Rabí Yehudá Leib HaLevi Ashlag (Baal HaSulam)
Carta 3
1922, Jerusalén
A … que tu vela arda
«Cuatro entraron en el Pardés1», etc. Porque antes de que se creara el mundo, era Él y Su nombre son Uno, ya que las almas no se consideraban almas, porque toda la cuestión del nombre se refiere a cuando el amigo da vuelta su cara, lo llama por su nombre y le pide que le vuelva a dar la cara.
Debido a que antes de la creación, las almas estaban adheridas a Él completamente, Él les dio ornamentos y coronas, majestad, esplendor y gloria, incluso, aunque no lo hayan invocado, pues Él de por sí conoce sus deseos y se los concede. Por lo tanto, no corresponde invocar el nombre, que se lo relaciona con un despertar desde abajo, de alguno de los lados. De ahí que eso se considere como «Luz simple», ya que todo es completamente simple, y esa Luz fue entendida por toda persona sencilla, incluso por aquellos que nunca habían visto sabiduría alguna.
Es por eso que los sabios y las personas inteligentes lo llamaron Pshat (literalmente), ya que Pshat es la raíz de todo. Los autores y los libros no hablan de él, ya que es un concepto único, simple y conocido. Además, en los mundos inferiores se detectan dos divisiones en el Reshimó (registro) de esta Luz simple, es por la división existente en sus propios corazones, como está escrito: «Y yo soy un hombre dividido2».
Sin embargo, en el lugar mencionado anteriormente no hay cambios de ningún tipo. Es como el rey que tomó de repente a su amado hijo y lo puso en su magnífico y maravilloso huerto (Pardés). Y cuando el hijo del rey abrió los ojos, no miró cuál era el lugar en el que estaba, debido a la gran luz de la huerta, sus ojos se dirigieron hacia lo lejos, lejos de él, como la distancia entre el este y el oeste. Y solo puso sus ojos en los edificios y palacios lejanos a él, en el lado oeste, y caminó durante días y meses, paseando y maravillado por la gloria y la grandeza que se ve en el lado oeste, de lo que sus ojos le dejaban ver.
Después de algunos meses, su espíritu se calmó, su pasión se colmó, y se sació de mirar hacia el oeste. Lo reconsideró y pensó: «¿Qué se puede encontrar en todo el camino que he atravesado?». Volvió su rostro hacia el este, hacia el lado por el que había venido, y se estremeció de todo el encanto y toda la belleza que estaba cerca de él, y no podía entender cómo no lo había notado hasta ahora, se aferraba solo a la luz que brillaba hacia el oeste.
A partir de ese momento estuvo apegado únicamente a la luz que brillaba hacia el este, y caminaba y paseaba hacia el lado este, hasta que llegó a la misma puerta de entrada.
Ahora considera y dime cuál es la diferencia entre los días que entran y los días que salen, ya que todo lo que había visto en los últimos meses, también lo había visto en los primeros meses. Pero al principio, fue sin admiración, ya que sus ojos y corazón se dirigieron hacia la luz que brillaba hacia el oeste, y después de saciarse, volvió su rostro hacia el este y notó la luz que brilla hacia el este. Pero, ¿en qué cambiaron estos?
Al estar cerca de la puerta de entrada, hay lugar para revelar la segunda forma, a la que los sabios llaman Rémez (insinuación), que proviene de «¿Qué insinúan tus ojos?». Es como el rey que le insinúa algo a su amado hijo y lo asusta con un indicio del ojo. Y comprende esto.
Aunque el hijo del rey no entiende nada, ni ve el miedo interno que se esconde en esa insinuación, de todas maneras, debido a la gran Dvekut (adhesión) a su padre, rápidamente se desvía de allí al otro lado.
Por eso la segunda forma se llama Rémez, verifica esto atentamente. Ya que las dos formas, Pshat y Rémez, se registran en las inferiores como una sola raíz, como escriben los minuciosos, que no hay palabra que no tenga la raíz de dos letras, llamadas el origen de la palabra. Esto es así porque no se puede deducir ningún significado de una sola letra, por lo tanto, el acrónimo de Pshat y Rémez es «PR» (pronunciado Par), que es la raíz de Par Ben Bakar (toro joven) en este mundo. Y Priá y Reviá (procreación y reproducción), también provienen de esa raíz.
Luego, aparece la tercera forma, que los sabios llaman Drush (interpretación). Por lo tanto, no hubo Drishá (demanda) de nada, como en «Él y Su nombre son Uno». Pero de esta manera, se sustrae, se suma, se demanda y se encuentra, como en «Me esforcé y encontré», como bien sabes. Es por eso que este lugar se atribuye a los inferiores, ya que allí hay un despertar desde abajo, a diferencia de la iluminación de la cara del oriente desde arriba, que es a modo de «Antes de que llamen, yo responderé», porque aquí hubo un llamado poderoso, e incluso esfuerzo y pasión, y este es el significado de «Las tumbas de la pasión». Y comprende esto.
