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Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

Carta 7

24 de abril de 1955

Saludos y mis mejores deseos a mis amigos que están en guardia enfrentándose a las nubes y a las sombras, que se encuentran en estos momentos frente al pueblo del Creador. Que aún después del gran ocultamiento que en nuestro tiempo descendió sobre el mundo, la chispa de la Luz del Creador aun brilla en sus corazones, que adquirieron de Baal HaSulam y que saben cómo cuidar esos puntos en sus corazones y están a la espera de la salvación eterna…

Me gustaría agregar algunas palabras en relación a la pequeña charla que tuvo lugar el primer día de este mes, donde se trató acerca de una gran y dificultosa pregunta: ¿Por qué tenemos que pasar en este mundo por todo lo secular?

Es decir, el esfuerzo y los sufrimientos, si el Creador quiso beneficiar a Sus criaturas con cosas de santidad para que las criaturas se sientan a gusto y tengan placer en adherirse al Creador, entonces ¿por qué tengo que perder el tiempo en estas cosas seculares? En tu opinión, hubiera sido suficiente que las criaturas se ocuparan solamente de cuestiones sagradas, y entonces ¿para qué existe el sistema de Klipot? ¿Qué beneficio y satisfacción le trae esto al Creador si nosotros creemos realmente que Él mismo creó toda esta obra?

Y has dicho que solamente por encima de la razón se pueden aceptar estas cuestiones, yo también estoy de acuerdo en que todas las cuestiones espirituales que se reciben por encima de la razón, son luego merecedoras de la propagación del conocimiento del Creador dentro de los órganos, hasta revestirlos por completo. Como está escrito: «Les impartiré una bendición ilimitada», pero también mediante el estudio es posible comprender el sentido de esto, como mediante la Torá.

Lee en El Zóhar (Tazría Nº 105) y en el artículo «La sabiduría tiene ventajas en comparación con la necedad» y el comentario Sulam nos aclara que aunque hay muchas cosas en el mundo, si no hay de qué aferrarse, no se tiene noción ni se sienten todas las cosas maravillosas que existen en este mundo.

Es decir, no tenemos los Kelim para poder conseguir las cosas más simples, con las cuales sentimos el sabor agradable de la dulzura y el placer. Solamente después de obtener los Kelim adecuados, llamados deseos de recibir buenas abundancias. Y no podemos decir que hubiéramos podido recibir y conseguir esas cosas sin la pasión por ellas.

Y mencionaré una alegoría. Es sabido que hay placer en la pasión, es decir, hay placer al apasionarse por algo y hay placer al conseguirlo. Y la medida de placer en la pasión depende de la medida de los sufrimientos si no se consigue esa cosa, en otras palabras, si siente que si no consigue esa cosa, tendrá decepción en su vida, entonces el placer se viste en los momentos de pasión y añoranza.

Tomemos como ejemplo algo más simple, el que toma agua para saciar su sed, el agua se aferra de la grandeza del Kli (vasija), es decir, va de acuerdo al sufrimiento por su sed, y seguramente si le preguntamos a la persona cuando bebe el agua si está satisfecha por haber sufrido la sed, porque gracias a ello tiene ahora un gran placer por el agua, seguramente dirá que sí. Y sin embargo, si le aconsejamos a la persona que si quiere disfrutar del agua, que coma cosas saladas y que no beba durante medio día, hasta que tenga mucha sed para luego poder disfrutar del agua, seguramente dirá: «ni ellas ni su recompensa» de la misma manera si no tuviéramos los Kelim….

Con respecto a Rabi Akiva «Toda mi vida lo he lamentado…. ¿Cuándo llegará esto a mí y podré cumplirlo?»...

(falta el final de la carta)