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Baal HaSulam / Cuerpo y alma

Rabí Yehudá Leib HaLevi Ashlag (Baal HaSulam)

Cuerpo y alma

Antes de que explique este sublime asunto, es importante para mí remarcar, que a pesar de que, a cualquier lector, le parecerá que no se puede explicar y acercar un asunto así a la mente humana, salvo, solamente por medio de fundamentos y conceptos filosóficos abstractos, como es habitual en las explicaciones de este tipo. Por cierto, desde el día que encontré el sentido de la Sabiduría de la Cabalá, y me entregué a ella, me alejé de la filosofía abstracta y todos sus accesorios, tan lejos como el este se encuentra del oeste, y todo lo que escribiré aquí, se trata desde el aspecto puramente científico, y con gran exactitud, de acuerdo con el conocimiento sencillo, en asuntos útiles y prácticos.

A pesar que, a continuación, en mis escritos, recordaré sus palabras, pero esto es solo para mostrar la diferencia entre lo que puede describir la mente teórica humana, y lo que se puede entender a partir de la mente de la Torá y la profecía, que está basada en fundamentos prácticos (como lo he mostrado en el artículo «La esencia de la Cabalá»).

Quiero aclarar a fondo con esto los conceptos «cuerpo y alma», tal como son de verdad, porque la verdad y la mente sana son uno. Dado que la verdad está lista para cada persona, es decir, solo según el espíritu de la sagrada Torá, y expulsar todos los conceptos distorsionados que se han enraizado en la multitud del pueblo, que son tomados, principalmente, de métodos teóricos, de los cuales el espíritu de nuestra sagrada Torá está totalmente alejado.

Tres teorías sobre el cuerpo y el alma

Hemos encontrado que todas las teorías difundidas en el mundo, acerca de los conceptos de «cuerpo y alma», están agrupadas en los siguientes tres métodos:

1. El método de la fe

Esta teoría sostiene que no existe nada salvo el alma o el espíritu. Los partidarios de esta teoría opinan que existen entidades espirituales separadas unas de las otras por atributos que son llamados almas de las personas. Y tienen una realidad que existe de por sí, antes de venir y vestirse en el cuerpo del hombre. También, más adelante, cuando el cuerpo muere, su muerte no rige sobre esta entidad, porque lo espiritual es un objeto simple. El concepto de la muerte es, en su opinión, solamente una separación entre los elementos que componen un objeto. Se refiere, por lo tanto, al cuerpo material que está compuesto de ciertos elementos, que la muerte los vuelve a separar.

Pero, por el contrario, el alma espiritual, que es una entidad sencilla por completo, sin ninguna multiplicidad, por lo tanto, no le puede suceder ninguna desintegración, de manera que su estructura pudiera quedar cancelada. Por consiguiente, el alma es eterna y se encuentra y existe por siempre.

Según los partidarios de esta teoría, el cuerpo es como un atuendo de este objeto espiritual, que el alma espiritual se viste con ello, y manifiesta todas sus fuerzas por medio del cuerpo, que son: sus buenos atributos y todo tipo de conocimientos. De esta manera, el alma provee al cuerpo vida y movimiento y lo protege de todo daño. De modo que, el cuerpo por sí mismo, no tiene ni vida ni movimiento ni nada, solo materia muerta, como vemos cuando se separa de su alma cuando muere. Todas las señales de vida que observamos en el cuerpo del hombre son solo manifestaciones de las fuerzas del alma.

2. El método de los creyentes en el dualismo

Aquellos que creen en la dualidad, según su opinión, el cuerpo es una creación perfecta que puede vivir, comer, protegerse de todo daño y no necesita ayuda de ninguna entidad espiritual.

Sin embargo, no se considera a este cuerpo la esencia de la persona. La esencia del hombre es el alma inteligente, que es una entidad espiritual, lo cual coincide con la primera teoría.

La diferencia entre estas dos teorías solamente concierne al concepto del cuerpo. Porque, luego del desarrollo de la doctrina del cuerpo y la doctrina del alma en el mundo, en gran medida, encontraron y vieron que la providencia ha preparado en la máquina del cuerpo todas las necesidades vitales. Por lo tanto, en su opinión, la función del alma en el cuerpo queda confinada solamente a conocimientos y buenos atributos, del tipo espiritual. De esta forma ellos creen en el dualismo, es decir, creen en las dos teorías al mismo tiempo, pero ellos dicen que el alma es la causa del cuerpo. Esto significa que el cuerpo es una generación que se extiende del alma.

