Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
Carta 2
Martes, Parashat Toldot, 23 de noviembre de 1954, Tel Aviv
Para mis amigos, hombres de valor... Dios esté con ustedes
Respecto al asunto que tratamos cuando nos encontramos junto al automóvil -ver el libro Beit Shaar HaKavanot, punto 70- y encontrarás respuesta.
Y con respecto a tu entrada en la sociedad sobre la cual estuve de acuerdo, debo admitir que no lo consideré lo suficiente. La razón es que entonces estaba en Tiberíades, y pensé en las opiniones contradictorias que existen en Tiberíades, y dije que no deberíamos considerarlas, y que sólo la verdad mostrará el camino. Pero cuando llegué a Tel Aviv, inmediatamente sentí que también había opiniones contradictorias entre la gente que anteriormente había estado con nosotros, es decir, antes de retirarse la Luz, que ahora se encuentran sus Kelim (vasijas)… y al buen entendedor pocas palabras, etc., entonces ellos buscarán injusticias y pecados para justificar sus acciones, mientras que la verdad se encuentra solamente en Jerusalén, el sitio de la destrucción. Es por eso que ahora llegué a objetarlo, es decir, no entrar en la sociedad mencionada, y al buen entendedor pocas palabras.
Y respecto a tu pregunta acerca de la interpretación del versículo: «Todo aquel que el espíritu de las criaturas se complace con él» – encontré algo que escribí de boca de mi padre y maestro, que preguntó del hecho que ya encontramos discrepancias también entre los más grandes y famosos.
Él lo explicó que, si hubieran dicho sobre quienes las criaturas se complacen, etc., entonces se puede formular dicha pregunta; pero como dijeron exactamente «Todo aquel que el espíritu de las criaturas», significa que hay criaturas, es decir, hay cuerpos y que no hay relación entre los cuerpos, y el espíritu del Creador, sino por el contrario, la opinión de los dueños de casas es opuesta a la opinión de la Torá.
No obstante, el espíritu de las criaturas es algo sagrado.
A este espíritu se referían los antiguos sabios: «quien cumple una sola Mitzvá (precepto)», es decir, el mandamiento de la fe denominado «una sola letra», «se sentencia a sí mismo y al mundo entero a una balanza de mérito».
Surge la pregunta: ¿No vemos ni sentimos ningún mérito en el público habiendo justos en la generación? Respecto a lo cual dijo el maestro que el justo atrae la abundancia para todo el conjunto, pero aquellos que no tienen Kelim para vestir Luz, entonces no pueden disfrutar de esta abundancia. Pero el alma de todos y cada uno recibe de la Luz Circundante de la abundancia. Es por eso que decimos: «Todo aquel que el espíritu de las criaturas se complace con él», porque el espíritu del Creador ilumina dentro del espíritu de las criaturas.
Pero no hay que considerar ni hablar de todos aquellos que aún no han vestido su espíritu.
Y a ustedes, les deseo que vayan de éxito en éxito.
Vuestro amigo que pide por vuestra paz y bienestar
Baruj Shalom Ashlag