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Bnei Baruj / Congreso Mundial de Cabalá - Mayo 2025 Clase 5: Los descensos son un trampolín para los ascensos

Fragmentos elegidos de las fuentes

Congreso Mundial de Cabalá - 'Conectándonos a no hay nada más que Él' - Mayo 2025

Clase 5: Los descensos son un trampolín para los ascensos

Fragmentos elegidos de las fuentes


1. Rabash, Lishmá y Lo Lishmá Artículo N° 29, 1986

antes de que uno complete el trabajo y salga del dominio de las Klipot (cáscaras), no ve en qué medida ha entrado en la Kedushá. Lo único que ve es que cada vez está más lejos porque lo opuesto a la Kedushá revela el mal que hay dentro de él. Antes de que haya luz de la Kedushá, uno no puede ver la verdadera forma del mal que hay en él. Como dijimos anteriormente, precisamente cuando hay luz podemos ver la suciedad que hay en la casa.

Resulta que, uno no puede saber qué es lo que puede considerar como un buen estado. Es decir, podría ser que una persona sienta que está en un descenso, esto es, que ve que no desea la Torá y las Mitzvot. Ahora ve que tiene más pasión por el amor propio que, por ejemplo, ayer. Por lo tanto, la persona seguramente debería decir que ayer estaba en un estado en el que veía a las personas preocupadas por las necesidades corporales, por satisfacer su deseo de recibir, y se mantenía alejado de ellos y no soportaba ver a adultos inteligentes degradarse hasta un estado de tal bajeza.

Pero ahora ve que él es uno de ellos y que no tiene vergüenza de sentir su bajeza. Por el contrario, es algo normal para él, como si nunca hubiera pensado en la espiritualidad. Para entenderlo mejor, pongamos por ejemplo cuando una persona tiene que levantarse antes del amanecer. Cuando es despertado por el reloj despertador o por una persona, siente que debe levantarse para servir al Creador. Comienza a sentir la importancia del asunto, y por lo tanto se levanta rápidamente ya que la sensación de importancia de servir al Creador le da fuerza para levantarse rápidamente.

Sin lugar a dudas, en ese momento está en un estado de ascenso. Es decir, no es la corporalidad lo que le da fuerza para trabajar, sino que para él, la espiritualidad, su sensación de que ahora tendrá contacto con el Creador, es suficiente para tener fuerza para trabajar, y no piensa en otra cosa que no sea el Creador. Siente que ahora se le considera vivo y que sin la espiritualidad se lo consideraría muerto. Naturalmente, siente que se encuentra en un estado de ascenso.

Lo cierto es que uno no puede determinar cuál es su estado, cuando siente que está alejado. Es decir, si es alguien que desea recorrer el camino del otorgamiento, debe entender que desde el cielo se le da un tratamiento especial, que fue bajado del estado anterior para que comience a realmente contemplar la meta, es decir, lo que se requiere del hombre y lo que el hombre quiere que el Creador le dé. Pero cuando se encuentra en un estado de ascenso, cuando tiene un deseo por la Torá y las Mitzvot, no necesita preocuparse por la espiritualidad. En cambio, quiere permanecer así toda su vida porque está feliz de este modo.

Por lo tanto, resulta que el descenso que ha recibido es a su favor, es decir, que está recibiendo un trato especial, que se le hizo descender de su estado en el que creía que tenía algo de completitud. Esto es evidente cuando acepta permanecer en el estado actual durante todos los días de su vida.

Pero ahora, cuando ve que está lejos de la espiritualidad, comienza a pensar: «¿Qué se requiere realmente de mí? ¿Qué debería hacer? ¿Cuál es el propósito que debería alcanzar?». Ve que no tiene fuerza para trabajar, y se encuentra en un estado de «entre el cielo y la tierra». Entonces, para que el hombre se fortalezca, únicamente el Creador puede ayudar; pero por sí solo, está perdido.

