Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
Y el Señor se le apareció a él en los robles de Mamré
Artículo 6, 1985
«Y el Señor se le apareció a él en los robles de Mamré». Rashi interpreta, «Él le dio el consejo de circuncidarse, por lo tanto, Él se le apareció en su sitio». Está escrito en El Zóhar, Vaierá (Y el Señor se le apareció), punto 6, en el comentario de la Escalera, «Y el Señor se le apareció en los robles de Mamré». Él pregunta, ¿por qué en los robles de Mamré y no en algún otro lugar? Y él responde, es porque Mamré le aconsejó circuncidarse. Cuando el Creador le dijo a Abraham que se circuncidara, Abraham fue a buscar el consejo de sus amigos. Aner le dijo: «Ya tienes más de noventa años; lo vas a lamentar».
Mamré le dijo, «Recuerda el día cuando los caldeos te arrojaron al horno y la hambruna que azotó al mundo», tal como está escrito, ‘Había hambre en la tierra, y Abram descendió a Egipto’, y esos reyes que tus hombres persiguieron y que tú los azotaste. El Creador te salvó de todos ellos y nadie podía perjudicarte. Levántate y cumple la orden de tu Señor». El Creador le dijo a Mamré, «Debido a que tu le diste el consejo de circuncidarse - por esto - Yo apareceré solamente en tu palacio».
Surge la pregunta: «¿Cómo puede decirse que cuando el Creador le dijo que se circuncidara, fuera a buscar el consejo de sus amigos, si es conveniente obedecer al Creador? ¿Se puede decir algo así?»
En el trabajo debemos interpretar que cuando el Creador le dijo que se circuncidara, fue a consultar a sus amigos, es decir a su cuerpo, pues el cuerpo es quien debe ejecutar la acción. Debido a esto le preguntó a su cuerpo, si estaba de acuerdo, o si su opinión era que no necesitaba cumplir el mandato del Creador. Porque los amigos del hombre, es decir, los deseos se encuentran en su cuerpo, y están juntos conectados al cuerpo. Y debía preguntarles pues son ellos los que debían cumplir con el mandato que recibió del Creador. Y entonces, cuando conozca su opinión, podrá saber lo que debe hacer.
Debemos saber que hay tres almas en el cuerpo, tal como está escrito en El Zóhar (Vaiera, Ítem 315), «Rabí Yehudá dijo, «Existen tres modos de comportamiento en el hombre. El comportamiento del intelecto y la sabiduría, este es el poder del alma sagrada. El comportamiento a través de las pasiones que se despierta ante todos las malas pasiones y este es el poder de la pasión. Y el comportamiento que dirige al hombre y fortifica al cuerpo y es denominada Néfesh (alma) del cuerpo.
Estos tres comportamientos son considerados los amigos de Abraham, es decir, que él los incluye. Y Abraham fue a pedir sus opiniones; deseaba conocer la opinión de cada uno de sus amigos.
Aner le dijo, «Ya tienes más de noventa años; lo vas lamentar». Aner en Guematria es 320, aludiendo a las 320 chispas que se encuentran allí. Asimismo, la mezcla de Maljut, denominada «el corazón de piedra», que es el deseo de recibir con el fin de recibir, que es el amor propio. Por esta razón él le dijo, «Ya tienes más de noventa años; lo vas lamentar». El corazón de piedra, considerado como el alma anhelante, le dijo «Debes esforzarte por recibir deleite y placer y no imponerte sufrimiento. Por lo tanto le dijo que no valía la pena obedecer al Creador.
Pero Mamré le dijo, «Recuerda el día cuando los caldeos te arrojaron al horno». En otras palabras, le dijo, «Mira cómo el Creador te trata por encima de la razón, porque pensando razonablemente, alguien que es arrojado al horno se quema. El que te hayas salvado está por encima de todo lo que dicta la razón. Por lo tanto, tú también adhiérete a Sus atributos y tú también debes ir por encima de la razón. Por lo tanto, aunque es razonable pensar que Aner tiene razón tú debes ir por encima de la razón.
