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Rabash / Estas son las generaciones de Noé

Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

Estas son las generaciones de Noé

Artículo 4, 1985

«Estas son las generaciones de Noé. Noé era un hombre justo. Fue completo en sus generaciones. Noé caminó con el Creador».

Rashi interpreta, para enseñar que las generaciones de los justos son principalmente buenas acciones. Rashi explica por qué dice: «Estas son las generaciones de Noé». Debería haber dicho los nombres de sus hijos, es decir, Shem, Jam y Yefet. Y por qué dice: «Estas son las generaciones de Noé. Era Noé un hombre justo». Él explica que es porque las generaciones de los justos consisten principalmente en buenas acciones.

«En sus generaciones», ya que algunos de nuestros sabios lo alaban, que si él hubiera estado en una generación de justos, habría sido más justo. Otros lo condenan, si él hubiera estado en la generación de Abraham, habría sido considerado como nada.

«Noé caminó con el Creador». Rashi interpreta con Abraham, y dice: «Ante quien yo caminé». Noé necesitó ayuda para sostenerlo, pero Abraham era fuerte y caminaba por sí solo con su rectitud.

Para explicar todo lo anterior en el trabajo, debemos saber que padre e hijo, padres y generaciones (descendencia), quiere decir causa y consecuencia. Normalmente, cuando una persona hace algo, él está seguro de que este acto engendrará algo. Por ejemplo, una persona que va a trabajar a una fábrica desea ganar un salario mediante sus acciones para poder sustentarse. Resulta que el padre es el esfuerzo y la generación es la provisión. Del mismo modo, cuando la persona aprende algún conocimiento, quiere conseguir el título de sabio, lo que significa que todo lo que una persona hace es solamente para ver las generaciones de sus actos.

Por lo tanto, cuando una persona se dedica a la Torá y las Mitzvot (preceptos), ciertamente quiere que de sus acciones nazcan generaciones.

De acuerdo con lo que está escrito en El Zóhar sagrado, («Introducción al Libro El Zóhar», Punto 189) y en el Sulam, y estas son sus palabras (Sulam, Punto 190): «El temor se interpreta de tres maneras, dos de las cuales no tienen la raíz adecuada, y una es la raíz del temor. Está la persona que teme al Creador para que sus hijos vivan y no mueran, o teme un castigo financiero. Y por esta razón siempre le teme. Resulta que su temor al Creador no es la raíz, ya que la raíz es su propio beneficio y el temor es la consecuencia (generación). Y está la persona que teme al Creador porque teme el castigo de ese mundo y el castigo del infierno. Esos dos temores -el temor al castigo en este mundo y el miedo al castigo en el mundo venidero-, no son la esencia del temor y su raíz». (En el Punto 191): «El temor que es la esencia es que uno debe temer a su Señor porque Él es grande y gobernante, y es la esencia y la raíz de todos los mundos, y todo se considera como nada cuando se compara con Él».

De lo anterior se desprende, que del trabajo en el que se afana la persona, llamado «Padre», él quiere ver generaciones de ese trabajo, lo cual es llamado «Fruto de su trabajo».

Hay tres tipos de generaciones que deberíamos ver aquí:

1) Recompensa en este mundo, es decir, que sus hijos vivirán y tendrán éxito en su provisión, etc.;

2) Recompensa en el mundo venidero;

3) Porque Él es grande y gobernante. Esto significa que todas las generaciones a las que aspira es ser capaz de dar contento al Creador.

De esto se deduce que existe el asunto de las generaciones que se llaman «Buenas acciones», y «Buenas» significa otorgar al Creador, como está escrito (Salmos 45): «Mi corazón rebosa de algo bueno. Yo digo: “Mis acciones son para el Rey”». Esto significa que quiere que todas sus acciones sean para el Creador, y a esto se le llama «Buenas acciones». No quiere recompensa en beneficio propio, y la única recompensa que espera es poder hacer cosas que den satisfacción al Creador, sin ninguna recompensa por su propio trabajo. Esto significa que su recompensa es que se le concederá el favor de poder hacer cosas solamente para el Creador, sin ninguna mezcla de intención en beneficiarse a sí mismo. Esta es la recompensa por la cual se dedica a la Torá y Mitzvot. Con esas buenas acciones espera alcanzar esto mediante su trabajo. Sobre esto fue dicho (Kidushín 30): «Creé la inclinación al mal y le creé la Torá como condimento».

