir un buen liderazgo. Esta es la conducta de todas las democracias. Pero finalmente, la mayoría aprende, u otros les enseñan, y eligen un liderazgo malo que coincide con su deseo malvado.

8. Debemos entender: ¿por qué Marx y Engels decidieron que la perfección del comunismo significa «Trabajar según su capacidad y recibir según sus necesidades»? ¿Quién los obligó a eso? ¿Por qué no basta con recibir según la producción de su propio trabajo, y no equipararlo con un negligente, o con alguien sin hijos? El caso es que el comunismo no perdurará por la vía del egoísmo, sino por la vía del altruismo, por las razones que expuse anteriormente.

Prefacio

1. Ya les he transmitido mis principales puntos de vista en el año 1933. También hablé con los líderes de la generación, pero en ese momento, mis palabras no fueron aceptadas, aunque grité como una grulla, advirtiendo sobre la destrucción del mundo, eso no causó ninguna impresión. Sin embargo, ahora, después de la bomba atómica y de hidrógeno, creo que el mundo me creerá que el fin del mundo se acerca rápidamente y que Israel será la primera nación en arder, como en la guerra anterior. Por lo tanto, hoy es un buen momento para despertar al mundo a aceptar su único remedio, y así vivirán y subsistirán.

2. Debemos entender por qué Marx y Engels necesitaban el consenso final, donde «cada uno trabaja según su capacidad y recibe según sus necesidades». Además, ¿por qué necesitamos esa estricta condición, según la cual «lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo», que es el altruismo absoluto? Y para esto he venido a demostrar en este artículo que no hay esperanza de que exista el comunismo, si no se llega a esta finalidad, que es el altruismo absoluto. Hasta este momento, no son más que fases del comunismo.

Después de haber demostrado la veracidad del lema «Cada uno según su capacidad y cada uno según sus necesidades», queda por ver si estas fases son capaces de producir tal resultado. Hoy, las definiciones «burgués» y «proletariado» ya no son suficientes para explicar la historia de la economía. Más bien, necesitamos términos que sean más generales, a saber, la «clase diligente» en lugar de la burguesía, y la «clase rezagada» en lugar del proletariado.

Después de veinticinco años de experiencia, estamos desconcertados con respecto a la felicidad completa que nos había prometido el régimen comunista. Sus oponentes dicen que todo en él es malo, y sus partidarios dicen que es el cielo en la tierra. De hecho, no debemos descartar las palabras de los oponentes de un plumazo, porque cuando uno quiere conocer las cualidades de otro, debe preguntar tanto a sus amigos como a sus enemigos. Porque es sabido que los amigos conocen solo las virtudes y ni una sola falta, porque «el amor cubre todas las transgresiones». Los enemigos son todo lo contrario, sólo conocen las faltas, porque «el odio cubre todas las virtudes». Así, al escuchar las palabras de ambos, uno conoce la verdad. Deseo criticar el comunismo a fondo y explicar sus virtudes y defectos. Sobre todo, deseo explicar las correcciones, cómo se pueden corregir todos sus defectos para que todos vean y admitan que este régimen, verdaderamente, trae tanto justicia como felicidad.

Qué felices fuimos cuando el comunismo llegó a la experimentación práctica en una nación tan grande como Rusia. Teníamos claro que después de unos pocos años, el régimen de la justicia y la felicidad se revelaría ante el mundo entero, y así el régimen capitalista desaparecería del mundo en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, ese no fue el caso. Todo lo contrario, todas las naciones civilizadas hablan del régimen comunista soviético como un mal defecto. No sólo no se abolió el régimen capitalista, sino que creció el doble de fuerte que antes del experimento soviético.

Noticias

De la misma manera que exterminaron a los capitalistas, también se vieron obligados a exterminar a los agricultores. Además, con respecto a la alegría de vivir, siempre se verán obligados a destruir al proletariado. Aunque Marx y Engels fueron los primeros en asignar la corrección del mundo al proletariado, sin embargo, no se les ocurrió hacerlo por coacción, sino de forma democrática. Para lo cual, los trabajadores tenían que ser la mayoría, y luego, se podría establecer un régimen proletario, en el cual, los líderes irían corrigiendo gradualmente hasta llegar al altruismo abstracto - «cada uno según sus acciones, y cada uno según sus necesidades».

Lenin agregó a esto, conducir el régimen comunista forzando la opinión minoritaria sobre la mayoría, con la esperanza de que después, el altruismo también sería establecido entre ellos. Para esto fue necesario, un estado de obreros, dotado de armas. Dado que los propietarios están dispersos, podrían tomar el gobierno por la fuerza, y luego venir y someter a todos los propietarios débiles por su falta de organización.

En eso, discrepaba de Marx y dijo lo contrario; que a los países atrasados, era más fácil someterlos, ya que todo lo que se necesita es convertir a los soldados en comunistas y destructores de los propietarios, y tomar sus propiedades. En un país atrasado, es más fácil incitar a los soldados a destruir, robar y matar a los propietarios.

Por esto, él entendió, que no encontraría una multitud más tosca que en su propio país, y por eso dijo que su país sería el primero. Sin embargo, cuando vio que en realidad no bastaba con exterminar el diez por ciento capitalista, sino que también había que exterminar a millones de campesinos, desistió, porque es imposible exterminar media nación.

Luego vino Stalin, quien dijo que el fin justifica los medios y asumió la tarea de exterminar a los campesinos. Y tuvo éxito.

Sin embargo, ninguno de ellos tomó en cuenta que, al final, necesitan la buena voluntad del proletariado, para que trabajen y establezcan la conducta del altruismo en ellos, la cual los llevaría a este lema. Esto es absolutamente imposible. La naturaleza no se puede cambiar para que uno no solo trabaje según sus necesidades, sino también para las necesidades de su amigo. Esto es absolutamente imposible excepto mediante la coacción y la fuerza. Al final, la mayoría se levantará y abolirá el régimen.

Mienten quienes dicen que el idealismo es natural en el hombre o un resultado de la educación. Más bien, es una consecuencia directa de la religión. Hasta que la religión no se expandió en el mundo en gran medida, el mundo entero era bárbaro, sin el mínimo atisbo de moralidad. Solo después de que los servidores del Creador se expandieron, los descendientes de los agnósticos se volvieron personas idealistas. De tal manera, que el idealista sólo lo es por cumplir los preceptos de sus ancestros. Sin embargo, este es un precepto huérfano, es decir, sin alguien que esté al mando.

¿Qué pasaría si la religión fuera abolida por completo? Todos los gobiernos se convertirían en Hitler. Nada les impediría aumentar incesantemente los beneficios de su país. Incluso hoy, los gobiernos no tienen sentimientos. Sin embargo, sus acciones tienen un límite entre los pasivos y los idealistas del país. Cuando se revoque la religión, no será difícil para los gobernantes extirpar a los restantes idealistas, como tampoco fue difícil para Hitler y Stalin.

La diferencia entre idealistas y religiosos, es que las acciones del idealista carecen de fundamento. No puede convencer a nadie de su preferencia por la justicia ni quien obliga que sea así. ¿Quizás no sea más que una debilidad del corazón, como dijo Nietzsche? No tiene una sola palabra sensata que pronunciar, y por eso Hitler y Stalin los vencieron. Sin embargo, el religioso responderá con valentía que ese es el mandato de Dios, ¡y daría su vida por ello!

Si mis palabras son útiles para alguien, muy bien. Si no, las últimas generaciones sabrán por qué se abolió el comunismo, que no fue porque no se pudiera mantener vivo, como afirman los capitalistas, sino porque los dirigentes no entendieron cómo establecer el gobierno. Erigieron un régimen de egoísmo en lugar de establecer un régimen de altruismo.

Si alguien no está de acuerdo conmigo y dice que con la educación por sí sola, será suficiente para esto, le permito que establezca para sí mismo una sociedad basada únicamente en la educación, pero yo no podré participar en ella. Porque tengo muy claro que es una pérdida de tiempo. Por lo tanto, ¿acaso me permitirá y ayudará a establecer una sociedad basada en la religión?

¿Por qué obligaron que el comunismo tomara la forma de «cada uno según su fuerza y cada uno según sus acciones»? Un régimen comunista no puede perdurar en una sociedad anticomunista, ya que un régimen apoyado por bayonetas no tiene derecho a existir. El comunismo construido sobre oleadas de envidia sólo puede derrocar y destruir a la burguesía, pero no beneficiar al desafortunado proletariado. Y, por el contrario, cuando acaben con los burgueses, lanzarán las flechas del odio hacia los rezagados.

