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Baal HaSulam / La seguridad es la vestidura para la Luz

Rabí Yehudá HaLevi Ashlag - Baal HaSulam

72. La seguridad es la vestidura para la Luz

Lo escuché el 10 de Nisan, 31 de marzo de 1947

La seguridad es la vestidura para la Luz, denominada “vida”. Porque existe una regla que dice que no hay Luz sin Kli (vasija). Resulta que la Luz, llamada “Luz de la vida”, no puede vestirse, ya que debe hacerlo en algún Kli. El Kli en el cual se viste la Luz de la vida usualmente se denomina “seguridad”, que significa que uno siente que puede realizar cualquier cosa, por más difícil que sea.

De este modo, la Luz se siente y es reconocida dentro del Kli de seguridad. Por tal motivo, la vida de uno se mide por el grado de seguridad que allí se revela. Porque la seguridad que hay en él, sirve para medir la magnitud de la vitalidad en él. Por esta razón, el hombre puede ver en sí mismo que mientras su nivel de vitalidad sea alto, la seguridad le ilumina en cada cosa y verá que nada puede perturbarlo para alcanzar aquello que desea. Esto es porque la Luz de vida, que es una fuerza que de Arriba, le ilumina y puede obrar con fuerzas sobrehumanas, ya que la Luz Superior no está limitada como las fuerzas materiales.

Sin embargo, cuando la Luz de la vida lo abandona, lo cual se considera un descenso de su nivel de vitalidad previo, se vuelve listo e inquisitivo. Comienza a calcular su conveniencia en cada cosa, es decir, si conviene hacer algo o no. Y así, se vuelve más moderado, ya no está entusiasmado y vivaz como solía ser antes de que descendiera de su nivel de vitalidad.

Pero el hombre no posee el intelecto para reconocer que todo su ingenio e inteligencia, con los que ahora analiza todo, son por haber perdido el espíritu de vida que antes poseía. En lugar de eso, cree que se ha vuelto más inteligente, más de lo que era antes de haber perdido la Luz de vida. Por el contrario, considera que antes se manejaba de modo imprudente.

No obstante, debe saber que toda la sabiduría que ahora ha alcanzado, le llega porque ha perdido el espíritu de vida que antes poseía. Antes, medía todos los actos con la Luz de vida que el Creador le había dado. Pero ahora que se encuentra en tiempo de descenso, la fuerza de la Sitra Ajra tiene fuerza para llegar a él con todos sus argumentos justificados.

El consejo para esto es que el hombre debe decir: “ahora no puede hablar con mi cuerpo y discutir con él”. En cambio, debería decir: “Ahora estoy muerto y estoy esperando por la resurrección de los muertos”.

Entonces debe empezar a trabajar por encima de la razón, decirle al cuerpo: “Todo lo que dices es verdad, y no tengo ningún argumento racional para contestarte. Sin embargo, espero comenzar a trabajar de nuevo. Ahora asumo la Torá y las Mitzvot, y entonces me convertiré en un prosélito. Y nuestros sabios dijeron: “el prosélito recién convertido se parece a un niño recién nacido“. Ahora espero la salvación del Creador. Ciertamente Él me ayudará, y podré entrar una vez más al camino de la Kedushá (Santidad). Y cuando tenga la fuerza de la Kedushá, tendré una respuesta para ti. Pero mientras tanto, debo ir por encima de la razón, pues todavía me falta el razonamiento de la Kedushá. Por lo tanto, puedes ganar con tu intelecto, y no hay nada que yo pueda hacer salvo creer con fe en los sabios, quienes dijeron que debo observar la Torá y las Mitzvot con fe por encima de la razón. Ciertamente debo creer que por medio de la fuerza de la fe seremos recompensados con ayuda del Cielo, como dijeron nuestros sabios: “Aquel que viene a purificarse, es ayudado”.