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Baal HaSulam / Introducción al libro "La Boca del Sabio"

Rabí Yehudá Leib HaLevi Ashlag (Baal HaSulam)

Introducción al libro «La Boca del Sabio»

Es sabido a través de libros y de autores que el estudio de la Sabiduría de la Cabalá es un deber absoluto para cualquier persona de Israel. Y si el hombre estudia toda la Torá y es entendido de la Mishná y la Guemará de memoria, incluso si también está colmado de virtudes y de buenas obras, más que todos sus contemporáneos, pero no ha aprendido la Sabiduría de la Cabalá, deberá reencarnar y volver otra vez a este mundo para estudiar los secretos de la Torá y la sabiduría de la verdad. Esto se menciona en varios lugares en los escritos de nuestros sabios.

Esto es lo que dice El Zóhar en la interpretación del Cantar de los Cantares, explicando el verso: «Si no lo sabes tú, la más hermosa entre las mujeres, etc.», que nuestros sabios interpretaron como el alma que se presenta ante el honorable Trono después del deceso del hombre. El Creador le dice: «Si no lo sabes tú, la más hermosa entre las mujeres». Aunque seas la más hermosa entre las mujeres, y más virtuosa en buenas obras que todas las almas, si no tienes conocimiento de los secretos de la Torá, «sal y sigue las huellas del rebaño», márchate de aquí y retorna a este mundo. «Y alimenten a sus corderos en las moradas de los pastores», ve allí a los seminarios y aprende los secretos de la Torá de boca de los discípulos de nuestros sabios.

Debemos entender las palabras de los sabios, que condicionan la perfección del hombre con el estudio de la sabiduría de la verdad. En apariencia, ¿en qué difieren estas palabras de las demás de la Torá revelada? No encontramos en ninguna parte que uno esté obligado a comprender todas las asignaturas de la Torá, y que no estará completo si le falta alguna asignatura de la Torá. Por el contrario, nuestros sabios dijeron que «lo principal no es el estudio, sino el acto». Nuestros sabios también dijeron: «Uno hace mucho, el otro poco, siempre y cuando dirija su corazón al Cielo», y hay muchos dichos como este.

Para poder adquirir la profundidad de sus palabras anteriores, debemos primero comprender con razón y buen gusto lo que se ha escrito muchas veces en El Zóhar y los Tikunim (Correcciones de El Zóhar): «La Torá, el Creador e Israel son uno». Esto es aparentemente muy desconcertante.

Antes de dilucidar sus palabras, te anunciaré que nuestros sabios nos han definido una gran regla, referente a todos los nombres santos y denominaciones que se encuentran en los libros. Nuestro sabios dijeron, y estas son sus palabras de oro: «Todo aquello que no alcanzamos, no lo definimos mediante un nombre». Interpretación: Es sabido que no existe pensamiento ni percepción de Él en absoluto, como está escrito en el artículo «Eliahu comenzó» al comienzo de los «Tikunim de El Zóhar». Por esta razón, incluso está prohibido pensar en la esencia del Creador, y más aún hablar. Todos los nombres por los que lo denominamos no hacen referencia a Su esencia, sino solamente a Sus Luces, que se expanden de Él a los inferiores. Incluso el santo nombre Ein Sof , que aparece en los libros de Cabalá, también es considerado como Luz que se expande de Su Esencia. Sin embargo, ya que Él determinó que Su Luz, que se expande desde Su esencia, será alcanzada por los inferiores como Ein Sof, por eso la definimos mediante ese nombre. Pero esto no se refiere a Su Esencia, ya que no existe percepción ni pensamiento de Él en absoluto. Por lo tanto, ¿cómo podríamos definirlo mediante un nombre y una palabra? Después de todo, todo aquello que no alcanzamos, no lo podemos definir mediante nombre alguno.

Todo aquel que comience a formarse en la sabiduría de la verdad debe contemplar la gran regla recién mencionada, antes de cualquier lectura en un libro de la Cabalá: que incluso el pensamiento acerca de Su esencia está prohibido, pues no existe percepción alguna de Él. Por lo tanto, ¿cómo pueden mencionarse algún nombre y alguna palabra respecto de Él, que indiquen alcance? Sin embargo, es una gran Mitzvá examinar e investigar en Sus iluminaciones que se expanden desde Él, que son todos los nombres santos y denominaciones que aparecen en los libros. Por el contrario, es una gran Mitzvá estudiar e investigar, y es una absoluta obligación para cualquier persona de Israel estudiar y comprender los secretos de la Torá y todas las formas de Su otorgamiento a los inferiores, que son lo principal de la sabiduría de la verdad, y la recompensa de las almas en el futuro por venir.

