1. RABASH, Artículo Nº 508, "El ascenso de Maljut a Biná"
Antes de que la persona sea recompensada con la fe, debe trabajar en Lo Lishmá [no por Su causa], que llega a la persona por la mezcla de Maljut con Biná.
Por lo tanto, la persona no podrá trabajar en Lishmá [por Su causa] hasta que tenga fe. Por esta razón, si una persona quiere trabajar en Lishmá, debe concentrar toda su fuerza solo en este punto: rezar al Creador para que le envíe la luz de la fe, porque solo entonces será recompensada con dedicarse a la Torá y las Mitzvot Lishmá.
2. Baal HaSulam, Shamati 5. Lishmá es un despertar desde Arriba, y ¿por qué necesitamos un despertar desde abajo?
El trabajo de uno es necesario para recibir Lishmá del Creador solamente como carencia y Kli (vasija). No obstante, uno jamás puede alcanzar el llenado por sí solo, sino que es un obsequio del Creador.
No obstante, la plegaria debe ser completa, esto es, desde lo profundo del corazón. Esto significa que uno sabe con certeza al cien por ciento de que no hay nadie en el mundo que pueda ayudarlo sino el Creador mismo. Y, ¿cómo puede uno saber que nadie más puede ayudarlo, salvo el mismísimo Creador? Uno puede obtener esta noción precisamente si ya ha invertido todas las fuerzas que tiene a su alcance y no lo ha ayudado.
Por eso, uno debe hacer todas las acciones posibles que existen en el mundo para merecer el nivel de trabajo en nombre de los cielos. Entonces uno puede elevar la plegaria desde lo profundo de su corazón, y entonces el Creador escucha su plegaria.
3. Baal HaSulam, Shamati 20. El asunto de Lishmá
En lo referente a Lishmá (en nombre de la Torá), para que el hombre sea recompensado con Lishmá, necesita el despertar desde Arriba, porque es una iluminación desde lo Alto, y no puede ser comprendido por la mente humana. En cambio, el que lo prueba, sabe. Al respecto está escrito: “Prueben y vean que el Señor es bueno”.
Por eso, cuando el hombre asume el yugo del Reino de los Cielos, tiene que ser en total plenitud, es decir, que sea todo para otorgar y no reciba nada. Si el hombre ve que sus órganos no están de acuerdo con esta idea, no tiene otra alternativa más que la plegaria, y volcar su corazón al Creador, para que le ayude a que su cuerpo esté de acuerdo con someterse ante Creador.
4. Baal HaSulam, Shamati 79. Atzilut y BYA
Y cuando se estudia de esta forma, uno debe alcanzar el estudio de Lishmá, es decir, en nombre de la Torá. Esto significa que la Torá le enseñará los caminos del Creador. Y en primer lugar debe realizar la dulcificación de Maljut en Biná, lo cual significa que eleva a Maljut, denominada “deseo de recibir”, hasta Biná, considerada “otorgamiento”. Es decir, que todo su trabajo sea solamente con el fin de otorgar.
Y entonces, se torna oscuro para él. Siente que el mundo se le vuelve oscuro, ya que el cuerpo da fuerza solamente bajo la forma de recepción, y no de otorgamiento. En ese estado, solo hay un consejo: rezar al Creador para que le ilumine los ojos y así poder trabajar bajo la forma de otorgamiento. Y este es el significado de “¿para quién es la pregunta?”. Se refiere a Biná, que recibe el nombre de “Mi”(quien), y la pregunta surge del versículo “preguntar acerca de las lluvias”, es decir, la plegaria. Puesto que alcanzan el estado de “Mi de Biná”, hay lugar para orar por ello.
5. Rabash, ¿Qué significa que uno debe tener un hijo y una hija en el trabajo? Artículo N° 24, 1991
Cuando el hombre se sobrepone y pide ayuda al Creador después de haber decidido que tiene un saboteador en su corazón, llamado «deseo de recibir» y que no puede salir de él, es decir, que después de pasar por varios ascensos y descensos finalmente ve que ha permanecido desnudo e indigente; en ese momento, su plegaria es desde el fondo del corazón, porque ve que si el Creador no lo ayuda no puede prevalecer.
6. Baal HaSulam Shamati 19. ¿Qué significa que el Creador detesta los cuerpos, en el trabajo?
Precisamente cuando se despierta el deseo de recibir. Para que el hombre esté en contacto estrecho con el Creador para que lo ayude a transformar el deseo de recibir que sea con el fin de otorgar.
Y el hombre debe creer que esto proporciona contento al Creador, cuando el hombre eleva su plegaria al Creador, para que lo acerque mediante la adhesión, que se denomina equivalencia de forma, lo cual es la anulación del deseo de recibir para que sea con el fin de otorgar. Al respecto, dice el Creador: “Mis hijos me han vencido”. Es decir, Yo les di el deseo de recibir, y ustedes me piden que, en lugar de él, Yo les dé el deseo de otorgar.
7. Rabash ¿Qué es: “Porque son el menor de todos los pueblos” en el trabajo? Artículo N° 40, 1990
La persona ve que no hay forma de que pueda trabajar con el deseo de otorgar y no por su propio beneficio. Tal cosa solo puede suceder a través de un milagro desde arriba. Y, de hecho, esto se llama «el éxodo de Egipto», que significa emerger de la mente que tiene por naturaleza, donde no es posible moverse a menos que lo disfrute. Por el contrario, aquí le pide al Creador que le dé la fuerza para trabajar donde no tiene sentimientos ni sabor, sino que crea que el Creador disfruta de este trabajo, ya que todo es para otorgar.
Por esta razón, esta plegaria es verdadera, ya que una persona ve que no puede esperar hacer nada con el fin de otorgar. Resulta que una persona siente que está perdida. En ese momento tiene un contacto cercano con el Creador, y esto es algo que una persona debería apreciar: que le está pidiendo al Creador que lo ayude y que no hay nadie en el mundo que pueda salvarlo.
8. Rabash, Carta 9
Porque el que ve su bajeza, ve que está caminando por el camino que lleva a trabajar Lishmá y gracias a ello puede elevar una verdadera plegaria desde el fondo de su corazón, ya que ve que nadie puede ayudarle excepto el mismo Creador, como la explicación dada por el Baal HaSulam acerca de la redención de Egipto «Yo y no un enviado» ya que todos vieron que solo el mismísimo Creador los salvó del dominio del mal.
Y cuando uno es recompensado del trabajo en Lishmá, ciertamente, no hay de qué enorgullecerse, porque que se ve entonces que eso es un regalo del Creador y no por «Mi fuerza y el poder de mi mano»