Rabí Yehudá Leib HaLevi Ashlag (Baal HaSulam)
Por detrás y por delante me has formado
«Por detrás y por delante me has formado (Salmos 139:5)», esto significa, con la revelación y la ocultación del rostro del Creador, porque es cierto que «Su reino predomina sobre todo (Salmos 119:3)» y todo regresará a su raíz, porque «no existe ningún lugar vacante de Él», sino que la diferencia radica en «presente» y «futuro», pues el que logra conectar los dos mundos, descubre en el «presente» Su revestimiento, que todo lo hecho es una vestimenta para la revelación de la Shejiná (Divinidad). Y eso se considera el «presente», es decir, también ahora (Él) sale con la vestimenta real (vestimenta de la Maljut) y muestra claramente a la vista de todos que «el jinete no se lleva por el caballo», Dios no permita, sino que a pesar de que al parecer, el caballo conduce al jinete, la verdad es, que el caballo no se despierta en movimiento alguno, salvo con la sensación del freno y las riendas de su jinete, lo que se denomina como la construcción de la estatura de la Shejiná etc., y se le llama «Panim be Panim (cara a cara)».
Pero el hombre que no fue recompensado aún de consagrar todos sus movimientos solo al Creador, y el caballo no se iguala con sus movimientos al freno y las riendas de su jinete, sino que hace supuestamente lo contrario… … y pone a la sirvienta a mandar por sobre su Señora, etc., eso se llama «Ajor - detrás». Quiere decir, que no te vayas a imaginar en tu mente que te estás alejando de la santidad, Dios no permita, porque «y aquello que ustedes desean, no se hará realidad», así dijo Dios: «Sino con la mano poderosa» etc. Porque «ni el alejado será rechazado de Él», y cada rueda gira para llegar a la santidad, a su raíz, y entonces, aunque parezca que el caballo esté supuestamente conduciendo al jinete con su indigno deseo, en verdad no es así, sino que el jinete conduce al caballo a donde quiere. Pero esto no se revela ahora en el «presente», sino en el «futuro», y entiéndelo. Resulta que este modo también es una conexión solo que es «de espaldas (Ajor be Ajor, espalda a espalda)», es decir, no es el deseo del que viste ni el deseo del que se reviste y entiéndelo.
Y los que hacen Su voluntad, o sea, aquellos que revelan por sí mismos las vestimentas reales en el «presente», se encuentran conectados «Panim be Panim, (cara a cara)», por el buen deseo del que viste y el buen deseo del que se reviste, y entiende, porque es precisamente este modo Su voluntad.
Y a esto se refiere el verso «porque no has hecho el trabajo del Señor, tu Dios con alegría». Ya que, sí o sí, tendrás que trabajar, solo que la distinción radica en que este (se hará) «Sitiados y angustiados», es decir, no por propia voluntad, y este, «por tanta abundancia», o sea, queriéndolo.
Así aparece en el Midrash: «Observa el Señor los hechos de los justos y los hechos de los malvados y no sabe cuáles de los hechos quiere el Señor, si bien los hechos de… cuando él dice, y vio Dios que la Luz es buena, distinguió, quiere decir, los hechos de los justos». Significa que el Creador observa todos los hechos y costumbres, o sea, se conecta, y todo gira y llega a su raíz. Entonces surge la pregunta, ¿cuál de los senderos es el más deseable? Para esto, se asiste el Midrash en el verso: «y vio Dios que la Luz es buena», es decir, revelación, que es por los hechos de los justos, y a eso se refieren los sabios (cuando dicen), «prolongada y corta, corta y prolongada», velo ahí, o sea, como dijimos antes.
Mundo (Olam) – Ocultamiento (He’elem)
Y este es el significado de «(a) todos has hecho con sabiduría, llena está la tierra con tus posesiones», que todo está conservado en los 32 senderos de sabiduría (Jojmá) y, por lo tanto, «llena está la tierra con tus posesiones», y no hay ningún sitio vacante de Ti porque todo va a su raíz. Sin embargo, ahora, en ocultamiento, y por eso se le llama (al mundo) «Olam», de la palabra «He’elem (ocultamiento)». Y la Luz que se oculta y se reviste en el mundo se llama «Punto», la (letra) «Yud (י)» que se divide en dos (letras) «Hey (ה)»: Un mundo de ocultamiento y un mundo de revelación. Y todo el trabajo del hombre es revelar este punto, extenderlo como la (letra) «Vav (ו)» de un mundo a otro, o sea, una «Vav» entre dos «Hey» (para) revelar ante los ojos de todos, la abundancia de la Luz que se extiende de la Luz circundante al circundado, es decir las dos «Hey», como Biná, Yesod, Maljut, y entiéndelo.