Acerca de esto está escrito (Isaías, 4:31): «Pero los que esperan al Creador obtendrán nuevas fuerzas», es decir, aquellas personas que tienen esperanza en el Creador. Esto significa que aquellos que ven que no hay nadie más en el mundo que pueda ayudarlos, obtendrán nuevas fuerzas a cada momento. Resulta que este descenso es en realidad un ascenso, es decir, que este descenso que sienten les permite elevarse en grado, ya que «no hay luz sin un Kli».

Resulta que cuando pensó que estaba en un estado de ascenso, no tenía ninguna carencia en la cual el Creador pudiera colocar nada, ya que su Kli estaba lleno y no había espacio para poner nada dentro. Pero ahora que siente que está en un estado de descenso, comienza a ver sus carencias y las principales razones que le impiden alcanzar Dvekut con el Creador, y en ese momento sabe qué pedirle al Creador para que lo ayude, porque ve el verdadero impedimento.

De acuerdo con lo anterior, uno no puede decir que el Creador lo ha alejado del trabajo del Creador, y que la prueba de esto es que está en un estado de descenso, es decir, que el Creador lo ha expulsado del trabajo y no quiere que trabaje para Él. Esto no es correcto. Al contrario, debido a que el Creador quiere acercarlo más, cuando sentía que estaba en un ascenso, Él no pudo acercarlo porque carecía de Kelim.

Y para darle Kelim, el Creador tuvo que sacarlo de su estado y ponerlo en una situación en la que se sienta carente para que el Creador pueda darle ayuda desde arriba, como dijeron nuestros sabios: «Aquel que viene a ser purificado, es ayudado». El Zóhar sagrado pregunta: «¿Con qué? Y contesta “Con un alma sagrada”». Es decir, se le hace sentir que el alma es parte Divina de arriba, y entonces entra en la Kedushá. En ese momento puede ir de grado en grado hasta que complete su alma respecto a lo que le falte corregir.


2. Rabash, ¿Qué son el día y la noche en el trabajo? Artículo N° 34, 1988

El hombre debe saber que debe sentir lo que es la oscuridad, o no podrá disfrutar de la luz, ya que en cualquier cosa que el hombre quiera probar cualquier sabor, para saber si vale la pena usarla, debe aprender una de la otra, como está escrito: «como la ventaja de la luz desde dentro de la oscuridad». Del mismo modo, el hombre no puede disfrutar del descanso a menos que sepa qué es la fatiga.

Por esta razón, el hombre debe pasar por un proceso de ascensos y descensos. Sin embargo, no debe dejarse impresionar por los descensos. En cambio, debe esforzarse por no escapar de la campaña. Por esta razón, aunque durante el trabajo debe saber que son dos cosas, al final del trabajo ve que la luz y la oscuridad son como dos piernas que llevan al hombre a la meta.


3. Rabash, ¿Por qué hay cuatro preguntas específicamente en la noche de Pésaj? Artículo N ° 22, 1989

No tenemos el intelecto para apreciar la importancia del ascenso. Es decir, que no tenemos el intelecto para comprender cuánto vale un solo momento de tener el poder de creer en el Creador, y tener alguna sensación de la grandeza del Creador. En un estado de ascenso, que deseamos anularnos delante de Él sin ninguna entendimiento o razón, sino como una vela ante una antorcha. Naturalmente, no podemos disfrutar el hecho de que el Creador nos ha acercado y nos ha dado un poco de cercanía, de la que debemos sentir alegría y buen ánimo que esto nos debe traer. Pero, ya que no tenemos la importancia de apreciar esto, solo podemos disfrutar de acuerdo con la importancia [...] Específicamente, a través de los descensos, uno puede llegar a conocer y apreciar los ascensos.


4. Rabash, Carta N° 77

En el camino de Baal HaSulam, donde todo el fundamento es que uno debe pedir que todos sus pensamientos y deseos sean solo en beneficio del Creador, una representación de la bajeza, llamada Shejiná en el polvo, aparece inmediatamente. Por lo tanto, no debemos impresionarnos por los descensos, ya que muchos centavos se suman en una gran cantidad.