No hay nada que pueda garantizar un régimen coercitivo para las generaciones futuras excepto la religión. Aunque los padres sean idealistas que asumieron el comunismo, no hay certeza alguna que sus hijos continúen con él. Huelga decir que, si los ancestros aceptaron el comunismo por la fuerza y la coerción, como es costumbre en el comunismo egoísta, finalmente se rebelarán y lo destruirán.

Un régimen comunista no puede sobrevivir en una sociedad anticomunista, porque tendría que luchar contra los anticomunistas todos los días de su vida. Esto se debe a que cada persona tiende a la propiedad por naturaleza y no puede trabajar sin una motivación, es decir, sin un propósito que es la fuerza motivadora. Las bayonetas del público no cambiarán la naturaleza del hombre y los idealistas son pocos. Varios miles de años de castigos recaen sobre los ladrones, los atracadores y los estafadores, y aun así no han cambiado su naturaleza, aunque pueden obtenerlo todo legalmente.

Lo mismo ocurre para quien se encuentra en una sociedad de ladrones, asesinos y atracadores y quiere guiarlos y limitarlos legalmente por medio de la fuerza. Esto debe explotar; es seguro que la opinión de la mayoría prevalecerá. Más aún con el comunismo, que no se sostendrá salvo por medio de la mayoría del público. Debemos perpetuar el nivel moral de la mayoría del público de tal manera que nunca se corrompa.

La religión es el único fundamento seguro que no será abolido por generaciones. El comunismo debe llegar a los lineamientos de «lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo», es decir, altruismo absoluto. Después de que la mayoría del público lo alcance, se cumplirá, «cada uno trabajará según sus habilidades y recibirá según sus necesidades». Antes de que la mayoría del público alcance ese nivel de moralidad, la propiedad no debe ser nacionalizada por las razones antes mencionadas.

Si se nacionaliza antes de que el público esté preparado para ello, es similar a demoler su precaria casa antes de tener los medios para construir una casa fuerte. Una división justa no significa igualar a los diligentes con los rezagados. Esto sería la destrucción del público. Más bien, significa igualar a los rezagados con los talentosos.

El comunismo egoísta se sostiene ahora (¿en el año 1933 -?) gracias a un grupo de idealistas que lo lideran. Sin embargo, en las generaciones futuras, el público no elegirá a los idealistas sino a los más talentosos, que no están limitados por la idea, y entonces el comunismo tomará la forma del nazismo.

En el comunismo egoísta, los empresarios desean reducir el consumo de los trabajadores y aumentar su productividad, para que esté siempre en duda si será suficiente. El imperialismo es mejor que eso, ya que los empresarios quieren aumentar el consumo de los trabajadores e igualar la productividad con el consumo.

Las definiciones «burgués» y «proletariado» ya no son suficientes para explicar la historia. En su lugar, debería dividirse en «clase diligente» y «clase rezagada».

Es una ley natural que la clase diligente explote a la clase rezagada, como los peces en el mar, donde los fuertes se comen a los débiles. No importa si los diligentes son burgueses o empleados del gobierno comunista. Más bien la pregunta es, cuánta libertad y alegría de vivir dejan a los rezagados. La clase diligente es el diez por ciento, y la clase rezagada dirigida por ellos es el noventa por ciento de la sociedad. No hay corrección para los rezagados, a menos que ellos mismos elijan a aquellos diligentes que los gobernarán. Si no tienen ese poder en sus manos, terminarán siendo explotados de forma ilimitada por los diligentes.

La clase diligente, es decir, los gobernantes e inspectores, terminará provocando un exilio como el de Egipto sobre la clase rezagada, que son los trabajadores. Esto se debe a que los gobernantes acumulan en sus manos todo el excedente de los trabajadores y se llevan la mayor parte. Además, por el bien público, no permitirán que ningún trabajador se escape de sus manos a otro país; los custodiarán como a Israel en Egipto. Ningún esclavo quedará libre. En última instancia, la clase diligente dará muerte a todos los ancianos y discapacitados que comen y no hacen nada, o incluso si comen más de lo que pueden producir, dado que es perjudicial para la sociedad, y como es sabido, ellos no tienen sentimientos.

Cuando los comerciantes y los especuladores se conviertan en distribuidores, los compradores se convertirán en personas reciben su caridad. Su destino estaría determinado por la benevolencia de los distribuidores, o por el grado de temor hacia a los inspectores, si tuvieran interés en ello.

Dado que la propiedad y el control no son idénticos, por ejemplo, con un barco que pertenece al estado, es propiedad de todos ciudadanos, sin embargo, no tiene el derecho de entrada, sino solo de acuerdo con la voluntad de la administración que lo controla. Además, incluso si hay un gobierno proletario, no tendrán más prioridad en las propiedades gubernamentales de la que tienen ahora en la propiedad burguesa. Esto se debe a que todo el control estará en manos solo de los directores, que son los burgueses de hoy, o similares a ellos.

Un estado así, donde los comunistas gobiernan a los anticomunistas, debe estar en manos de una oligarquía, en una dictadura absoluta, donde todos los ciudadanos son considerados como nada, sujetos a crueles castigos de acuerdo al arbitrario corazón de cada uno de los directores. De lo contrario, no garantizarán el sustento de las necesidades del estado. En tal régimen, el gobierno debe asegurarse de que no haya elecciones democráticas ya que la mayoría del público es anticomunista.

El comunismo egoísta no libera en absoluto al proletariado. Por el contrario, en lugar de los patrones burgueses, que son indulgentes con los trabajadores, establecerán una clase de directores y supervisores que esclavizarán al proletariado por la fuerza, con duros y amargos castigos. La opresión y la explotación se duplicarán. Y no les va a facilitar en nada saber que la explotación es por el bien del país, porque finalmente, los patrones y los opresores se quedarán con la crema y a los trabajadores les darán el suero. A cambio, se le somete a un miedo constante a la muerte, o incluso a castigos más severos que la muerte.

Esto explica el hitlerismo. Lo que les pasó a los alemanes es una de las maravillas de la naturaleza. Eran considerados uno de los pueblos civilizados más sublimes y de repente, de la noche a la mañana, se convirtieron en salvajes, los peores entre los pueblos más primitivos en la historia. Además, Hitler fue elegido por la mayoría. A la luz de lo anterior, es bastante simple: de hecho, la mayoría del público, que es esencialmente malvado, no posee opiniones propias, incluso entre las naciones más civilizadas. Sino que engañan a la mayoría del público. Por lo tanto, aunque la mayoría del público es malvada, el liderazgo puede ser bueno.

Sin embargo, una persona malvada, capaz de descubrir el engaño que los directores utilizan con las personas famosas que crean, podría venir y presentar a las personas que deberían ser elegidas según su espíritu y deseo, como hicieron Hitler y Trotsky. En ese caso, no es de extrañar que descarten a los fraudulentos y elijan líderes malvados de acuerdo con su espíritu. De esa manera, Hitler fue, en efecto, elegido democráticamente y la mayoría del público se unió tras él. Después de eso, él sometió y exterminó a todas las personas idealistas, e hizo con las naciones lo que quiso y según lo que la gente deseaba.

Esta es toda la novedad. Desde el principio de los tiempos, nunca ha sucedido que la mayoría del público gobernara algún estado. lo hicieron los autócratas, que todavía tienen algo de moralidad, o la oligarquía, o los engañosos demócratas. La mayoría de la gente sencilla gobernó solo durante los días de Hitler, quien, además, promovió la crueldad hacia otras naciones. Elevó el beneficio público al punto de la devoción, ya que entendió la psicología de los sádicos. Cuando se les da un lugar para descargar su sadismo, estarán dispuestos a pagar por ello también con sus vidas.

El comunismo egoísta es incapaz de prevenir las guerras. Esto se debe a que las naciones de los diligentes, o ricas en materia prima, no querrán compartir por igual con las naciones pobres y rezagadas. Por eso, una vez más, no debemos esperar la paz sino mediante la fuerza de prevención de guerras, es decir, preparando armamentos para protegernos contra la envidia y el odio de las naciones pobres y rezagadas, como hoy. Más aún, se sumarán también guerras debido a cambios en los ideales, como el titoísmo y el sionismo.