Subyugación, distinción, dulcificación
La manera requerida del hombre son 3 discernimientos: Subyugación, distinción, dulcificación, que significa, «iluminaciones carentes de puntuación», porque la Luz de este mundo fue creada a partir de la oscuridad, como «la ventaja de la Luz sobre la oscuridad», pues, «una vela al mediodía, qué beneficio trae», y de día no se ve su luz. Y este es el significado de que la Klipá (cáscara) precede a la fruta, y por ello, aquel que se hace socio del Creador en la obra de la Creación, extrae a la Luz desde dentro de la oscuridad, es decir, que se mira a sí mismo, cuan oscuro y despreciable que es ante la santidad de lo Alto, y cómo está vestido con ropa inmunda, y esto rodea a la Luz, y entiéndelo.
Y con atención a la interrogante del Creador, «para temer al honorable y terrible Nombre», él se fortalece con una gran fuerza para subyugar el mal en su interior, siervo malo y sierva mala que se rindan bajo su Señora que mora con ellos dentro de su inmundicia y entiéndelo, hasta que sienta en su alma que el despertar hacia la externalidad ha pasado y anulado y subyugado mucho, y entonces, será recompensado con alcanzar el aspecto de «distinción», distinguir entre la Luz y la oscuridad, y no cambiará, ni reemplazará mal por bien ni bien por mal y sí cambiará, es decir, el despertar de su deseo imprescindible, será consagrado solo para el Creador, lo cual es la «dulcificación», que es el anhelo hacia el Creador, como el amor verdadero que viene después que haya distinguido entre el bien y el mal, entre la excelsitud del Creador y su propia bajeza, y cumplirá por sí mismo «y abolirás todo el mal dentro de ti», porque se avergonzará mucho de quienes lo hacen, entonces, logrará dulcificar también los remanentes de su instinto, a los que no se puede abolir, y los elevará a su verdadera raíz.
Observa y recuerda en la misma locución se dijeron
«Observa y recuerda en la misma locución se dijeron, lo que la boca no puede hablar, y el oído no puede escuchar y el corazón pensar y reflexionar» etc. Hay que entender ¿por qué se dijo así?, y ¿qué se quiere conseguir con ello?
Aparentemente, he aquí el verso: «Hombre y bestia salvarás, Oh Señor», y explicaron los sabios: «estas son personas despojadas de razón y se posicionan como una bestia». Significa, toda la Creación que el Creador creó se hizo en forma de dos opuestos en un mismo sujeto y con esta forma se sellaron todas las clases de conexiones del mundo y esa es toda la obra de la Creación en general.
La fuerza del habla (locución)
Sin embargo, el Creador cuando renovó la obra de la Creación, reveló solo una parte de esta forma, como está escrito: «Con la palabra de Dios se hicieron los cielos», que tomó fuego y agua y los mezcló entre sí en un mismo sujeto, e imprimió el Creador la fuerza del habla en el hombre, para que sea socio con Él en la obra de la Creación, que también él cree mundos de esta forma con su habla, es decir, dos opuestos en un mismo sujeto, porque otra renovación… en el mundo.
Y esta es la conducta de los justos que se adhieren al Creador, que de toda su habla se crearon mundos como la palabra de Dios, y la fuerza que opera en el operado, y entiéndelo, porque ya imprimió en sus bocas, aquellas 22 letras con las que (Él) creó el mundo, lo que quiero decir es, que existe en ellos esa virtud.
Y eso que las acciones no se concluyen en este mundo con el simple habla, es por los descensos de este mundo en su materialización, y por eso, nada se revela por el habla, solo con las manos y las piernas, pero en verdad, bastante fuerza ha imbuido el Creador en el habla para que a través de este se revele toda la acción, por la fuerza del operador en el operado, y nosotros también lo expresamos con nuestras bocas, esas 22 letras, y entiéndelo. Solo que las Klipot (cáscaras) cubren y debilitan aquella fuerza, y el Creador quiso purificar a Israel de las Klipot, les dio Torá y Mitzvot por medio de las cuales se acercan a Su santidad, y la Shejiná (Divinidad) habla desde sus gargantas con pureza y entonces, por sus locuciones, se realizarán acciones.
La bendición del justo
Y este es el asunto de las bendiciones de los justos, que con el habla de su boca de inmediato revelan más, de lo que el hombre común pueda revelar con las manos y las piernas. Porque el hombre común que desea hacerle algo bueno a su amigo, le da mucho dinero con sus manos, de hecho, y lo enriquece, sin embargo, no sabe si perdurará en él por mucho tiempo.
