Rabí Yehudá HaLevi Ashlag - Baal HaSulam
213. El asunto de la revelación de la carencia
Lo escuché
El asunto principal y fundamental consiste en agrandar la carencia, pues esa es la base sobre la cual se construye toda la estructura. Y la firmeza de la estructura se mide de acuerdo con la base.
Porque hay muchos factores que obligan al hombre a esforzarse. Pero no lo conducen a la meta. Por eso, los cimientos arruinan el edificio entero. Aunque de Lo Lishmá (no en beneficio de la Torá) se llega a Lishmá (en beneficio de la Torá), pero pasará mucho tiempo antes de que regrese a la meta. Por lo tanto, hace falta ver que la meta siempre se encuentre ante sus ojos, tal como está escrito en el Shulján Aruj: “Siempre me equiparo ante el Señor”, porque aquel que se encuentra sentado en su casa no es igual a aquel que está parado ante al rey. Aquel que cree en la realidad del Creador, que “la Tierra entera está llena de Su gloria”, se llena con temor y amor, y no necesita ninguna preparación u observación, sino solo anular completamente su propia naturaleza ante el rey.
Tal como podemos ver en la corporalidad, aquel que ama a su amigo con un amor verdadero, anhela y piensa solamente en beneficiar a su amigo y evita cualquier cosa que no le traiga beneficios a su amigo. Todo esto se hace sin cálculo alguno, y tampoco requiere de un gran intelecto, puesto que es natural. Es similar al amor de una madre por su hijo, que únicamente tiende a favorecer a su hijo y no necesita ninguna preparación ni inteligencia para amar a su hijo. Ya que algo que es natural no requiere de un intelecto que obligue hacerlo, sino que esto se realiza por parte de los sentidos por sí mismos. Los sentidos por sí mismos funcionan con verdadera devoción. Puesto que esto es así en la naturaleza, debido al amor que se siente por algo determinado, entregan sus almas hasta llegar a la meta. Y mientras no lo consigan, su vida no será vida.
De esta forma, quien siente como lo que está escrito en el Shulján Aruj, “que su situación es similar”, ciertamente se encuentra en plenitud, es decir, que tiene fe. Y mientras no sienta que se encuentra parado ante el rey, entonces ocurre lo contrario. Por eso el hombre debe anteponer la servidumbre primero. Y debe lamentarse por no tener la debida fe. Y la falta de fe es su base. Y debe entregar su plegaria para peticiones y esfuerzos, con el fin de sentir esa carencia. Ya que, si no tiene carencia significa que no tiene un Kli (vasija) dentro del cual recibir el llenado. Y debe creer que el Creador escucha la plegaria de toda boca, y que él también será salvado con fe completa.