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Baal HaSulam / Demanda a quienes Te demandan, cuando demanden Tu rostro

Rabí Yehudá HaLevi Ashlag - Baal HaSulam

240. Demanda a quienes Te demandan, cuando demanden Tu rostro

Slijot 1, de Baal HaSulam

“Demanda a quienes Te demandan, cuando demanden Tu rostro, respóndeles desde los Cielos de Tu morada, y no cierres tu oído a sus clamores y ruegos” (Slijot para el primer día). Es... que el propósito de la creación del mundo era beneficiar a Sus creaciones. Pero para que la corrección se completara en toda su perfección, tenía que haber una dulcificación del atributo de Din (juicio) en el atributo de Rajamim (misericordia). Din es un estado de grandeza. Pero para evitar llegar por medio de ello a una disparidad de forma a través de esto, tiene que haber como una concesión: según el juicio habría recibido más, pero todavía estaba en peligro de llegar a la disparidad de forma. Pero cuando se mezcla con la cualidad de misericordia, entonces no recibe la grandeza de la Luz, y así puede alcanzar la equivalencia de forma. Y la corrección se lleva a cabo mediante que las vasijas de recepción se vuelven en “recepción con el fin de otorgar“.

Por eso, vemos que cuando el hombre viene a demandar al Creador, todavía se encuentra apegado a la recepción; y aquel que tiene el aspecto de recepción se llama deficiente y maldito, y el maldito no puede adherirse al bendito. Sin embargo, a aquel que recibe con el fin de otorgar, se llama bendito, ya que no le falta nada, a tal punto que no necesita recibir para sí mismo. De esto se desprende que la única dificultad consiste en lograr estar en ese estado de bendito, puesto que únicamente por medio de la virtud de la Torá y las Mitzvot (preceptos) pueden invertirse las vasijas de recepción en vasijas de otorgamiento. Este es el motivo por el cual rezamos “Demanda a quienes Te demandan”.

Hay dos tipos de demandantes: unos demandan sólo por Tu rostro y lo que demandan es solo otorgar. Por eso, lo que demandan es recibir algunas salvaciones, y lo hacen sólo por Tu rostro. Acerca de esto, dijo que “cuando demandan Tu rostro”. A aquéllos que demandan por Tu rostro “respóndeles desde los Cielos de Tu morada”. Esto se refiere a que los Cielos de Tu morada se revelen, porque ellos no ya no mancillarán Arriba, ya que están limpios de la cualidad de recibir. “Sus clamores y ruegos” aluden a que todas sus plegarias y peticiones siguen siendo para sí mismos, y que desean estar cerca del Creador, pero aún no están limpios de la recepción.

Esto es, porque hay dos estados en el trabajo de Dios: Está quien que desea que la Divinidad se revele en el mundo, y que todos sepan que hay Divinidad en el mundo. En ese estado, no está en el medio, sino que simplemente desea. En esa situación no puede decirse que tiene el discernimiento de la recepción, puesto que no está rezando para estar cerca del Creador, sino para que solo se revele la gloria de los Cielos en el mundo. Y hay quien reza para acercarse al Creador. Ese sí está en el medio. A esto corresponde llamarlo recepción para sí mismo, por el hecho de que desea recibir abundancia para que él se acerque al Creador. Esto recibe el nombre de “ruegos”, y también “clamores”. Y quien aún se encuentra en un estado de “ruegos”, es decir, que ellos se acerquen, pueden “clamar”. Y acerca de ellos se dice: “no cierres Tu oído”.

Esto se debe a que solo clama quien tiene carencia. Pero para otro, no corresponde el clamor, sino sólo una demanda, como cuando se dice “da mis saludos”. Por lo tanto, con el rostro corresponde solo la demanda.

“Desde los Cielos de Tu morada” se refiere a los Einaim (ojos), la Luz de Jojmá. Es decir, que puedan recibir la esencia de su abundancia, dado a que sus Kelim (vasijas) se encuentran ya bajo la forma de recibir con el fin de otorgar. Pero aquellos que aún se encuentran en un estado ruegos, dice: “no cierres tu oído”. “Oído” es Biná, y quiere decir que necesitan extender fuerzas para que tengan la cualidad de otorgamiento... sobre la Luz de Jasadim.