Aquel que endureció su corazón
Artículo 20, 1985
Está escrito en El Zóhar (punto 186): «Rabí Itzjak dijo: “No encontramos a nadie que endureciera su corazón ante el Creador como el Faraón”. Rabí Yosi dijo: “Pero Sijón y Og también endurecieron sus corazones”. Él respondió: “Esto no es así. Endurecieron sus corazones contra Israel, pero no endurecieron sus corazones contra el Creador, ya que el Faraón endureció su corazón contra Él, porque vio Su poder y no se arrepintió”».
Debemos entender la diferencia entre no endurecer sus corazones ante el Creador, o endurecer sus corazones contra Israel. Después de todo, todo el odio que las naciones sienten hacia Israel es solo porque son el pueblo del Creador, como dijeron nuestros sabios (Shabat, 89): «¿Qué es el monte Sinaí? Es que descendió Siná (odio) a los adoradores de ídolos (Acum - adoradores de estrellas y signos)».
Volviendo al tema, es decir, sobre el odio a Israel: Faraón odiaba al pueblo de Israel y quería esclavizarlo. Moshé vino como enviado del Creador, pero no quiso escuchar y dijo: «¿Quién es el Creador para que yo escuche Su voz?». Sijón y Og también odiaban a Israel, pero ¿cuál es la diferencia con respecto a Israel? La razón por la que odian a Israel. Sijón y Og endurecieron sus corazones porque el pueblo de Israel no era importante, ¿y por eso los odian? ¿O endurecieron sus corazones contra el Creador, porque el Creador no era importante a sus ojos, y por eso odian a Israel? En ese caso, ¿cuál es la diferencia con respecto a Israel?
Debemos interpretar las palabras anteriores de El Zóhar en el trabajo. Debemos saber que hay dos obstáculos parados frente a una persona que no le dejan cruzar la barrera y alcanzar el amor al Creador, ya que el hombre nace con el deseo de recibir para sí mismo y no puede hacer nada sin un beneficio. Es decir, uno puede renunciar a la recepción para sí mismo con el fin de otorgar algo a alguien si esto le da satisfacción anímica. En ese caso puede renunciar a la recepción para sí mismo. Por ejemplo, una persona puede trabajar para un hombre importante. Si, digamos, el Admor (rabino) de Lubavitch llega al aeropuerto con una maleta, y se la entrega a uno de sus seguidores, y le da cien dólares por su trabajo. Ciertamente, el seguidor no querrá recibir la retribución del rabino y se la devolverá. Si el rabino le pregunta: «¿Por qué no quieres recibirlo? ¿Te he pagado muy poco por el trabajo? Si hubiera dado a un simple portero diez dólares habría sido feliz, ¿por qué no quieres tomarlo?». El seguidor respondió: «Tener el privilegio de servir al rabino vale más que cualquier fortuna en el mundo, que el rabino pueda darme».
Por lo tanto, vemos que para un hombre importante, uno puede trabajar sin ninguna recompensa. Por esta razón, cuando el hombre va a dedicarse a la Torá y Mitzvot (preceptos) con el fin de otorgar, ciertamente puede renunciar al amor propio en favor del Creador. En ese momento, ¿qué es lo que hace el obstáculo al trabajo del Creador para que el hombre no pueda ir por el camino del Creador? Una sola acción: No le permite al hombre representar la grandeza y la importancia del Creador. De esto se deduce que toda la fuerza que tiene la Sitra Ajra (arameo: el otro lado) es estar en contra del Creador. Le dice: «Sé que eres muy poderoso, lo que significa que puedes sobreponerte a tus pasiones a diferencia de las personas de carácter débil y de corazón blando. Eres el más valiente de los fuertes. Sin embargo, la razón por la que no caminas por el camino de la verdad, es que la meta no es tan importante, como para que necesites anularte por ella». Con esta fuerza lo estorba en alcanzar la meta.
Esto es lo que El Zóhar dice en el nombre de Rabí Itzjak: «No encontramos a nadie que endureciera su corazón ante el Creador como el Faraón». Es decir, no apreció al Creador y dijo: «¿Quién es el Creador para que yo escuche Su voz?». Este es el primer obstáculo.
