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Baal HaSulam / Inerte, vegetal, animal y hablante

Rabí Yehudá HaLevi Ashlag - Baal HaSulam

115. Inerte, vegetal, animal y hablante

Lo escuché en 1940, en Jerusalén

“Inerte” es un estado que no tiene autoridad propia, sino que, se encuentra bajo la autoridad del amo, y debe satisfacer cada deseo del amo. Por lo tanto, dado a que el Creador creó a la creación para Su gloria, está escrito lo siguiente: “todo lo que es llamado por Mi Nombre, lo he creado para Mi gloria”. Quiere decir que el Creador creó a la creación para Sus propias necesidades. La naturaleza del amo está impresa en las criaturas. Es decir, ninguna criatura puede trabajar para el beneficio del prójimo, sino sólo para su propio beneficio.

“Vegetal” es aquello que ya tiene algo de autoridad propia, que ya puede realizar algo que sea contrario a la opinión del amo. Esto significa que ya puede hacer cosas que no sean para su propio beneficio, es decir otorgar. Y esto ya es contrario al deseo que tiene el amo, que había impreso en los inferiores, para obrar sólo dentro del deseo de recibir para sí mismos. Aun así, como lo podemos observar las plantas del mundo físico, aunque puedan moverse y se expandan a lo largo y a lo ancho, a pesar de eso, todas las plantas tienen una única propiedad.

En otras palabras, no existe ni una sola planta que pueda ir en contra del método de todas las plantas. Por el contrario, está obligado a cumplir las reglas de las plantas y no tiene ninguna fuerza que pueda actuar en oposición a sus semejantes. Es decir, vemos que no tienen vida propia, sino más bien son partes de la vida de todas las plantas en su conjunto. Es decir, todas las plantas tienen un único estado de vida, que la forma de vida es única para todas las plantas en general. Todas las plantas son como una única criatura, y las plantas, de forma individual, son como órganos específicos de este ser vivo.

De modo similar, en la espiritualidad aquellas personas que ya tienen la fuerza para sobreponerse a su deseo de recibir en cierto grado, pero que están esclavizadas a su entorno. Pero no aún tienen fuerza para oponerse al entorno en el cual viven. Aun así, hace lo contrario de lo que su deseo de recibir quiere. Es decir, ya está trabajando con el deseo de otorgar.

Animal: Vemos que cada animal tiene sus propias características, y no están esclavizados al entorno, sino que cada uno de ellos tiene su propia sensación y característica. Ciertamente pueden obrar en algo contra la voluntad del amo, pueden trabajar de acuerdo con el atributo de otorgamiento, y además no están esclavizados al entorno sino que tiene su propia vida y su vitalidad no depende de la vida de sus semejantes. Pero, no puede sentir más que su propio ser. Dicho de otro modo, no tiene la sensación del prójimo, y naturalmente no puede preocuparse por el prójimo.

El Hablante posee las siguientes virtudes:

1. Actúa contra la voluntad del amo.

2. No está confinado a sus contemporáneos como el vegetal. Es decir, no depende del entorno.

3. También siente al prójimo, y por lo tanto puede preocuparse por ellos y complementarlos, por medio que siente y se lamenta con el público, y puede alegrarse en el consuelo del público, y también puede recibir del pasado y del futuro. Los animales, en cambio, sólo sienten el presente y también solo su propia individualidad.