En consecuencia, ¿qué son las generaciones de los justos? Solo buenas acciones, es decir, el resultado que surge de la causa, y la causa es el trabajo en Torá y Mitzvot. Para el resto de la gente, los resultados de la causa son recompensas en este mundo o en el otro mundo. Pero para los justos, su resultado de la causa es que su padre, engendra generaciones, que son solo buenas acciones. Esta es la única recompensa a la que aspiran: Poder brindar satisfacción al Creador.

Este es el significado de lo que Rashi interpreta: «Que las generaciones de los justos son principalmente buenas acciones». Esto se considera que todas sus acciones son solo para dar contento al Creador. Sin embargo, debemos entender lo que Rashi interpreta acerca de la esencia de las generaciones de los justos y qué consideran secundario, que no lo consideran como esencial.

Es sabido que hay acciones; asimismo hay entendimiento y conocimiento. Es decir, aquello que está dentro de la razón se llama entendimiento y conocimiento, lo cual significa que el cuerpo también acepta que debemos dedicarnos a la Torá y Mitzvot, ya que una vez que una persona ha alcanzado el grado de Lishmá (en nombre de la Torá), es recompensado con la luz de la vida, que se encuentra en la Torá y las Mitzvot. Es como está escrito (Salmos 19): «Más deseable que el oro, más que mucho oro fino, y más dulce que la miel que destila el panal». Esto se llama «Entendimiento», cuando el cuerpo también entiende que vale la pena ser un trabajador del Creador.

Rabí Meir (Avot, capítulo 6) dice: «Cualquiera que se dedique a la Torá Lishmá es recompensado con muchas cosas. Es más, el mundo entero vale la pena para él, y le son revelados los secretos de la Torá».

Para los justos, todas estas cosas alcanzadas al dedicarse en Lishmá no son consideradas como la esencia. Es decir, esta no es su intención en el trabajo en Torá y Mitzvot. Sino que, lo más importante para ellos son las buenas acciones, es decir, dar contento al Creador. En ese sentido esperaban lograr un grado de trabajo por encima de la razón. Su intención no era tener generaciones de entendimiento y conocimiento, sino que su intención estaba solamente en las acciones. Este es el significado de lo que Rashi explicó: «Para enseñarte que las generaciones de los justos son principalmente buenas acciones».

De acuerdo con lo anterior podemos interpretar lo que explica Rashi: «En sus generaciones». «Algunos de nuestros sabios lo alaban: es más, si él hubiera estado en una generación de justos, habría sido más justo. Otros lo condenan: Si él hubiera estado en la generación de Abraham, habría sido considerado como nada».

En sus generaciones significa sus dos generaciones, porque dos es plural. Pero con respecto al trabajo, cada estado se denomina «Generación». Este es el significado de «En cada generación se alaban tus acciones». Significa que una persona puede estar en una generación de malvados, es decir, si tiene los pensamientos y deseos de los malvados, y en ese entonces la persona hace un gran esfuerzo para poder sobreponerse a los argumentos de los malvados, que hostigan su mente y pensamiento con las preguntas de quién y qué. En ese momento, no puede vencerlos a menos que tenga la fuerza de la fe por encima de la razón. Y esto se considera que somete los argumentos de los malvados pero no con respuestas dentro de la razón, sino solo con el poder de la fe por encima de la razón puede vencerlos.

Esto es llamado «Acto», es decir, sin intelecto, y es denominado «Si ha cumplido una sola Mitzvá (precepto) es feliz, porque se ha sentenciado a sí mismo y al mundo entero a la escala del mérito», porque solo con un acto podemos vencer el argumento de los malvados, y no con intelecto y razón.

En consecuencia, deberíamos decir que la generación de Noé hace referencia a una generación de malvados. Él debe ser alabado porque entonces tiene el principal trabajo arduo. Pero debe ser condenado porque al final, está en una generación de malvados, lo que significa que tiene pensamientos extraños, y es impropio de un trabajador del Creador tener tal maldad en la mente y el corazón.

