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Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

Carta 20

15 de junio de 1956, Mánchester

A los alumnos, que vivan.

Recientemente he recibido cartas de... y responderé a todas las cartas de forma general y abstracta. Esto significa que incluso el anciano del grupo podrá recibir respuestas satisfactorias, incluso a aquellas preguntas que no puso por escrito. Todavía recuerdo cómo Baal HaSulam le enseñó a escribir, y estoy seguro de que él lo recuerda.

Baal HaSulam interpretó la escritura con respecto a lo que decimos: «Recuérdanos para la vida, Rey que deseas la vida, y escríbenos en el libro de la vida». La escritura es siempre con tinta negra sobre papel blanco. El «blanco» es el tiempo de la Torá y del trabajo, y el tiempo de «negro» es el mal y la bajeza que la persona siente de sí misma. Esta negrura debe estar rodeada de blanco alrededor de todas y cada una de las letras. En otras palabras, es imposible ver la verdadera situación tal como es, salvo por medio de las horas que uno da para la Torá y el trabajo, ya que la Luz en ella lo reforma.

Por lo tanto, específicamente por medio de la multiplicidad, es decir, la derecha, se llega a un estado de izquierda, llamado «negrura». En ese momento se considera que la escritura es como debe ser. Pero la mera negrura, cuando uno no se esfuerza mucho en la Torá y las Mitzvot (preceptos) y dice acerca de sí mismo que es malo, ese mal se extiende desde el vacío de las Klipot (cáscaras), y no hay lugar para esto en la autoridad singular.

Siempre debemos tener cuidado de no invertir el orden de los tiempos de la derecha y la izquierda. Es como nuestros sabios dijeron acerca del verso: «Los ojos del Creador tu Dios están siempre sobre ella desde el principio del año hasta el final del año, etc., tiempos favorables, y tiempos desfavorables». «Tiempos favorables», ¿cómo es eso? Cuando Israel eran completamente malvados al principio del año, y les sentenciaron pocas lluvias, pero al final se arrepentían. Es imposible añadir, puesto que el decreto ya ha sido dado, pero el Creador las hace caer a tiempo sobre la tierra que las necesita. Todo es según la tierra. «Tiempos desfavorables», ¿cómo es eso? Israel fueron completamente justos al principio del año y le fueron sentenciadas muchas lluvias, pero al final pecaron. No se puede disminuir, puesto que el decreto ya ha sido dado, pero el Creador las hace caer a destiempo en una tierra que no lo necesita. (Rosh Hashaná, 17b).

Yo interpreto esto de dos maneras: 1) Una respuesta a los amigos que dicen que al nacer se les dieron fuerzas pequeñas desde el cielo, es decir, una mente limitada que no es muy aguda ni comprensión, tampoco buena memoria ni entusiasmo, o opinión fuerte y abarcadora. Más bien, hablan mal de todas sus capacidades mentales y se dicen a sí mismos que esto se debe probablemente a un pecado en la encarnación anterior, y el Creador ha decretado que bajen al mundo con pocas facultades corporales, ya que en el principio del año, es decir, al comienzo de su creación esto fue decretado así.

Sin embargo, tienen que saber que si se arrepienten, esas pocas lluvias, es decir, las pocas capacidades mentales, bajan a la tierra. Es decir, utiliza toda la fuerza que tiene de forma bendita, y esto es suficiente para que la tierra, es decir, el corazón, produzca su cosecha, la cual es la procreación y la multiplicación en Torá y Mitzvot.

Si no son recompensados, incluso si fueron sentenciadas muchas lluvias pero luego pecaron, todas las fuerzas materiales, llamadas «Muchas lluvias», no descienden en el momento en que la tierra las necesita. Es decir, utilizan todo su entusiasmo e ingenio no para la tierra de la santidad, sino para el desierto, donde hay animales malos. Pero, para la tierra que dará cosechas no hay lluvias en absoluto. Allí pueden ver sobre esos grandes que en lo que respecta al trabajo puro y limpio no tienen ingenio, ni entusiasmo ni fuerza.

