Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
¿Qué significa que la bendición del hombre es la bendición de los hijos, en el trabajo?
Artículo 14, 1991
Está escrito en El Zóhar (VaYeji, Puntos 371-372): «Él pregunta sobre el versículo: “Y bendijo a Yosef y dijo: ‘Bendeciré a los muchachos’’’». Deberíamos mirar este versículo, ya que dice: «Y bendijo Et (a) Yosef», pero no encontramos ninguna bendición para Yosef aquí, que bendiga a Yosef; sino a sus hijos. Él responde: «Rabí Yosi dijo: “Et” es precisamente eso, ya que Et implica Maljut». Está escrito: «Bendijo Et (a) Yosef», que es la bendición de sus hijos, ya que sus hijos, Menashé y Efraim son considerados como Maljut, que se llama Et. Y cuando sus hijos son bendecidos, él es bendecido primero. Por eso también escribe Yosef, ya que los hijos de un hombre son su bendición.
Debemos entender que significa: si los hijos son bendecidos, Yosef también es bendecido en el trabajo. ¿Qué nos dice esto?
Se sabe que todo nuestro trabajo es que debemos lograr la adhesión (Dvekut) con el Creador, que es la equivalencia de forma, es decir, otorgar tal como el Creador otorga a los inferiores. Por eso, nos dieron el trabajo en la Torá y las Mitzvot (preceptos) para hacerlo con el fin de otorgar. Por medio de esto, uno se corrige en la raíz de su alma que es Maljut de Atzilut, que se considera el conjunto de Israel. Es por eso por lo que Maljut se llama «La congregación de Israel», ya que todas las almas provienen de ella.
Por lo tanto, en la medida en que hacen acciones de otorgar, hacen que Maljut que se llama Shejiná (Divinidad), se unifique con el Creador, llamado ZA o Yesod de ZA, porque Yesod es llamado «Justo», quien otorga a Maljut. Sin embargo, cuando Maljut está recibiendo para sí misma, no tiene equivalencia con el Dador llamado «Creador», y esto se considera que la Shejiná está lejos del Creador debido a la disparidad de forma. Esto se considera que el Creador no puede otorgar a Maljut; y de por sí las almas no tienen abundancia.
Cuando el Creador no puede otorgar a los inferiores debido a la disparidad de forma entre ellos, esto se llama «La aflicción de la Shejiná», es decir, desde la perspectiva del receptor, ella no puede recibir abundancia porque si recibe abundancia para los inferiores, todo irá a las Klipot (cáscaras), llamadas «Recibir con el fin de recibir». También se le llama «Aflicción» desde la perspectiva del Dador porque el pensamiento de la creación es hacer el bien a Sus creaciones, pero ahora no puede darles el deleite y placer porque todo lo que las criaturas reciban irá a las Klipot.
Por lo tanto, el Dador lamenta no poder dar, como una madre que quiere alimentar a su bebé pero el bebé está enfermo y no puede comer, en ese momento, hay aflicción por parte del Dador. En palabras del Zóhar, esto se considera que hay aflicción arriba porque no puede haber unificación, lo que significa que el Dador le da abundancia al receptor. El Dador de abundancia para los inferiores se llama Maljut, quien recibe abundancia de ZA. En palabras de nuestros sabios, esto se llama «Israel sustenta a su padre en el cielo». ¿Cuál es el sustento? Es que Israel se cualifican para ser merecedores de recibir abundancia. Este es Suh sustento, ya que este es el propósito de la creación, que es hacer el bien a Sus creaciones.
Por lo tanto, cuando los inferiores se dedican a la Torá y las Mitzvot con la intención de otorgar, provocan la unificación superior, lo que significa que Maljut también recibe la abundancia para los inferiores y se convierte en un dador. Esto se llama la «Unificación del Creador y la Shejiná». Es decir, hay satisfacción arriba porque los inferiores hacen que la abundancia se imparta hacia abajo.
Pero si los inferiores no trabajan con la intención de otorgar, causan la aflicción de la Shejiná, es decir, hay aflicción arriba de que Maljut, que se llama Shejiná, no pueda otorgar deleite y placer a las criaturas.
Sin embargo, debemos hacer dos discernimientos sobre la aflicción de la Shejiná. Debemos discernir que hay aflicción desde la perspectiva del Dador, llamado «Creador», y existe la aflicción de la Shejiná que se llama «La madre de los hijos», es decir, «la congregación de Israel», quien engendró las almas de Israel.