También deberíamos decir que en la generación de Abraham, es decir, en una generación donde hay justos, en otras palabras, cuando la persona tiene buenos pensamientos, de justos; y eso es cuando únicamente hay un deseo en su mente y corazón -brindar contento al Creador- y los pensamientos y deseos de los malvados nunca han cruzado su mente o corazón. Tal persona está en una generación de justos.

Otros alaban, porque si Noé hubiera estado en el estado de justo, es decir, si hubiera igualado las fuerzas de superación que tenía en la generación de los malvados, ¿qué habría sentido entonces comparado con el sentimiento que tiene ahora, que es la placidez y la dulzura de la Torá? Ciertamente, el tiempo de la generación de Noé, llamada «Generación de malvados», fue un tiempo considerado como nada, porque entonces todavía él no sentía el deleite y el placer que se siente en una generación de justos.

Pero con respecto al trabajo, el tiempo en que estuvo en una generación de malvados fue un lugar para el trabajo. Resulta que la generación de Noé es más importante porque él tenía algo que hacer, porque las generaciones de los justos son principalmente buenas acciones.

«Noé caminó con el Creador». Rashi interpreta que con Abraham dice: «Ante quien yo caminé». Noé necesitaba ayuda para sostenerlo, pero Abraham era fuerte y caminaba mediante su rectitud. Esto significa que hay dos tipos de fuerzas en una persona llamadas «Vasijas de recepción» y «Vasijas de otorgamiento». Las vasijas de otorgamiento se atribuyen al Creador, ya que el Creador es el dador, y las vasijas de recepción se atribuyen al ser creado, que es el receptor.

Las vasijas de recepción, que se atribuyen al receptor, vienen antes de las vasijas de otorgamiento. En palabras de la Cabalá, las vasijas de otorgamiento son llamadas Kéter, Jojmá, y GAR de Biná, y por debajo de ellas están las vasijas de recepción, que son ZAT de Biná, Zeir Anpin y Maljut.

En consecuencia, las vasijas de otorgamiento son llamadas «El Creador caminó con Noé», en otras palabras, que en un lugar de vasijas de otorgamiento fue posible caminar en Santidad, es decir, vasijas de otorgamiento relacionadas con el Creador. Esto se denomina «Noé necesitó ayuda para sostenerlo», ya que el superior da las vasijas de otorgamiento, lo cual se considera como Noé necesitando ayuda para sostenerlo.

Esto significa que el superior le despierta para el trabajo, y se denomina «Despertar desde Arriba», como está escrito en El estudio de las Diez Sefirot (Parte 9, pág. 735, Punto 6, y en Or Pnimí): «Sin embargo, al principio, la primera vez, el MAN que no estaban en ZON en AVI se elevaron, y luego ZON fueron hechos de esos MAN. Después de que ZON fueron establecidos, elevaron MAN por segunda vez. Y una vez que tuvo las vasijas de otorgamiento, que adquirió a través de un despertar desde Arriba llamado “Noé necesitó ayuda para sostenerlo”, lo cual proviene del superior, y ese era el grado de Noé».

Pero Abraham no necesitó ayuda para sostenerlo. Rashi hace esa precisión con las palabras «Ante quien yo caminé». Significa que caminó con vasijas de recepción, que están antes de las vasijas de otorgamiento. Las vasijas de otorgamiento, que son Kéter, Jojmá, y Gar de Biná, están arriba, y por debajo de ellas están las vasijas de recepción, que son Zat de Biná y ZON.

Dado que Abraham caminó con vasijas que estaban ante él, antes de las vasijas de otorgamiento que están relacionadas con el Creador, y nosotros relacionamos las vasijas de recepción con los receptores, es por eso que utilizar las vasijas de recepción se denomina «Despertar desde abajo», lo cual es atribuido al inferior.

Este es el significado de que Abraham no necesitaba ayuda para sostenerlo porque él caminó con vasijas de recepción. Con estos Kelim (vasijas) servía al Creador. Pero las palabras «El Creador caminó con Noé» significa los Kelim que se atribuyen al Creador, que son vasijas de otorgamiento, las vasijas del Creador y estos Kelim los concede el Creador.