Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
¿Qué significa «Porque Yo endurecí su corazón», en el trabajo?
Artículo 17, 1991
Deberíamos preguntar sobre el versículo: «Porque Yo endurecí su corazón», ¿por qué no está escrito que el Creador endureció el corazón del Faraón desde el principio, y por qué vemos que sólo después de que el Faraón admitió y dijo: «El Señor es el justo, y yo y mi pueblo somos los malvados» es cuando el versículo dice: «Porque Yo endurecí su corazón». Además, todos los intérpretes preguntan: ¿Por qué el Creador le quitó al Faraón la elección?
Se sabe que el orden del trabajo es que comenzamos a trabajar para recibir una recompensa. En la medida en que el cuerpo escuche que será recompensado, y si no recibirá sufrimientos, esto lleva a una persona a trabajar en la observación de la Torá y las Mitzvot (preceptos). Es decir, en la medida en que él cree en la recompensa y el castigo, recibe combustible para poder observar la Torá y las Mitzvot en todos sus detalles y precisiones.
De esta manera, la persona ve que avanza cada día y, por lo tanto, disfruta de su trabajo, ya que ve progreso en el trabajo. Esto ocurre según la regla de que uno no puede hacer ningún trabajo a menos que vea progreso en dicho trabajo. Es como cuando una persona que aprende una profesión ve que no está avanzando en esta profesión, y por lo que busca algo más que hacer, un trabajo más fácil para él. Pero, sin progreso, es imposible hacer nada. Esto se deriva de la cuestión: «Que Dios ha creado para hacer». Por esta razón, debe haber progreso en todo.
Esto es como el caballo que da vueltas a las muelas de la tahona y camina en círculos todo el día. Realmente camina constantemente en el mismo lugar, sus ojos deben estar cubiertos para que no vea la verdad, y así pensará que está caminando a un lugar diferente cada vez. Es decir, incluso los animales deben ver el progreso en lo que hacen, y cualquier progreso en el trabajo sólo se ve cuando trabajamos con el fin de recibir un premio.
Pero, cuando comenzamos a trabajar con el fin de otorgar, cuando queremos lograr Dvekut (adhesión) con el Creador, esto es, la equivalencia de forma, la persona no puede mirar las acciones que hace. Es decir, aunque ve que ahora está haciendo más acciones de lo que hizo mientras trabajaba con el fin de recibir una recompensa, resulta que ahora tiene una medida diferente, y es en qué medida dirige sus acciones sean con el fin de otorgar y no por su propio beneficio. En ese momento, ve que está muy lejos de eso. Y, aunque tiene muchos ascensos, lo cual significa que asciende en su grado, y ahora quiere hacer todo en beneficio del Creador, esto ocurre sólo porque ha recibido un despertar desde arriba. Entonces él quiere anularse a Él, como la naturaleza de una «vela ante una antorcha».
Pero, después, él desciende de este estado y cae una vez más en el amor propio. Luego ve que ha empeorado; es decir, él ve que cada vez está más lejos del trabajo de otorgamiento, hasta el punto de que muchas veces llega a un estado de «dudar sobre el comienzo».
La persona se pregunta: «¿Por qué cuando trabajé para recibir una recompensa, tenía sabor en el trabajo y recé y aprendí de buena gana?, pero una vez que quiere hacer más esfuerzos de los que hizo mientras trabajaba con el fin de recibir recompensa, él ve que no tiene el sabor que tenía entonces. La persona se pregunta: «Ahora que quiero trabajar en nombre de los cielos, es lógico pensar que debería haber sentido más cercanía que mientras estaba trabajando por mi propio beneficio, ¡pero ahora veo lo contrario! ¡No sólo no estoy avanzando en el trabajo, sino que estoy retrocediendo!»
La respuesta es, como dijo Baal HaSulam, que uno debe creer que todo lo que siente ahora, cuando está más lejos del Creador, proviene de lo alto. Es decir, es el endurecimiento del corazón lo que nos da el Creador para que uno descubra la verdadera carencia, lo que significa sentir que, sin la ayuda del Creador, no puede salir del control del deseo de recibir para su propio beneficio, sino que sólo el mismo Creador nos puede ayudar. Es decir, así como el Creador le dio la naturaleza del deseo de recibir para sí mismo, ahora debería darle una segunda naturaleza llamada «deseo de otorgar», ya que no hay Luz sin un Kli (vasija), que se llama «carencia». Es decir, la carencia le da el sabor al llenado.
Por lo tanto, si se le da un llenado a una persona, pero no tiene carencia por ello, no puede probar el verdadero sabor del llenado. Si se le da el llenado antes de que le falte, no podrá usar el llenado, para extraer del llenado lo que contiene. Resulta que, la carencia es parte del llenado, ya que uno sin el otro no funciona. De ello se resulta que a medida que se le da un llenado desde arriba, también se le debe dar una carencia. Resulta que cuando una persona ve que ahora está más lejos del trabajo de otorgamiento, se le da esto desde arriba, porque la carencia es parte del llenado. Por lo tanto, así como el superior da el llenado, también da la carencia.
