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Rabash / Asunto de la verdad y la fe

Baruj Shalom Ha-Levi Ashlag (Rabash)

Asunto de la verdad y la fe

Artículo 3, 1985

El asunto de la verdad y la fe, que son dos cuestiones opuestas, pues vemos que en nuestra plegaria, la cual fue organizada por los miembros de la Gran Asamblea, también allí encontramos cuestiones contradictorias. Ya que por una parte nos dieron un orden para la oración, pues la plegaria se eleva en un momento determinado, cuando la persona tiene una carencia. Nuestros antiguos sabios dijeron: "La plegaria tiene que ser desde lo más profundo del corazón", que todo el corazón sienta la carencia.

Es decir, que no haya en el corazón lugar alguno que esté completo, sino que todo él sea carencia y cuanto más grande sea la carencia, entonces la plegaria será más aceptada que otras. En el Zóhar (Balak, puntos 187-188) está escrito  acerca del versículo: "Plegaria para el pobre cuando desfallece y delante del Eterno vierte su plegaria"  y dice: "Tres son estas, las llamadas plegarias. La oración a Moisés, hombre de Dios; esta oración por quien no hay otro hombre como él. La plegaria a David; esta oración por quien no hay otro rey como él. La plegaria del pobre. De las tres plegarias, ¿cuál es la más importante? Es la plegaria para el pobre. Esta precede a la plegaria de Moisés y precede a la plegaria de David y precede a todas las plegarias del mundo. La pregunta es: ¿Cuál es el motivo? Y la respuesta es: porque el pobre  tiene el corazón quebrado. Está escrito: "Dios está cerca de los que tienen el corazón quebrado" y el pobre está en una continua pelea con Dios y Dios atiende y escucha sus palabras”.

Resulta que según el sagrado Zóhar, la plegaria es precisamente cuando la persona está quebrada, que no tiene nada para revivir su alma. Es entonces cuando se puede decir: "La plegaria proviene de lo más profundo del corazón", que es la plegaria más importante de todas en el mundo, porque no tiene ninguna cualidad por la cual pueda decir: "No soy como mi amigo, porque tengo alguna cualidad que mi amigo no tiene". Resulta que está lleno de carencias. Y entonces hay lugar para elevar una verdadera plegaria de lo más profundo de su corazón, es decir, cuanto más grande es la carencia, más importante es la plegaria.

Y en oposición a la plegaria elevada según el orden que se nos ha ordenado, nos organizaron un orden de alabanza y gratitud que está en contradicción con la oración y la petición según el orden de las plegarias, ya que de acuerdo a ese ruego, el que beneficia al amigo, este se lo agradece mucho. Sin embargo el valor de la gratitud siempre se mide de acuerdo al beneficio recibido. De esta manera expresa su gratitud al que recibe el beneficio.

Por ejemplo si alguien ayuda a otro a conseguir la mitad de su sustento, es decir que gracias a él consigue mantener su hogar sólo en la mitad, entonces el agradecimiento no es completo. Pero si trata de conseguir a alguien el sustento completo necesario para mantenerse,  que incluso le alcance para lujos, es decir que no tenga carencia ninguna, seguramente a una persona así le agradecerá y lo alabará con toda su alma y su corazón.

De acuerdo a esto, cuando una persona agradece y alaba al Creador y quiere alabar y agradecer con toda su alma y su corazón, seguramente tendrá que ver que el Creador ha llenado todos sus deseos y no le falta nada, de lo contrario su agradecimiento no puede ser completo.

Si es así, uno debe tratar de ver que no le falta nada, ya que el Creador llenó todas sus carencias y no tiene ninguna carencia. Sólo entonces puede agradecer al Creador, que es una cuestión de cantos y alabanzas, que nos organizaron en la versión de la plegaria.

Entonces, la plegaria y la petición, los cantos y las alabanzas, están en contradicción unos con otros, como se ha dicho, ya que durante la plegaria y la petición, si no se tiene integridad alguna, y en cambio está lleno de carencias, entonces su plegaria será completa, sin embargo en los cantos y las alabanzas,  es lo contrario, ya que si no le queda lugar alguno, que no esté completamente lleno, precisamente entonces puede agradecer verdaderamente.

Debemos entender cuál es la razón por la cual nos organizaron estas contradicciones y en qué nos beneficia seguir con ese orden. Así mismo debemos comprender cómo podemos cumplir estas dos formas opuestas ya que cada una contradice a la otra.

El sagrado Ari dice: "He aquí que debe haber en la mujer el estado de puertas, para cerrarlas y retener dentro  al feto, para que no salga afuera hasta que se forme por completo y también para que haya en él la fuerza que le da la forma de recién nacido" (Talmud Eser Sefirot, punto 83).

