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Baal HaSulam / El significado de gestación – nacimiento

Rabí Yehudá Leib HaLevi Ashlag (Baal HaSulam)

El significado de gestación – nacimiento

1. Reglas

El conjunto y el individuo

El estudio de los sabios sobre la Creación, en su primer aspecto, se define como una imitación tras la obra del Creador. La obra del Creador se denomina «Providencia» o naturaleza de la Creación.

Y estos no llamarán «cuerpo» a otra cosa que no sea la simple materia de carne y sangre en su cualidad inerte, sin forma alguna, pues todo lo que se denomina «forma», se considera una fuerza espiritual y no es cuerpo.

Por lo tanto, recibimos aquí una ley según la cual todos los cuerpos son iguales, así como el planeta Tierra, que es un cuerpo único, al cual no puede dividir en varias partes. Así como no hemos encontrado renovación de forma entre una parte y otra, tampoco se repartiría el inanimado en diversas unidades.

Toda fuerza de multiplicidad en el mundo es una fuerza espiritual maravillosa, según la cual todo conjunto es destacado y virtuoso, porque proviene de la fuerza espiritual, y todo individuo es condenable y vil. Aquí se nota la diferencia entre el hombre egoísta y el hombre consagrado a su pueblo.

Es obvio que el valor del conjunto se define según el tamaño de la multiplicidad que hay en el mismo, ya que, si hemos decidido que la fuerza de la multiplicidad es un asunto espiritual e importante, entonces, cuanto más grande es la multiplicidad, más importante es.

De aquí resulta que quien está consagrado a su pueblo es más importante que aquel que está consagrado a su ciudad. Y quien está consagrado al mundo, es más importante que aquel que está consagrado a su pueblo. ¡Este es el primer concepto!

El nacimiento en la espiritualidad

Por lo tanto, así como está el nacimiento del individuo, por parte de la formación de los cuerpos, también hay un nacimiento para el conjunto, que es por medio de la renovación de la fuerza espiritual, es decir, el desarrollo de los conceptos es un nacimiento para el conjunto, ya que la disparidad de forma en lo espiritual dividiría a los mundos uno del otro, y este nacimiento significa la llegada al mundo de la corrección.

La salida de Egipto se denomina nacimiento

Ya que hablamos del asunto de la multiplicidad en la esencia espiritual, esto se asemeja al asunto corpóreo cuando nace del vientre de su madre, el cual es un mundo oscuro, inmundo e incómodo, a un mundo iluminado con toda la perfección, el mundo de la corrección.

De aquí el asunto de la preparación, tal como se comprende en el marco del reino de sacerdotes (Cohanim), que lo consiguieron mediante la profecía de Moshé (Moisés), y por ello fueron recompensados con la libertad del ángel de la muerte, y la recepción de la Torá. Entonces necesitaban un nuevo nacimiento, al aire del mundo iluminado, denominado en el texto: «Tierra deseable, buena y amplia».

Nace muerto

He aquí este feto nació muerto, porque después del embarazo, que es el crisol de hierro y la esclavitud de Egipto, llega el nacimiento, y no fueron aptos aun para respirar el espíritu de vida del mundo iluminado, al cual estaban destinados a llegar – hasta que comenzó el conteo y la guerra de Amalec y las pruebas del agua, etc. – y llegaron al desierto del Sinaí. Y Sinaí indica Siná (odio) como dijeron los sabios, que se pronuncian igual. O sea, el sufrimiento que hay en toda enfermedad.

El nacimiento de padre y madre

Entonces se volvieron dignos de respirar el espíritu de vida y se cumplió en ellos la profecía: «Y ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y un pueblo santo». En principio, reino de sacerdotes, hace referencia a la renuncia a su patrimonio personal, y luego, pueblo santo, que es otorgar contento a su Creador, a través de «ama a tu prójimo como a ti mismo».

Y así como en el nivel corporal, que el recién nacido cae en manos que lo aman y le son leales, que son su padre y su madre que se preocupan por él y procuran por su existencia y salud, así también, después que a cada uno se le ha preparado una cantidad de seiscientos mil (hombres) que se preocupan por su existencia, respiraron el espíritu de vida, como está escrito: «Israel acampó allí, frente al monte», e interpretó Rashi: «como un solo hombre en un solo corazón».

