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Rabash / Hoy sabes y responderás a tu corazón

Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

Hoy sabes y responderás a tu corazón

Artículo 17, 1985

Está escrito en El Zóhar, Vayerá (Punto 89): «Rabí Elazar comenzó y dijo: “Hoy sabes y responderás a tu corazón que el Creador, Él es Dios”. Pregunta: “Debería haber dicho: ‘Hoy sabes que el Creador, Él es Dios’, y al final, ‘Y responderás a tu corazón’, ya que saber que el Creador es Dios lo califica para responder al corazón”. Responde: “Pero Moshé dijo: ‘Si quieres insistir en ello y saber ‘Que el Creador es Dios’, entonces ‘responderás a tu corazón’. Por lo tanto, no podemos saber ‘Que el Creador, Él es Dios’, excepto por medio de ‘responderás a tu corazón”. Es por eso que el texto primero trae “responderás a tu corazón”, para saber por esto que ‘El Creador, Él es Dios’». Hasta aquí sus palabras.

Debemos interpretar esto en el trabajo. El orden del trabajo no es de acuerdo a la lógica, como el razonamiento de las naciones del mundo, primero «Escucharemos» y luego «Haremos». Sino más bien, primero «Haremos» y luego «Escucharemos», como dijeron Israel: «Haremos y escucharemos». Nuestros sabios dijeron (Shabat, 88): «Cuando Israel precedieron el hacer al escuchar, una voz salió y les dijo: “¿Quién les reveló a mis hijos este secreto, que los ángeles ministeriales usan?”» De ello se deduce que al decir: «Haremos y escucharemos», se volvieron similares a los ángeles ministeriales y no a las personas. Debemos entender la razón de esto.

Un ángel es llamado un «Enviado». Y en esto hay dos tipos de ángeles:

1) Aquellos que no les importa lo que el remitente les dice que hagan y no se interesan en el acto en sí. Del mismo modo, quien da un paquete para dar a otro no está interesado en el contenido del paquete o la conexión entre el remitente del objeto y el enviado. Pero si quiere llevar a cabo las instrucciones del remitente lo hace de buena voluntad. Ciertamente, el enviado recibe cierta recompensa a cambio de esta acción, y esto se llama «Servir al Rav (maestro) con el fin de recibir un premio».

2) A veces, si el remitente es una persona importante, su recompensa es el privilegio de servir al Rav, y no necesita ninguna otra retribución, llamada «Premio». De ello se deduce que el enviado no tiene ningún interés o necesidad de conocer la conexión entre el remitente, que está enviando el objeto al receptor del objeto. Además, no tiene necesidad de saber cuál es el objeto, es decir, lo que está en ese paquete que ha recibido del remitente para llevar a fulano de tal.

Este es el significado de «Haremos», como el enviado, no nos interesa nada, ya que queremos servir al rey, para que Él tenga placer, y nuestro placer es que Él nos da la posibilidad de servirle. Este es el significado del discernimiento del ángel, es decir, un enviado.

«Escucharemos» significa que él ya escucha y entiende el asunto por completo. Es decir, en ese momento no es considerado como un ángel enviado. Más bien, en ese momento se convierte en el receptor del regalo del remitente. Y entonces no se considera como enviado y remitente, sino como receptor y dador, ya que él mismo sabe lo que hay en ese paquete porque el dador quiere que reciba el paquete y vea la importancia del regalo que le está dando.

De acuerdo con lo anterior podemos interpretar el significado de «Responderás a tu corazón» por «Haremos», que es la fe por encima de la razón. Después podemos ser recompensados con «El Creador, Él es Dios», que es «Escucharemos».

Un acto significa acción potencial, cuando no tiene nada que responder a la pregunta del cuerpo. Ve que lo que el cuerpo está preguntando es una pregunta correcta, a la que no tiene respuesta. En ese momento no hay lugar para la deliberación porque está haciendo preguntas correctas. En ese momento sólo hay una respuesta: «Por encima de la razón». Es decir, aunque el cuerpo se opone a todas las cosas que quiere hacer en nombre de los cielos, debería decir: «Una Mitzvá (precepto) induce a otra Mitzvá».

Y como tiene una Mitzvá que siempre cumple, la Mitzvá de la circuncisión, una Mitzvá a la que el cuerpo no puede resistir, por eso, si puede ser feliz con una sola cosa, incluso que está cumpliendo el mandamiento del Creador, si está pensando en cumplir esta Mitzvá, de la cual el cuerpo no tiene opinión, gracias a esta fuerza puede despertar por sí mismo su accionar y esforzarse diligentemente una vez más, como lo hizo antes del descenso.