Con esto podemos interpretar las dos preguntas que hicimos:
1) ¿Por qué específicamente después de que el Faraón dijo: «El Señor es el justo, y yo y mi pueblo somos los malvados», fue cuando el Creador endureció su corazón, y no antes?
2) ¿Por qué le quitó la elección, como está escrito: «Porque Yo endurecí su corazón»?
La respuesta es que al principio, al comenzar el trabajo, uno debe ver que todo depende de él. Esto es así mientras él esté trabajando con el fin de recibir recompensa. En ese momento, la persona puede decir: «El Señor es el justo, y yo y mi pueblo somos los malvados». Por lo tanto, cuando uno quiere trabajar con el fin de otorgar, es decir, para lograr Dvekut con el Creador, debe ver la verdad: esto no está en manos del hombre, ya que va contra la naturaleza con la que nació. Sólo el Creador puede darle una segunda naturaleza: pero sin carencia, no hay un sabor verdadero en el llenado. Por lo tanto, el Creador da el endurecimiento del corazón para que la persona sienta la carencia por completo.
Esto explica por qué solo después el Creador endureció su corazón, es decir, después de que comenzó a trabajar en nombre de los cielos y no antes. Además, ¿por qué necesitaba el endurecimiento del corazón? Es por otra razón, que si no sienten la verdadera carencia, no pueden recibir el verdadero llenado, ya que no hay Luz sin un Kli. Resulta que el endurecimiento del corazón no fue en detrimento de él, para alejarlo del Creador. Por el contrario, el endurecimiento del corazón fue para hacerlo llegar a la Dvekut con el Creador. Por lo tanto, vemos que también la carencia que siente la persona cuando está alejada del Creador, le viene de arriba y no por parte del despertar de la persona.
Mediante esto podemos interpretar lo que nuestros sabios dijeron (Avot 2:5): «En un lugar donde no hay hombres, trata de ser un hombre». Debemos interpretar esto en la manera del trabajo. Cuando uno comienza el trabajo, comienza para recibir una recompensa. Luego, ve que no hay hombres aquí, ya que en el trabajo, aprendemos todo en una sola persona. De ello resulta que entonces él vio que no había cualidad de hombre en su corazón, sino todas las aspiraciones en su corazón son solo de bestias que no conocen nada más que su propio beneficio. Y entonces piensa en sí mismo, ¿cómo se puede decir así sobre el pueblo elegido?, como está escrito: «Nos has elegido entre todas las naciones; Nos has amado», ¿que no hay nada más que el deseo de una bestia en el corazón del pueblo elegido? Nuestros sabios dijeron sobre esto: «En un lugar donde ves que no hay hombres en tu corazón, no mires cómo se comporta el resto de las personas. Más bien, trata de ser un hombre».
En otras palabras, dado que has llegado a ver la verdad, uno debe ser hombre y no una bestia, aunque el resto de la gente no haya logrado esta conciencia, ya que no hay hombres en sus corazones, porque no han recibido este conocimiento, es una señal de que todavía no pertenecen al trabajo del individuo, que es el trabajo de otorgamiento. Este es el significado de las palabras: «En un lugar», que significa en un lugar donde llega el conocimiento de que «no hay hombres», lo cual significa que esta persona que recibió este conocimiento debe tratar de ser un hombre y no una bestia.
Por lo tanto, en general, el hombre siente que está completo. Él ora, aprende Torá y observa las Mitzvot. Él piensa que sólo debe aumentar la cantidad, pero en términos de la calidad del trabajo, no tiene nada que examinar porque cree que, seguramente, está haciendo todo en nombre de los cielos.
Por lo tanto, resulta que cuando uno siente que tiene una carencia, que está inmerso en el amor propio y que está lejos del asunto del otorgamiento, esto no proviene de la persona, sino que es un despertar desde arriba. Es decir, desde arriba, le notificaron su verdadero estado, que está alejado del Creador y no quiere anularse ante Él. Es decir, cuando uno siente su propia bajeza, debe creer que le vino de la Kedushá (Santidad). Esto es similar a lo que está escrito sobre Moshé (Éxodo 2: 11-12): «Salió a por sus hermanos y vio su sufrimiento, y vio a un hombre egipcio golpeando a un hombre hebreo, uno de sus hermanos, y vio que no había ningún hombre».