2. Por detrás y por delante

El hombre tiene los ojos hacia adelante, lo cual indica que no puede mirar solo hacia el futuro, o sea, en el orden de desarrollo de «Abajo hacia Arriba». Pero no puede mirar hacia atrás, es decir, en el orden del Ibur desde «Arriba hacia Abajo» (Como está escrito: «No mires hacia atrás», en la Parashá de Lot).

Por lo tanto, está despojado de todo conocimiento real, pues le falta el comienzo, y se asemeja a un libro al cual le falta la primera mitad, del cual no se puede entender nada. La ventaja de quienes tienen alcance espiritual es que logran conseguir también el secreto del Ibur (gestación), o sea, el proceso de «Arriba hacia Abajo».

Porque el hombre lo incluye todo, y esto se ve claramente, cuando observa y estudia alguna cosa, todos sabemos que no está observando nada que esté fuera de su cuerpo y sus propias ideas, aun así, alcanza al mundo entero, y sabe qué piensa todo el mundo y los aprecia para saber cómo caerles en gracia, y se adapta a sus deseos.

Para alcanzar estos conocimientos, no tiene más que observar en su interior a sí mismo, y ya comprende los pensamientos de sus contemporáneos, pues todos son iguales, y el hombre los incluye en su interioridad. Lo que limita sus conocimientos es que no conoce sobre su propia gestación y no recuerda aquel periodo para contar algo al respecto.

La puerta cincuenta

A esto se refiere el texto: «y verás mi parte posterior y no verás mi rostro». Porque Moshé consiguió el asunto del Ibur, o sea, todos los niveles de «Arriba hacia Abajo» en su totalidad, lo cual se denomina «la parte posterior de los mundos espirituales», y solo le faltaba mirar también el «rostro», o sea, ver todo el futuro hasta el final de la corrección, llamado «cincuenta puertas de Biná» -, ya que el nivel de Biná es cien puertas, pues Biná se denomina, en el lenguaje de los cabalistas, con el nombre de «Ima» (madre), ya que es la madre de todo el mundo, y quien merece alcanzar todas las cien puertas en ella, logra la revelación de la perfección.

Las cincuenta puertas posteriores, son el asunto del Ibur, es decir, el proceso de «Arriba hacia Abajo». Y las cincuenta puertas anteriores, son el trayecto del desarrollo obligado hasta el final de la corrección, y es entonces que «se colmará la tierra del conocimiento del Creador», y también: «Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Creador; porque todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande».

Y eso es lo que Moshé oraba: «Muéstrame tu gloria», - es decir, todas las cincuenta puertas de Biná de Panim (rostro). Y le dijo el Creador: «Y verás mi parte posterior», basta con que veas todas las cincuenta puertas de mi parte posterior, a nivel de Arriba hacia Abajo. «Y no podrás ver mi rostro», pues no verás las cincuenta puertas anteriores «porque no me verá hombre, y vivirá», es decir, antes de que llegue el tiempo apropiado, hasta que se adapten los Kelim (vasijas) y se desarrollen en su totalidad.

Y antes de esto, uno debe morir mediante esta visión, porque los Kelim no pueden recibir esta gran Luz y se anularán. Por esto se dice: «Cincuenta puertas de Biná se han creado en el mundo, y todas fueron dadas a Moshé, menos una».

En la espiritualidad no hay faltante, es todo o nada, tal como se dice: «juramento que se haya anulado en parte, se anula por completo». Pero cuando llegue el final, y crezca la medida de los Kelim y estos evolucionen a la medida deseable, entonces serán dignos de alcanzar la puerta número cincuenta. (Debes saber que hay dos formas de alcance: profecía y sabiduría. Por parte de la sabiduría, Moshé consiguió el logro espiritual como todos los sabios, pero por parte de la profecía no pudo alcanzar el logro espiritual, y de esto dijeron los antiguos sabios: «es preferible el sabio al profeta», y también dijeron que Shlomó -Rey Salomón- consiguió alcanzar la puerta número cincuenta).