Sin embargo, debemos saber que cada ascenso es algo nuevo. Es decir, cuando una persona asciende, no regresa al estado anterior. Más bien, siempre es un nuevo discernimiento, como dice el Arí: «Un día no es como otro; y un momento no es como otro; y uno no puede corregir lo que su amigo va a corregir».

Con eso podemos interpretar lo que nuestros sabios dijeron (Minjot 43): «Cuando David entró en la casa del baño y se vio de pie desnudo, dijo: “Ay de mí, porque estoy de pie desnudo, sin Mitzvot (preceptos)”. Dado que recordó la Mitzvá de la circuncisión en su carne, su mente se alivió. Cuando salió, dijo un canto al respecto, como se dijo: “Al músico jefe en el octavo”, en cuanto a la circuncisión, que se dio en el octavo».

Debemos interpretar que una casa de baño es cuando el hombre viene a purificarse a sí mismo. Un estado de pureza se llama «Casa de baño». En ese momento, cuando se mira a sí mismo, cuánta Torá y Mitzvot tiene, y que puede decir que lo hizo en nombre de los cielos, entonces, se ve a sí mismo como desnudo. Esto concierne al pasado. Después mira el presente y ve que ahora, también, no quiere hacer nada para otorgar. Este es el significado de las palabras: «Ay de mí porque estoy desnudo, sin Mitzvot».

«Dado que recordó la Mitzvá de la circuncisión en su carne, su mente se aclaró», ya que debido al mandamiento de la circuncisión no tenía pensamientos extraños porque la razón del bebé no participó durante la circuncisión. Ahora, sobre la base de la circuncisión, comienza a construir todo el orden de su trabajo, lo que significa que también estará por encima de la razón.

«Luego cuando salió dijo un canto al respecto». Es decir, una vez que estaba fuera de su estado, esto es, durante el ascenso, considerado como salir de la casa de baño cuando ha sido purificado: «Dijo un canto al respecto», ya que construyó toda la estructura de ahora en adelante sobre la base de por encima de la razón, ya que la primer Mitzvá que tuvo fue por encima de la razón.

Es por eso que debemos interpretar que él «Se vio desnudo» significa que no tenía ningún deseo de hacer Mitzvot. Por lo tanto, no tenía ninguna conexión con la Kedushá (Santidad), ya que el cuerpo se resistía a todo lo de la Kedushá. Pero, dado que «Recordó la Mitzvá de la circuncisión en su carne», a la que el cuerpo no puede resistir. Incluso aquellos que se circuncidaron a sí mismos, aunque tenían elección mientras se circuncidaban, en ese momento estaban en ascenso, de otro modo no se hubieran circuncidado. Después, durante el descenso, ya no tenían elección con respecto a la circuncisión.

Pero las mujeres, que no necesitan circuncidar sus cuerpos, ¿con qué pueden sobreponerse? Es posible gracias al Arvut (garantía mutua), que «Israel son garantes unos de otros». Esa Mitzvá fue literalmente sellada en su carne, es decir, en su cuerpo, y no en una Mitzvá práctica, que es de la externalidad de su cuerpo. «Su mente se aclaró», lo que significa que en tal estado de descenso todavía está conectado con los mandamientos del Creador.

Esto puede darle espacio para construir su estructura de Kedushá y decir a su cuerpo: «No puedes llevarme a la desesperación, ya que ves que estás desconectado de todo el tema de la Torá y Mitzvot, y no tienes ganas, así que ¿por qué sigues soñando que es posible que el Creador te acercará más que a otros? Si ves que eres peor que los demás, así que ¿de dónde sacas esta insolencia de que Él te acerque, para caminar por el camino de la verdad, que es otorgar y no recibir nada, cuando ves que tu cuerpo ni siquiera está de acuerdo a dedicarse a la Torá y Mitzvot en Lo Lishmá (no en nombre de Ella)?».

A esto viene la respuesta de que el Creador dejó deliberadamente una Mitzvá en tu cuerpo, para que puedas mostrar que todavía hay algo que te conecta con el Creador, es decir, la Mitzvá de la circuncisión, que no puedes cancelar. Este es el significado de decir: «El rechazado no será apartado de Él». Más bien, todos se acercarán al Creador. Esta es la razón por la que su mente se apacigua por esto, ya que comenzó a construir toda su razón sobre la circuncisión en su carne. Esta es la circuncisión que se dio en el octavo, ya que Biná se llama «Octavo», que son Jasadim cubiertos, que significa por encima de la razón.