3. El método de los negadores

El método de quienes niegan la realidad espiritual, y reconocen únicamente la corporalidad del cuerpo. Los seguidores de este método han hecho un completo sacrilegio, y niegan completamente la presencia de alguna entidad espiritual en la estructura del cuerpo. Han demostrado con una certeza indiscutible, que la mente del hombre es solo un derivado del cuerpo. Presentaron al cuerpo como una máquina eléctrica, formada con hilos que conectan el cuerpo con el cerebro. Estos son activados al encontrarse con cosas externas al cuerpo, y transmiten al cerebro lo que sienten, ya sea dolor o placer, y entonces el cerebro le indica a un determinado órgano lo que debe realizar. Todo está controlado a través de los hilos y tendones que están programados para alejar al órgano de lo que le produce dolor y acercan al órgano a lo que le produce placer. Así es como explican todas las conclusiones del hombre en las situaciones de la vida.

Lo que nosotros sentimos como conceptos y procesos lógicos dentro de nuestro cerebro, es solo una fotografía, de lo que está sucediendo dentro del cuerpo, en su forma material. La ventaja del hombre, por encima de todos los animales, consiste en el hecho que su mente está tan desarrollada, que todos los sucesos en el cuerpo, se reflejan en su cerebro como una fotografía percibida por el hombre, como mente y lógica. Así toda la mente y sus conclusiones, no es más que el fruto que se extiende y se revela de los sucesos del cuerpo.

De manera similar, algunos de los seguidores de la teoría del dualismo están completamente de acuerdo con la teoría de la negación. Sin embargo, le añaden la esencia espiritual eterna llamada «alma», que se viste en la interioridad de la máquina del cuerpo. Que esta alma es la esencia del hombre, mientras que la máquina del cuerpo es solo una vestimenta para ella.

Con esto expuse aquí, de forma general, todo lo que ha planteado la ciencia humana acerca de las nociones de «cuerpo y alma» hasta nuestros tiempos.

Cuerpo y alma como nociones científicas de acuerdo a nuestra sagrada Torá

Ahora explicaré este asunto sublime, de acuerdo con nuestra sagrada Torá, tal como fue explicada por nuestros sabios. Ya he escrito en varios artículos que no hay una sola palabra en la boca de los sabios, incluso en la Sabiduría de la Cabalá profética, que esté basada en la teoría.

Porque es un hecho que todos ven que, el hombre por su naturaleza, tiene dudas y cada conclusión que la mente humana la determina como cierta, después de un tiempo se pone en duda. Por lo tanto, fortalece su teoría y halla otra conclusión, y otra vez determina que es certera.

Si es realmente capaz de pensar abstractamente, continúa girando alrededor de este círculo todos los días de su vida. Lo que resultaba certero el día de ayer se convierte en la duda de hoy, y lo certero de hoy se volverá una duda mañana. De forma que la certeza absoluta solamente puede ser determinada por un solo día.

Lo revelado y lo oculto

La ciencia de nuestra época, ya ha llegado a desarrollarse para comprender este asunto en su magnitud real, y decidieron que no hay certeza absoluta en la realidad.

Pero nuestros sabios entendieron el asunto, y llegaron a ser conscientes de esto, miles de años antes que ellos. Por lo tanto, en lo referente a los asuntos religiosos, no solo que, nos instruyeron y nos prohibieron establecer una conclusión sobre una base teórica, sino que también nos prohibieron usar teorías de este tipo para asistirnos, incluso solo como hipótesis.

Los sabios nos dividieron la sabiduría en dos asuntos: lo revelado y lo oculto.

La parte revelada incluye todo lo que entendemos con nuestra simple consciencia, y los conceptos son construidos sobre una base práctica, sin ninguna ayuda ni asistencia por parte de la teoría. Como dijeron nuestros sabios: «El juez tiene solo lo que sus ojos ven».

La parte oculta comprende los conocimientos que hemos oído de boca de personas leales, o que tenemos consciencia por nosotros mismos, y una percepción general en ello. Pero no podemos acercarnos a ello en una medida suficiente para el análisis del sentido común y la simple consciencia. Esto se llama oculto, y nos aconsejaron aceptar estas cosas como «fe simple». Y en lo referente a la religión, nos han prohibido estrictamente, ni siquiera observar los asuntos que podrían provocarnos interesarnos en eso ni investigarlos.

Sin embargo, los nombres revelado y oculto no son nombres fijos que rigen sobre cierto tipo de conocimientos, como piensa la mayoría, sino que rigen sobre la consciencia del hombre, es decir aquellos conocimientos que ha podido descubrir y conocer, por medio de la experiencia práctica, esto puede denominarse revelado para el hombre. Y todos los conocimientos que todavía no hayan llegado a esta consciencia son denominados «oculto» para él.

