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Rabash / ¿Qué es “Una rosa entre las espinas” en el Trabajo?

Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

¿Qué es “Una rosa entre las espinas” en el Trabajo?

Artículo 22, 1991

Está escrito en El Zóhar (Ki Tisá, Puntos 31-32): «“Como una rosa entre las espinas, así es mi esposa entre las mujeres”. El Creador deseaba hacer a Israel similar a lo que está arriba, para que haya una rosa en la tierra que sea como la rosa de arriba, que es Maljut. Y la rosa fragante, más fina que todas las rosas del mundo, es solo una que crece entre las espinas. Esta huele como debería, que son setenta almas, y las trajo entre las espinas, que son los egipcios. En ese momento, la rosa floreció entre ellos. Cuando el Creador quiso sacar la rosa y recolectarla de entre ellos, las espinas se secaron y fueron desechadas y corrompidas hasta que fueron consideradas como nada». Hasta aquí sus palabras.

Deberíamos entender lo que implica para nosotros en el trabajo cuando una persona debe asemejarse a la rosa superior, y por qué específicamente cuando uno está entre las espinas, se lo considera más selecto y más fino que el resto de las personas, ya que esta escrito: «Esta es la razón por la cual setenta almas bajaron a Egipto, para hacerse más finas».

Baal HaSulam dijo: ¿Por qué se llama a Maljut «una rosa»? Es porque una persona puede asumir el yugo del reino de los cielos solo al sobreponerse al deseo de recibir en él, ya que llega y le pregunta a la persona cuando quiere trabajar con el fin de otorgar, es decir, por el bien del Creador y no para sí mismo: «¿Qué es este trabajo para ti?». Es decir, «¿Qué obtendrás de querer trabajar en beneficio del Creador?».

Está escrito en la Hagadá (narración) de Pésaj: «La respuesta es: “Desafila sus dientes”». Esto significa que no debemos discutir con él, sino desafilar sus dientes, es decir, que tenemos que vencerlo por la fuerza. Cuando viene con sus preguntas, (debemos recordar que viene con estas preguntas precisamente cuando uno quiere trabajar con el fin de otorgar, entonces hay espacio para preguntar: «¿Por qué?». Pero cuando una persona trabaja para recibir una recompensa, este malvado no tiene nada que preguntar, no necesitamos responder ni pensar con qué excusas responder. En cambio, debemos saber que es una pérdida de tiempo querer encontrar respuestas a sus preguntas. Más bien, cuando llega y pregunta, una persona lo debe tratar inmediatamente a la fuerza y vencerlo a la fuerza, y no con argumentos.

Dado que cada vez, incluso una vez que el hombre lo ha vencido, todavía no se impresiona de él, y cada vez que el hombre quiere hacer algo en beneficio del Creador viene con sus preguntas, por eso aquí hay muchas veces «Desafila sus dientes». Es por eso por lo que Maljut se llama «una rosa». En otras palabras, cuando una persona quiere ser recompensada con el reino de los cielos, llamado «Fe», debe someterse a un proceso de muchos «Desafilen sus dientes», razón por la cual Maljut se llama «rosa». Dijo que este es el significado de: «Al vencedor de las rosas», lo que significa que la victoria viene específicamente a través de las rosas.

De acuerdo con lo anterior, podemos interpretar el significado de: «Como una rosa entre las espinas», y por qué es que específicamente cuando ella está entre las espinas, es más fina que otras rosas. Deberíamos saber qué espinas hay en el trabajo. En la corporalidad, las espinas pinchan la rosa, pero ¿Qué implica esto en el trabajo? Significa que cuando el malvado viene y pregunta: «¿Qué es este trabajo para ustedes?», con estas preguntas pincha los pensamientos y el corazón del hombre, y hace sufrir a la persona. Como las espinas pinchan en la corporalidad, así las preguntas pinchan a la persona.

Sufre tormentos, lo que significa que estas preguntas lo alejan del trabajo, ya que uno no siempre puede superar sus preguntas y comienza a ver que está bajando de la Kedushá (santidad), ya que normalmente, estas preguntas surgen durante un ascenso, cuando una persona entiende que vale la pena trabajar con el fin de otorgar.