Si el comunismo es justo para cada nación, entonces es justo para todas las naciones. ¿Qué prerrogativa y propiedad tiene sobre las materias primas del suelo una nación sobre otras? ¿Quién legisló esta ley? ¡Más aún cuando lo han adquirido por medio de espadas y bayonetas! Además, ¿por qué una nación debería explotar a otra, si esto es injusto con todos los individuos? En una palabra: así como la abolición de la propiedad es justa para el individuo, también lo es para todas las naciones. Solo entonces habrá paz en la tierra.

Considere esto: si las leyes de posesión y de sucesiones no confieren derechos de propiedad a los individuos, ¿por qué se conferirían a una nación entera? Así como la división justa se aplica entre los individuos dentro de la nación, también debería haber una división justa y equitativa internacionalmente para todas las naciones en cuestión de materias primas, medios de producción y acumulación de bienes. No debería haber diferencia entre blanco y negro, civilizado y primitivo, igual que entre los individuos de una misma nación. No debería haber división alguna entre los individuos, en una sola nación o en todas las naciones del mundo. Mientras haya alguna diferencia, las guerras no cesarán.

No hay esperanza de alcanzar el comunismo internacional a través del comunismo egoísta. Incluso si Estados Unidos, India y China también adoptarán un régimen comunista, aun así, no hay ningún motivo que obligue a los americanos a igualar su nivel de vida con el de los africanos e hindúes salvajes y primitivos. Y aquí todos los remedios de Marx y Lenin serán en vano, es decir, incitar a los pobres a robar a los ricos, ya que los ricos ya han preparado las armas para protegerse. Por lo tanto, si es en vano, entonces todo el comunismo egoísta fue en vano, ¡porque no evitará las guerras en absoluto!

Es un hecho que Israel es odiado por todas las naciones, ya sea por razones religiosas, raciales, capitalistas, comunistas o cosmopolitas, etc. Esto es así porque el odio precede a todas las razones. Es que cada una resuelve su odio de acuerdo con su propia psicología. Ningún consejo ayudará aquí, excepto iniciar un comunismo internacional, moral y altruista entre todas las naciones.

Israel debe ser la primera entre las naciones en aceptar el comunismo altruista. Debe ser un modelo que demuestre la bondad y la belleza de este régimen. Debido a que sufren y sufrirán la tiranía de los diferentes regímenes más que todas las demás naciones, ellos son como el corazón que se quema antes que los demás órganos. Por tanto, son los que están mejor capacitados para adoptar primero el régimen adecuado.

Toda nuestra existencia en el estado de Israel está en peligro, ya que, según el orden económico actual, pasará mucho tiempo antes de que nuestra economía se estabilice. Muy pocos podrán soportar la experiencia del sufrimiento en nuestro país, mientras pueden emigrar a otros países ricos. Poco a poco, escaparán del sufrimiento, hasta que queden demasiados pocos como para poder merecer el nombre de Estado, y serán devorados por los árabes.

Si aceptan el régimen comunista altruista internacional, no solo se convertirán en la piedra angular de la redención mundial, por lo cual sabrán que vale la pena sufrir por ello, sino que también podrán controlar sus almas, bajar el nivel de vida cuando sea necesario y trabajar mucho para asegurar una economía estable para el estado. Lo es aún más con los kibutzim, cuya existencia entera se basa en ideales. Esto es porque ellos naturalmente, disminuirán en las próximas generaciones, ya que los ideales no son hereditarios. Sin duda, serán los primeros en destruirse.

La religión es la única base segura para elevar el nivel moral de la sociedad, hasta que cada persona trabaje según su capacidad y reciba según sus necesidades. Si vivieras en una isla de salvajes, cuyas vidas no pudieras salvar, sin poder impedirles el exterminarse cruelmente a sí mismos, excepto por medio de la religión, ¿dudarías entonces de organizarles una religión que fuera suficiente para salvar a esta nación para que no se extinga en el mundo?

Con respecto al comunismo altruista, todo el mundo es salvaje. No hay táctica para imponer tal régimen en el mundo, excepto por medio de la religión, porque la coerción religiosa se convierte en el deseo de los hijos. Como hemos visto suceder en naciones que han aceptado la religión por la fuerza y la coacción. Sin embargo, esto disminuye con el tiempo si se hace mediante la coacción a través de la educación y la opinión pública, la cual no heredan los hijos. Entonces, ¿diría que es mejor que en el mundo entero se destruyan los unos a los otros que imponerles una causa segura que los lleve a la vida y a la felicidad? Es difícil creer que cualquier persona con raciocinio dude aquí.

Es imposible tener una sociedad democrática estable sino mediante una sociedad cuya mayoría sea buena y honesta, ya que la sociedad está dirigida por la mayoría, para bien o para mal. Por lo tanto, el régimen comunista altruista no debe establecerse a menos que la mayoría del público esté dispuesto a comprometerse con él para siempre. Eso solo se puede conseguir a través de la religión porque la naturaleza de la religión es tal que, aunque comienza por coacción, termina por voluntad propia.

La religión y el idealismo se complementan. Donde el ideal no puede estar en la mayoría, la fe domina con más fuerza a la mayoría primitiva, desacostumbrada del ideal, por su pasión a acumular bienes, y su deseo de trabajar menos que su amigo y de recibir más.

Es imposible construir el comunismo altruista antes de que se expanda el comunismo egoísta. Sin embargo, ahora que un tercio del mundo ha aceptado el comunismo egoísta, es posible sumar la fuerza de la religión para establecer el comunismo altruista.

La humanidad no podrá conformarse con decretos secos sin acompañarlos de explicaciones razonables que apoyen y fortalezcan esas costumbres, es decir, un método filosófico. En ese sentido, ya existe toda una filosofía sobre el deseo de otorgar, que es el comunismo altruista, suficiente para reflexionar durante toda la vida de uno y, así, fortalecerse con actos de otorgamiento.

El comunismo egoísta finalmente adoptará por completo la forma de nazismo, pero con la apariencia de comunismo nacional. Sin embargo, este cambio de nombre no inhibe a nadie de los diabólicos actos de Hitler. Así, los rusos serán la «La nación de señores», y el mundo entero sus sirvientes sumisos, al estilo de Hitler.

En el régimen burgués, el principal combustible del éxito es la libre competencia. Los industriales y los comerciantes jugarán con ella; los ganadores son muy felices, y aquellos que no ganan, tienen un destino muy amargo. Y entre ellos, está el proletariado, que no participa en este juego. Aparentemente es neutral, ni sube ni baja. Sin embargo, debido al poder de la huelga, su nivel de vida está asegurado.

En última instancia, tanto en el gobierno comunista como en el burgués, los rezagados necesitan liderazgo. Aunque son la mayoría del público, deben elegir líderes entre los diligentes. Sin embargo, debido a que son elegidos por ellos, pueden tener la esperanza de no ser tan explotados por ellos. Por el contrario, en el gobierno comunista egoísta, los directores no son elegidos por la mayoría del público, ya que son anticomunistas, como en Rusia y el resto, donde los elegidos son solo de entre los comunistas. De ahí que se enfrenten a un destino muy amargo, ya que el proletariado no tiene un solo representante en la dirección.

Todo lo dicho anteriormente se refiere a la regla de que el proletariado es anticomunista por naturaleza. Los proletarios no son idealistas; ellos son la mayoría rezagada de la sociedad, y piensan que «división justa» significa que ellos recibirán una porción igual que los diligentes. Los diligentes nunca querrán esto.

Mis palabras son solo para el proletariado, es decir, para los rezagados, que son la mayoría de la sociedad. Los diligentes e intelectuales siempre se llevarán la crema, ya sea en un gobierno comunista o en un gobierno burgués. Sería razonable pensar que muchos de ellos estarán mejor en un régimen comunista, ya que no temerán las críticas. Solo ustedes, el proletariado rezagado, estará peor en un régimen comunista, como fue mencionado.

Sin embargo, la clase diligente tendrá un nombre diferente: directores y supervisores. Ellos estarán mejor porque se librarán de la competencia, que derroca a los burgueses, y recibirán su parte con regularidad y en abundancia. No hay ningún consejo ni artimaña para que los rezagados puedan acabar con el miedo a las guerras, el desempleo y la humillación, excepto el comunismo altruista. Por lo tanto, mis palabras no están dirigidas a los diligentes e intelectuales, que ciertamente no aceptarán mis palabras, sino sólo al proletariado y a los rezagados. Ellos serán capaces de comprenderme, y a ellos les hablo, así como a los que se apiadan de los rezagados y se compadecen de su sufrimiento.