Pero el completo, quien quiere hacerle algo bueno a su amigo, le da una bendición con su boca, es decir, algunas cortas locuciones de riqueza, y al instante, se revela el acto de riqueza a su amigo.
¿Cómo se logra esto? Pues, por medio de la Torá y las Mitzvot, o sea, al hacer la voluntad del Creador, se asemejará en forma a su Hacedor. Pero la verdad es que todo el asunto de la Torá y las Mitzvot que se conectan al hombre, también son del mismo tipo mencionado anteriormente, es decir, los dos opuestos en un mismo sujeto, y eso es lo principal del deseo, porque es con la Luz que el Creador creó el mundo y la fuerza operadora en el operado. Y ese es el propósito del conocimiento que no sabemos. Es decir: cuando estos dos opuestos se conectan en un mismo cuerpo en la mente del hombre, entonces este es querido por su Creador, y se le denomina un hombre completo.
El final del asunto es preferible a su inicio
La entrega de la Torá en este mundo bajo es, principalmente algo opuesto porque los ángeles se equivocaron en ello como se sabe: «El final del asunto es preferible a su inicio», el significado de «el final del asunto» es el grado más bajo, es decir, con la creación del mundo a la vista de todos, que no requiere de examinación alguna, lo que se llama en los libros conceptos fundamentales, o sea, si no comerá, estará hambriento, si tocará el fuego, se quemará, si se lanzará al agua, se ahogará, etc., que esas mismas cosas las entienden también los animales y las bestias, porque la mente bestial les diría lo mismo y por lo tanto se le llama «el final del asunto».
«El inicio del asunto», es la mente de la Torá, que no se alcanza siquiera por los hablantes, o sea, la gente común, salvo la descendencia de Yaakov, los elegidos del Creador. Y hay en el mundo bien y mal mezclados, y para distinguir y reconocer entre el bien y el mal nos dice el escrito, que el sendero del bien es principalmente «el final del asunto», es decir, comportarse como lo hacen la gente «inferior», como lo alcanzan todas las personas, pero al mismo tiempo, que le adjunte la mente de la Torá, y entiéndelo. Porque ese es el propósito de los opuestos que se encuentran en el mundo, y es el deber del hombre completo conectar y unificar una verdadera unión en su mente. Y eso es llamado el «bien», como está escrito: «el final del asunto es bueno», si es que se encuentra bien conectado desde su inicio, es decir, que la mente de la Torá y la mente bestial se conectan verdaderamente en una sola.
Dos opuestos en un mismo sujeto
Y ese es el significado de las palabras de los sabios (Talmud, Jolín): «Hombre y bestia (Tú) salvas, Oh Señor… son aquellas personas que están desvestidas en la mente y se posicionan como bestias», como la explicación mencionada, que se vinculan en ellas estos dos opuestos en uno, como en el escrito: «Si no hay harina no hay Torá, si no hay Torá no hay harina». El primer fragmento es la mente bestial, o sea, mente alcanzada por cualquiera. Y el segundo fragmento es la mente de la Torá, porque ¿qué tiene que ver el asunto y de la Torá y sus Segulot (remedios-virtudes) para proveer harina? Sino que se entiende según la Torá, que el Creador no retira Su supervisión del mundo ni por un momento, por lo cual, Él hace el bien a quienes hacen Su voluntad, y escucha su plegaria.
Por eso, aquel que logró que su trabajo sea en la Torá, obviamente no necesita esforzarse en un trabajo terrenal común, porque recurrirá a quien tiene de verdad, y le dará, como está escrito: «Debido a que ellos son Jasidim (devotos), su Torá se conserva y su labor se bendice». Y es eso lo que nos dice el Taná (maestro), que «si no hay harina…», es decir, que la conducta deseable es, conectarlos entre sí, o sea, ponerse en el lugar de bestia, para saber que, si no hay harina, no hay Torá y por lo tanto, se esforzará en hacer todo lo que le enseñe su mente bestial, para obtener harina y alimento para su cuerpo.
Y aunque según la mente de la Torá está permitido, porque «No desea (a aquellos que confían en) la fortaleza del caballo, ni quiere a (aquellos que se fían de la rapidez de) las piernas del hombre. Él desea a aquellos que le temen, aquellos que aguardan Su bondad», (Salmos 147:10-11). Y entonces, para qué necesita esforzarse y despellejar un animal muerto en el mercado, para no necesitar a la gente, más vale ocuparse en la Torá y temer al Creador y esperar Su bondad, porque no se complace con (aquellos que se fían de la rapidez de) las piernas del hombre.