Pero de repente, él viene con sus preguntas y uno debe superarlo. En ese momento, el hombre va y le pide ayuda al Creador para que lo ayude, ya que ve que por sí mismo, no puede superarlo. Resulta que, siempre necesita la misericordia del cielo.

Como está escrito en El Zóhar, la ayuda que viene de arriba se considera como un alma que recibe cada vez. Esto se considera que la ayuda que recibe de arriba es la luz que le da a uno el poder de vencer el mal en él. Se dijo sobre esto: «El que viene a purificarse es ayudado».

Con esto podemos interpretar las palabras: «Como una rosa entre las espinas», y una rosa que es más fragante y más fina que todas las otras rosas en el mundo es una que creció entre las espinas. En otras palabras, porque ella está entre las espinas, la pinchan, es decir, el reino de los cielos. Cuando una persona asume trabajar con el fin de otorgar, esto se llama «una rosa».

En ese momento, el malvado viene con sus preguntas: ¡¿Qué es este trabajo para ustedes?! Y pincha el reino de los cielos en su corazón. Cada vez, debe vencer y rezar y pedir ayuda. Con esto, la rosa se vuelve fragante, porque la fragancia es como está escrito: «Y olían al temor del Creador», que es más fina que todas las rosas del mundo, que no tienen espinas para pincharlos. Esas rosas no son tan finas como la rosa que está entre las espinas.

Esto viene a enseñarnos que uno no debe alarmarse cuando el malvado sigue acercándose a él y le hace la pregunta: «¿Qué es este trabajo para ustedes?» y no puede superarlo. No es como uno a veces piensa que, estos pensamientos vienen a él porque no es apto para el trabajo del Creador. Por el contrario, el hecho de que el malvado viene a él es porque desde arriba, quieren ayudarlo a alcanzar la Kedushá (santidad) superior. Es por eso por lo que se le dan estas perturbaciones, para que tenga la necesidad de pedir ayuda.

Por lo tanto, cuando uno ve que no es apto por naturaleza para poder trabajar con el fin de otorgar, su trabajo en ese momento es incrementar sus plegarias al Creador para que le ayude desde arriba, para que pueda trabajar con el fin de otorgar.

Por el contrario, una rosa común, es decir, otras personas que observan la Torá y las Mitzvot (preceptos) con el fin de recibir una recompensa, aunque esto también se considera como una rosa, lo que significa que el cuerpo no está de acuerdo en observar la Torá y las Mitzvot incluso para recibir recompensa, esto también requiere trabajo y esfuerzo, ya que debemos creer en la recompensa y el castigo a lo que el cuerpo se opone, pero debido a que no está en contra de la naturaleza, ya que su trabajo es para su propio beneficio, la rosa en su corazón que se llama «Reino de los cielos», no se considera que sienta que hay espinas que la pinchan.

Por lo tanto, aunque Lo Lishmá (no por Su bien) es algo importante, esto se llama una simple «rosa», ya que no sufre pinchazos de las espinas. Por lo tanto, no tiene necesidad de rezarle al Creador para que lo ayude a sobreponerse. Naturalmente, él tampoco extiende la Kedushá desde arriba, por la cual recibirá ayuda de arriba. Por esta razón, se le llama una simple «rosa».

Pero «una rosa entre las espinas» es más fina que todas las otras rosas en el mundo, porque los pinchazos, es decir, los sufrimientos que sufre del malvado hacen que él reciba nuevas fuerzas de arriba cada vez, y así su alma crece. Es por eso por lo que es más fina que todas las rosas del mundo.

Resulta que, uno debe tener cuidado de no decir cuando ve que el malvado siempre acude a él con preguntas llamadas «Espinas», que pinchan la rosa en su corazón, no debería decir que esto es una señal de que no es digno de este trabajo de otorgamiento porque no es para él, ya que ve que no tiene la fuerza para vencer el mal.

Más bien, uno debería creer que cada persona tiene la fuerza para trabajar y lograr Dvekut (adhesión) con el Creador, como dicen nuestros sabios: «Uno siempre debe verse a sí mismo como mitad culpable, mitad inocente». Es decir, según la medida del bien dentro de él, también lo es la medida del mal. De lo contrario, una persona no puede someter el mal, ya que es mayor al bien. Debemos creer en lo que dijeron nuestros sabios, y esto es así precisamente para que uno pueda decidir el lado del mérito. Por lo tanto, siempre, en cualquier situación, el mal no tiene más poder que el bien dentro de él. Es por eso por lo que dijeron: «Si él realiza una Mitzvá, feliz es él, porque se ha sentenciado a sí mismo y al mundo entero al lado del mérito».