Y allí  se aclara el sentido: "Así como en lo corporal, cuando hay algún defecto en el vientre de la madre, entonces la madre aborta al feto.  Es decir, si el feto sale del vientre de la madre antes de que acabe de formarse por completo de acuerdo al nivel de concepción, entonces no puede llamarse "nacimiento", ya que el embrión no puede existir en el mundo. En cambio se le llama "aborto", que significa que no nació sino que cayó del vientre de la madre y no puede vivir".

Además, en la espiritualidad existen dos aspectos:

1) La forma de la concepción, que es el  nivel de Katnut (pequeñez), y es su verdadera forma. Debido a que  no sólo está en el nivel de Katnut, a esto se le considera una carencia. En todo lugar que haya carencia de la Kedushá (Santidad), hay aferramiento de las Klipot (cáscaras) y estas pueden provocar el aborto, es decir que el embrión espiritual caiga antes de finalizar su estado de concepción. Es por eso que tiene que haber algo que lo inhiba, es decir, que le dé el estado de plenitud, o sea, el nivel de Gadlut (grandeza).

2) No obstante,  hay que entender cómo se puede dar grandeza al feto si no está capacitado lo suficiente siquiera para recibir el grado de pequeñez, ya que aún no tiene los Kelim (vasijas) con los que pueda recibir con el fin de otorgar, aunque con respecto a esto está la respuesta, como han dicho los antiguos sabios, es: “El embrión en el vientre de su madre, come lo que come su madre".

También dijeron: "El feto es el muslo de su madre", lo que significa que así como es parte del cuerpo de su madre, entonces la concepción no existe por sí sola.  Por lo tanto el feto come lo que come su madre, lo que significa que todo lo que el feto recibe, lo recibe mediante los Kelim de la madre, así que aunque el feto no tiene los Kelim apropiados para recibir la grandeza, tiene los Kelim del superior, que es su madre, y así puede recibir, ya que se anula por completo ante la madre y no tiene autoridad propia, y a esto se le llama Ibur  (concepción), que es la anulación total ante el superior.

Y así, cuando recibe la grandeza, resulta que está completo y allí no hay aferramiento de las Klipot. Es por eso que se llama fuerza que retiene, que es una protección para que no aborte el feto espiritual, como ocurre con el feto corporal, que la madre corporal debe proteger su feto de cualquier daño posible. Lo mismo ocurre en la espiritualidad.  De esto se deduce que se deben discernir dos estados en el trabajo de hombre:

1) El estado real en que se encuentra, es decir, su pequeñez. Todo lo que piensa y hace, todo es estado de pequeñez, y el comienzo de la sensación de la pequeñez es cuando quiere ir por el camino de la verdad, es decir trabajar con el fin de otorgar.  Entonces comienza a ver su propia pequeñez, cuán alejado está de asuntos de otorgamiento y que no tiene la fuerza necesaria de realizar acto alguno que sea con el fin de otorgar. Esto se denomina: verdad. Es decir que ese es el estado real en el cual se encuentra.

Entonces, debido a que es un estado de pequeñez,  puede haber aferramiento por parte de la Sitra Ajra  y puede llegar a la desesperación, Dios no lo quiera. Resulta que  el hecho de ingresar al trabajo, se considera concepción, y puede conducir al aborto, es decir que puede caer de su nivel, como el feto corporal que cae del vientre de su madre y no puede mantenerse con vida. Así también en la espiritualidad: cuando cae de su nivel, luego debe volver a pasar el estado de concepción, es decir que tiene que comenzar nuevamente su trabajo, como si nunca hubiera sido siervo de Dios.

Por lo tanto debe existir una fuerza inhibitoria, para que el feto no caiga, ya que debe ser pleno.  Es decir que tiene que sentir por sí mismo que no le falta nada en el trabajo, sino que ahora está cerca de Dios en absoluta Dvekut (adhesión)  y nadie le puede decir: "Ves que no estás progresando en el servicio a Dios, por lo tanto te esfuerzas en vano, y no eres merecedor de servir a lo sagrado. Es por eso que tienes que comportarte como la mayoría. ¿Por qué creas tanto bullicio queriendo estar en un nivel superior a la mayoría, a pesar de no estar satisfecho con el trabajo de la mayoría? Esto es lo que te ha dado un empujón para que puedas recibir pensamientos y deseos para salir del trabajo de la mayoría  y avanzar hacia la verdad. Es cierto que esta es la verdad, pero ya ves, a pesar de que tú quieres ir por el camino de la verdad, no estás capacitado para ello, ya sea por falta de talento o por falta de poder de superación, ya que no puedes vencer a la naturaleza, pues has nacido en el amor propio. Por lo tanto, abandona toda esta labor y quédate en la bajeza, como el resto de los seres humanos y no te eleves por encima de tus hermanos, y mejor retírate de este camino".