Aun así, el Taná nos enseña a esforzarnos con toda nuestra fuerza tras la harina, porque sin ello no hay Torá, y mejor infringir un Shabat para poder observar muchos Shabatot, etc. Y Con todo eso, que sepas bien, «si no hay Torá no hay harina», que significa que el esfuerzo en sí no es lo que te trae y provee la harina, sino el cumplimiento de la Torá y el temor a los Cielos, porque «no se complace con las piernas del hombre», etc. Y esto es dos opuestos cuando se unifican realmente en uno, o sea, realizando actos de bestias, sabiendo que son considerados nulos y vanos, y que todo le llega de la mesa del Rey, a un hombre así se le llama completo.
Y ese es el significado del verso: «Bienaventurado el hombre que pone su confianza en el Señor y no recurre a los arrogantes ni a los que se enredan con la falsedad» (Salmos 40:4-5), que unifica ambas cosas, confía en el Creador, y se potencia con todas sus fuerzas para conseguir presa y alimento para su hogar y con todo eso, sabe que sus actos y todos sus esfuerzos no son más que arrogancia y falsedad, y principalmente deposita su confianza en el Creador, y entiéndelo.
Y sobre eso está escrito: «Porque la vara de la maldad no se posará sobre el destino de los justos» (Salmos 125:3), quiere decir, a pesar de que sus actos son parecidos, como dijimos antes, y entiéndelo, ¿por qué? Y lo explica el escrito: «Para que los justos no extiendan sus manos a la iniquidad» (Salmos 125:3), porque asumen el yugo del Reino de los Cielos por completo, sabiendo que Él les da la fuerza.
Y la razón de ello es para escudriñar la fe del justo en el Creador, hasta dónde llega. Y a pesar de que el Creador conoce los pensamientos, aun así hace falta un esclarecimiento de las acciones, para que sea relevado ante los ojos del justo mismo, porque la naturaleza de la materia es que no le deja al justo creer en sí mismo, hasta que no ve el hecho claramente con sus ojos, siempre temiendo por si causaría algún pecado y caería de su grado durante el acto, y entiéndelo.
La cualidad de Yaakov nuestro patriarca
Y con esto entenderemos lo que enseñaron los sabios, que Yaakov, volvió a las pequeñas latas, que es verdaderamente asombroso, en tal momento, cuando vio a Esav que viene a matarlo -a destruir y a robar todo lo que tiene-, tenía lugar en su mente para quedarse solo en un lugar de peligro para salvarse unas latas diminutas, y él no creía en su vida, como está escrito (Génesis 32:7): «…Yaakov tuvo mucho temor… y dividió a la gente en dos campamentos…».
Sin embargo, en lo dicho anteriormente se esclarece bien porqué la conducta de lo mencionado, es decir, hombre y bestia, esa fue la cualidad de Yaakov nuestro patriarca, que él se volvió una carroza para este discernimiento, como está escrito en los libros: Abraham se volvió una carroza para la cualidad del amor, e Itzjak nuestro patriarca, para la cualidad del miedo, que estas dos cualidades son dos opuestos, porque el que ama no teme, y siempre confía en su amado, y el amor cubre todas las transgresiones (mientras que) el que teme no confía porque si tuviese confianza, no temería en absoluto, pero Yaakov nuestro padre el selecto entre todos los patriarcas se volvió una carroza para las cualidades de la misericordia, o sea, estos dos opuestos en un mismo sujeto, el amor y el temor juntos, que es la esencia de esta cualidad, como sabemos.
Y eso es lo que nos dice el escrito: «…Yaakov tuvo mucho temor… y dividió a la gente en dos campamentos…», para tener unos pocos remanentes, y también envió presentes, tal vez haría las paces con él.
Y puedes ver que su comportamiento en esto era como una persona común y corriente, porque qué diferencia hay entre si el hombre se preocupa por no morirse de hambre, que hace y persigue todo el día y toda la noche, con todo tipo de artimañas para proveerse sustento y sobras, o si está preocupado por su enemigo que no le destruya sus posesiones y no lo mate, y busca todas las invenciones posibles para ello.