Una de las libertades del hombre es, no estar atado a un lugar, como la planta, a la que no se le permite abandonar el lugar de donde se nutre. Por lo tanto, cada país debe asegurarse de no impedir a los ciudadanos ir a otro país. También debe garantizarse que ningún país cierre sus puertas ante extranjeros e inmigrantes.

Hasta que la mayoría del público no esté dispuesto a otorgar a otros, no debería establecerse un régimen comunista altruista.

En última instancia, el comunismo altruista abarcará al mundo entero y el mundo entero tendrá el mismo nivel de vida. Sin embargo, el proceso en la práctica es lento y gradual. Cada nación, cuyo público haya sido instruido en otorgar unos a otros, entrará primero en el marco comunista internacional. Todas las naciones que ya han entrado en el marco del comunismo internacional tendrán el mismo nivel de vida. Así, el excedente de una nación rica o laboriosa mejorará el nivel de vida de una nación rezagada o pobre en materias primas y medios de producción.

La forma religiosa

La forma religiosa de todas las naciones debe obligar primero a sus miembros a otorgarse unos a otros hasta el punto de que la vida del amigo se anteponga a la vida de uno mismo, según «Ama al prójimo como a ti mismo». Nadie disfrutará de la sociedad más que un amigo rezagado. Esta será la religión general para todas las naciones que entren en el marco del comunismo. Sin embargo, además de esto, cada nación puede seguir su propia religión y tradición; y una no debe interferir con la otra.

Las reglas de la religión que son iguales para todo el mundo son las siguientes:

1. Uno debe trabajar por el bienestar de las personas tanto como pueda y aún más si fuera necesario, hasta que no haya más hambre ni sed en todo el mundo.

2. Uno puede ser diligente, pero nadie disfrutará de la sociedad más que los rezagados. Habrá un nivel de vida igual para todas las almas.

3. Además, aunque exista una religión, las muestras de los debidos honores deberían impartirse de acuerdo con la religión; cuanto mayor sea el beneficio que se aporte a la sociedad, mayor condecoración se recibirá.

4. Todo aquel que se abstenga de trabajar diligentemente para beneficiar a la sociedad, será castigado de acuerdo con las leyes de la sociedad.

5. Todos y cada uno están comprometidos a esforzarse, de acuerdo con la religión, en elevar cada vez más alto el nivel de vida de la sociedad mundial, de tal manera que todas las personas del mundo disfruten de sus vidas y sientan cada vez más felicidad.

6. Lo mismo se aplica a la espiritualidad, aunque no todos están obligados a participar en la espiritualidad salvo solo las personas especiales, según las necesidades.

7. Habrá una especie de corte suprema. Todo aquel que quiera dedicar su trabajo a la vida espiritual, tendrá que ser autorizado a hacerlo por este tribunal.

Enumerando el resto de las leyes necesarias:

Cualquiera, individuo o grupo, que ingrese bajo el marco del comunismo altruista, está obligado a jurar lealtad que cumplirá todo esto porque Dios así lo ha mandado.

O, por lo menos debe comprometerse a transmitir a sus hijos que Dios así lo ha mandado. Aquellos que dicen que el ideal les basta, deben ser aceptados y probados. Si es así, pueden ser aceptados. Sin embargo, aún deben prometer no transmitir sus formas heréticas a sus hijos, sino entregarlos para que sean educados por el estado. Y si alguien no acepta alguna de las dos normas, no debería ser aceptado en absoluto. Él arruinaría los esfuerzos de sus amigos y perdería más de lo que ganaría.

Primero, se debe establecer una pequeña institución, donde la mayoría del público esté dispuesto a trabajar tanto como pueda y a recibir todo lo que necesite por razones religiosas. Trabajará con la misma diligencia que los trabajadores por contrato, incluso más que la jornada laboral de ocho horas. Tendrá todas las formas de gobierno de un estado completo. En una palabra, el orden de esa pequeña sociedad será un marco suficiente para todas las naciones del mundo, sin disminuir ni agregar nada.

Esta institución será una especie de punto central en expansión, con naciones y estados rodeándolo hasta los confines más lejanos del mundo.

Todos los que ingresen a este marco aceptarán el mismo liderazgo y el mismo programa de la institución. De tal manera, el mundo entero será una sola nación, en ganancias, en pérdidas y en gastos.

Las sentencias que se apoyan en la fuerza serán totalmente revocadas en esta institución. Más bien, todos los conflictos entre los miembros de la sociedad se resolverán entre las partes interesadas. La opinión pública, en general, condenará a cualquiera que se aproveche de la rectitud de su amigo o de su debilidad en su propio beneficio.

Todavía seguirá habiendo tribunales, pero solo servirán para aclarar las dudas que surjan entre los miembros, aunque no se impondrán por la fuerza. Quien rechace la decisión del tribunal será condenado por la opinión pública, y eso es todo. No debemos dudar de su suficiencia, como tampoco se creía que fuera posible educar a los niños con explicaciones, sino solo mediante el castigo. Sin embargo, hoy en día, la mayor parte de la civilización ha aceptado no golpear a los niños, y esta educación es más exitosa que el método anterior.

Si hay alguien fuera de lo común en la sociedad, no debe ser llevado ante un tribunal que se base en la fuerza, sino que debe tratarse mediante argumentación, explicaciones y la opinión pública, hasta que se reforme.

Si todos los consejos son en vano, entonces el público se alejará de esa persona como si fuera un marginado. De esta forma, no podrá corromper a otros en la sociedad.

Es importante hacer una corrección, para que ninguna persona demande sus necesidades de la sociedad. En cambio, habrá encargados de ir de puerta en puerta, examinando las necesidades de cada uno, y ellos mismos se ocuparán de satisfacerlas. De esta manera, los pensamientos de todos se dirigirán a otorgar al prójimo y no habrá nunca una necesidad de pensar en las propias necesidades. Esto se basa en la observación de que en el consumo somos como cualquier otro animal. Además, todos los actos despreciables del mundo provienen del consumo. Y a la inversa, vemos que todas las acciones regocijantes del mundo provienen del atributo de otorgamiento al prójimo. Por lo tanto, debemos reducir y rechazar los pensamientos de consumo para nosotros mismos, y llenar nuestras mentes solo con pensamientos de otorgamiento hacia los demás. Esto es posible en la forma mencionada anteriormente.

La libertad del individuo debe respetarse siempre que no sea perjudicial para la sociedad. Sin embargo, aquel que desee abandonar la sociedad e irse a otra, no debe ser detenido de ninguna manera, incluso si eso es perjudicial para la sociedad, aunque debe hacerse de tal manera que la sociedad no sea destruida por completo.

Propaganda

Hay tres elementos para la difusión de la religión:

1. Satisfacción de los deseos: En toda persona, incluso en la secular, hay una chispa desconocida que exige la unificación con Dios. Y cuando se despierta, ocasionalmente, lo despierta a uno a conocer a Dios, o a negar a Dios, que es una y la misma cosa. Y si encuentra a alguien que despierte en él la satisfacción de este deseo, estará de acuerdo con todo. A eso debemos agregar (respecto a la inmortalidad del alma) la recompensa en el próximo mundo, el honor del individuo y el honor de la nación.

2. Pruebas: No hay existencia para el mundo sin esto, más aún en la época atómica y de la bomba de hidrógeno.

3. Propaganda: Se debe contratar a personas para difundir lo dicho anteriormente entre el público.

El comunismo egoísta precede al comunismo altruista; porque, dado que tiene control sobre la vida para anular la propiedad, es posible enseñar que la anulación de la propiedad será por el amor al prójimo.

Debemos apresurarnos hacia la segunda etapa del comunismo, que es el comunismo altruista, ya que las carencias y el uso de la fuerza utilizadas por el comunismo egoísta, alejan por completo a todo el mundo de este método. Por lo tanto, es el momento de mostrar la etapa final del comunismo altruista, que trae bienestar y no tiene tacha. También debemos tener un gran temor, que la tercera guerra estalle primero y el comunismo desaparezca del mundo. En una palabra, no hay un golpe más severo para el gobierno capitalista, que esta forma perfecta de comunismo.