El alma da a luz al cuerpo: la gestación y el crecimiento

Así como encontramos en el trigo sembrado dos procesos:

a) Al colocarlo en la tierra comienza a quitarse la forma que le es propia, que se considera su progenitora, hasta alcanzar el grado nulo, o sea, la base que niega la forma de sus antecesores, y el acto se convierte en potencial. Hasta ese momento, se considera que está en Ibur, que se extiende del proceso de Arriba hacia Abajo,

b) Cuando llega al último punto, comienza el crecimiento y el desarrollo, que es el proceso de Abajo hacia Arriba, hasta que alcanza el nivel de su progenitor.

El conjunto y el individuo son iguales

El conjunto y el individuo son mutuamente equivalentes, como dos gotas de agua, tanto en la exterioridad del mundo, o sea, el estado general del planeta, tanto como en su interioridad, pues incluso en el átomo de hidrógeno más pequeño, encontramos allí un sistema completo, de sol y planetas que lo circundan, tal cual como en el gran mundo. También en el hombre, que es la interioridad del mundo, en él también encontrarás todas las imágenes de todos los mundos superiores: Atzilut, Beriá, Yetzirá, Asiá. Tal como dijeron los cabalistas: que la cabeza es Atzilut, y hasta el pecho es Beriá, y de allí hasta el ombligo Yetzirá, y del ombligo hacia abajo Asiá.

Por eso, también el Ibur del hombre mostrará el proceso de Arriba hacia Abajo. O sea, la lenta expansión de su progenitor – su madre, hasta que es apartado y se desconecta de ella completamente, porque sale a la luz del mundo, y sale de un grado activo a activado – del dominio de su engendrador hasta el dominio propio.

Entonces comienza el proceso desde Abajo hacia Arriba, los días de Yeniká (amamantamiento), que aún está pegado a los senos de su madre, hasta que su forma se completa en el último grado de nivel de sus progenitores.

Si bien Adám HaRishón (el primer hombre) es la criatura del Creador, esto significa que necesariamente no es descendiente de mujer, sino polvo de la tierra, como el resto de las criaturas primarias que se formaron de aquel polvo. Como está escrito: «todo salió del polvo», solo que este polvo fue obtenido de los mundos superiores que le precedieron.

Esto señala que también Arriba hay Luz y Kli (vasija). La Luz, está en las formas de la recepción. Y el Kli, es el deseo de recibir aquellas formas apropiadas. Y este Kli, que es el deseo de recibir, nunca es constante, ni en términos de importancia, ni en términos de una realidad independiente que existe por sí misma, sino solo con lo que recibe. Por eso, no tiene ningún valor más de lo que recibe.

Por ejemplo: el pobre que quiere recibir riqueza, no tiene más importancia que el pobre que se contenta con lo que tiene, y no desea riqueza. Por lo contrario, es peor que él pues el deseo de recibir se torna uno con la materia recibida, y solo son dos mitades de una cosa. Cuando se separa cada mitad, no tiene valor por sí misma que se pueda negociar o dar.

3. ¿Qué es el alma?

La ley de evolución según la Sabiduría de la Cabalá

Es imposible observar algo antes de verlo desde su principio hasta su final, dado que uno no siente nada sino es desde su propio interior (así como los médicos oftalmólogos descubrieron que no todos los ojos perciben igualmente los colores, sino que hay un consenso respecto a ellos), por lo tanto uno debe conocerse desde el principio hasta el final, al menos desde su gestación hasta convertirse en un hombre, y puesto que no es así, ya que uno comienza a conocerse únicamente al ser ya una persona completa, entonces no tiene la capacidad de observarse a sí mismo.

No hay persona que se conozca a sí misma

Otro asunto es que para conocer algo, hay que observar especialmente sus malas cualidades, y dado que uno no puede ver sus propios defectos, (y en la misma medida en que uno toma prestado de lo que ve en otros, también ve en un espejo que no ilumina) ya que todo mal que debe llegarle a uno, lo recibe en forma de placer, puesto que, de otra forma, no lo aceptaría. Es natural que todo lo que le produce placer, uno no lo considera malo, a no ser después de varias experiencias desarrolladas en ello, y para esto se necesitan días y años, y también memoria y conclusiones y observaciones, que no cualquier persona es capaz de hacerlo. Por lo tanto, no existe persona que se conozca a sí misma.

No obstante, los cabalistas que han obtenido el logro espiritual, consiguen el asunto por completo. O sea, logran conseguir todos los grados que el hombre puede alcanzar en la realidad, y entonces se dice que consiguieron algo completo, y esa cosa completa se denomina «alma».