Además, atribuimos a Maljut la entrega de vitalidad a las Klipot (cáscaras), como está escrito: «Y sus piernas caen a la muerte». El significado de «Sus piernas» es Maljut en su extremo, que se llama «Piernas». Ella desciende para impartir vitalidad a las Klipot, que se llaman «Muerte» para sostenerlas, de lo contrario, las Klipot no existirían. Ya que las Klipot son necesarias como está escrito: «Y el Creador lo hizo para que le temieran», Maljut las sostiene solo para que persistan, es decir, la cantidad que les permite existir.
Esto también se llama «Luz delgada», para que puedan existir. Es decir, vemos que hay placer en el mundo corporal y que todo el mundo persigue este placer para obtenerlo. En general, este placer está revestido de tres cosas llamadas «envidia», «pasión» y «honor». Si no fuera por la luz tenue allí, que coloca el placer dentro de estas cosas corporales, ¿quién podría existir en el mundo? ya que, sin placer es imposible vivir, porque el propósito de la creación fue con el objetivo de hacer el bien a Sus creaciones. Por lo tanto, sin deleite y placer; es imposible vivir.
Sin embargo, debemos entender por qué se llama «La aflicción de la Shejiná», ya que el Creador creó el mundo para hacer el bien a Sus creaciones. Por lo tanto, debería haberse llamado «La aflicción del Creador». Esto es, que el hecho de que las criaturas no se dediquen a la Torá y las Mitzvot con el fin de otorgar, hacen que el Creador no pueda otorgar, por lo que la aflicción debe atribuirse al Creador; no a la Shejiná que se llama Maljut.
Baal HaSulam dijo: ¿Cuál es la diferencia entre el Creador y la Shejiná?, dijo que es una sola cosa. Es como dice El Zóhar: «Él es Shojén (morador) y ella es Shejiná». Esto significa que ambos nombres son una sola cosa, pero son luz y Kli (vasija). Es decir, el lugar donde se revela el Shojén se llama Shejiná. Por lo tanto, son una sola cosa, pero donde la luz no se puede revelar debido a la disparidad de forma entre la luz y el Kli, se considera que la Shejiná donde se debe revelar el Shojén, es carente.
Por esta razón lo atribuimos a la Shejiná, ya que el Shojén no se puede revelar a los inferiores debido a la disparidad de forma. Y dado que estamos hablando solo desde la perspectiva de los Kelim (vasijas), llamamos al exilio «Shejiná en el polvo», «Shejiná en el exilio», ya que estamos hablando desde la perspectiva de los Kelim y no desde la perspectiva de las luces. Es por eso por lo que se llama «La aflicción de la Shejiná» como si sufriera de su incapacidad para otorgar a los inferiores. Pero si elaboramos los detalles, deberíamos decir que también hay aflicción aquí por parte del Dador, a quien se llama «Dador a los inferiores». Pero cuando hablamos desde la perspectiva de los Kelim, lo llamamos «La aflicción de la Shejiná».
De acuerdo con lo anterior, para que haya contento arriba porque «Él habló y se hizo Su voluntad», significa que para que Su deseo de hacer el bien a Sus creaciones se lleve a cabo, es decir, que las criaturas reciban de Él deleite y placer que es la alegría que los seres creados causan arriba, como dijeron nuestros sabios: «Nunca ha habido tanta alegría ante Él como en el día en que se crearon el cielo y la tierra», cuando las criaturas caminan en el camino recto, cuando todas sus acciones son para dar contento a su Hacedor, hacen que Maljut, que es la raíz de las almas, que sea con el fin de otorgar lo que recibe para las almas, para que estén cualificados para recibir con el fin de otorgar. Esto se considera que las criaturas causan la unificación del Creador y Su Shejiná.
Por medio de esto la abundancia se otorga a los inferiores, porque la abundancia que se extiende es con el propósito de la corrección, es decir, a través de la recepción, en la manera que está en equivalencia de forma hay placer arriba, ya que durante la recepción de la abundancia no hay vergüenza allí debido a la corrección que reciben con el fin de otorgar.
De acuerdo con lo anterior, entenderemos lo que preguntamos: ¿Qué es «La bendición de un hombre es la bendición de los hijos»? Cuando los hijos, es decir, los seres creados que se llaman «Los hijos del Creador», reciben la abundancia en la corrección de una bendición, esto es, que desean recibir solo porque desean dar contento al Creador, porque «Bendición» significa otorgamiento, que es Jésed (bondad), que significa otorgar, como está escrito en El Zóhar («Introducción del Libro El Zóhar», Punto 37): Que la letra Bet es Jésed indicando la bendición de Jasadim, que es el palacio de Jojmá que está incluido en la Bet.
