Rabí Yehudá HaLevi Ashlag - Baal HaSulam
36. Cuáles son los tres tipos de cuerpos en el hombre
Lo escuché el 24 de Adar; 19 de marzo de 1944
El hombre está compuesto por tres tipos de Gufim (cuerpos):
1. El Guf (cuerpo) interno, que es una vestidura para el Néfesh de Kedushá (Santidad).
2. De la Klipá (cáscara) de Noga.
3. De la piel de la serpiente.
Para que el hombre pueda salvarse de los dos cuerpos, para que estos no interfieran con la Kedushá y que tenga la capacidad de utilizar solo el cuerpo interno, el consejo para esto es que hay un remedio: que el hombre piense únicamente acerca de aquellas cosas que conciernen al cuerpo interno. Esto significa que su pensamiento debe permanecer siempre bajo la autoridad única, es decir que “No hay nada más que Él”. Y “Él hace y hará todas los actos”, y no existe ninguna creación en el mundo que pueda separarlo de la Kedushá.
Y debido a que no piensa en esos dos cuerpos, estos mueren porque no tienen alimentos y no con qué subsistir, ya que los pensamientos que se piensan acerca de ellos son su provisión y de esto se mantienen.
Este es el significado de “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Antes del pecado del Árbol del Conocimiento, la vitalidad no dependía del pan. Es decir, no había necesidad de atraer la Luz y la vitalidad, pues iluminaba.
Sin embargo, después del pecado, cuando Adam HaRishón (el primer hombre) se apegó al cuerpo de la piel de la serpiente, entonces la vida se vinculó al pan, es decir, a los alimentos que siempre debe extenderse de nuevo. Y si no se les da alimentos, mueren. Y esto se convirtió en una gran corrección, para salvarse de esos dos cuerpos.
Por lo tanto, el hombre debe tratar y esforzarse de no pensar pensamientos concernientes a estos cuerpos, y quizás esto sea lo que han querido decir nuestros sabios: “Los pensamientos de transgresión son peores que la transgresión misma”, porque los pensamientos son sus alimentos. En otras palabras, reciben vitalidad de los pensamientos sobre ellos.
Por eso, el hombre debe pensar solo para el cuerpo interno, pues este es una vestidura para Néfesh de Kedushá. Esto quiere decir que el hombre debería tener pensamientos que están más allá de la piel. “Más allá de la piel de su cuerpo” se llama fuera de su cuerpo, que significa más allá de su beneficio propio, o sea pensamientos que son en beneficio de los demás.
Esto es llamado “Fuera de su piel”. Porque más allá de la piel no hay ningún aferramiento por parte de las Klipot (plural de Klipá: cáscara). Porque las Klipot se aferran solo con aquello que se encuentra dentro de la piel, es decir, aquello que pertenece a su cuerpo y no fuera de su cuerpo, llamado “fuera de su piel”. Eso significa que tienen aferramiento a todo lo que se viste dentro del cuerpo, y no pueden aferrarse a lo que no llega a vestirse.
Cuando persiste en tener pensamientos que están más allá de su piel, entonces es recompensado con lo que está escrito: “Y después mi piel han herido a esta, y desde mi carne veré a Dios” (Job 19, 26). “Esta” se refiere a la sagrada Shejiná (Divinidad), y ella se encuentra más allá de su piel. “Han herido” significa que ha sido corregida para mantenerse parada “más allá de mi piel”. Entonces el hombre es recompensado con “desde mi carne veré a Dios”. Quiere decir que la Kedushá llega y viste el cuerpo en su interioridad. Esto es justamente cuando acepta trabajar fuera de su piel, esto es, sin ninguna vestidura.
No obstante, los malvados que desean trabajar precisamente cuando el cuerpo posee vestiduras dentro de su cuerpo, llamado, “dentro de la piel“, entonces “morirán sin sabiduría”. Esto se debe a que no tienen ninguna vestidura y no obtienen ninguna recompensa. Por el contrario, específicamente los Tzadikim (justos) son recompensados con la vestidura dentro del cuerpo.