El alma es la posesión de Adam HaRishón

Ya expliqué anteriormente en el punto 2, que los mundos se pueden alcanzar en dos formas, de Arriba hacia Abajo y de Abajo hacia Arriba, que al principio se alcanza el camino de Arriba hacia Abajo, el descenso del alma. Y luego, de Abajo hacia Arriba, que es el propio alcance espiritual. El primer proceso se denomina Ibur, pues su valor es como la gota que se va desprendiendo del cerebro del padre, y se gesta en la madre, hasta salir al aire del mundo, que se considera como el último nivel de Arriba hacia Abajo considerando la causa del recién nacido, ya que hasta ese momento estaba aún conectado en algo al nivel de su padre y su madre, o sea, la causa. Y al salir al aire del mundo, entra al dominio propio, que es el orden de Arriba hacia Abajo. Y la razón de esto es que el pensamiento del Creador es único, y por eso todos los casos son iguales, y todo se asemeja al particular.

Gestación y crecimiento del cuerpo como alma

Desde su nacimiento, cuando se encuentra en el punto de alejamiento, comienza su regreso al alcance espiritual de Abajo hacia Arriba, lo que se denomina «ley del desarrollo» y transita realmente por las mismas vías y entradas que bajaron desde Arriba hacia Abajo. Los cabalistas consiguen este estado, solo que, a la vista material, parecería que se trata de estados simples, lentos, graduales, hasta crecer al grado de su padre y su madre, y entonces se considera que alcanzó todos los niveles desde Abajo hacia Arriba, es decir, algo completo.

4. De arriba hacia abajo – y de abajo hacia arriba

El crecimiento enseña sobre la gestación

Puesto que los dos procesos que son de Arriba hacia Abajo y de Abajo hacia Arriba son idénticos como dos gotas de agua, podemos entender el proceso de Arriba hacia Abajo, observando el proceso de Abajo hacia Arriba, que es el segundo proceso de desarrollo, el crecimiento.

De ese modo encuentras los cuatro mundos de ABYA, que en principio es Asiá, por ejemplo, cuando observamos en cada proceso de crecimiento del fruto, desde su plantación hasta el final de su madurez, vemos cuatro estados:

1) Antes que se noten en él las señales de madurez, que son todas las leyes de los estados que existen en el fruto – y esto es el mundo de Asiá.

2) Del momento que se puede comer y llenarse con él, aunque aún no tiene sabor – y es Yetzirá.

3) Del momento que se comienza a revelarse en él un poco de sabor y es Beriá.

4) Del momento que se revela todo su sabor y su belleza – y es Atzilut.

Y este orden es desde Abajo hacia Arriba.

Todo emanado y nacido, viene en los dos modos

Todo el asunto de Arriba hacia Abajo y de Abajo hacia Arriba, aclarado según los cuatro mundos de ABYA, se aplica incluso en el detalle más pequeño en todos los mundos, es decir, en cada causa y efecto.

Causa significa padre, raíz, motivo. Efecto significa que es activado y hecho por la causa, por lo que se denomina hijo, o rama, o extensión o causado.

El asunto de estos dos procesos se entiende tanto en lo particular, así como en lo general. Que, de Arriba hacia Abajo, es una forma de distinguir el efecto de su causa, hasta que sale y pasa a su propio dominio. Y el asunto de Abajo hacia Arriba, es la ley del desarrollo que lo despierta a crecer desde Abajo hacia Arriba, hasta que alcanza su causa, es decir, que se asemeja por completo a él. Y como hemos explicado anteriormente, el asunto del padre y la descendencia material que sale del cerebro del padre hasta el nacimiento, es el periodo del ascenso desde Abajo hacia Arriba, y esto se puede discernir también respecto a los cuatro grados: inanimado, vegetal, animal y hablante, tanto en la emanación de los elementos de la espiritualidad, como en la generalidad de los mundos, y la razón es que de uno sale la unidad, y todos los caminos que recibió esa unidad, obligan a todos los siguientes desprendimientos después de ella, tanto en general como en particular.