Está escrito en las palabras de nuestros sabios, y en El Zóhar y en los Tikunim en varios sitios, que todos los Mundos Superiores y todas las sagradas Sefirot de los cinco mundos AK y ABYA, en su cantidad y su calidad, han sido preparados todos de antemano para completar a los hijos de Israel. Esto se debe a que el alma del hombre de Israel es una parte de Divina de lo Alto, y «El fin del acto está en el pensamiento inicial». Porque surgió en Su sencilla voluntad, deleitar a las almas como recompensa por su labor. Y por esa razón la realidad entera se expandió ante Él, a través de una secuencia de causas y efectos, descendiendo a través de los grados por los mundos AK y ABYA. Hasta que finalmente surgieron dos discernimientos, vestidos uno en el otro: el alma de los tesoros de los cielos, que se expande y reviste el cuerpo físico.

Así como la esencia de la realidad se expandió hasta el último grado, que consiste del cuerpo físico con un alma. Similarmente, la secuencia se llevó a cabo por medio de causa y efecto en lo referente a la esencia de la provisión del sustento en la realidad, que son las formas de Su otorgamiento que descienden a través de los grados, de modo que la Luz Superior, que es Suprema, finalmente se expandirá y llegará hasta el alma vestida en el cuerpo físico en este mundo, como está escrito: «La tierra estará llena del conocimiento del Creador, y ya no enseñará cada hombre a su amigo, diciendo: 'Conozcan al Creador'; porque todos Me conocerán, desde el más pequeño hasta más grande de ellos». Y compréndelo.

Está escrito por nuestros sabios y en El Libro de El Zóhar: «La Torá entera son los nombres del Creador». Todas las historias y las leyes y las frases, todas son Sus Santos Nombres. «De acuerdo con lo explicado anteriormente, que “Cualquier cosa que no alcanzamos, no la definimos mediante nombre alguno”, entenderás a fondo el significado de los Santos Nombres del Creador, que son los alcances que se expanden desde Él a Sus siervos, los profetas y los justos, cada cual, según su propio mérito, como está escrito: “Somos distinguidos, yo y Tu pueblo, de todas las personas que se encuentran sobre la faz de la Tierra”». Esta distinción nos llega a través de la recepción de la Torá y el cumplimiento de las Mitzvot, primero solamente de manera revelada. Que tiene el poder de purificar nuestros cuerpos y agrandar nuestras almas en tal medida que nos volvemos merecedores de alcanzar toda la Torá y sus Mitzvot, bajo la forma de Sus Nombres. Esta es toda la recompensa prevista para las almas en el futuro por venir. Sin embargo, es también en este mundo, como está escrito en la Guemará, que «Verás tu mundo en tu vida». Y comprende esto.

Eso nos explica por qué en varios sitios de El Zóhar se denomina a las 613 Mitzvot, «613 consejos» de la Torá. Y en varios otros sitios de El Zóhar se denomina a las 613 Mitzvot, «613 depósitos». Esto se debe a que al principio el hombre está obligado a guardar la Torá y las Mitzvot a fin de purificar su cuerpo y agrandar su alma. En ese momento las 613 Mitzvot representan «613 consejos» para él; o sea, consejos mediante los cuales sea finalmente recompensado con llegar hasta el Rey y ser recompensado con la Luz de Su rostro. Porque guardar la Torá y cumplir las Mitzvot lo purifican poco a poco, hasta que sea recompensado con la Luz del rostro del Rey vivo. También está escrito de manera similar en la Guemará: «¿Qué le importa al Creador si faenamos por la garganta o por la nuca? Si en realidad la Torá y las Mitzvot fueron entregadas solamente para purificar con ellas a Israel». Sin embargo, después de que ha sido purificado lo suficiente y es recompensado con la Luz del rostro del Creador, se le abren los ojos y el alma, y es recompensado con las 613 Luces Sagradas que se encuentran en las 613 Mitzvot. Esas (Luces) son Sus nombres santos, es decir, llegan a estar a su alcance. Al observar cada una de las Mitzvot, toma parte de la Luz que está depositada en la Mitzvá, ya que la Mitzvá es el Kli (vasija) dentro del cual se viste la Luz. Es decir, un Nombre Santo que pertenece en particular a esa Mitzvá. Este es el significado de: «La Mitzvá es una vela, y la Torá es la Luz». En ese momento se denomina a las 613 Mitzvot «613 depósitos». Similar a quien deposita piedras preciosas y perlas dentro de una vasija y le dice a su amado: «toma esta vasija (Kli) para ti, pero protégela de los ladrones y de los asaltantes». Así, vemos que se habla únicamente de la vasija, pero su intención principal son las piedras preciosas que están allí depositadas.

