El Orden del trabajo, de Baal HaSulam
Artículo 46, 1990
1) Creer que hay un Supervisor en el mundo.
2) Saber que la fe es de importancia inferior, y él elige ir por este camino.
3) Que su fe sea en una forma de otorgamiento, y no con el fin de recibir.
4) Cuando le atribuye el trabajo al Creador, debe creer que el Creador acepta nuestro trabajo, sin importar qué forma aparente tiene el trabajo.
5) En la la fe por encima de la razón hay que hacer dos discernimientos: 1) Que él va por encima de la razón, porque no tiene otra alternativa; 2) Incluso si se le da razón, y ya no tiene que creer e ir por encima de la razón, igualmente él elige ir en el camino de por encima de la razón.
6) El hombre debe saber que cuando su trabajo es en el amor propio, después de todos los éxitos que una persona se describe a sí misma que puede lograr, será capaz de beneficiarse solo a sí mismo. Por el contrario, con amor al Creador, beneficia al público en general.
7) Debemos alabar y agradecer por el pasado, porque de ello depende el futuro. Es decir, en la medida en que damos gracias, en esa medida el hombre aprecia todo lo que recibe de arriba, y sabe cómo cuidar la ayuda que recibe de arriba para no perderla.
8) El trabajo principal es ir por la línea derecha, es decir completitud. O sea aunque tenga un poco de aferramiento en la espiritualidad, debe estar feliz de haber sido recompensado con que el Creador le dio un pensamiento y un deseo de hacer algo en la espiritualidad.
9) También ir por la línea izquierda. Pero para esto, media hora al día es suficiente, lo que significa calcular cuánto prefiere el amor al Creador por sobre el amor propio. En la medida en que vea las falencias, dará una plegaria para que el Creador lo acerque de verdad, porque específicamente con las dos líneas el hombre puede avanzar.
Debemos hacer tres discernimientos en el orden del trabajo (El fruto del sabio. Vol 1, página 115):
1) Anhelar completar su alma y devolverla a su raíz. Esto se llama «El discernimiento de Israel».
2) Entender los caminos del Creador y los secretos de la Torá, porque «Aquel que no conoce los mandatos del Señor, ¿cómo le servirá?» Esto es considerado como el discernimiento de la Torá.
3) Anhelar alcanzar al Creador, es decir, adherirse a Él con un reconocimiento completo, que es considerado como el discernimiento del Creador.
Es mejor que anhele los mandatos del Señor que es la línea media.