Resulta que, los hijos que participan en la bendición, esto es, que se dedican con el fin de otorgar, hacen que Maljut se conecte con ZA. Esto se llama «La unificación del Creador con Su Shejiná». A partir de esta unificación también pueden otorgar arriba, ya que los hijos se dedican al otorgamiento. Esto hace que la bendición en la raíz arriba sea llevada abajo, a los hijos, y esto se considera que el pueblo de Israel recibe la abundancia de su padre en el cielo.
Está escrito en El Zóhar (Bereshit Punto 131): «La razón por la cual los grandes Mojin de Shabat son llamados “Herencia”, es porque todos los Mojin que los hijos de Israel reciben de su padre en el cielo es por un despertar desde abajo, como se dice: “Me esforcé y encontré, créelo”. Es como la gente que compra posesiones en este mundo, cuanto mayor es la posesión, mayor debe ser el esfuerzo que dan por ella. Pero las luces de Shabat no requieren ningún esfuerzo».
La razón por la cual las luces de Shabat no requieren esfuerzo, es que Shabat es el propósito del cielo y la tierra, como si fuera el final de la corrección cuando todo se corrija. Por lo tanto, antes de Shabat están los seis días de la semana, que implican los seis mil años, que son de trabajo, hasta que logremos el final de la corrección. Del mismo modo, están los seis días hábiles, que es el tiempo de trabajo, y Shabat es el descanso.
Es por eso que nuestros sabios dijeron (Avoda Zarah 3): «El que no se esforzó en la víspera de Shabat, ¿Qué comerá en Shabat?».
Resulta que, el esfuerzo por salir del control del amor propio y ser recompensado con vasijas de otorgamiento, que es una bendición, por esto hay contento arriba, en el sentido de que pueden otorgar a los hijos.
Ahora podemos entender lo que El Zóhar responde sobre lo que está escrito: «Él bendijo a Yosef», y no encontramos una bendición aquí que bendijera a Yosef, sino a sus hijos. Él explica que cuando sus hijos son bendecidos, él es bendecido, es por eso que está escrito «Yosef», ya que «Los hijos del hombre son su bendición», es decir, Yosef se llama «Dador», y sus «Hijos», explica El Zóhar, «Sus hijos, Menashe y Efraím, son considerados como Maljut que se llama Et».
Esto significa que Maljut se llama Et, porque contiene todas las letras desde Álef hasta la Tav, porque las letras se llaman Kelim, y los receptores de la abundancia se llaman «Sus hijos» ya que ella recibe para los seres creados. De ello se deduce, que al ser bendecidos sus hijos, él también es bendecido. Es decir, el dador que es Yosef llamado Yesod le da a Maljut, cuando Maljut puede recibir para los hijos. En ese momento, Maljut se llama «La madre de los hijos se alegra, Aleluya».
Cuando los inferiores se dedican a la Torá y las Mitzvot con el fin de otorgar, hacen que la raíz de su alma que es Maljut se iguale en forma con el Dador. Esto se llama «Unificación». En ese momento, la abundancia se imparte a los inferiores, por lo tanto, hacen que Maljut pueda recibir abundancia para ellos y por esto, Maljut se llama «La madre de los hijos se alegra».
Halelu-KoH (Aleluya) significa Halelu (alabanza), Yod-Hey (el Creador) se llaman Jojmá y Biná que dan la abundancia a la cualidad de Yosef, y de Yosef que es Yesod, a Maljut, que se llama Et. Este es el significado de lo que está escrito: «Él bendijo a Yosef», y este es el significado de «La bendición del hombre son sus hijos». Si los hijos son bendecidos, se considera una bendición para el hombre cuando puede otorgar deleite y placer.
Sin embargo, este trabajo para que todas sus acciones sean con el fin de otorgar, es un trabajo duro, ya que todos los órganos del cuerpo se oponen a eso. Esto va en contra de la naturaleza del hombre, que fue creado con el deseo de recibir para su propio beneficio. Este es el significado de lo que está escrito (Salmos 22:7): «Pero yo, soy cual gusano y no un hombre, vergüenza de la humanidad y afrenta de la gente».
Debemos interpretar que «Yo» se refiere a «Yo soy el Creador tu Dios», que esta cualidad en él es como un gusano, significando que es tan débil como un gusano, «Y no un hombre», es decir, que cuando quiero adherirme a «Yo soy el Creador tu Dios», dicen que es impropio de una persona inteligente y razonable ir por encima de la razón, esto es adecuado para una persona insana.