En los libros de Cabalá es sabido que el significado del Santo Nombre "«HaKadosh Baruj Hu» (El Santo Bendito es Él) o (en arameo) «Kudsha Brij Hu» escrito por nuestros sabios y en El Zóhar, deriva del nombre HaVaYaH (Yod-Hey-Vav-Hey). Este Nombre Santo contiene todos los Nombres Santos hasta el más Alto de los Altos. De este modo aprendemos que «La Torá y el Creador (Kudsha Brij Hu) son uno», aunque las masas no lo vean en la Torá, y solamente vean allí historias, frases y leyes. Sin embargo, ya he explicado que «manzanas de oro en engarces de plata» es la manera como se denominan los 613 depósitos. Como ya lo han dicho nuestros sabios: «La Torá entera son los nombres del Creador». Por eso la Torá y el Creador son uno. Así tenemos general y particular, donde el Creador («Kudsha Brij Hu») es el conjunto de todos los nombres y la Luz general; y la Torá está dividida en 613 Luces. Entonces resulta que todos juntos son uno, y son el Creador («Kudsha Brij Hu») Mismo. Esto es suficiente para el entendido.

Ahora todavía nos resta explicar el discernimiento de Israel. Primero debes entender el asunto de la multiplicidad de formas separadas en la espiritualidad. Es decir, cómo están divididas y en qué se diferencian entre sí*. Porque las cosas corpóreas pueden ser separadas por un cuchillo y cosas similares; o el tiempo y el espacio las separan y distinguen. Pero esto es impensable en la espiritualidad, pues es sabido que la espiritualidad está por encima de las nociones de tiempo y espacio. Sin embargo, debes saber que en la espiritualidad toda la diferencia entre las Luces Superiores radica solo en la disparidad de forma. Por ejemplo: las almas mentales de las personas, están ciertamente divididas y separadas por sí mismas. Cada individuo tiene un alma diferente. Aún así la diferencia esencial entre ellos no es más que el resultado de su disparidad de forma. Por ejemplo: el alma de uno es buena, la del otro es mala, o una ha adquirido sabiduría, y la otra necedad, etc. Como nuestros sabios dicen respecto de esto: «Así como sus rostros difieren entre sí, así también difieren entre sí sus opiniones».

Con esto podemos comprender que, si todas las personas alcanzaran iguales conocimientos e iguales tendencias, sin ninguna diferencia en absoluto, todas las almas de todas las personas serían consideradas como una sola alma, de verdad. Su valor sería como el de la luz del sol, que se viste en todos los habitantes del mundo, pero aún así no distinguimos que existen formas separadas en la luz del sol. Del mismo modo, un alma inteligente se hubiera revestido en muchos cuerpos, ya que los lugares no hacen distinción alguna en los asuntos espirituales si no existen formas separadas en sus atributos. Y presta atención a esto.

Ahora vamos a aclarar lo siguiente: es sabido que las almas de los hijos de Israel son una parte Divina de lo Alto. El alma descendió en secuencia por vía de causa y efecto, y descendió grado por grado hasta que se volvió apta para venir a este mundo y vestir el sucio cuerpo físico. Por medio de guardar la Torá y cumplir sus Mitzvot, asciende grado por grado hasta que su estatura es completada, y se vuelve apta para recibir su recompensa de El Entero, que ha sido preparada para ella de antemano, es decir, alcanzar la Sagrada Torá bajo la forma de los Nombres del Creador, que son los 613 depósitos mencionados.

Ahora puedes ver con los ojos de tu mente, que «La Torá e Israel son uno». Y la única diferencia entre la Torá y el alma radica en la fuerza de la disparidad de forma que se encuentra en el alma, la cual ha sido reducida a una Luz muy pequeña; y la Torá es Luz Simple que se expande desde Su Esencia, cuya sublimidad no tiene fin, ya que «La Torá y el Creador son uno».