En consecuencia, debemos interpretar lo que está escrito: «Los ricos no darán más y los pobres no darán menos de medio shékel». Debemos entender lo que esto implica para nosotros en el trabajo. Debemos saber que se nos dio la elección, como está escrito: «He aquí, hoy he puesto ante ti la vida y el bien, la muerte y el mal; y tú elegirás la vida, para que tú y tus descendientes vivan».

Se sabe que elegir significa que uno puede decidir lo que es mejor para él. Esto se puede decir cuando ambos son iguales y él no sabe cuál elegir. En ese momento, se nos da el mandamiento de elegir, como dijeron nuestros sabios, que uno debe verse a sí mismo como: «Mitad culpable, mitad inocente», y luego podemos hablar sobre la elección.

Esto significa que quien ve que no está teniendo éxito en el trabajo y quiere escapar de la campaña, ya que ve que no puede trabajar en nombre de los cielos porque nació con peores cualidades que otros, y también ve que tiene un carácter débil y, por lo tanto, no tiene la fuerza para vencer al mal en él, el texto nos enseña acerca de esto de que uno no tiene más mal en él, sino de acuerdo con la medida del bien.

En otras palabras, si una persona ve que tiene un carácter débil o cualidades peores que otra persona, debe saber que el mal en él no tiene más poder que el bien en él; son siempre iguales, cincuenta y cincuenta. Por lo tanto, si ve que una persona tiene mejores cualidades que las suyas, no debería decir que al otro le es más fácil trabajar que a él, y es por eso por lo que la otra persona está trabajando. Más bien, uno debe saber que cada persona tiene mal según la medida del bien que tiene. Por lo tanto, si el otro tiene mejores cualidades, también tiene peores cualidades que el otro, ya que lo malo y lo bueno siempre tienen la misma fuerza.

El versículo dice acerca de esto: «Los ricos no darán más y los pobres no darán menos de medio shékel, al dar una donación al Creador para hacer expiación por sus almas». «El rico» significa que incluso si uno es rico en conocimiento y buenas cualidades, no dará más de medio shékel porque «medio» significa una carencia, lo que uno da como una contribución al Creador, para que Él satisfaga su carencia, como se dijo: «Una plegaria hace la mitad». No puede decir que da más fuerzas que la mitad al tener buenas cualidades; sino exactamente la mitad, precisamente por la razón anterior de que, correspondiente al bien que tiene, también tiene más mal que otra persona. Entonces se deduce, que uno nunca da más de la mitad.

Asimismo, «Los pobres no darán menos». Esto significa que quien es pobre en conocimiento y en buenos atributos, que prevalece y no escapa de la campaña, el Creador lo ayuda. Él tampoco debería decir que hace menos esfuerzos que otra persona, ya que ve que tiene poco conocimiento. Por lo tanto, cuando el Creador lo ayuda y lo acerca a Él, no debe decir que ha dado menos de la mitad de las fuerzas del trabajo para sobreponerse al mal en él. Más bien, él también dio la mitad, ya que el mal en él tampoco era tan poderoso como para decir que el llenado era más que la falta de fuerzas en el mal.

Más bien, siempre es cincuenta y cincuenta, como está escrito: «Los pobres no darán menos de medio shékel». Es decir, lo bueno y lo malo siempre son iguales. Por lo tanto, una persona no puede decir que es incapaz de hacer este trabajo, ya que debería dar más fuerzas que otros. Más bien, una persona nunca da más de medio shékel.

Este es el significado de lo que está escrito: «Dar una contribución al Creador». Es decir, la contribución que uno debe dar al Creador es solo la mitad, lo que significa, la carencia de una persona que siente que el Creador ayudará al dar el llenado. ¿Qué es el llenado? Respuesta: El llenado es siempre lo que una persona necesita. Por lo tanto, cuando uno comienza el trabajo, debe obtener una carencia para que el Creador lo ayude a tener el deseo de otorgar, ya que este es el lo principal del trabajo, obtener este deseo.