Luego comienza la cuarta forma, que los sabios llaman Sod (secreto). En realidad, es similar a Rémez, pero en el Rémez, no había percepción alguna, era como una sombra que sigue a la persona. Además, la tercera forma, el Drush, ya lo ha revestido.
Sin embargo, esto es como un susurro, como una mujer embarazada que huele... le susurran al oído que hoy es Yom Kipur (Día del Perdón) para que el feto no se mueva y aborte, y verifica esto.
Entonces, por el contrario, ¿acaso no deberíamos cuestionarnos si esto es la ocultación del rostro, y no el rostro? Porque este es el secreto de las palabras: «El secreto del Señor es quienes Le temen y su pacto para hacerles saber». Por eso dio varias vueltas hasta que una lengua susurrante le dijo: «Le ha dado Téref (presa/alimento) a quienes Le temen», y no Trefá (alimento impuro no casher), como se burlaba aquel soldado legionario. Y comprende esto.
Esa excusa la has obtenido por ti mismo y me lo has escrito en tu carta, aunque con vergüenza y humildad, ya que eres soltero, y esa no es la forma correcta. Y esto es suficiente para el entendido.
Dado que este versículo llegó a nuestras manos, te lo aclararé, ya que esta es también la pregunta del poeta: «El secreto del Señor es para quienes Le temen». ¿Y por qué habló de esa manera? Es como la pregunta de nuestros sabios, donde encontramos que el texto distorsiona (ocho) doce letras, para hablar en un lenguaje limpio, como está escrito: «Y la bestia que no es pura, etc.», léelo allí.
Y tu excusa no le basta al poeta, porque Él podría haberle dado todo lo bueno a las almas, y en un lenguaje limpio, como Laván le dijo a Yaacov: «Por qué huiste sigilosamente y me robaste, y no me dijiste, yo podría haberte despedido con alegría y con canciones, con un tambor y con un arpa».
La respuesta del poeta a eso fue: «Y Su pacto, para hacerles saber». Ese es el secreto del corte, rasgado y la gota de sangre, es decir, los trece pactos individuales. Pues, si el secreto no hubiera sido de esa manera, sino en otro lenguaje, habrían faltado cuatro correcciones de las trece correcciones de Dikna, y solo hubieran quedado las nueve correcciones de Dikna en ZA. Por lo tanto, ZA no revestiría a AA, como lo saben los que llegan al secreto del Creador. Este es el secreto de «Y Su pacto, para hacerles saber». Ese es el secreto de «El derecho de los patriarcas ha finalizado, pero el pacto ancestral no ha finalizado».
Y volvamos a nuestro tema, que es PR (pronunciado Par), PRD (pronunciado Péred) y PRDS (pronunciado Pardés). Este es su orden y combinación de arriba hacia abajo.
Ahora comprenderás la cuestión de esos cuatro sabios que entraron en el Pardés, es decir, la cuarta forma, llamada Sod, ya que el nivel inferior contiene a los superiores que la precedieron. Por lo tanto, las cuatro formas se incluyen en la cuarta forma, y su secreto es, derecha e izquierda, adelante y atrás.
Porque las dos primeras formas son derecha e izquierda, es decir, PR (este es el secreto de lo dicho en la ascensión trasera al Monte del Templo: «Todos los sabios de Israel son inútiles ante mis ojos»). Estos son Ben Azay y Ben Zomá, que esas almas se nutrieron de las dos formas de «PR».
Y las dos últimas formas son Panim (cara) y Ajor (parte posterior) que es Rabí Akiva, quien entró en paz y salió en paz, y afirmaron correctamente: «Esto enseña que, con cada cardo, se pueden aprender montañas de leyes».
«Ajor» es Elisha Ben Avoya que se descarrió. Nuestros sabios dijeron acerca de ello: «El hombre no debe criar un mal perro dentro de su casa», porque es ir por mal camino.
Todo lo que se dijo sobre ellos, espió y murió, espió y se lastimó, y se descarrió, todo esto se dice de esa generación que se reunió y recontó junta, pero todos fueron corregidos a fondo, uno detrás de otro, como lo saben los que conocen el secreto de la reencarnación. Sin embargo, otro, vio la lengua de Jutzpit el traductor, por lo que dijo: «Regresen, hijos traviesos, a excepción del otro» y su lugar lo heredó Rabí Meir, el discípulo de Rabí Akiva.
Es cierto que la Guemará encuentra esto difícil, ¿cómo aprendió Rabí Meir Torá de otro? Y dijeron: «Encontró una granada, comió su contenido y arrojó su cáscara (otro)». Y algunos dicen que también corrigió la Klipá (cáscara), en el secreto de elevar el humo de su tumba. Y esto es suficiente para el entendido.