Y sobre eso argumentó Rashi: y por qué teme Yaakov, si Le prometió: y te cuidaré, y lo explicó, que temía por si causaría un pecado. Y hay que especificarlo, que él debía decir, por si había pecado y no (decir que) tal vez pecaría y con esto nos queda aclarado que Yaakov verdaderamente tenía la cualidad del amor por completo, o sea, la seguridad, y no tenía duda alguna en absoluto que el Creador lo cuidaría, y que nada le faltaría, y con todo eso, se comportó como una persona común y se posicionó como sí temiera, tal como lo dicta la mente bestial, que debe encontrar una solución sencilla para esto, que temía mucho por las cuatrocientas personas que estaban con él, y con eso, era como si se distrajera de la seguridad para temer de verdad, y así hizo un acto de guardia como todo aquel que teme de un enemigo, dividió los campamentos y dio regalos, etc.
Y por qué hizo eso, si en verdad no temía en absoluto, porque confió en el Creador, pero porque quizás podría causar un pecado, porque el justo, por su humildad, no cree en sí mismo que no caería de su grado durante el acto, y por eso se preparó con todos los asuntos de este mundo, suficientes para salvarse del enemigo. Y después de todo eso, pensó que todo esto era arrogancia y falsedad, y puso su confianza en el Creador y rezó al Creador.
Y con esto se entiende lo que queda sobre las pequeñas latas para declarar que junto con el temor, tuvo la cualidad del amor por completo, sin falta alguna, y tomó en consideración incluso pequeñas latas, porque supo bien, que ningún enemigo tocaría sus bienes en absoluto.
La diferencia entre un trabajador del Creador y quien no trabaja para Él
Y con esto se reconoce la diferencia entre el trabajador del Creador y aquel que no trabaja para Él, porque el que teme de verdad y no se siente seguro, ni siquiera se daría cuenta de las grandes latas, en caso que estuviera preocupado que no venga un enemigo a matar a la madre junto con los hijos y a terminar con todo. Pero el trabajador del Creador, junto con intentar y esforzarse dado a su temor, sabe bien y confía en la bondad del Creador, que todo es Suyo, y que ningún extraño tomará posesión de sus bienes y tiene lugar, incluso en un momento así, para supervisar las pequeñas latas, así como es la costumbre de los justos que cuidan de su patrimonio.
Por eso, en la entrega de la Torá, nos vino la fuerza con que «Observa y recuerda en la misma locución se dijeron, lo que la boca no puede hablar, y el oído no puede escuchar y el corazón pensar y reflexionar», significa, que está escrito que «recuerda» representa el amor y «observa» representa el temor, que son dos opuestos como dijimos anteriormente, y se nos dijeron y se nos entregaron como uno, o sea, para unificarlos juntos como dijimos antes, y a pesar de que (ambos) son muy opuestos, hasta que no se entiende en absoluto cómo puede existir tal cosa en la realidad, con la boca y el oído y el corazón corporal, pero esa es la fuerza de la Torá, que aquel que se adhiere a ella logra esto, es decir, que estén conectados y unidos en su corazón como la cualidad de Yaakov y entiéndelo.
La Klipá (cáscara) de Ishmael y la Klipá de Esav
Y esto es lo que dijo Yaakov a sus hijos en los años de hambruna: «¿Por qué temen?». Y explica Rashi, ¿por qué le temen a Ishmael y a los hijos de Esav como si estuvieran saciados? Y es sorprendente, pues los hijos de Esav estaban asentados en Seir y los hijos de Ishmael, en el desierto de Parán, y ¿qué tenían que ver con ellos? Más bien, tendrían que estar preocupados por los cananeos y los hititas habitantes vecinos de la tierra. Y con lo anteriormente mencionado queda claro, que Rashi interpreta dos versos literales:
-
¿Por qué se muestran saciados?
-
¿Por qué se enflaquecen de hambre?
Y de ahí se entiende que así les dijo Yaakov: «Si comen hasta la saciedad, tendrán que temer a los hijos de Ishmael, y si enflaquecen de hambre, tienen que temer ante los hijos de Esav», lo que significa, que está escrito que Ishmael vestigios de plata (amor) y Esav, vestigios de oro (temor), y eso es lo que Yaakov les enseñó a sus hijos, si se aferran a la cualidad del amor, de confiar en el Creador, que Su mano no se queda corta, Dios no permita, ni siquiera en los años de hambruna, tienen que temer de la Klipá (cáscara) de Ishmael. Y si se aferran únicamente de la medida del temor, y restringen su alimento, tienen que temerle a la Klipá de Esav que se nutre de esta cualidad. Por lo tanto, más vale que coman hasta la saciedad y para unificar el asunto en ese momento con la cualidad del miedo, desciendan a proveernos alimento de Egipto, que con eso se salvarán de ambas Klipot (cáscaras).