Resulta que, la mitad significa la necesidad del asunto, sentir cuánto necesita obtener este deseo, es decir, obtener sufrimientos al no tener el deseo de otorgar, es decir, conocer la pérdida al no tener el deseo de otorgar. En la medida en que sabe lo que está perdiendo, puede sentir lo feliz que sería si tuviera el deseo de otorgar.

Con esto obtiene la mitad de una cosa, es decir, el Kli (vasija) para que el Creador satisfaga su carencia al darle desde arriba una segunda naturaleza llamada «Deseo de otorgar». Este es el significado de lo que está escrito: «Medio shékel, para dar una contribución al Creador». En otras palabras, una persona debe saber que solo puede dar la mitad, como en: «Una plegaria hace la mitad». Uno debe saber que no puede dar un shékel completo, que es la luz y el Kli, lo que significa la necesidad del deseo de otorgar, y poder hacer todo con el fin de otorgar por sí mismo.

Más bien, el medio shékel pertenece al trabajo del hombre, para dar solo la carencia; mientras que el llenado pertenece al Creador. Este es el significado de lo que está escrito: «Ve a dar una contribución al Creador para hacer expiación por sus almas». En otras palabras, al dar una contribución al Creador, que es la mitad, el Creador da la otra mitad, llamada «Deseo de otorgar», que es la segunda naturaleza, y por eso una persona hace expiación por su alma, al ser capaz de hacer todo en nombre de los cielos.

Por lo tanto, después de que es recompensado con el Creador dando el deseo de otorgar, uno es recompensado con una fe permanente, como está escrito («Introducción del Libro El Zóhar», Punto 138): Que debemos estar agradecidos al Creador porque nos recompensa al acercarnos a Él. Así es como está escrito (Salmos 68: 33-34): «¡Reinos de la tierra, canten a Elokim! Canten alabanzas al Creador (Adni), Sela, a Quien cabalga sobre los eternos cielos! ¡Él hace resonar Su voz, poderosa voz!».

Debemos interpretar que los «Reinos de la tierra» son aquellos que han sido recompensados con la fe llamada Maljut, y la cualidad de «Tierra». «Canten a Elokim», deberían cantar para el Creador otorgándoles la cualidad de fe. Además, Maljut se llama Adni, como está escrito: «Canten alabanzas al Creador (Adni), Sela, a Quien cabalga sobre los eternos cielos! ¡Él hace resonar Su voz, poderosa voz!».

Debemos entender por qué deben cantarle al Creador y agradecerle. ¿Necesita el Creador carne y sangre para agradecerle? La respuesta es, que los seres creados deben saber que todo lo que tienen es lo que el Creador les dio para lograr así el amor del Creador. A través del amor al Creador, siempre estarán en Dvekut con el Creador, tal como está escrito («Introducción del Libro El Zóhar», Punto 138): Para que luego lo alcancen a Él como haciendo el bien. Y si no lo alcanzan como haciendo el bien, entonces deben estar bajo el gobierno de la herejía, ya que: «Es una ley que la criatura no pueda recibir el mal revelado de Él, porque es un defecto en la gloria del Creador que la criatura lo perciba como un malhechor, ya que es impropio del Operador Completo».

Este es el significado de lo que está escrito: «Hablará con Su voz, poderosa voz». En otras palabras, las criaturas deben cantar y agradecer por permitirles escuchar la voz del Creador. Es decir, al sentir que el Creador les ha dado la cualidad de Maljut, llamada «Fe permanente», al sentir que proviene del Creador, esto les agrega el amor del Creador, como está escrito: «Hablará con Su voz». ¿Y qué dirá con Su voz? Respuesta: «Una poderosa voz». El Radak interpretó, que hablará contra los enemigos con Su voz, que es una poderosa voz. Se sabe que en el trabajo, los enemigos son el deseo de recibir que se despierta cada vez para recibir con el fin de recibir. Son los enemigos del hombre porque impiden que una persona reciba el deleite y placer.

Por lo tanto, uno debería creer que el hecho de haber sido recompensado con la fe en el Creador proviene del Creador. Con esto, es recompensado con la voz del Creador que somete a los enemigos, lo que significa que el deseo de recibir se rinde y en su lugar viene el deseo de otorgar, y ahora quiere trabajar en nombre de los cielos. Esto proviene de la voz del Creador, como está escrito: «La voz del Creador es poderosa» (Salmos 29: 4). Debemos interpretar que la voz del Creador le da poder al hombre para someter a los enemigos.