Sin embargo, cuando el alma está completa en toda su estatura y recibe la Torá bajo la forma de Sus Nombres, es decir, alcanza toda la Luz depositada en la Torá y las Mitzvot, resulta de por sí que, la Luz del alma es igual a la Luz de la Torá. Esto se debe a que ya ha alcanzado toda la Luz que se encuentra en la Torá.

Mientras exista algún faltante en el alcance de una pequeña y sutil parte, de la Luz general de la Torá, aún se considera incompleta. La razón de esto es que toda la Luz entera fue preparada para las almas. Como ya lo he explicado previamente: «Todo aquello que no alcanzamos, no lo definimos por un nombre». Dado que la Luz ha sido preparada para ser alcanzada por el alma, y el alma no ha llegado a alcanzarla en su totalidad, por eso se encuentra incompleta. Como está escrito: «Observaré toda la Torá por completo excepto por una sola cosa». Ciertamente este es un completo malvado.

Sin embargo, si lo evaluas con respecto de la observancia de la Torá y Mitzvot para alcanzar los 613 depósitos, que está incompleta mientras carezca incluso de una sola cosa, ya sea grande o pequeña. Por lo tanto, cuando finalmente llegará a la completa perfección, es decir, que alcanzará toda la Luz de la Torá, no existirá disparidad de forma alguna entre la Luz del alma y la Luz de la Torá. Así se te aclara en su buen sentido, que «La Torá e Israel son uno» realmente. Porque no existe diferencia alguna ni disparidad de forma entre ellos, entonces resulta que son realmente uno. Y presta mucha atención a esto porque son asuntos sutiles.

Y puesto que, ya hemos demostrado que «el Creador y la Torá son uno», y ahora hemos demostrado que «la Torá e Israel son uno», es por lo tanto evidente que «La Torá, el Creador e Israel son uno».

Queda claro, de todo lo mencionado con anterioridad, que existen dos partes en la Torá y las Mitzvot:

La primera es la Torá y Mitzvot en su forma revelada ante todos, que es la observación de las Mitzvot y el estudio de la Torá bajo la forma de 613 consejos. Estos tienen el poder (Segulá) de purificar y de limpiar el cuerpo, y agrandar la virtud del alma, para ser digna y merecedora de recibir la Luz del rostro del Rey vivo, como estuvo el alma en su raíz, antes de disminuirse y venir al cuerpo bajo en el mundo bajo.

La segunda parte, es la observación de las Mitzvot y el estudio de la Torá bajo la forma de 613 depósitos, que es la cuestión de alcanzar Sus Nombres y toda la recompensa de las almas.

El valor de la segunda parte con respecto a la primera, se asemeja al valor del Cielo comparado con la Tierra. Porque la primera parte es solo una preparación, y la segunda parte es la compleción en sí y el propósito de la creación.

Esto aclara nuestra pregunta previa, acerca de las palabras de nuestros sabios: que aun si el hombre sobresale en la Torá y en las buenas obras más que todos sus contemporáneos, si él no ha aprendido los secretos de la Torá y la sabiduría de la verdad, deberá reencarnar y venir otra vez al mundo. Hemos preguntado: «¿Cuál es la diferencia entre esta asignatura de la sabiduría de la verdad, y el resto de las asignaturas de la Torá?». Porque no hemos encontrado en ninguna parte que uno esté obligado a ocuparse de todas las asignaturas de la Torá. Por el contrario, hemos encontrado lo opuesto a esto en muchos sitios, tales como «Uno hace mucho, el otro poco, siempre y cuando dirija su corazón al Cielo». Y también: «Lo principal no es el estudio, sino el acto».

Ahora el asunto quedó aclarado de forma simple, que toda la parte de la Torá revelada, no es más que una preparación para volverse digno y merecer alcanzar la parte oculta. La parte oculta es la completitud misma y el propósito para el cual el hombre ha sido creado.

Por lo tanto, claramente si falta de la parte oculta, a pesar de haber guardado la Torá y observado sus Mitzvot en la parte revelada, aún está obligado a reencarnar y venir al mundo, para recibir lo que debe recibir, es decir, la parte oculta, bajo la forma de los 613 depósitos. Solo con esto se completa el alma, de la manera en que había pensado el Creador desde el principio.