Ya somos testigos de que el régimen capitalista es fuerte y el proletariado de los países capitalistas también detesta al régimen comunista. Esto se debe a la coerción y a la fuerza que se han necesitado aquí, a causa del control de un pequeño grupo de comunistas sobre una sociedad anticomunista. Por lo tanto, no podemos esperar que el régimen se anule por sí solo. Por el contrario, el tiempo trabaja a su favor. Mientras el régimen comunista rodee el mundo, la coerción y el sometimiento lo sabotearán. Toda persona está completamente harta de esto, ya que el hombre dará todo a cambio de su libertad.

Y una cosa más: dado que el comunismo no se está expandiendo en los países civilizados, sino en los países primitivos, eventualmente, habrá una sociedad de países ricos con un alto nivel de vida bajo el régimen capitalista, y sociedades de países pobres con un nivel de vida bajo, en un régimen comunista. Ese será el fin del comunismo. Ninguna persona libre querrá escuchar hablar de él; será aborrecido como hoy se aborrece el concepto de esclavos vendidos de por vida.

Para la difusión y la propaganda: debemos recordar que todos los tormentos, la pobreza y las matanzas, etc. no se pueden corregir excepto a través del comunismo altruista. En ese caso, no será difícil para la persona dar su vida por él.

El judaísmo debe dar algo nuevo a las naciones. ¡Eso es lo que esperan del retorno de Israel a su tierra! Esto no está en otras sabidurías, porque en eso nunca innovamos; en ellas siempre somos sus discípulos. Más bien se trata de la sabiduría de la religión, la justicia y la paz. En esto, la mayoría de las naciones son nuestras discípulas, y esta sabiduría se nos atribuye solo a nosotros.

Si se cancela este retorno, el sionismo se acabará por completo. Este es un país muy pobre y sus habitantes están destinados a sufrir mucho. Sin duda, ellos o sus hijos saldrán paulatinamente del país, y solo quedará un número insignificante, que finalmente acabará asimilándose entre los árabes. La solución a esto es solo el comunismo altruista. No solo une a todas las naciones como si fueran una, ayudándose unas a otras, sino que también les otorga tolerancia hacia las demás. Lo más importante es que el comunismo proporciona mucha fuerza para trabajar, de tal manera que la productividad laboral compensará las desventajas de la pobreza.

Si aceptan la religión, entonces será posible construir el templo y restaurar toda la antigua gloria. Esto sin duda demostraría a las naciones la justeza del retorno de Israel a su tierra, incluso a los árabes. Sin embargo, un regreso secular, como el de hoy en día, no impresiona a las naciones en absoluto, y debemos temer que vendan la independencia de Israel para satisfacer sus necesidades, más aún en lo concerniente a la devolución de Jerusalén. Esto infundiría miedo incluso a los católicos.

Hasta ahora, he demostrado que el comunismo y el altruismo son lo mismo, y también que el egoísmo y el anticomunismo son lo mismo. Sin embargo, todo esto es mi propia doctrina. Si les preguntas a los propios líderes comunistas, lo negarán por completo. En vez de eso, sostendrían que están lejos de todo sentimentalismo y moralidad burguesa, y que solo buscan la justicia a través de «lo mío es mío y lo tuyo es tuyo». Todo esto lo obtuvieron por su conexión con el proletariado. Por lo tanto, examinemos las cosas según su percepción y examinemos esta justicia que buscan.

Según el desarrollo de los actuales regímenes, las definiciones de burgués y proletariado ya no son suficientes para explicar la historia. Necesitamos definiciones que sean más generales. Deberían ser encuadrados bajo los nombres de «diligente» y «rezagado» en el régimen capitalista y en el régimen comunista, etc. Toda sociedad se divide en diligentes y rezagados. Alrededor del veinte por ciento son diligentes y el ochenta por ciento son rezagados. Es una ley natural que la clase diligente explote a la clase rezagada, como peces en el mar, donde los fuertes se comen a los débiles. En ese sentido, no importa si los diligentes son capitalistas burgueses, o los directores, supervisores e intelectuales. Finalmente, el mismo veinte por ciento laborioso siempre se quedará con la crema y dejará el suero para los trabajadores. La pregunta es: ¿Cuánto se aprovecharán de los rezagados? Y ¿cuál entre los diligentes explota más a los rezagados ya sea entre los burgueses, o entre los directores y supervisores?

La base de toda esta explicación es la manifestación de la materia de la creación, física y espiritual, que no es más que el deseo de recibir, el cual es existencia a partir de la ausencia. Sin embargo, lo que esta materia recibe se extiende de la existencia a partir de la existencia. Así, se sabe claramente lo que es bueno y lo que el Creador nos exige, es decir, la equivalencia de forma. Porque nuestro cuerpo por naturaleza no es más que un deseo de recibir y no de otorgar en absoluto. Esto es lo contrario al Creador, Quien es todo para otorgar y no para recibir en absoluto, porque ¿de quién recibiría Él? Y por esta disparidad de forma es por lo que la creación se ha separado del Creador. Por lo tanto, en la Torá y las Mitzvot (preceptos) se nos ordena hacer acciones que traigan contento al Hacedor y también para otorgar al prójimo. Esto es para adquirir la forma de otorgamiento y regresar y adherirse al Creador como antes de la creación.

Las diferencias entre el método de Schopenhauer y el mío

1. Él percibe el deseo de recibir como una esencia en sí misma, mientras que yo lo percibo como forma y predicado. Su esencia puede ser desconocida, pero sea lo que sea, se extiende de la existencia a partir de la existencia.

2. Él percibe el deseo mismo como una ambición al que ninguna meta puede poner fin, sino que es más bien un ascenso constante y un impulso perpetuo. Para mí, sin embargo, está limitado a recibir ciertas cosas, y puede ser saciado, es decir, tiene una dirección. Sin embargo, alcanzar la meta aumenta el deseo de recibir, por lo que quien tiene cien quiere doscientos. Antes de eso, el deseo de recibir estaba limitado a obtener solo cien; no quería doscientos. De esta manera, la ambición perpetua es un incidente que expande el deseo; y no es la esencia del deseo de recibir.

3. Él no distingue entre el deseo de otorgar y el deseo de recibir. Para mí, solamente el deseo de recibir es la esencia de la criatura, mientras que el deseo de otorgar que hay en ella es la Luz Divina, atribuida al Creador, no a la criatura.

4. Él percibe el deseo en sí mismo como un objeto, y lo que desea lo considera como una forma y algo que le ocurre al objeto. Para mí, el énfasis está más bien en la forma del deseo, es decir, del deseo de recibir, pero el sujeto de la forma del deseo de recibir es una esencia desconocida.

…Dado que considera que el deseo es el sujeto, debe definir algún deseo general, sin forma. Así, elige la ambición incesante por la materia, y lo que desea es la forma. Pero realmente, aquí no hay una ambición interminable, sino un deseo creciente, que crece de acuerdo a la dirección (tendencia). Esta es la forma y el incidente en el deseo.

a) De acuerdo a su método, es una esencia, y de acuerdo al mío, una forma.

b) En su método es una ambición sin fin, en el mío, está limitado por su dirección.

c) De acuerdo a su método, no hay diferencia entre otorgar y recibir, y en el mío, el deseo de otorgar es una chispa del Creador.

d) Según su método, la ambición es una sustancia, y la cualidad de la recepción, la forma; en el mío, la cualidad de la recepción es la sustancia de la creación y el sujeto es una cualidad desconocida. Su forma es, existencia a partir de la existencia.

El líder de la generación

Las masas, por su naturaleza, tienden a creer al líder, que no tiene compromisos ni intereses personales, sino que ha dedicado y abandonado su vida privada por el bien del público. De hecho, así es como debería ser. Si el líder perjudica a alguien del público debido a algún interés personal, es un traidor y un mentiroso. Una vez que el público se entere de esto, lo pisoteará hasta hacerlo polvo.

