Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
Carta 14
21 de Noviembre de 1955, Londres
Para los estudiantes, que vivan.
Veo que quieren pagarme con la misma moneda, lo que significa que si no respondo de inmediato a vuestra carta, entonces creen que ya cumplieron y que ya no pueden escribirme cartas. De hecho, tienen razón, es todo mi culpa que el intercambio de correspondencia no sea tan frecuente. Rezo para que Él me dé el entendimiento de corregir todas mis faltas.
Ayer di una charla antes de mi viaje de regreso a Israel, a un grupo de estudiantes del Rav Desler. Les hablé del artículo: «Dijo Raba: uno debe saber en su alma si es un justo completo» etc. Y dije que la cuestión del arrepentimiento significa que la persona debe regresar a su origen.
Es decir, dado que la esencia de la Creación, llamada hombre, es el deseo de recibir, y el Creador es el otorgante, y cuando uno regresa a su raíz se lo considera como arrepentimiento. ¿Cómo es el arrepentimiento? Es como dice Rambam: «Hasta que el que conoce los misterios testifique que no volverá más a su necedad». Ese testimonio se le aparece a la persona, solo después de haberse arrepentido. Entonces él alcanza el deleite superior, lo que significa que el Creador coloca su Divinidad en él. La persona que ha retornado, es decir que ha sido recompensado con la adhesión.
Este es el significado de: «Uno debe saberlo en su alma», es decir, si quiere saber si ya se ha arrepentido, tiene el escrutinio si ya ha sido recompensado con el deleite del Creador, esa es la señal de que se ha arrepentido, lo que significa que ya está trabajando para otorgar (Véase en la Introducción al Talmud Eser Sefirot).
Este es el significado de «Buscar la paz y perseguirla». Toda la disputa es solo por el deseo de recibir, y «buscar la paz» puede estar en el deseo de otorgar. Este es el significado de lo que está escrito: «E Itzjak sembró en esa tierra, y encontró cien puertas», es decir, cien por ciento. Esta es precisamente la cualidad de Itzjak que recibió de Abraham, tal como está escrito: «Y Abraham le dio a Itzjak todo lo que tenía».
Y Rashi interpreta en el Midrash, Rav Yehuda dice: Esto es Guevurá (heroísmo), y el Rav Nejemia dice: «Esto es una bendición». Pero ambos se referían a lo mismo. El Rav Yehuda habla desde la perspectiva del trabajo espiritual, que le mostró el lugar de trabajo, que es precisamente por sobreponerse, y el Rav Nejemias habla de la recompensa, donde específicamente al sobreponerse, uno es recompensado con la bendición, y la bendición es el cien por ciento. Al ser recompensado con el arrepentimiento desde el amor, todo el ciento por ciento del trabajo es bendecido, incluso el tiempo de las transgresiones. Y todo se puede alcanzar solo por medio de sobreponerse, llamado fuerzas y todas y cada una de las fuerzas que la persona invierte se unen formando una gran cuenta. Es decir, incluso si una persona se sobrepone y alguna vez tiene un pensamiento ajeno y argumenta: Ya sé por experiencia que pronto no tendré deseo por el trabajo, así que ¿qué obtendré ahora si me sobrepongo un poco? En ese momento, debe responder, que centavo tras centavo se juntan y forman una gran cuenta, es decir, a la cuenta general, ya sea a la raíz de su alma o a todo el conjunto.
Tal vez este es el significado de «Las puertas de las lágrimas no se cerraron». Shaarei (puertas) proviene de las palabras, Searot («tormentas»), que es la cuestión de sobreponerse. «Lágrimas» proviene de la palabra «lagrimeo», lo que significa que hay una mezcla con otros deseos, y solo en el medio de los deseos hay un breve momento de deseo de intensificar el amor y el temor al Cielo. «No se cerraron», lo que ocurre es que ese momento se unen formando una gran cuenta y cuando la cuenta aumenta, la persona comienza a sentir la vestimenta espiritual. Este es el significado de la importancia de las lágrimas, es decir, Incluso si está en el estado más bajo y tiene deseos despreciables, pero de todos modos, en el medio tiene la fuerza para sobreponerse, esto significa que desde el punto en su corazón anhela y desea al Creador, entonces esa fuerza es muy importante. Es decir, incluso cuando una persona está en el exilio, cuando su punto en el corazón se coloca bajo otros dominios, llamado Divinidad (Shejiná) en el exilio, individualmente, por un breve momento él se sobrepone y santifica al Creador. Y a pesar de que ya está seguro, por tantas experiencias que tuvo, que volverá a caer, de todos modos, aún es muy importante que la persona pueda decir la verdad abiertamente.
Esto se asemeja a la persona que está entre delincuentes que desafían y difaman el trabajo del Creador. Y entre ellos hay conferenciantes elocuentes y les hacen comprender que no tiene sentido el trabajo del Creador. A pesar de todo, hay alguien allí que no puede explicar el bien y la esencia del trabajo, pero puede hacer algunas objeciones, es decir, que él expresa protestas de que lo que están diciendo no es verdad. Pero, es bueno que él no esté de acuerdo, a pesar de que no es tan elocuente ni tan fuerte como los difamadores. Esto se llama «puertas de lágrimas», y esto se llama «centavo tras centavo se suman en una gran cuenta».
Esperemos que el Señor ilumine nuestros ojos y alegre nuestros corazones al decir a Sion, Tu Dios es el Rey.