Y ahora puedes ver, el deber absoluto, obligatorio para todo Israel, sea quien sea, de ocuparse de la interioridad de la Torá y de sus secretos. Sin esto, no se completará en el hombre la intención de la creación.

Esta es la razón por la cual reencarnamos, generación tras generación, hasta nuestra generación, que es el resto de las almas, sobre las cuales la intención de la Creación aún no se ha completado, pues estas no han sido recompensadas con alcanzar los secretos de la Torá, en las generaciones pasadas.

Por esa razón dijeron en El Zóhar: «Los secretos de la Torá y sus misterios están destinados a ser revelados en los tiempos del Mesías». Está claro a todo entendido, dado que estará completando la intención de la creación, por eso será recompensado con la llegada del Mesías. Por lo tanto, contra su voluntad, los secretos de la Torá serán abiertamente revelados entre ellos, puesto que, si la corrección queda impedida, estarán forzados a reencarnar.

Esto les explicará qué es lo que se puede cuestionar de esta interpretación en general, acerca de, ¿quién soy yo y quiénes son mis padres, que he sido premiado con hacer la interpretación para expandir el conocimiento de los secretos ocultos en El Zóhar y los escritos del Arí? Además, ¿por qué no hemos encontrado hasta hoy en día, a ningún otro que interprete esta sabiduría, con gran revelación como yo?

Ahora puedes entender que debido a que nuestra generación se encuentra realmente en los tiempos del Mesías, y nos encontramos todos parados en el umbral de la corrección completa, el único impedimento es el abandono total de la sabiduría de la verdad en esta generación. Y esto es debido a la dificultad de los lenguajes y la dispersión y desorden de los temas. (Que la mente del hombre no… sin razón). Además de todo esto, existen abundantes problemas en nuestra generación, como ser de mente pequeña y muchas preocupaciones. Por eso cuando el Creador deseó acelerar la redención de nuestras almas, Ha dado un privilegio a través de mí, para revelar la medida de esta interpretación, y la voluntad del Creador ha triunfado a través de mi mano.

Yo tenía otro motivo que me llevó a interpretar esta revelación. Como está escrito en El Zóhar: «Uno debe aprender un poco de las tonterías», como está escrito: «La ventaja de la Luz desde dentro de la oscuridad». Porque después de haber estado en la ciudad de Varsovia, en el Estado de Polonia, totalmente confinado en mi sala, y no tuve nada que ver con la oscuridad a mi alrededor, he sido bendecido con poder instalarme en la Ciudad Santa de Jerusalén, que sea construida pronto en nuestros días. Al caminar entre las personas, vi realmente la pobreza de mi pueblo, la pobreza de sus mentes. Su risa tonta era para mis oídos como el crujido de espinas aplastadas bajo una olla; mofándose y pisoteando el corazón y el alma de nuestros anhelos; calumniando al Creador y a Su Ley, y a Su pueblo en voz alta; gritando que no existe sabiduría, entendimiento ni conocimiento en la sabiduría de la Cabalá, en absoluto, y que más bien es un rejunte de palabras y de nombres, sin sentido ni moral. Solo palabras literales. Es un privilegio parlotear palabras ociosas en el texto escrito con fe completa, que son cosas santas, y que así el propósito de la Creación será completado sobre nosotros. Cuando aquéllos que se ocupan en los textos de forma literal con plena fe incrementen en número, el Rey Mesías llegará inmediatamente, pues así se completará la corrección total. Y solo esto es necesario.

Finalmente me reuní con los más famosos entre ellos. Estas son personas que ya han gastado sus años estudiando las escrituras del Arí y El Zóhar. Han tenido tal éxito que se han vuelto expertos y versados en todas las escrituras del Arí. Tienen la reputación de ser como los santos que hubo en la tierra. Les pregunté si habían estudiado con un Rav que haya alcanzado la parte interna de estos temas. Me contestaron: «¡De ningún modo! ¡Ni lo menciones! No existe absolutamente ninguna interioridad aquí, sino un texto escrito literalmente que nos fue transmitido, y nada más que eso. ¡Dios nos libre!».

Les pregunté si el Rav Jaím Vital había alcanzado la interioridad de estos temas. Me contestaron: «Ciertamente no alcanzó más que nosotros». Entonces les pregunté sobre el mismo Arí. Respondieron: «Él ciertamente no sabía más que nosotros acerca de la interioridad. Y todo lo que él sabía, se lo transmitió a su discípulo, Rav Jaím Vital, y así llegaron luego a nuestras manos».