Intereses personales del hombre

Sin embargo, el hombre tiene dos tipos de intereses personales:

1. Intereses materiales.

2. Intereses psíquicos.

No hay un líder en el mundo que no defraude al público por sus intereses psíquicos. Por ejemplo, si uno es misericordioso, y por eso se abstiene de perseguir a los malhechores sin advertir sobre ellos, entonces arruina al público en favor de un interés personal. También podría tener miedo a la venganza, incluso a la venganza del Creador, y por ello reservarse de hacer las correcciones necesarias. Así, si desea anular los intereses materiales, no querrá anular los intereses idealistas o religiosos en favor del interés público, aunque sean sólo sus sensaciones personales. El público en general no tiene nada que ver con ellas, porque se fijan solo en la palabra «interés», ya que, para ellos, incluso la cosa más idealista no se interpone en el camino del «interés».

Los actos preceden a la mente

Como en el deseo y el amor, el esfuerzo por conseguir un objeto crea amor y aprecio hacia el objeto. De la misma manera, las buenas acciones engendran amor por el Creador, el amor engendra adhesión y la adhesión engendra inteligencia y conocimiento.

Tres postulados

Aparentemente libre.

Aparentemente inmortal.

Aparentemente sostenible.

Y son relativos a la razón práctica (ética), al bien más sublime.

Verdad y mentira

Se sabe que el pensamiento, y la materia y el deseo son dos modificaciones de una misma cosa. Así, la copia psicológica de la existencia y la ausencia física es la verdad y la falsedad. De esta manera, la verdad, como la existencia, es la tesis, y tanto la falsedad, como la ausencia, es la antítesis. Y de ambos nace la síntesis deseada.

Opinión pública

La opinión del individuo es como un espejo, donde se captan todas las imágenes de los actos benéficos y perjudiciales. Uno mira esas experiencias y clasifica las buenas y las benéficas y rechaza los actos que lo perjudicaron. Esto se llama cerebro de la memoria. Por ejemplo, el comerciante recuerda en su mente todo tipo de mercancías por las que sufrió pérdidas y por qué. De la misma manera con las mercancías que lo beneficiaron, y las causas que le trajeron ganancias. Estas se ordenan en su mente como un espejo de experiencias. Después de lo cual, clasifica lo útil y rechaza lo perjudicial, hasta que se convierte en un comerciante bueno y exitoso. Uno trata de la misma manera cada experiencia de la vida.

De la misma manera, el público tiene una mente colectiva, un cerebro de memoria y una imaginación colectiva, donde se graban todos los actos relacionados con el público en general, de toda persona, los beneficiosos y los perjudiciales. También eligen los actos útiles y benéficos, y quieren que los que lo hacen persistan en ellos. Además, quedan grabados en el cerebro que imagina y recuerda, a todos aquellos que realizan actos benéficos y útiles, para motivarlos a hacer estas obras cada vez más. De ahí provienen los ideales y los idealistas, así como toda cualidad buena, mala y perjudicial para el público. Ellos las detestan y anhelan un consejo para deshacerse de ellas. Por lo tanto, alaban y glorifican a los que realizan actos benéficos, para motivarlos más y más a realizar estos actos. De ahí provienen los ideales, los idealistas y todas las buenas cualidades, así como la sabiduría de la ética.

Y viceversa, condenarán con vehemencia a los responsables de acciones perjudiciales, para prevenir y deshacerse de ellos. Esta es la procedencia de cada cualidad maligna, pecado e indignidad en la especie humana. De tal modo que solo en lo que respecta al beneficio y al daño, la opinión individual opera como la opinión pública.

La corrupción en la opinión pública

La corrupción es que el público no se organiza según su mayoría, sino solo según los poderosos, es decir, los asertivos, así como se dice que veinte personas gobiernan toda Francia. En la mayoría de los casos, son los ricos, que son sólo el diez por ciento del público, y ellos son siempre los ignorantes del pueblo, incluso ante la opinión pública. Porque ellos dañan al público y lo explotan. Por lo tanto, la opinión pública no tiene el control del mundo en absoluto. Más bien, es la opinión de los dañinos que controla al público. Así, incluso los ideales que fueron santificados en el mundo, no son más que demonios y ángeles malhechores para la mayoría del público. No solo la religión, sino también la justicia, está favoreciendo solo a los ricos, más aún la ética y los ideales.

El origen de la democracia y el socialismo

De ahí es de donde surge la idea de la democracia, para que la mayoría de la población se haga cargo del sistema judicial y de la política. El socialismo también exige que el proletariado tome su destino en sus propias manos. En definitiva, la mayoría quiere determinar la opinión pública, decidir entre lo que es beneficioso y lo que es perjudicial para ellos y de acuerdo a ello determinar las leyes y los ideales.

La contradicción entre democracia y socialismo

Como se ve en Rusia, el diez por ciento controla a todo el público en completa dictadura. La razón es simple, la división justa requiere idealistas, y eso no se encuentra entre la mayoría del público. Por lo tanto, en última instancia, no hay cura para ello, excepto imponerlo desde arriba como religión. Esto convertirá a todo el público en idealistas. Todos estos son concesiones en las medidas del egoísmo del individuo, del estado o del servidor de Dios. Yo digo que, cualquier medida de egoísmo es perjudicial y queda excluida, y no hay otro orden excepto el altruismo, en el individuo, el público y el Creador.

Humanismo materialista

El humanismo materialista afirma que la sustancia lo engendra todo y que el pensamiento es el resultado de acciones y sensaciones, así como en un espejo. No hay libertad de deseo, solo libertad de acción. Sin embargo, no por sí mismo, ya que las malas acciones inducen a malas acciones y la libertad de acción se percibe al mirarse en el espejo a través de la mente de otra persona. Entonces uno tiene la libertad de obedecerlo y no elegir de su propia mente (su espejo). Esto se debe a que el camino de cada hombre parece correcto a sus propios ojos y su mente siempre consiente.

Fuera de este mundo

Debemos entender e investigar solo de manera subjetiva y pragmática (prácticamente). A pesar de ello, así se investiga en este mundo, aunque eso está fuera de él, ya que la persona lo concibe de acuerdo a lo que se viste en la naturaleza de este mundo, y también según el beneficio práctico pragmático.

¿Qué hay fuera de este mundo? Solo el Creador, que es imperativo para la realidad, ya que Él es el lugar del mundo y el mundo no es Su lugar. Es solo a Él a quien entendemos, porque Él también fuera de este mundo, no es diferente, a diferencia del panteísmo (multiplicidad de dioses). Y este mundo es un término objetivo, que también puede ser comprendido objetivamente. Sus primeros principios son tiempo y espacio. Fuera de este mundo, que son los mundos de AK y ABYA, solo es posible la comprensión subjetiva, sin tocar el objeto en absoluto.

La esencia de los objetos que definimos con el nombre de ABYA sigue el supuesto de que todos lo perciben así sin excepción, me refiero a los pocos elegidos en cada generación, que son las decenas de miles y los millones que fueron y que están destinados a venir. Así, nosotros tenemos alcance objetivo allí, aunque no tocamos los objetos en absoluto.

De aquí surgieron los cuatro mundos por encima de este mundo, aunque de acuerdo a su naturaleza son solo subjetivos, vistiendo las naturalezas de este mundo de dos maneras: expansión y pensamiento, es decir, paralelismo, las paralelas de lo psico-físico. Esto es así porque conocemos cualquier objeto por dos formas: primero la física y luego la psíquica, y siempre van juntas y en paralelo.

Se sabe que muchos en este mundo también perciben el método del «expresionismo», es decir, únicamente por percepción subjetiva. Sin embargo, yo también recurro al «impresionismo» para explicar conceptos de este mundo de manera objetiva, y en lo posible minimizando la interferencia del refuerzo subjetivo.

La esencia de la religión

Solo se entiende pragmáticamente. El origen de la fe está en la necesidad de la verdad en ella, en cuanto que ella satisface esa necesidad. De hecho, existen dos tipos de necesidades:

1. Una necesidad psíquica. Sin ella, la vida se volvería repugnantemente detestable.

2. Una necesidad física. Esta necesidad se manifiesta principalmente en el orden social, como había escrito el filósofo Kant, que la fe es la base de la doctrina moral y la protege.

Naturalmente, los sabios de la religión vendrán únicamente de entre aquellos que tienen la necesidad psíquica, porque ellos también la necesitan objetivamente. Sin embargo, la segunda parte, a saber, la verdad, también será satisfecha subjetivamente. Con todo esto, de Lo Lishmá se llega a Lishmá. La necesidad viene primero, y es la causa que obliga tener la fe.