Eshkol es Néfesh (alma) del cuerpo, tal como está escrito que fortalece al cuerpo. Proviene de la palabra Eshkol (yo sopesaré), pues él debe sopesar con quien es mejor vincularse, con el alma de los deseos, que es Aner, o con Mamré, que es el alma del intelecto y la sabiduría. Este es el poder del alma santa dentro de él, tal como está escrito en las palabras del Zóhar.
Mamré proviene de las palabras «él desobedeció» (Himrá) las palabras de su Aner». Él le dijo que fuera por encima de la razón, lo cual es, «Y el Señor se le apareció en los robles de Mamré», pues precisamente donde uno va por encima de la razón, donde no hay intelecto, precisamente en ese lugar el Creador se aparece y uno es recompensado con el conocimiento de la Kedushá (santidad). Por eso es que le llama «Mamré», pues se le considera por encima de la razón, con el nombre de «el alma del intelecto y la sabiduría», pues precisamente en el lugar donde uno va por encima de la razón, el intelecto y la sabiduría se revelan.
Resulta que el significado será lo que el Zóhar dice, «Abraham fue a buscar el consejo de sus amigos», es decir, al propio cuerpo de Abraham. El cuerpo debe cumplir la Mitzvá (precepto), por lo tanto, él solicitó la opinión del cuerpo para saber lo que tenía que hacer. En otras palabras, si debía forzarse o si debía estar de acuerdo con lo que el Creador le había dicho. Y cuando dice que fue a consultar a sus amigos, se refiere a las tres almas que existen en su cuerpo, que son sus amigos, con los que siempre se encuentra unido.
Está escrito en Midrash Rabá (al final de la porción Lej Lejá y al comienzo de Vaierá) que Abraham dijo, «Antes de que me circuncidara los transeúntes venían hasta mi. Desde que me circuncidé ya no vienen a mi’. El Creador le dijo, «Antes de que te circuncidaras, los hombres no circuncidados venían; ahora Yo y Mi séquito nos revelamos ante ti.»
Debemos entender por qué no recibió una respuesta a su pregunta. Él preguntó «¿Por qué los transeúntes ya no vienen a verme?» ¿Y cuál fue la respuesta? No hay una respuesta a por qué ya no vienen. Sino que él recibió una respuesta distinta – anteriormente los no circuncidados venían y ahora el Creador viene hasta él. Pero esta no era la queja.
Debemos interpretarlo con el trabajo. Su pregunta era que antes de que se circuncidara, el orden de su trabajo era que los transeúntes (que van y vienen) siempre venían hasta él, es decir que él tenía pensamientos de transeúntes (también transgresores) y después tenía el regreso (también arrepentimiento). Significa que antes de que fuera circuncidado tenía lugar para trabajar pues tenía pensamientos de transgresores. Pero, después tenía lugar para el retorno, para hacer arrepentimiento, así que él sabía que era un trabajador.
Pero ahora no tenía lugar para los transeúntes, sin embargo, anhelaba el trabajo. Por lo tanto, el Creador le dijo, «No debes lamentarlo porque, a fin de cuentas, tu trabajo está con el trabajo de la gente, que no están circuncidados. En otras palabras, tu trabajo no era de otorgamiento puro, porque no eras merecedor aún de cortar el prepucio, llamado el deseo de recibir.
«Pero ahora no necesitas lamentarte por este trabajo que tenías entonces porque a pesar de que era un trabajo bello, a fin de cuentas era el trabajo de la gente, y de cualquier forma era externo pues ellos no estaban circuncidados. Pero ahora que ya has sido circuncidado, hay equivalencia de forma, entonces Yo y Mi séquito podemos venir, lo cual no era el caso anteriormente».