Me reí mucho de ellos: «¿Cómo fueron compuestos, entonces, los temas en el corazón del Arí sin ningún entendimiento ni conocimiento?», y me respondieron: «Recibió la composición de estos temas a través de la boca de Elías. Y él conocía su interioridad, pues él es un ángel». Y aquí derramé mi furia sobre ellos, pues mi paciencia para permanecer con ellos se había agotado.

Cuando vi que su insensatez se había enraizado en casi todos los que se ocupaban en esta sabiduría en ese entonces, ¡ay de los oídos que lo escuchen!, «¿Incluso forzará a la reina conmigo en la casa?».

El Sagrado Zóhar ya ha lamentado amargamente la negación de los pecados en sus almas al decir que no hay secretos internos en la Torá, como está escrito en Parashat Vayerá: «¿Acaso ha venido la Torá para enseñarnos fábulas y cuentos del pasado? Tales historias y fábulas también se encuentran entre las demás naciones». Nuestros sabios han dicho que ellos arrancan las plantaciones, pues ellos toman Maljut solamente.

¿Qué dirían los autores de El Zóhar al ver semejante cultura de estos pecadores, que niegan que existan sabiduría y entendimiento alguno en las palabras de El Zóhar y en la misma sabiduría de la verdad? Ellos dicen respecto de los mismos secretos de la Torá, que no existen conocimiento ni entendimiento alguno revelados en este mundo, sino meramente palabras vacías. Así, ellos han llegado para conquistar a la Santa Divinidad dentro del palacio del Rey. ¡Ay de ellos, pues han causado daño a sus almas!

Nuestros sabios afirmaron que la Sagrada Torá se lamenta ante el Creador: «Tus hijos Me han convertido en un canto en tabernas». Mas ellos ni siquiera dan a la Torá la apariencia de canto; solo palabras aterradoras que despiertan el desprecio y la ira en cualquier oyente.

Además, ellos desean ser recompensados al igual que Pinjás, diciendo que lo hacen de plena fe. El texto dice respecto de ellos: «Pues tanto como este pueblo se acerca, y con su boca y con sus labios me honran. Sin embargo, su corazón está lejos de Mí», y esta es la causa de la destrucción del Primer Templo.

El satán aún danza entre nosotros, precisamente en los tiempos del Mesías, que es el tiempo del final de los secretos de la Torá. El celo del Creador de los Ejércitos llegó como el fuego que no se apagará en mis huesos. Por eso se formó en mí un despertar, para revelar la vestidura hasta tal punto que sepan que existe sabiduría en Israel. Este motivo ha sido una de las principales razones que me llevaron hasta esta explicación.

*Verificación de texto del autor

Debes entender que cada propósito y cada meta, es completamente simple. Pero todo el ingenio, las sabidurías, y muchas cuestiones se forman durante la preparación, hasta que la meta es alcanzada. Por ejemplo, cuando una persona desea sentarse en una casa, necesita ingenio y sabiduría en cuanto a la planificación, al diseño, a la calidad y la cantidad de los cuartos y aposentos.

La meta final es una simple cosa: morar allí. Este es el significado de las palabras: «como la belleza del hombre, es morar en la casa». Este es un pensamiento simple, sin conocimientos ni ingenio alguno. Sino solo un deseo simple.

Debes saber que todas las sofisticaciones en el conocimiento son en su mayoría errores que deberían caer ante la palabra de la verdad. Sin embargo, la palabra de la verdad en sí misma es simple, carente de ingenio alguno.

Existe un secreto en eso, que es el principal muro de hierro que nos separa de nuestro Padre en los Cielos. Porque hay cosas que están ocultas debido a su gran altura y profundidad; y hay cosas que están escondidas debido a su (extrema) sutileza, cual moscas en el aire que el ojo no puede divisar por ser demasiado finas.

Ya que Su Luz es una Luz tan Simple, por eso mismo la mente humana, que no consigue percibir cuando de algo muy pequeño se trata, simplemente no la puede percibir. Pareciera que en estos temas también se necesitará de una herramienta para ver, para poder percibir las cosas más pequeñas.

Esto se debe a que, aunque no se perciba en toda su medida la altura ni la anchura, no obstante, se puede percibir lo aproximado. Sin embargo, con las cosas más sutiles pareciera como si éstas no existiesen en absoluto, ya que no pueden alcanzar ni la más ínfima parte de los mismos.