Cada séptimo en bendecir – 2
Artículo 380, 1983
“Cada séptimo en bendecir según lo merecido… su recompensa es muy grande en relación a su obra”. Debemos comprender qué significa “según su obra”. ¿Cuál es la novedad?, también en lo material uno recibe recompensa solo en base a su obra. Quien trabaja horas extras recibe una recompensa mayor a la que recibe quien no trabaja horas extras. Entonces, ¿cuál es la novedad al decir “su recompensa es muy grande”? Y luego dice que recibirá la recompensa solo en base a su obra.
Los antiguos sabios dijeron: “quien solo va y no hace, su recompensa está en haber ido”. Se comprende el asunto del acto. Dijeron los sabios: “Grande es el aprendizaje que resulta en el acto, y lo principal no es el estudio sino el acto” (Kidushin 40:72).
Mi padre y maestro (Baal HaSulam) interpretó que el “acto” es lo que el hombre transforma su Kli (vasija) de recepción en Kli de otorgamiento, que es lo que dijeron los maestros antiguos: “todos tus actos son en nombre de los cielos”. El Midrash presenta que esta acción es el asunto “creé la tendencia al mal, creé la Torá como condimento”, que a este acto debe el hombre llegar.
Los sabios dijeron: “el instinto del hombre lo supera cada día, si no fuera porque el Creador le ayuda, no podría vencerlo”. Debemos comprender que el Creador no le dio fuerza al hombre para que pueda vencer la tendencia al mal. Si no está en manos del hombre, ¿por qué entonces no hace el Creador todo?
Es decir, ¿para qué necesita el hombre luchar contra la tendencia al mal, y el Creador solo le ayuda?, pero si el hombre no lucha, ¿el Creador no le ayuda?
¿Con qué fin necesita el Creador que el hombre luche y luego viene y le ayuda? Es como dijeron los sabios “el hombre siempre creará furia en el instinto del bien contra el instinto del mal”, y Rashi interpretó: “que haga con él la guerra” (Brajot, pág. 5, 71). Resulta de esto que antes el hombre tiene que entrar en guerra y luego viene el Creador y le ayuda.
Mi padre y maestro dio una explicación sobre lo que preguntó Abraham al Creador: “¿en base a qué sabré que la heredaré?”. “Y le dijo a Abraham, debes saber que tu semilla será extranjero en tierra que no le pertenece y los torturarán durante cuatrocientos años… y luego saldrán con grandes pertenencias”.
Dijeron los sabios antiguos: debido a que vio la promesa que le prometió el Creador, al decirle: “darte esta tierra para que la heredes”, entonces dijo “¿en base a qué sabré?”, pues no hay Luz sin Kelim (vasijas), y él no vio que sus hijos tuvieran la necesidad de tales logros, sino que se contentarían con poco.
Por eso le dijo: “Debes saber” que ellos estarán en el exilio, y ellos querrán salir del exilio. Entonces sin la ayuda no podrán salir del exilio de Egipto. Por lo tanto, de ese modo deberán recibir de Él la ayuda. Y cada vez ellos tendrán que recibir grandes otorgamientos y así ya tendrán la necesidad de la Luz de la Torá, porque solo la Torá es el condimento.
Esto es como lo dice el sagrado Zóhar: “aquel que viene a purificarse, se le ayuda”. Y pregunta: ¿en base a qué?, y responde: con el alma sagrada. Cuando uno nace, se le da un alma por el lado de la bestia pura. Si es merecedor de más, se le da el espíritu”. Resulta que de ese modo ellos se vieron necesitados de la ayuda del Creador y así tuvieron los Kelim para recibir la herencia de la tierra.
Con esto podremos interpretar lo que preguntamos, ¿qué es el que va y no hace? Esto se refiere a quien comienza a andar por el camino del Creador para llegar al acto, que significa “cada séptimo en bendecir”. Mi padre y maestro interpretó: “Shevií (séptimo), significa que él She-Vi (está en Mí).
Según esto será la interpretación que mientras el hombre santifica el punto en su corazón, según su merecido, entonces comienza a entrar al exilio de Egipto, y entonces comienza a ver cada vez cuán alejado está del acto de otorgamiento, y entonces se forman en él los Kelim, es decir, las carencias, que estas carencias puede luego llenarlas el Creador.
Resulta que uno debe comenzar con la guerra, para tener los Kelim y la necesidad de la salvación y la ayuda del Creador, que es lo que dijeron: “si no fuera porque el Creador le ayuda, no podría vencerlo”. Resulta que es a propósito que no le dio al hombre la capacidad de ganar la guerra, porque mediante la guerra, el hombre consigue los Kelim y las carencias por la abundancia.
Por eso se necesitan ambas cosas: que el hombre entre en guerra para conseguir los Kelim y la ayuda que se necesita, que precisamente es el Creador quien le ayuda, para que mediante esa ayuda consiga la heredad de la tierra que el Creador prometió a Abraham, que en paz descanse.
Resulta de esto que “según su obra”, significa lo contrario a lo material, porque en lo material, cada vez que se da buen trabajo, entonces se paga por la calidad del trabajo. Aquí, por lo contrario, porque cuanto más ve uno que no es capaz de nada respecto a la Kdushá (Santidad), entonces necesita de una ayuda mayor. Por eso debe dársele cada vez una ayuda más grande, es decir, un logro mayor.
Resulta que su recompensa es mucho mayor en relación a su obra, que uno ve su carencia y está capacitado para recibir un llenado más grande. Este es el significado de “va y no hace”. Fue a la guerra y no hace, es decir no puede hacer que todos sus actos sean en nombre de los cielos. Le dicen, la recompensa está en haber ido, que precisamente cuando va y no hace necesita de la ayuda del Creador, precisamente así recibe la heredad de la tierra.