Este es el significado de lo que está escrito (allí): «Den fuerza a Elokim». El Radak interpreta «Den fuerza», con palabras. Denle la fuerza ya que Su fuerza ha hecho tu venganza contra los enemigos, y no con la propia fuerza de ustedes.

Debemos interpretar sus palabras: «Con palabras», es decir, que dijeron que todo el vigor de la fuerza, solo el Creador lo hizo. Es decir, el hecho de que ustedes ven que sus enemigos, esto es, que el deseo de recibir se ha rendido ante ustedes, no es la fuerza del hombre; sino solo la fuerza del Creador. Esto es como dice Radak: «Su fuerza ha hecho venganza contra los enemigos; y no con la propia fuerza de ustedes».

Este es el significado de lo que está escrito: «Sobre Israel, Su orgullo y Su fuerza están en los cielos». Como dice Radak: «El orgullo y la grandeza del Creador se ven y se hacen evidentes sobre Israel, ya que Él lucha contra los enemigos por ellos con orgullo y fuerza». Es como dice El Zóhar: «Dado que el Creador quiso sacar la rosa y recolectarla de entre ellos, las espinas se secaron y fueron consideradas como nada». Es decir, lo hizo por el poder del Creador, lo que significa que sometió a todos los enemigos. En otras palabras, el hecho de que el deseo de recibir se rindió y ahora el deseo de otorgar gobierna a la persona, esto es «Sobre Israel, Su orgullo».

En otras palabras, el orgullo y la grandeza del Creador se ve y se manifiesta sobre Israel, lo que significa que el deseo de otorgar controla, y esto no proviene del poder del hombre; sino del poder del Creador. Esto significa que es evidente que vino del Creador en el sentido de que Su ayuda es, ser recompensado con una mayor luz cada vez, que Su ayuda, dice El Zóhar, es como «Un alma nueva». Por lo tanto, ahora es evidente que vino del Creador.

Deberíamos interpretar la razón por la cual una persona no puede lograr las vasijas de otorgamiento por sus propias fuerzas. La respuesta es que si una persona pudiera lograr vasijas de otorgamiento por sí misma, se contentaría con poco y se sentiría como un ser humano completo. Permanecería en su Katnut (pequeñez), ya que no tendría necesidad de seguir adelante porque realmente está haciendo todo en nombre de los cielos.

Existe una regla de que no hay luz sin un Kli, es decir, necesidad. Pero cuando una persona por sí misma no puede obtener vasijas de otorgamiento y debe pedirle ayuda al Creador, la persona necesita Su ayuda. Con esto, recibe del Creador una nueva ayuda cada vez, y toda su ayuda es parte de su alma. Por medio de esto, es recompensado con recibir el NaRaNJaY (Néfesh, Rúaj, Neshamá, Jayá, Yejidá) en la raíz de su alma.

Uno debe ser cauto para asumir el yugo del reino de los cielos incondicionalmente. Esto se llama «Rendición incondicional». Es decir, uno no necesita decir: «Si el Creador me da un buen gusto en la Torá y la plegaria, podré hacer el trabajo sagrado. De lo contrario, no puedo ser un sirviente del Creador».

Así es como está escrito en El Zóhar (Truma, Punto 710), y aprendimos que este es el significado del verso: «“Levanta una canción para Aquel que cabalga por las praderas”, que son Nétzaj y Hod, que son muslos. No dan fruto, todo es como los sauces en la rama de la palmera».

Se sabe que los sauces en el Lulav (rama de palmera usada en Sucot) implican que el trabajo debe hacerse a la manera de los sauces. Aunque los sauces no tienen sabor ni olor, como dijo Baal HaSulam de lo que está escrito (en Hoshaná): «Para entretenerte con los sauces del arroyo». Es decir, incluso si no siente sabor en el trabajo, y es como los sauces del arroyo sin sabor ni olor durante el trabajo, deben ser para el hombre como grandes entretenimientos. A esto se le llama «Rendición incondicional», y este es el significado de lo que está escrito: «Regocíjate ante Él», es decir, sé feliz como si tuvieras grandes logros. Este es el significado del entretenimiento ante el Creador, y así debemos creer.