5. Imitación de la creación

Nacimiento de la humanidad feliz

Cuando observamos el sello del acto de la creación, vemos que está escrito: «Que Dios ha creado para hacer», que significa que la obra del Creador, presente en la creación ante nosotros, nos es dada para hacer y agregar a ella, pues de otro modo, la palabra «hacer» está de más y no tiene sentido alguno. Y debería decir: «Porque en él descansó de toda la obra que Dios creó»- y, ¿por qué fue agregada la palabra «hacer»?, este texto nos enseña que toda la medida del trabajo que depositó el Creador en la Creación, es la medida exacta, ni más ni menos, sino la medida para que podamos por nuestros propios medios completarla y desarrollarla.

Y la verdad es que todo nuestro desarrollo en aquella creación, no es más que su imitación, pues todo el sabor y la belleza de los colores que corregimos y renovamos, no son más que una imitación de los colores llenos de sabor que encontramos en las flores. También el carpintero, ¿de dónde sabe hacer una mesa de cuatro patas, si no fuera porque imitó la obra del Creador que hizo criaturas sobre cuatro patas? O, ¿de dónde sabe combinar una madera con otra, sino es imitando la unión entre los órganos del cuerpo, que están unidos unos con otros, y así acomodó las maderas a semejanza de estos?

Así también los humanos, observan y aprenden a fondo para comprender la realidad que se presenta ante nosotros en su sabor y belleza perfectos, y luego cuando los comprenden, los imitan para seguir su ejemplo. Y este ejemplo se convierte en una base para otro ejemplo, hasta que ya creó el hombre un mundo bello y lleno de inventos. A partir de observar la obra de la creación, han construido un avión con alas como el pájaro alado, una radio que capta ondas de sonido como los oídos. En síntesis, todos nuestros éxitos se presentan ante nosotros en la creación y en la realidad tal como es, y no hace falta nada más que imitarla y hacer.

La realidad y la provisión del sustento en la realidad se niegan una a la otra

La realidad, es decir, la creación en general, y todas sus partes en las que se crean criaturas en relación a lo que pertenece a su existencia, vemos que está todo bien establecido, con toda la belleza y confort, sin deficiencia alguna ni en lo más mínimo, realmente un mundo iluminado. Pero, cuando colocamos frente a ello la existencia de esta realidad, o sea, las formas de alimentación y sustento de todas estas creaciones, son confusas, sin orden, sin sentido y muy salvajes. Y ya hemos explicado el asunto de la realidad y la provisión del sustento en la realidad en general, en el artículo «El significado de la unión» y de allí pueden aprenderlo.

Final y nacimiento

De todo esto debes saber, que lo general es siempre igual a lo particular, que el Creador en su esencia no siente la multiplicidad, pues Él está siempre en la autoridad singular, y puedes deducir el beneficio del conjunto del beneficio individual.

Así la existencia y el nacimiento del individuo - que el Creador ha preparado con la fuerza natural - que desde el momento del nacimiento y su llegada al lugar que el Creador ha preparado para él, llamado «este mundo», se considera que el Creador se ha preocupado que caiga en manos que lo aman y le son leales, que lo atiendan, lo curen y cuiden todas sus necesidades en completa devoción y amor.
Así es para todo el conjunto, si desea nacer y salir a la luz de un mundo corregido para todo el conjunto, entonces hay que preocuparse que este hijo general caiga en manos de padres leales que lo amen con devoción, no menos que un padre y una madre, es decir, mediante el mandamiento del amor al prójimo, similar a la preparación para la entrega de la Torá.

Pero aquí nos ocuparemos solamente de la especie humana. Y veremos el placer y la bondad que la obra del Creador le ha preparado para que su realidad se cumpla hasta que sea digno de ser considerado una persona activa, y si nos referimos a la realidad de su propia existencia, cuán detestable y terrible es lo que hay en ella, ya que vaya hacia donde vaya, condena, y su derecho de existencia se constituye sobre la ruina de su compañero.

6. El corregido y el necesitado de la acción del hombre

Que Dios ha creado para hacer

Y debes saber que el Creador no necesitó de la obra de la creación, salvo en la misma medida que no se le ha dado la fuerza al hombre para obrar allí, esto es semejante a al proceso de la digestión, el Creador hizo que la cocción de los alimentos dentro de nuestro estómago se haga sin nuestro esfuerzo.