«Una desgracia del hombre», es el trabajo de fe por encima de la razón, esto es una desgracia para una persona que piensa que el propósito principal del hombre es adherirse a «Yo soy el Creador tu Dios». En otras palabras, querer ser recompensado con «Yo» siendo como «El Creador tu Dios», significa que será recompensado personalmente, y esto se llama «tu Dios». En ese momento, maldicen y blasfeman, lo que significa que dicen que este trabajo pertenece a los ángeles; no a las personas, que es una vergüenza para una persona querer hacer esto a pesar de que él les dice: «Pero ustedes ven que muchas personas están caminando en el camino hacia la recompensa de que el Creador sea Tu Dios».
En ese momento, dicen acerca de estas personas que simplemente son «Afrenta de la gente», lo que significa que las naciones del mundo en el cuerpo de uno le dicen que este trabajo, para que una persona sea recompensada con la cualidad, «Yo soy el Creador tu Dios», pertenece a los afrentados, es decir, a las personas bajas, que es una vergüenza incluso hablar con ellos, ya que están caminando en el camino del Creador como tontos sin intelecto.
En cualquier caso, cuando uno quiere sobreponerse a sus quejas, es un trabajo duro y hay ascensos y descensos aquí. Una persona necesita esfuerzos adicionales, porque los argumentos de las naciones del mundo en una persona están listos para encontrar alguna debilidad en el trabajo a fin de mostrarle al hombre que está desperdiciando sus esfuerzos; ya que este trabajo no es para él y le aconsejan que escape de la campaña. Una persona es impotente para enfrentarse a ellos; y sólo aumentará su plegaria para que el Creador lo ayude a derrotar a los enemigos dentro de él.
Este es el significado del versículo (Salmos 32:10): «Muchas son las agonías del malvado; pero quien confíe en el Creador Jésed lo rodeará». Debemos entender lo que es «Muchas son las agonías del malvado». Parece como si por eso, «El que confía en el Creador Jésed lo rodeará». Pero en el trabajo, hablamos de una sola persona que comprende todo el mundo.
El significado es que, mientras uno esté bajo el control del deseo de recibir se le llama «Malvado», ya que no puede decir que Su guía es buena y hace el bien. Por lo tanto, sufre tormentos cuando quiere trabajar con el fin de otorgar. La persona pregunta: «¿Por qué no sufrí aflicciones cuando me dediqué a la Torá y las Mitzvot, antes de comenzar a hacer el trabajo sagrado con el fin de otorgar? Tenía alegría en el trabajo y siempre estaba feliz, ya que creía en la recompensa y el castigo, y es por eso que observé la Torá y las Mitzvot».
Pero ahora que ha comenzado el trabajo de otorgamiento, siente aflicción cuando quiere dedicarse a la Torá y las Mitzvot, y le resulta difícil hacer algo en beneficio del Creador. Cada vez, él ve cuán lejos está de la Kedushá (Santidad), porque la Kedushá significa equivalencia de forma; y ahora ve que está lejos de eso.
La respuesta, es que uno debería creer que el hecho de que ahora se ha alejado más del Creador y está preguntando, ahora esta sensación que tiene que es peor que cuando trabajó con el fin de recibir recompensa, no es porque esté realmente peor que antes. No es que ahora se le haya agregado más maldad y por eso está peor; más bien, es porque ahora que ha hecho muchas buenas obras, se le reveló la verdad; que el mal en él lo gobierna.
Y al contrario, antes de tener el bien; no se le podía mostrar la verdad, ya que el mal y el bien siempre deben estar equilibrados. Resulta que, no está en un descenso tal, para que piense que este trabajo no es para él y quiera escapar de la campaña; más bien, esta sensación le llega precisamente cuando tiene el bien.
Sin embargo, él cree en el Creador, porque le fue dado desde arriba sentir estos estados de dolor. Mientras uno todavía está en un grado de «Malvado», cuando no puede creer en una guía de deleite y placer, cuando esa persona se sobrepone, se llama «El que confía en el Creador», en ese momento es recompensado con «Jésed lo rodeará». Deberíamos interpretar que Yesovevnu (lo rodeará) proviene de la palabra Mesovav (consecuencia). En otras palabras, los dolores que sufrieron los malvados fueron la razón de Jésed, y merecieron la cualidad de Jésed. Resulta que «Muchas son las agonías de los malvados», causó que fueran recompensados con Jésed.