Ahora puedes entender lo dicho por Elisha Ben Avoia: «¿A qué se asemeja el que enseña a un niño? A la tinta escrita en un papel nuevo», es decir, el alma de Rabí Akiva. «¿Y a qué se parece el que enseña a un anciano? A la tinta, escrita en papel usado» eso lo dijo de sí mismo. Este es el significado de su advertencia a Rabí Meir: «Hasta aquí son los límites del Shabat», porque entendió y calculó los pasos de su caballo, ya que nunca había desmontado de él.
Este es el significado de «A los delincuentes de Israel, el fuego del infierno no los gobierna y están llenos de Mitzvot (preceptos) como la granada». Dice que lo es aún más que el altar de oro, que es tan grueso como una moneda de oro, que permaneció durante algunos años, y el fuego no lo gobernó, etc. Los vacíos dentro de ti están llenos de Mitzvot como la granada, y aún más. Como quien dice que la Klipá también está corregida.
Debes saber que el gran Rabí Eliezer y Rabí Yeoshua también son de las almas de PR, como Ben Azay y Ben Zomá. Pero Ben Azay y Ben Zomá eran de la generación de Rabí Akiva, y fueron sus alumnos, entre los 24.000. Pero Rabí Eliezer y Rabí Yeoshua fueron sus maestros. Por eso se dice que, en vez de Rabí Eliezer, purificaban las purezas (El secreto de Pshat) que hicieron en el horno de Ajnai, ya que lo cortaron vértebra por vértebra (dieciocho vértebras) y colocaron arena entre cada vértebra. Es decir, la tercera forma es como la arena entre la primera vértebra, que es la segunda forma, y la segunda vértebra, es la cuarta forma. De todas maneras, la hermana y la conciencia se unen en una sola. Y Rabí Tarfón y Rabí Yeoshua como uno solo, son discípulos del gran Rabí Eliezer, y Rabí Akiva es como si estuviera incluido en ellos. Esto se debe a que un buen segundo día con respecto al primer buen día, es como cualquier día de la semana (Jol significa tanto «arena» como «día de la semana») a los ojos de nuestros sabios, ya que «Drush», comparado con «Rémez», es como una vela al mediodía.
Pero los sabios de su generación profanaron todas esas purezas y las quemaron, y el gran Rabí Eliezer demostró con el acueducto, cuyas aguas subieron, que Rabí Yeoshua era un gran sabio, y las paredes del Templo lo comprobarán. Y comenzaron a caer ante la gloria de Rabí Eliezer, y no cayeron ante la gloria de Rabí Yeoshua. Esta es una prueba completa de que no hay duda alguna de que es puro.
Pero los sabios tomaron a Rabí Yeoshua para sí mismo y no quisieron determinar leyes como con Rabí Eliezer, su maestro, hasta que se escuchó la voz de que Rabí Yeoshua era realmente su discípulo. Pero Rabí Yeoshua no se conectó a su lugar, dijo que la voz no es supervisora «No es del cielo», etc. Entonces los sabios lo bendijeron, porque la Luz de Ozen (oreja) les había sido cancelada, ya que ellos no cumplieron las reglas del gran Rabí Eliezer. Y Rabí Akiva, su discípulo favorito, le dijo que sus 24.000 discípulos habían muerto durante los días del conteo, y el mundo sufrió un tercio en aceitunas, etc.
Elisha Ben Avoia y Rabí Tarfon provienen de la misma raíz. Pero Elisha Ben Avoia es el mismo Ajoraim (partes posteriores), y Rabí Tarfón es el Panim (cara) de Ajoraim. Es como el proverbio que dice: En una casa hay aceitunas amargas que no sirven para nada, y en otra casa se encuentra la viga de la prensa, que no sirve para nada. Entonces viene un hombre y conecta a ambas. Coloca la viga sobre las aceitunas y produce una gran cantidad de aceite.
De ello se deduce que el buen aceite que se revela es Panim, y la viga es Ajoraim. Y las sencillas herramientas de madera se desechan una vez finalizada su labor.
Comprende que esta costumbre es la expansión de las raíces a las ramas en los mundos más bajos de ella. Pero en su raíz, ambos aparecen a la vez, como una persona que entra de repente en la prensa de aceite y ve la viga, y debajo de ella, un gran montón de aceitunas de las que fluye abundante aceite. Esto es así porque en la raíz, todo se ve a la vez. Por eso uno se llama «otro» y es «Tarfón»; uno es una «viga» y el otro es «aceite», que inmediatamente fluye a través de él.
Este es el significado de ir por mal camino, porque después de que se reveló el deseo, que es el alma de Rabí Tarfón, el alma de «otro» permanece como siguiendo por «mal camino» en la casa del hombre. Esa es la combinación de la letra, «Sod», Sámej que es la sigla del secreto mismo del alma de «otro», y Dálet es la sigla de la palabra Drush, el alma de Rabí Akiva, porque son los trabajadores. Y Vav en el medio es Rabí Tarfón.
Yehudá Leib