En el trabajo, debemos interpretar que, precisamente, cuando una persona tiene la cualidad de Moshé, llamada «Torá», puede ver cómo un hombre egipcio, -lo cual significa el deseo de recibir para sí mismo-, dice que se llama «un hombre» y con esta fuerza, llamada «Torá», ve que golpea al hombre hebreo. Es decir, para el hebreo, un «hombre» es aquel que no hace una acción de bestia, lo cual significa que un hombre es uno que no usa los deseos de las bestias, como está escrito: «Y vio que no había ningún hombre», y esto significa que «un hombre» nunca emergerá de él por sí mismo. Esto es así porque esa persona tiene la cualidad de Moshé, que es la cualidad de «pastor fiel» (que pastorea la fe para todo Israel), y esa fuerza despierta a la persona para que vea la verdad, que nunca logrará la cualidad del «hombre» por sí mismo. Este es el significado del versículo: «Y vio que no había ningún hombre». Esto le hace pedirle al Creador que le dé el discernimiento de la fe en el Creador, con lo cual logrará Dvekut en el Creador.
Sin embargo, una vez que uno ha sido recompensado con la fe, todavía está incompleto, porque aunque ahora se le llama «hombre» y no «una bestia», también debe alcanzar la cualidad de la Torá, porque, específicamente a través de la Torá, es que el hombre logra su completitud, ya que debe alcanzar el estado de «la Torá, el Creador e Israel son uno». Esto se llama «la cualidad de hablante», como está escrito sobre Moshé, quien dijo: «Y Moshé dijo al Señor: “Por favor, Señor, no soy un hombre de palabras”».
En el trabajo, debemos interpretar que él pidió que no era suficiente que él ya estuviera en la cualidad de «hombre», sino que además quería ser un «hombre de palabras», para ser recompensado con la cualidad de «hablante», llamada discernimiento de la «Torá», porque específicamente, la cualidad de «hablar», que es la Torá, se considera como completitud.
Sin embargo, no debemos olvidar que en el trabajo, está la cuestión de la «derecha», que es lo contrario de la «izquierda». Es decir, al igual que en el camino de la «izquierda», cuantas más carencias ve en él, mejor, ya que una carencia se llama «un Kli (vasija)», por lo que una carencia mayor significa un Kli más grande. Lo mismo es cierto para la «derecha»: cuanto más completo se siente, más grande es su Kli. Es decir, cuanto más ve la persona que está llena de carencias, mayor es la plegaria que puede dar, en comparación con alguien que no posee tantas carencias y cuya plegaria, por lo tanto, no es del fondo del corazón. Así, específicamente, la carencia determina la medida de la plegaria.
Además, el camino de la derecha es considerado como que la persona debe sentir que hay completitud. Aquí, también, en la medida en que siente la completitud, en esa medida también puede agradecer al Creador. Es decir, la completitud en la que uno se encuentra determina la medida de la gratitud al Creador. Por lo tanto, la persona debe buscar consejo sobre cómo ver que tiene completitud. Sin embargo, debe ver que su completitud no se basa en la falsedad. Deberíamos preguntar, si una persona ve que no tiene necesidad de espiritualidad y está inmersa en el amor propio, ¿cómo puede decirse a sí mismo que tiene completitud?
Primero, debemos apreciar la conexión que tenemos con el Creador, lo que significa que uno debe creer que en el estado en el que uno siente que está vacío y le falta todo, cuando siente en su corazón que no tiene necesidad de espiritualidad, ¿quién le dio esa sensación? Por lo general, la persona se preocupa por lo que le falta y no le preocupa lo que no le falta. Por lo tanto, deberíamos preguntar: ¿Quién le dio ahora la preocupación por lo que no le falta?
La respuesta es que, en verdad, él tiene un deseo interno, le falta cercanía con el Creador, pero esa carencia aún no se revela dentro de él hasta el punto de que necesitará buscar consejo para satisfacer su carencia. Por esta razón, el hombre debería estar contento de que al menos tenga una carencia por la espiritualidad, mientras que el resto de la gente no tiene ningún interés en la espiritualidad.
Cuando la persona aprecia esto, aunque no es algo importante para él, lo aprecia y trata de agradecerle al Creador por esto. Ello hace que adquiera importancia para la espiritualidad, y mediante esto la persona puede estar alegre. Por medio de esto, uno puede ser recompensado con Dvekut, ya que, como dijo Baal HaSulam: «El bendito se adhiere al Bendito». En otras palabras, cuando una persona está alegre y agradece al Creador, siente que el Creador lo ha bendecido al dar le un poco de Kedushá, luego «El bendito se adhiere al Bendito». A través de esta completitud, uno puede alcanzar la verdadera Dvekut.
Baal HaSulam dijo que el hombre debe representarse a sí mismo, incluso cuando está en absoluta bajeza, cuando piensa que si el Creador le hubiera iluminado con un gran despertar, como alguna vez sintió durante el ascenso, ciertamente estaría dispuesto a hacer el trabajo sagrado. Pero ahora que no siente nada, ¿cómo puede engañarse a sí mismo que tiene completitud? En ese momento, debe creer en la fe de los sabios, quienes nos dijeron que uno debe representarse a sí mismo como si ya hubiera sido recompensado con sentir la existencia del Creador en todos sus órganos, y pensando en cómo agradecería y alabaría al Creador. Del mismo modo, ahora debería agradecer y alabar al Creador como si ya hubiera sido recompensado con la completitud verdadera.