Además, hay que poner sus ojos y su corazón solo para que las lluvias vayan donde se necesitan. Esta es una medida suficiente para que pueda dar su cosecha, y esto se llama «tiempos favorables».

Esto explica lo que nuestros sabios describieron como «tiempos favorables», precisamente cuando eran completamente malvados al principio del año. ¿Por qué no dijeron que eran justos y permanecieron justos? Más bien, cualesquiera que sean las fuerzas que le dieran, siempre puede decir que son pequeñas. Ellos explicaron acerca de esto que incluso con malvados completos en el principio de su creación, es decir, en el principio del año, le sentenciaron pocas lluvias, a pesar de todo, es suficiente para que la tierra, es decir, sus deseos, den frutos de Kedushá (santidad).

Me explayé en esto para expulsar las excusas que algunos de los amigos sabihondos utilizan para excusar sus acciones.

Otro significado es que si una persona no es recompensada con la corrección de sus acciones para ir por el camino de la pureza, a pesar de que se le de cierta vitalidad en la santidad, que puede utilizar para sentir un poco de plenitud en sí mismo, para poder alabar y agradecer al Creador por acercarlo un poco a Su trabajo, esta fuerza debe iluminarlo durante el cumplimiento de la Torá y las Mitzvot, ya que uno no debe entrar en la casa del Rey vistiendo arpillera.

Si él no es recompensado con la plenitud, él siente la completitud cuando se dedica a cosas vanas tales como comer y beber y demás cosas. Pero cuando se acerca a la observancia de la Torá y las Mitzvot, él siente su propia bajeza. De ello se desprende que precisamente en la puerta del Rey el lleva puesto el saco de la bajeza, y por lo tanto no puede dar frutos bendecidos porque lo maldito no se adhiere a lo bendito.

Más bien, debería ser al contrario, precisamente cuando realiza las Mitzvot, debe sentirse pleno. Con esto él se cualifica a sí mismo para que el Creador instile Su Shejiná sobre él, y es recompensado con el deleite y la dulzura del placer superior. Hasta que se compadecen desde arriba y él se adhiere a Su eternidad bendita y sublime.

Pero lo más importante es fortalecernos en el asunto de la fe, precisamente, donde las preguntas: «Quién» y «Qué» surgen, y al buen entendedor, pocas palabras.

Por ello vamos a entender lo que dice Rashi sobre el versículo: «Este es el estatuto de la Torá (ley)». Estas son sus palabras: «Puesto que Satanás y las naciones del mundo irritan a Israel diciendo: “¿Qué es este mandamiento, y qué sentido tiene?”. Él escribió un estatuto al respecto: “Es un decreto ante mí y no tienen permiso para dudar de él”». Debemos comprender que por eso no está escrito su significado, y según el sentido común pareciera que debería ser al revés, lo que significa que cuando no hay nadie que pregunte, no hay necesidad de un motivo. Pero cuando alguien pregunta, allí debe haber una razón. Sin embargo, el significado del estatuto de la Torá (ley) se refiere a la fe, y esto es precisamente donde hay preguntas, allí la respuesta debe ser por encima de la razón.

Con esto también entenderán lo que dijeron: «Que venga la madre y limpie a su hijo». ¿Cuál es la relación entre la vaca roja y el becerro? Es a causa del juego de palabras, donde dice «vaca» y aquí dice «becerro», ¿y esta es la única relación? Sin embargo, como se mencionó anteriormente, el pecado del becerro es como está escrito en la Introducción del Libro del Zóhar, MI-ELEH (quienes son estos), como se dijo: «Estos son tus dioses, Israel», es decir, el discernimiento del conocimiento y no el discernimiento de «MI», llamado Jasadim (bondad), que es la fe. Esta es la razón por la que viene la acción de la vaca, la cual es la fe por encima de la razón, y con esto se expía el pecado del becerro.

Vuestro amigo Baruj Shalom,

Hijo de Baal HaSulam Ashlag