Rosh HaShaná
Artículo 882
Con respecto al versículo: “siempre están sobre ella los ojos del Creador, tu Dios, desde el principio del año...” A veces para bien y a veces para mal. ¿Cómo es esto? Cuando Israel eran completamente malvados en Rosh HaShaná[1], y se les sentenció lluvias escasas, al final se arrepintieron, y no era posible agregar a ellas pues ya se dictó la sentencia, solo que el Creador las hace caer a tiempo sobre la tierra, la cual las necesita. Todo va de acuerdo a la tierra.
A veces para mal, ¿cómo es esto? Cuando Israel eran completamente justos en Rosh HaShaná, y se les sentenció muchas lluvias, al final se arrepintieron, y no era posible disminuir, pues ya se dictó la sentencia, solo que el Creador las hace caer a tiempo sobre la tierra, la cual no las necesita. Rashi interpretó: no a su debido tiempo, es decir antes de la siembra, cuando no es necesaria en los bosques y los desiertos (Rosh HaShaná, 17b).
A fin de comprender lo mencionado en el sentido de la moral, debemos interpretar que se denomina Rosh HaShaná al comienzo de la creación del hombre, es decir como dijeron los antiguos sabios, que se declara sobre la gota que será sabio, necio, etc. (Nidá 16b). Las lluvias (Gshamim), significan sus fuerzas corpóreas (Gashmiim), esto es: si tendrá un cerebro pequeño o grande, un corazón pequeño o grande, un deseo pequeño o grande, etc.
Si uno va por el camino del bien, cuando crece no es posible agregar a él, es decir, hacerle un cerebro y un deseo más grande, debido a que ya se le asignaron al ser creado, solo que usa todo su intelecto y todo su vigor solo en el lugar sagrado y en la necesidad. Esto ya le basta para alcanzar el nivel en el que podrá conseguir la revelación de la Luz del Creador, y adherirse a Él verdaderamente, y recibir su parte en el próximo mundo.
Si a uno, al principio de su creación, se le asignaron un cerebro grande y un deseo poderoso, pero no va por el camino del bien y la honestidad, entonces está usándolos indebidamente, tal como el Creador que hace caer las lluvias cuando no es tiempo, sobre la tierra que no las necesita.
En ese caso, no le sirven de nada las fuerzas buenas que se le dio al ser creado, es decir, que podría haber sido competente en el estudio de la Mishná y la Gmará, pero no alcanzará la integridad deseada, llamada Dvekut (adhesión) al Creador.
Resulta de esto que uno no tiene de qué quejarse si no tiene la capacidad que tiene el resto de sus compañeros, pues no es eso lo que cuenta, ya que lo principal es ser Tzadik (justo), y solo entonces aprovechará todas sus habilidades para que estén dirigidas a la meta real, y no desperdicia sus fuerzas en vano. En cambio, sus esfuerzos se conectan entre sí y entran en la Kdushá (Santidad).
[1] Rosh HaShaná – Principio del año hebreo