Por esta razón, para no caer en tales pensamientos, se necesita del poder inhibitorio. En otras palabras, se necesita creer por encima de la razón que el punto de apoyo que tiene en el camino de la verdad es algo grandioso y muy importante y que no tiene la fuerza necesaria para apreciar su importancia en lo que respecta al camino de la verdad, pues este es el Kli en el que morará la Luz de Dios.

Pero esto ocurre en los Kelim del Superior, es decir que el Creador sabe cuándo el hombre debe sentir su adhesión al Creador. Incluso cuando siente en sus Kelim que ahora es peor de lo que era cuando se comportaba como todos, donde sentía que día a día realizaba actos de bien, cumplía con la Torá y las Mitzvot (preceptos), y ahora, que comenzó a ir por el camino individual, es decir, al mantener siempre la correcta intención, ¿cuánto es él capaz de realizar actos con el fin de otorgar y cuánto es capaz de renunciar al amor propio?

Y luego, generalmente ve que en la medida que se acerca a la verdad, así cada vez ve más la verdad, que no puede salir del amor propio. De todas maneras, en los Kelim del Superior, es decir, por encima de la razón, puede elevarse a sí mismo y decirse qué es importante para mí, de qué manera puedo otorgarle al Creador,  y que quiero que el Creador me acerque a Él. Seguramente el Creador sabe cuando llega el momento para mí, para que yo también sienta que el Creador me acercó a Él.  Mientras tanto, creo que seguramente el Creador sabe lo que es bueno para mí, es por eso que me hace sentir los sentimientos que siento.

Pero, ¿cuál es el sentido que el Creador me guie por este camino?, que yo tengo que creer en el camino de la fe, que Él se comporta conmigo en el camino de la bondad y la beneficencia, y yo, si así lo creo, Él me envía una señal de cuánta alegría hay en mí y cuán capaz soy de agradecerle y alabar Su nombre. Seguro que debemos decir que todo es para nuestro beneficio, que precisamente a través de la fe podemos alcanzar la meta, la que llamamos: recibir con el fin de otorgar. De lo contrario, seguro que el Creador podría habernos conducido por el camino del conocimiento y no por el de la fe.

Con esto entenderás lo que preguntamos: ¿Para qué necesitamos estos dos asuntos que se niegan mutuamente? Por un lado tenemos que seguir el camino de la verdad, es decir, sentir cuál es nuestro estado, qué es lo que sentimos, cuánto nos alejamos del amor propio y nos acercamos al amor al prójimo y en qué medida nos hace falta que en el mundo: "Sea Su nombre magnificado y santificado".

Mientras veamos que la espiritualidad aún no es importante para nosotros, nos sentimos con una gran carencia y vemos cuánto nos arrepentimos por ello  y cuánto nos duele estar alejados de Él. Esto se denomina "verdad ", es decir, el estado que sentimos en nuestros propios Kelim, es decir, de acuerdo a nuestra sensación.

También se nos permite a través de la fe, la cual está más por encima de la razón, es decir, sin tener en cuenta nuestros sentimientos y conocimientos, sino decir, como está escrito: "Tienen ojos y no ven, tienen oídos y no escuchan", creer que seguramente el Creador es el Mesías y Él sabe lo que es bueno y lo que no lo es para mí. Es por eso que quiere que yo sienta mi estado de la manera en que lo siento y en lo que respecta a mí, no tiene importancia cómo me siento, ya que yo quiero dedicarme a trabajar con el fin de otorgar.

Entonces, lo principal es que tengo que trabajar en nombre del Creador y aunque no sienta que mi trabajo es completo, de todas maneras en los Kelim del Superior, es decir, por parte del Superior,  yo estoy completo y soy perfecto, así como está escrito: "No alejará de Su lado al alejado” . Por lo tanto estoy satisfecho con mi trabajo, que tengo el privilegio de servir al Rey, así sea en el nivel más bajo y aun así yo considero un gran privilegio el hecho que el Creador me permita acercarme a Él, aunque sea solamente en algo.

Y esto nos da dos cosas:

1. En el asunto de la verdad, la persona ve cuál es su verdadero estado y esto le da lugar a la plegaria. Entonces tiene lugar para la carencia y puede orar para que Dios complete su carencia y así puede ascender en los niveles de la Santidad.

2. El camino de la fe, que es el estado de la perfección, y de aquí puede alabar y dar gracias al Señor y entonces puede sentirse feliz.