Pero, a partir del momento en que el hombre tiene la fuerza para actuar allí, porque en eso se encuentra todo el propósito y el placer del Creador, que ha querido disfrutar de su acción, o sea, hacer criaturas que puedan añadir, deleitar y crear según su ejemplo.

Pero no desea de ninguna forma cocinar nuestra olla que se encuentra sobre el fogón, sin que lo sepamos, y esto es porque podemos hacerlo por nuestras propias fuerzas.

Esto es semejante a un maestro y su alumno, que toda la predisposición del maestro es darle fuerza al alumno para que sea como él, y enseñe a otros alumnos como lo hizo él. Así el Creador tiene contento al ver que sus criaturas renuevan su ejemplo, ya que toda nuestra fuerza de renovación y nuestro desarrollo no es realmente una innovación, sino como una especie de imitación. En la medida que esta imitación se corresponde con la obra de la naturaleza, en esa misma medida se mide el grado de nuestro desarrollo.

De aquí sabemos que tenemos la fuerza de corregirnos, que la provisión del sustento en la realidad tome como ejemplo la placentera naturaleza de la realidad. La prueba de ello es que, si el Creador no hubiese obrado con plena providencia, también en ese aspecto, ya que: «¿Acaso la mano del Creador se queda corta?», sino más bien es necesario que en este lugar, que es nuestra propia corrección, estemos en condiciones de corregirnos.

7. El movimiento como señal de vida

Inanimado - Vegetal - Animal - Hablante

Desde el aspecto de la vida espiritual, las criaturas se dividen en dos: 1) Inanimado, vegetal, animal y 2) hablante. Inanimado, vegetal, animal son muertos completos. Hablante: el aspecto viviente.

La vida es la fuerza motriz, y se sabe que el comienzo de la vida se crea mediante dos acciones opuestas por completo.

Ya que incluso el Hablante, cuando nace, se le considera muerto, hasta que se lo despierta por medio de empujones, pues sus Kelim (vasijas) están preparados para recibir la vida y el movimiento ya dentro del vientre de su madre, y al salir a la luz del mundo, actúa sobre su carne el aire del mundo con una frescura a la que no está acostumbrado, que provoca el despertar de la contracción.

Después de la primera contracción, debe expandirse nuevamente a su medida anterior. Y ambas cosas, la contracción y la expansión, son el primer paso que le permite recibir la vida.

Aunque a veces, por razones de debilidad del parto, el recién nacido está débil y no se despierta en él la contracción, pues está muy débil como para recibir la frescura del aire del mundo y que active sobre él la contracción, y por ello nace muerto, o sea, sin tener lugar o razón para que la vida se vista en él, cuyo origen comienza en la fuerza de contracción.

Porque si no hay contracción interna, no hay expansión, ya que de ninguna manera no se expandirá más allá de su límite, por lo tanto, no hay movimiento. De aquí que la señal de que la criatura está capacitada para la Luz de la vida es que, al menos, tiene la fuerza de contraerse, por alguna razón, entonces llega la Luz de la vida y crea la expansión, y se produce el primer movimiento de vida. Por eso, el movimiento no lo deja, y se convierte en un ser vivo que se mueve.

El primer movimiento se denomina alma, o sea, aliento de vida que respira en su nariz, como está escrito: «y sopló en su nariz aliento de vida».

Pero el inanimado, vegetal, animal no tienen esa fuerza como para hacer la contracción interna, por la razón que sea, y por lo tanto la Luz de vida no tiene la posibilidad de vestirse en ellos y provocar la expansión, pues El ha dado la ley y no se puede quebrantar, que sin la contracción y la expansión no podrá el Kli expandirse más allá de su límite, y por eso, el inanimado, vegetal, animal está condenado a la eterna muerte.

Sin embargo, el hablante está completamente preparado para la vida, solo que nace muerto, como se ha dicho, porque necesita de alguna razón y causa que actúen sobre él, que haga al menos la primera contracción, que es causada por el aire fresco que le llega de la Torá y las buenas acciones.

La calidad de las contracciones

La contracción tiene que venir de la fuerza de la criatura misma, y se discierne entre dos tipos de contracciones.

El primer tipo es la contracción que proviene de un factor externo como la frescura.

El segundo tipo es la contracción de la estructura del Kli mismo.

