Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
Carta 12 - 2
Octubre 1955
A los amigos, que vivan
No tengo noticias y espero que el Creador haga que mi camino sea exitoso.
Les escribo un resumen de la charla que di a los alumnos del Rav Desler sobre la Sucá (cabaña en la fiesta de Sucot), llamada «sombra de la fe».
Una Sucá significa techo de fronda, que es el residuo del granero y la bodega. Al techo de fronda se le llama «sombra», y a la sombra se le llama «ocultamiento del rostro». Para no tener el pan de la vergüenza, tenemos espacio para trabajar, lo que significa que podemos dedicarnos a la Torá y a las Mitzvot aunque no sintamos ningún sabor ni vitalidad. Naturalmente, después podemos recibir luego la vitalidad y no dañar el regalo, lo que significa que el regalo no será dañado debido a la vergüenza que está presente en el receptor.
Y antes de que podamos recibir la vitalidad de la Torá, debemos recibir la vitalidad de las cosas corpóreas porque sin vitalidad es imposible vivir. Por eso el Creador ha preparado para nosotros la recepción de la vitalidad de la corporeidad. Esto significa que la vitalidad es llamada «Luz» y «placer», y el placer es espiritualidad. Es una regla que no hay Luz sin un Kli (vasija), lo que significa que no hay tal cosa como el placer sin vestidura. Por esta razón, toda la diferencia no está en el placer, llamado «Luz», sino en la vestidura, es decir en el Kli, ya que hay vestidura de falsedad, y vestidura de verdad.
Esto es similar a una niña de cinco años que juega con una muñeca. La niña juega con la muñeca como si esta fuera una niña real con sentimientos. Y aunque la muñeca no responde, ella le habla. Al mismo tiempo, si hay un bebé de seis meses en la casa, y está llorando, y se le dice a la niña de cinco años: «Ve a jugar con el bebé de verdad y nos beneficiamos también porque el bebé no llorará», se negará completamente. Es decir, ella no puede obtener placer de una vestidura de verdad, sino de una vestidura de falsedad. Pero en cuanto al placer, vemos que la niña siente verdadero placer.
Pero cuando la muchacha ha crecido hasta los dieciocho años, debe obtener placer de una vestidura de verdad. Del mismo modo, antes de llegar a la adultez, derivamos placer específicamente de Lo Lishmá (no en Su nombre), considerada como «vestidura de la falsedad». Esto se llama «sombra», «ocultación», y entonces hay lugar para el trabajo y derivamos vitalidad de las cosas falsas. Después, cuando somos recompensados, recibimos la Luz de la fe.