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Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

Carta 33

23 de Abril de 1957

Para el sabio Rav, el anciano del grupo.

Recibí una carta de tu nieto... donde hizo varias preguntas. Y dado que normalmente respondo en general y no específicamente, aunque me gusta que las preguntas sean específicas y no generales, las generales en verdad contienen muchos detalles.

Es decir, la respuesta suele ser más eficaz para el trabajo en el verdadero camino. Y luego, precisamente cuando la persona que pregunta tiene muchos detalles, es posible que lo general ilumine muchos detalles, a los que llamamos «muchos Kelim (vasijas)», y al buen entendedor, pocas palabras. Por eso responderé en general.

Se sabe que lo más importante es la alegría. Sin embargo, debemos entender el significado de la alegría, como está escrito: «Esta alegría, ¿qué hace?» Además, ¿por qué la alabanza del trabajo se definió con respecto a la alegría, como está escrito: «Porque no trabajaste... con alegría, etc.»?

Podemos entender el significado de la alegría de los asuntos mundanos (como dijo Baal HaSulam, que le da las conductas de todo este mundo solo para recibir de ellas letras y vasijas para las necesidades espirituales).

Vemos que la gente se esfuerza todo el día, algunos en el trabajo y otros en el comercio, y esperan todo el día el momento en que puedan regresar a casa, tener una buena comida y disfrutar con sus familiares y sus hijos.

O, quien navega por el mar y sufre las penurias del trabajo, y anhela el momento en que pueda regresar a casa, cuando ve que se acerca el regreso a su hogar, la alegría comienza a latir en su corazón. En ese momento el anhelo constante que tiene por alcanzar su objetivo aumenta la meta. Es decir, siente que todo el esfuerzo vale la pena solo para poder volver a casa y disfrutar. De lo contrario, es decir, si no se esfuerza, no tendría nada con qué disfrutar porque la casa estaría completamente vacía y no podría disfrutar.

De ello se desprende que aquí hay dos cuestiones: 1) una buena comida, o uno que viene de navegar por el océano y trae mucho dinero; 2) el anhelo de alcanzar la meta. Podemos decir que si pudiéramos pesar el placer en una balanza, podríamos decir que el placer de la comida o el placer de quien trae dinero del exterior pesa un kilo, y el anhelo de quien añora todo el día por volver a casa y comer su comida puede incrementar el placer en la medida en que el placer pesase cien kilos.

Además, quien anhela volver a casa con el dinero que ha ganado en el extranjero, el anhelo aumenta el placer inconmensurablemente, y el placer crece solo de acuerdo a la medida del anhelo.

La medida del anhelo crece según la medida del esfuerzo. Es decir, quien trabaja duro y se esfuerza, en la medida en que sufre, los sufrimientos mismos le traen la medida del anhelo para deshacerse del sufrimiento y llegar a su destino. Y toda la vitalidad que tiene mientras sufre viene únicamente del futuro, ya que siente que pronto podrá regresar a casa.

De acuerdo con esto, resulta que si la persona tiene una buena comida o mucho dinero pero no se esforzó por ellos, solo puede saborear el primer nivel de placer, es decir, hasta un kilo. Pero aquel que se ha esforzado y anhela recibe placer del segundo nivel y podrá incrementar el placer cien o mil veces.

Podríamos preguntar: «¿Y cuál es la verdad?», Es decir, si hay placer en la comida y en el dinero. Si anhela, ¿qué diferencia hay si la comida y el dinero son objetos, y cómo pueden el esfuerzo y el anhelo aumentar el placer?

Pero como dijimos anteriormente, tanto las posesiones corporales como las posesiones espirituales tienen una misma naturaleza. Cualquier placer, ya sea corporal o espiritual, son llamados «Luz». Y tenemos una regla sobre las luces, que no tenemos alcance. Es decir, es imposible determinar su forma final a menos que sea a través de los Kelim. Esto significa que determinamos la forma de las luces de acuerdo con la cualidad de los Kelim.

Y con respecto a los Kelim (vasijas), se sabe que estos se consideran como el anhelo por algo. De ello resulta que los Kelim aumentan la Luz. Esto significa que no es la Luz la que debe ser grande, sino que los Kelim deben ser más grandes. Únicamente si uno tiene muchos Kelim, es decir, un fuerte anhelo, uno siente mayor placer en la Luz.

Por lo tanto, incluso en la corporalidad, la comida y el dinero no determinan la medida del placer, sino que el trabajo y el anhelo son los que determinan la medida del placer.

Con eso entenderemos el significado de la alegría. Es costumbre que aquel que comienza con el trabajo del Creador se le envían pensamientos extraños en medio de la Torá y la plegaria. Esto atormenta a la persona. Pero los tormentos son solo en la medida en que uno desee librarse de ellos y expulsarlos.

¿Y cómo se expulsan estos pensamientos? Solo a través de la alegría. Es decir, uno debe estar seguro de que finalmente alcanzará la meta deseada, la cual es dar satisfacción a su Creador y servir al Rey.

Además, uno debe hacer representaciones, es decir, imaginar lo bueno y lo agradable que es estar a la sombra del Rey, y contemplar el agrado del Señor y visitar Su palacio. Está escrito que el Creador juega con los justos, y yo también ciertamente alcanzaré ese grado.

Posteriormente, uno debe mirar a los pensamientos extraños, que le causan esta pérdida de no poder estar entre los habitantes del palacio del Rey, y luego podrá examinar el escrutinio de dar una buena recompensa a los justos y vengar a los malvados, es decir el valor de la Luz y la oscuridad.

De ello resulta que, en la medida en que sufre por los pensamientos extraños, se alegra cuando tiene buenos pensamientos. Y si hay un momento en el que no tiene pensamientos extraños, entonces es feliz. Y en un momento de bajeza debe recibir vitalidad y alegría del futuro, lo que significa que finalmente el Creador se apiadará de él y se acercará a él.

Por lo tanto a través de los pensamientos extraños aumenta la comida, es decir, el momento cuando tiene buenos pensamientos y puede alabar y agradecer al Creador por acercarlo a Él ahora.

Así, los pensamientos extraños son principalmente para traerle alegría, para que él anhele el momento en que pueda servir al Rey sin defectos. Esto eleva los pensamientos extraños, presentados en libros donde la persona debe corregir los pensamientos extraños si llegan a él en medio del trabajo.

Que el Creador nos ayude a ser recompensados con servir al Creador con alegría y buen corazón,

Tu amigo