De forma que nunca ha existido un hombre en todas las generaciones y tiempos, que no posea estas dos divisiones. Que en su parte revelada tiene permitido estudiar e investigar porque cuenta con una base real. Y en la parte que está oculta para él, tiene prohibido investigar ni siquiera una pizca, dado que no tiene ahí una base real.

Lo permitido y lo prohibido en el uso de la ciencia humana

Por lo tanto, nosotros que seguimos los caminos de nuestros sabios, no tenemos permitido utilizar la ciencia humana, salvo en aquellos conocimientos probados por la experiencia empírica, de los cuales no tenemos ninguna duda de su existencia. Por lo tanto, no podremos recibir de los tres métodos mencionados ningún principio religioso. Mucho menos en los conceptos de «cuerpo y alma», porque son «los principios generales y temas de la religión en su totalidad». Y solo podremos aceptar los conocimientos de las ciencias de la vida, que son tomados de la experiencia, y que el hombre no puede dudar de su veracidad.

Queda claro que estas demostraciones no pueden encontrarse en ningún asunto espiritual, solo en asuntos corporales que se encuentran preparados ante la percepción de los sentidos. Por lo tanto, tenemos el permiso de utilizar en un cierto grado, solamente el tercer método, que trata únicamente de los asuntos del cuerpo, y en todas las conclusiones probadas empíricamente que nadie las disputa.

El resto de los supuestos que combinan la lógica de su método con otros métodos, quedan descartados y nos fueron prohibidos, y todo aquel que lo utiliza transgrede el «no se dirijan a los ídolos» como fue explicado.

Sin embargo, este tercer método es extraño y repugnante para el espíritu humano. Apenas hay personas verdaderamente educadas que sean capaces de aceptarlo. Esto es así porque, según ellos, toda la forma humana del hombre se ha borrado y desvanecido. Han convertido al hombre en una máquina que funciona y camina por medio de otras fuerzas. En su opinión, el hombre no tiene ninguna libertad de elección por propia voluntad, sino que es empujado y avanza por medio de las fuerzas de la naturaleza, y todas sus acciones son contra su voluntad. Por lo tanto, el hombre no tiene ninguna recompensa ni castigo, ya que ningún juicio, de castigo o recompensa, se aplica a quien no tiene libertad de voluntad.

Tal cosa es totalmente impensable, y no sólo para los religiosos, que creen en la recompensa y el castigo, ya que creer en Su Providencia, que todas las fuerzas de la naturaleza son guiadas por Él, que les asegura que todo tiene una causa buena y deseable.

Sin embargo, este método es aún más extraño a los ojos de los no religiosos, que en su opinión cada uno está entregado en manos de la naturaleza ciega, sin razón ni propósito. Estos seres inteligentes, se encuentran como juguetes en sus manos, llevados por el mal camino y ¿quién sabe hacia dónde? De ahí que este método se haya vuelto despreciado, y no fue aceptado en absoluto en el mundo.

En efecto, debes saber que todo el método de los que conciben la dualidad vino sólo para corregir esta distorsión mencionada. Por esta razón, han decidido que este cuerpo, que es solo una máquina según el tercer método, no es en absoluto el verdadero hombre. La esencia del hombre es algo completamente diferente, invisible e imperceptible para los sentidos. Porque es una entidad espiritual, revestida y oculta en la interioridad del cuerpo. Este es el «uno mismo» del hombre, el «yo». El cuerpo y todo lo que hay en él se consideran posesiones de ese yo eterno y espiritual, como ya han escrito acerca de esto.

Sin embargo, según admiten ellos mismos, todo este método está cojo, ya que no saben como explicar de qué modo una entidad espiritual, que es el «alma» o el «yo», puede mover el cuerpo o decidir cualquier cosa relativa a él. Esto se debe a que, siguiendo la propia precisión filosófica, lo espiritual no tiene contacto alguno con lo físico. Y no opera sobre él en absoluto, como ellos mismos han escrito.

La acusación contra el Rambam (Maimónides)

Sin embargo, incluso sin esta cuestión, su método habría sido prohibido entre Israel, como hemos explicado anteriormente. Es importante que sepas que toda la gran acusación contra Rambam por parte de los sabios de Israel y la dura sentencia de quemar sus libros no fue porque tuvieran alguna duda de la rectitud y la piedad del propio Rambam. Más bien, fue sólo porque utilizó la filosofía y la metafísica, que estaban en su apogeo en ese momento, como material auxiliar en sus libros. Y Rambam deseaba salvarlos de ello, pero a pesar de ello los sabios no estaban de acuerdo con él.

Y no hace falta decir que hoy en día, nuestra generación se ha desarrollado y reconocido que la filosofía metafísica no tiene ningún contenido real en el que merezca la pena gastar el tiempo. Por lo tanto, está ciertamente prohibido que alguien tome algún condimento de sus palabras.