Los líderes del público

Para uno mismo, uno ciertamente puede elegir el expresionismo o el impresionismo. Sin embargo, a los líderes no se les permite conducir al público de otra manera que no sea positiva y pragmática, es decir, según el expresionismo. Esto se debe a que así no pueden dañar al público por sus intereses personales. Por ejemplo, no podrán instruir al público sobre cierta fe para que comprenda su propio impresionismo, ya que así perderá los buenos modales y la ética del público. Y si uno no se controla, es mejor que renuncie y no haga daño al público con sus ideales.

Percepción del mundo

El mundo fue creado por evolución consecuente, según el materialismo histórico y la dialéctica del filósofo Hegel de tesis, antítesis y síntesis. De hecho, eso corresponde a la sensación del Creador, desde lo inanimado, vegetativo, animado y hablante, hasta la profecía o el conocimiento de Dios. El placer es la tesis, el tormento es la antítesis y la sensación fuera de la piel es la síntesis.

La esencia de las corrupciones y sus correcciones está en la opinión pública

Así como la opinión individual determina las propias ganancias y pérdidas y lleva al individuo al negocio más exitoso, así la opinión pública determina la política y elige al más exitoso.

El principio: otorgamiento al prójimo.

Liderazgo: gobierno obligatorio: desde los buenos modales en la vida y las Mitzvot (preceptos) hasta el nivel de vida de la sociedad.

El propósito y la meta: la adhesión a Él. En mi opinión, esta es la última síntesis, donde la ausencia ya no se oculta más.

Buenas acciones y Mitzvot

Locke dijo que no hay nada en la mente que no venga primero en los sentidos. Además, dijo Spinoza: «No quiero algo porque sea bueno, sino que es bueno porque lo quiero». Debemos agregar que no existe nada en los sentidos que no aparezca primero en las acciones. De tal manera que los actos engendran sentidos y los sentidos engendran entendimiento. Por ejemplo, es imposible que los sentidos disfruten de abundante otorgamiento antes de otorgar realmente. Además, es imposible comprender y conocer la gran importancia del otorgamiento antes de probarlo con los sentidos. Asimismo, es imposible saborear la adhesión, antes de que la persona realice muchas buenas acciones que lo capaciten, es decir, mediante la estricta observancia de la condición de darle contento a Él, o, en otras palabras, deleitarse en el contento que le causó al Creador por realizar el mandamiento. Después de que la persona siente el gran placer en esos actos, eso puede ser entendido por la magnitud de ese placer.

Como dijimos anteriormente, hay dos tendencias para la religión: 1) Lo Lishmá, que es puro utilitarismo, es decir, tener como objetivo establecer bien la moralidad para el propio beneficio. Uno queda satisfecho al lograr esa tendencia. 2) Hay una segunda tendencia en la religión, que es la necesidad psíquica de adherirse a Él. Esto se llama Lishmá. Eso se puede adquirir mediante acciones, y de Lo Lishmá se llega a Lishmá.

La dirección de la vida

Hay tres puntos de vista en libros e investigaciones:

1.Idealismo, lograr la adhesión a Él.

2.Para adquirir avance y progreso; esto se llama utilitarismo.

3.Placer carnal y sensual, llamado hedonismo o carnalismo.

Ojalá el método del hedonismo fuera correcto. El problema es que los dolores son mayores que los pocos placeres sensuales en los que uno puede deleitarse. Además, está la falla del día de la muerte. Y el método del utilitarismo para traer el progreso al mundo, hay una gran pregunta aquí: ¿quién obtendrá el progreso completo por el que pago tanto con dolores y tormentos?

Parece que sólo el idealismo, cuya tendencia es la felicidad del hombre, mejorando así todas las fuerzas psíquicas, confiere a uno respeto en vida y un buen nombre después de su muerte. Kant se burló de este método de basar la doctrina moral en una tendencia egoísta e instruyó hacerlo no con el fin de recibir una recompensa.

La ciencia moderna ha elegido mayormente para sí misma el utilitarismo, pero solo por el bien común, es decir, otorgar. Esto también es similar a «para recibir una recompensa», y ¿quién querría eso? También está la pregunta: ¿qué traerá este progreso a las generaciones por las que trabajaré con tanto sufrimiento? ¿Para otorgar eso? Como mínimo, tengo derecho a saber qué se requiere del progreso, y como uno lo disfrutará. ¿Quién sería tan crédulo como para pagar tanto sin conocer su efecto? Todo el problema es que el placer es breve y el tormento largo. De todo lo dicho anteriormente, encontrarán que la dirección de la vida, es lograr Su adhesión, estrictamente para beneficiar al Creador, o para lograr que el público alcance la adhesión a Él.

Dos formas de esclavitud en el mundo

1) Esclavitud al Creador.

2) Esclavitud a Sus criaturas.

Una de ellas es necesaria. Incluso un rey y un presidente necesariamente sirven a las criaturas. De hecho, el sabor de la libertad completa es solo para el que está esclavizado solo al Creador, y a ningún ser en el mundo. La esclavitud es necesaria, porque el recibir es obsceno; es la bestialidad. Y el otorgar, surge la pregunta, ¿a quién?

Contacto con Él

Las multitudes imaginan que una persona que tiene contacto con el Creador es una persona por encima de la naturaleza, y que deberían temer hablar con él, y mucho menos estar en su vecindad inmediata. Es la naturaleza humana temer todo lo que está fuera de la naturaleza de la creación. Las personas también tienen miedo de cualquier cosa poco común, como truenos y ruidos fuertes.

Sin embargo, no es así. Esto es porque, de hecho, Él es dueño de la naturaleza. Por lo tanto, no hay nada más natural que entrar en contacto con el Creador de uno, porque Él es dueño de la naturaleza. De hecho, toda criatura tiene contacto con su Creador, como está escrito, «Toda la tierra está llena de Su gloria», pero él no lo sabe y no lo siente. Y el siervo, que alcanza a contactar con Él, solo se le agrega el conocimiento. Es como la persona que tiene un tesoro en el bolsillo y no lo sabe. Luego llega otro que le hace saber lo que tiene en el bolsillo, y que ahora es realmente rico. Sin embargo, no hay nada nuevo aquí, no hay motivo de emocionarse, porque en la realidad concreta nada ha sido renovado. Lo mismo ocurre con aquel a quien se le ha concedido el don de saber que es el hijo del Creador; no ha cambiado nada en la realidad concreta, salvo el conocimiento de lo que no sabía antes.

En consecuencia, la persona que lo consigue se vuelve incluso más natural, más simple y más humilde. Se podría decir que antes de lograrlo, esa persona y toda la multitud de gente estaban fuera de la simple naturaleza. Esto se debe a que ahora es igual, simple y comprende a todas las personas, y está muy involucrado con ellas. No hay nadie más cercano a la multitud que él, y es solo a él a quien deben amar, porque no tienen un hermano más cercano que él.

Reconstruyendo el mundo

La opinión personal, la opinión pública y el contraste entre socialismo y democracia. Ya quedó claro que hasta ahora la opinión pública evolucionó y se construyó de acuerdo a la parte poderosa de la sociedad, es decir, la asertiva. Es solo recientemente que las masas evolucionaron a través de la religión y del conocimiento y que los revolucionarios han captado el método de la democracia y el socialismo.

Sin embargo, según la ley natural de que «El hombre nace como un pollino de asno salvaje», el hombre es el resultado del animal salvaje y del mono, según el método de Darwin. Además, dijeron nuestros sabios que después del pecado, la especie humana descendió a los monos, porque «Todos ante Eva son como un mono ante un hombre». Sin embargo, de acuerdo con la cualidad del hombre, que consiste en la comprensión intelectual, él continuó evolucionando a través de acciones y sufrimientos para finalmente aceptar la religión, la política y la justicia, hasta por fin volverse civilizados. De hecho, todo este desarrollo se aplicó solo sobre los hombros de la mejor parte de la sociedad, y las masas conducidas los siguieron como un rebaño.

Cuando las masas abrieron los ojos para tomar el destino en sus manos, tuvieron que revocar todas las correcciones y leyes de los asertivos. Esto se debe a que estas eran solo acordes al espíritu de los asertivos, de acuerdo con su desarrollo y en beneficio propio. Por lo tanto, tuvieron que construir el mundo de nuevo.