El segundo obstáculo es que cuando uno ve que ha superado sus argumentos, y va por encima de la razón y no hace caso a lo que él le dice; entonces viene con una queja contra Israel. Es decir, aquel que quiere caminar por el camino del Creador se llama Yashar El, que es directo al Creador. Esto significa que quiere que todas las acciones que hace se eleven directamente al Creador, y no quiere tener ninguna otra intención. Por esta razón, ¿qué hace el segundo obstáculo? Humilla el Israel en él y le dice: «El Israel en ti es muy débil, tanto en habilidad como en fuerza para sobreponerte. Tienes un carácter débil, y este camino por el que quieres ir, donde todas las acciones son solo para el Creador, se le pueden exigir a un Israel que tiene todas las cualidades aptas para ello, a saber, buena educación, habilidades y corazón valiente que puede luchar contra el mal en su interior, ese es quien que puede caminar por este camino, pero no tú». Por lo tanto, ¿en qué lo obstruye? Si ya no le habla de la importancia de la meta, como con el argumento del Faraón, quien discutió la importancia de la meta. Más bien, le dice que la meta es muy importante, pero «Tú no eres lo suficientemente importante como para poder caminar por un camino tan elevado, así que camina por el camino por el que van todos, y no tienes que ser la excepción. Solo este camino te pertenece a ti».
Del mismo modo, encontramos en El Zóhar (Shlaj, artículo 63) concerniente a los espías: «Y regresaron de recorrer la tierra». «Regresaron» significa que regresaron al lado malo, regresaron del camino de la verdad, diciendo: «¿Qué obtendremos de ella? Hasta el día de hoy no hemos visto el bien en el mundo. Nos esforzamos en la Torá y la casa está vacía. ¿Quién recibirá aquel mundo? ¿Quién vendrá y estará en él? Hubiera sido mejor si no nos hubiéramos esforzado tanto. Porque nos esforzamos y aprendimos para conocer la parte de aquel mundo, como nos aconsejaste. “También fluye leche y miel”, ese mundo superior es bueno, como sabemos de la Torá, pero ¿quién puede ser recompensado con ella? “Sin embargo, el pueblo es valiente”, es decir, es valiente el pueblo que ha sido recompensado con ese mundo, porque no consideraron en absoluto al resto del mundo, para ocuparse en él, para tener una gran riqueza, ¿quién puede hacerlo y ser recompensado con ello? “Sin embargo, el pueblo es valiente”. Y “El hombre rico responderá con insolencia: ‘Y también vimos a los descendientes del gigante allí’, lo que significa que necesitas un cuerpo tan fuerte y poderoso como un león, ya que la Torá debilita la fuerza del hombre”».
De esto se deduce que el argumento de los espías, según la interpretación de El Zóhar, es la falta de importancia de Israel, ya que explicamos que es similar al argumento del segundo obstáculo, es decir, que todo el endurecimiento está en contra de Israel.
Con esto podemos interpretar la diferencia entre el argumento del Faraón, que endureció su corazón contra el Creador, y el argumento de Sijón y Og, que endurecieron sus corazones contra Israel. El Faraón dijo: «¿Quién es el Creador para que yo escuche Su voz?», lo que significa que toda su fuerza era disminuir la importancia del Creador, como se dijo, que él es el primer obstáculo. Sijón y Og, sin embargo, endurecieron sus corazones contra Israel, que significa disminuir la importancia de Israel, que corresponde al segundo obstáculo.
A esto, es decir, a todos estos argumentos, no hay otro consejo más que caminar por el camino de la fe por encima de la razón, ignorar sus argumentos y confiar en el Creador en que puede ayudar a todos y que no hay ninguna fuerza que pueda oponerse al poder del Creador, por eso debemos confiar en que el Creador ayudará.
Encontramos esto en El Zóhar (Beshalaj, punto 187): «Rabí Yehuda dijo: “Rabí Itzjak dijo: ‘El Faraón era más sabio que todos sus hechiceros… En todo su bando no vio que Israel tendría redención… Y el Faraón no pensó que hay otro vínculo de fe que gobierna todas las fuerzas de la Sitra Ajra. Esta es la razón por la que endureció su corazón’”.
De las palabras de El Zóhar se desprende que Faraón significa dentro de la razón, que por parte de la mente no hay ninguna posibilidad de salir de su autoridad sino solo con la fuerza de la fe por encima de la razón, porque este poder cancela todos los poderes que hay en el mundo».