Carta 48
Tel-Aviv, 13 de abril, 1959
Hola y todo lo mejor a mi amigo,
Leí el libro del cual me escribiste y lo disfruté porque es justo como usted dijo.
Justo que se acerca ahora la fiesta de Pesaj, se refiera a “La Torá habló sobre cuatro hijos… y ”quien no sabe preguntar, tú ábrele”. Debemos interpretar la palabra “preguntar”, que proviene de la expresión: “solicitando sobre las lluvias”, que significa un rezo. Es decir que quien no sabe rezar, la razón es porque no tiene carencia, ya que el rezo ocurre precisamente donde hay una carencia, entonces “tú ábrele”, es decir que le abra lugar de carencia, y entonces tendrá sobre lo qué rezar, y entonces el Creador puede otorgarle la Luz de la Torá. Por eso, precisamente “sobre cuatro hijos habló la Torá”, pues quien no tiene carencia se define que no tiene Kli (vasija) de recepción, y de todos modos no es posible darle.
Y “habló la Torá” significa que ella nos enseña cómo aprontarnos para alcanzar la Luz del Creador, que es todo lo preciado que se nos entrega, como está escrito: “pues es ella toda vuestra Sabiduría e inteligencia a la vista de los pueblos… Porque, ¿qué nación grande hay que tenga un dios tan cerca de ella como está el Señor nuestro Dios siempre que le invocamos?, que se refiere a que el Creador está cercano a nosotros al querer otorgarnos toda Su bondad, pero solo falta la invocación, que es la carencia, que solo en un sitio donde hay carencia hay lugar para la pregunta (también petición), que es el asunto del rezo, que es el Kli para recibir la abundancia. Esto significa: ”quien no sabe preguntar, tú ábrele”, que le abra lugar de carencia.
Cuando tiene la carencia y pregunta y pide que el Creador le llene la carencia, entonces se dice: “quien tiene cien, desea doscientos”, resulta que mediante el llenado del lugar de carencia que tiene por la espiritualidad, luego se crea una carencia mayor, es decir que consigue luego Kelim (vasijas) más grandes aún, que con estos Kelim recibe Luces más grandes, pues ya tiene lugar para invocar al Creador. Como dijeron los antiguos sabios: “ábranme una entrada de arrepentimiento del tamaño de la punta de una aguja, y yo les abriré puertas por las que entrarán carruajes y vagones”, etc., es decir que uno tiene que cumplir su parte de “tú ábrele” aun cuando es solamente “la punta de una aguja”.
Esto contiene dos significados: 1) que es pequeño como la punta de la aguja. Es decir que solamente si hay lugar de carencia por la espiritualidad, aun cuando la carencia es pequeña, ya hay lugar para invocar al Creador que le ayude a llenarle la carencia, y cuando el Creador llena su carencia, entonces “quien tiene cien, desea doscientos”, y de por sí es esta una razón para que la Luz misma forme el Kli, o sea: lugar para la carencia, hasta que el Creador le promete que Él – es decir la Luz misma – “le abrirá puertas por las que entrarán carruajes y vagones”.
2) Hay otro significado en las palabras “como la punta de la aguja”, es decir que la carencia pequeña le pinchará y producirá dolor como la punta de aguja con la que se pincha, pues quien no tiene carencia y no siente su carencia, ya no le sirve de nada a no ser que la carencia que tiene le duela y entonces pregunte y pida al Creador que le llene su carencia.
El Creador llenará nuestras carencias para bien en lo material y en la espiritualidad, y tendremos una fiesta de Pesaj feliz y Kasher.
De su amigo que le desea a usted y a su familia todo lo bueno,
Baruj Shalom HaLeví Ashlag