Como hemos aprendido: «no hay ausencia en la espiritualidad», sino que ha partido temporalmente para tener lugar para trabajar y avanzar. Esto es así porque cada momento que clarificamos en la santidad, eso ya entra bajo el dominio de la santidad, y una persona desciende solo para clarificar más chispas de santidad.

Sin embargo, hay un consejo de que no se debe esperar hasta que lo bajen de su grado, y cuando sienta su propia bajeza vuelva a subir, y ese ascenso se considera que clarificó una parte de la santidad. En cambio, él mismo desciende y eleva otras chispas, y las eleva al dominio de la santidad.

Es como dijeron nuestros sabios: «Antes de perder, busco» (Shabat, 152), es decir, antes de perder la situación en la que estoy, empiezo a buscar. Es como dijo Baal HaSulam sobre el Rey David, que dijo: «Yo despierto el amanecer». Nuestros sabios decían: «Yo despierto el amanecer y el amanecer no me despierta a mi».


5. Rabash, ¿Qué significa por encima de la razón, en el trabajo? Artículo N°6, 1989

Durante el trabajo, la persona debe decir: «Si yo no soy para mí, ¿quién lo será para mí?» En ese momento piensan, que ellos mismos son los responsables de los ascensos y descensos, que son hombres de guerra, llamados Tzavá, «héroes del ejército». Después, cuando son redimidos, logran ver que el Creador es el Señor de los ejércitos (Tzevaot), lo que significa que el Creador es el responsable de todos los ascensos y descensos por los que pasaron.

En otras palabras, incluso los descensos provienen del Creador. Una persona no recibe tantos ascensos y descensos sin ninguna razón. Más bien, el Creador es el causante de todas esas salidas. Podemos interpretar «salir» como «salir de la Kedushá (Santidad)», y Ba (viene) como «venir hacia la Kedushá». El Creador lo hace todo. 


6. Baal HaSulam, Shamati 172. El asunto de los impedimentos y los retrasos

Todos los impedimentos y retrasos que aparecen ante nuestros ojos, no son más que una forma de acercamiento, cuando el Creador desea acercarnos. Y todos estos impedimentos solo nos acercan más. Porque, si no fuera por ellos, no habría posibilidad de acercarnos a Él. Esto se debe a que, desde el lado de la naturaleza, no hay mayor distancia que la que hay entre nosotros –hechos a partir de materia burda– y el Creador, que es superior a lo más alto. Y solamente cuando uno comienza a acercarse, empieza a sentir la distancia entre ambos. Y cada impedimento que uno logra superar, le acerca más el camino.


7. Rabash, ¿Cuándo se debe usar el orgullo en el trabajo? Artículo N° 6, 1990

El hombre debe prestar atención a esto y creer que el Creador lo está atendiendo y guiando en el camino que conduce al palacio del Rey. Resulta que debe estar contento de que el Creador lo supervise y le dé también los descensos. Es decir, el hombre debe creer, tanto como pueda comprender, que el Creador le está dando los ascensos, ya que, ciertamente, el hombre no puede decir que él mismo recibe los ascensos, sino que el Creador quiere acercarlo, por eso le da los ascensos.


8. Baal HaSulam, Shamati 19. ¿Qué significa que el Creador odia los cuerpos, en el trabajo?

Y como uno no puede liberarse de la dominación del deseo de recibir, y por eso está siempre en ascensos y descensos, la esperanza del hombre debe ser estar a la expectativa de que el Creador le ilumine los ojos y pueda tener la fuerza de sobreponerse y trabajar únicamente en beneficio del Creador. Esto es lo que está escrito: «Una cosa pedí al Señor, y esta pediré». Cuando dice «esta» se refiere a la sagrada Shejiná (Divinidad). Y pide (Salmos 27:4) «que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida», pues la casa del Señor es la sagrada Shejiná.