En otras palabras, son como el hombre prehistórico, el simio darwinista, porque no son ellos los que pasaron por todas esas experiencias, que los llevaron al desarrollo de hoy en día, el desarrollo estuvo únicamente sobre los hombros de los asertivos, no sobre las masas, que hasta ahora eran tierra virgen.

Por lo tanto, el mundo se encuentra ahora en un estado de ruina total. Es muy primitivo en el sentido político, como en la época de los cavernícolas. Ellos no han pasado por las mismas experiencias y acciones que llevaron a los asertivos a asumir la religión, los buenos modales y la justicia. Por lo tanto, si dejamos que el mundo evolucione naturalmente, el mundo de hoy está obligado a pasar por un proceso de todos los tormentos y ruinas que experimentó el hombre primitivo, hasta que se vea obligado a aceptar una justicia política permanente y conveniente. Y el primer fruto de la ruina nos llegó en forma de nazismo, que en última instancia es simplemente el resultado directo de la democracia y el socialismo, es decir, del liderazgo de la mayoría, después de quitarse el yugo de la religión, los buenos modales y la justicia.

Resulta que el mundo considera erróneamente que el nazismo es un resultado particular solo de Alemania. En verdad, es el resultado de la democracia y el socialismo que se quedaron sin religión, buenos modales y justicia. Así, todas las naciones son iguales con respecto a eso; no hay ninguna esperanza de que el nazismo perezca con la victoria de los aliados. Mañana, los ingleses adoptarán el nazismo, ya que ellos también viven en el mundo de la democracia y de los nazis.

Recuerde, que los demócratas también deben negar la religión, los buenos modales y la justicia, como los marxistas, porque todos estos son servidores leales, solo de los asertivos del público y siempre ponen obstáculos ante los demócratas, o ante la mejor parte del público.

Es cierto que los pensadores entre los demócratas vigilan que la religión y los buenos modales no se destruyan de una sola vez, porque saben que el mundo se arruinaría. Sin embargo, en esa medida también interfieren con el gobierno de la mayoría. Una vez que la mayoría se vuelva inteligente y consiga entenderlos, seguramente elegirá a otros líderes, similares a Hitler, dado que él es un representante genuino de la mayoría del público, ya sea alemán, anglosajón o polaco.

El único consejo

A diferencia de los demócratas, que desean abolir la religión y los buenos modales lentamente, y adaptar una nueva política en una manera que no destruya al mundo, porque las masas no los esperarán en absoluto. Más bien, como dicen nuestros sabios, «No arruines una casa antes de poder construir una nueva en su lugar». En otras palabras, tenemos prohibido dejar que la mayoría se apodere del liderazgo antes de construir una religión, buenos modales y una política apropiados para ellos, porque mientras tanto el mundo será destruido y no habrá nadie con quien hablar.

La mayoría son tan primitiva como el hombre prehistórico

Esto es así porque no han intentado utilizar la organización de la justicia, la religión y la moral. Hasta hoy, otros las han estado aplicando. Sin embargo, por supuesto, todo esto llegó al estado actual solo a través de grandes sufrimientos en el camino de la causalidad y la dialéctica. La mayoría no le prestó atención y, en todo caso, no puede captarlos.

La acción más rápida es la religión

Para activar la opinión pública no hay nuevos consejos en la mayoría. Efectivamente, no hay consejo más rápido que la religión, el aborrecimiento de cualquier medida de deseo de recibir, y elevando la belleza del deseo de otorgar tanto como sea posible. Esto debe hacerse específicamente mediante acciones, Aunque lo psico-físico son paralelos, aun así, lo físico se antepone a lo psíquico.

Los prodigios

Son fruto de la generación, tiene una fuerte inclinación a otorgar y no necesita nada para sí mismo. Como tal, tiene equivalencia de forma con el Creador y, naturalmente, se adhiere a Él. Extiende sabiduría y placer de Él y otorga a la humanidad. Se dividen en dos tipos:

O trabajan conscientemente, es decir, para otorgar satisfacción al Creador. Y debido a esta tendencia, otorgan a la humanidad.

O funcionan inconscientemente, es decir, no sienten ni saben que están adheridos al Creador. Se adhieren a Él inconscientemente. Ellos solo otorgan a la humanidad, y de acuerdo con ese principio, no hay progreso para la humanidad, excepto para inculcar en ellos el deseo de otorgar y multiplicar los genios en el mundo.

El método

Es obligatorio en la Cabalá, de acuerdo con el método del antropocentrismo, que los mundos fueron creados para Israel y que ellos son el propósito. Además, el Creador consulta las almas de los justos. También está el propósito de la profecía: «Y toda la tierra estará llena del conocimiento del Señor». No hay ningún propósito más claro que ese.

El RAMBAM sigue el método de la disteleología y dice que el Creador también tiene otros propósitos en la creación, además de la especie humana. Pues le es difícil comprender que el Creador haya creado una creación tan grande, con sistemas planetarios, donde nuestro planeta, la Tierra, es como un grano de arena, y todo eso fue solo con el propósito de conseguir la perfección del hombre.

Un propósito es necesario para cualquier ser consciente. Y el que actúa sin propósito es irracional. Por sus actos, lo conocemos a Él, que ha creado el mundo inanimado, vegetal, animal y hablante. El hablante es el elegido de la creación, ya que siente al otro y le otorga. Por encima de ellos, está el profeta que siente al Creador y Lo conoce. Esto se entiende como otorgarle placer a Él y esto es Su propósito en toda la gran creación.

El filósofo Hegel pregunta, ¿existen necesariamente criaturas en la naturaleza sin propósito, como la multiplicidad de cosas que hay en nuestro planeta, y los innumerables planetas que el hombre no usa en absoluto? La respuesta es conforme a la ley de que «lo desconocido no contradice lo conocido» y que «el juez solo tiene lo que ven sus ojos». Quizás haya inanimado, vegetal, animado y hablante en todos los planetas, y en todos los planetas, el propósito es el hablante. Lo mismo sucede con lo desconocido, y ¿cómo puede eso contradecir lo conocido y lo familiar mediante la profecía? Esto es simple, es placentero para el Creador crear un objeto que esté capacitado para negociar con Él e intercambiar opiniones, etc. También es placentero tener algo que no es de su mismo tipo, y nosotros confiamos completamente en la profecía.

Causalidad y elección

Hay un camino de sufrimiento, por el cual se paga inconscientemente por medio de las leyes dialécticas, donde cada ser oculta la ausencia en su interior. El ser existe mientras no se revele la ausencia en él. Cuando la antítesis se revela y se desarrolla, destruye la tesis y trae en su lugar un ser más completo que el primero, ya que incluye la corrección de la antítesis anterior. Esto es así porque cualquier ausencia está antes que la existencia, de ahí que el segundo ser se llame «síntesis». En otras palabras, consiste y es un resultado de ambos, es decir, el ser y la ausencia que precedieron a este nuevo ser. La verdad sigue el mismo patrón, siempre se perfecciona a través del camino del sufrimiento, que son la existencia y la ausencia, la tesis y la antítesis. Siempre dan a luz síntesis más verdaderas, hasta que se revela la síntesis perfecta.

¿Qué es la perfección?

En el materialismo histórico se explica este camino de sufrimientos solo de acuerdo a los deseos económicos. Donde cada tesis significa un régimen justo en su momento. Cada antítesis significa una división injusta en lo económico, y cada síntesis es un régimen que concilia la antítesis que se reveló y nada más. Por tanto, la ausencia también se oculta aquí. Cuando la ausencia evoluciona, también destruye esa síntesis, y así sucesivamente, hasta que se revela la división justa.

El camino de la Torá

Es poner el destino en manos de los oprimidos. Esto acelera el final en la medida en que los oprimidos lo observen. Esto es llamado «elección», porque a partir de ahora la elección está en manos de las partes interesadas. Así como la vía del sufrimiento es una acción objetiva, el camino de la Torá es un acto subjetivo y el destino está en manos de las partes interesadas.

La mayoría y los poderosos

Hasta ahora, ha estado la opinión de los poderosos, que son los asertivos, operando y clarificando la opinión de todo el público, de ahí toda la justicia y la moral.

Nihilismo

No un nihilismo completo, sino un nihilismo de valores, como Nietzsche con respecto a los valores del cristianismo, es decir, todos los valores de las conductas religiosas, éticas y políticas que hasta ahora han sido aceptados en la percepción de la humanidad.