1. Como se ve cuando se da nalgadas y se presiona al recién nacido para despertarlo, aunque cada presión y golpe provoca una contracción en el cuerpo del recién nacido, de todos modos la contracción repetida, no se repite por la Luz de vida, sino por la estructura del Kli mismo, que debe siempre estar dentro de su límite y su naturaleza con precisión, y por eso, cuando llega un factor exterior y lo presiona, entonces el mismo Kli tiene fuerza de volver a su lugar alejándose, mediante la fuerza que produce su límite positivo.

2. Pero si la contracción se realiza también desde el interior del Kli mismo, y no por medio de un factor exterior, entonces no está realmente capacitado en absoluto para volver a expandirse a su límite anterior, en la medida anterior, pues la contracción que se produjo fue en su misma estructura. Por eso, no puede regresar al límite que se le preparó de antemano.

A no ser gracias al Creador, es decir, que una nueva Luz particular tiene que vestirse en la criatura, devolverla a su naturaleza, y esta Luz se añade a su Luz anterior, para quedarse en ella de forma permanente. Es decir, cada vez que se contrae, regresa la Luz, y le provoca expandirse a su medida anterior. Esta Luz se denomina «Vida».

Dos contracciones – parcial y general, y en contraparte a dos expansiones

La sangre es el alma, pues el color rojo necesita que el color blanco se conecte a él para llamarse sangre (Dam), y antes de conectarse a él eternamente, no se denomina sangre, porque entonces ocurren en él acciones de acostarse y levantarse, ya que su naturaleza es O-Dem (O inmovilidad), pues entonces se dibuja en él, el estado de levantarse que no es constante, llamado solamente color O-Dem (rojizo), «mantente inmóvil para el Creador». Por ello, vuelve a caer el color de él, y se torna blanco sin color alguno, que significa acostarse no de forma constante.

Y cuando los dos se conectan, entonces se convierten en tendones de sangre de vida.

Cuando ambos se convierten en tendones de sangre de vida, es decir, que eso lo realizan en él los opuestos. Uno es para el alma viva, o sea, que se corta el O (או) del Odem (rojizo - אודם), y queda Dam (sangre - דם) de forma constante - todo esto es en el estado anterior de acostarse y levantarse, que también se conectan ahora a esa sangre.

Por lo tanto, se diferencian dos especies en la sangre, roja y blanca, como se sabe, que son los mismos rojo y blanco que antes sirvieron uno tras el otro, y ahora se agruparon mientras tanto y formaron esta sangre llamada «alma viva». Debes saber que este es el significado de la contracción parcial y la expansión parcial llamadas «Néfesh» y «Rúaj».

Sin embargo, esta Luz que hizo la expansión parcial del alma, es una Luz superior maravillosa y general, y por eso, su naturaleza es llenar y completar todo tipo de contracciones registradas en esa estructura.

Se sabe que en ese cuerpo ya hubo un estado de blanco en la parte que no es digna de recibir el color de O-Dem (rojez), pues… de la rojez, han sido robados y cayeron cuando se reunieron en vano. Por eso, después que la Luz completó la primera expansión de la Luz de la nombrada alma viva, vuelve a llenar la añeja expansión que se hizo todavía en tiempos antiguos. Debes saber que se denomina «expansión general», o «tendones de Móaj (cerebro)» que es atraído del material rojo, que su forma se borró por completo.

Por esto se dice: «y sopló en sus narices», en dos narices, 1) nariz, de rojo-blanco. 2) nariz de blanco que se borró por completo. «Y se convirtió en un alma viva», comienza de la nariz de rojo-blanco, que es la sangre y la primera expansión mencionadas. Pero el final era «alma viva», pues se expandió también en la segunda nariz de blanco borrado, que es el alma y el estado de GaR.

También debes saber que la primera expansión de tendones de sangre, tiene la relación al cerebro inferior corporal llamado «médula ósea» …que obran sin saberlo, pues su estado medio, de primera nariz a la segunda nariz es tiempo de crecimiento de… entonces actúa la Luz sin la conciencia del hombre, pues aún no consiguió su alma.

Y la segunda expansión en los tendones de las médulas guardadas para él en el estado de contraste, llamado segunda nariz, como se ha dicho, es la relación del cerebro superior: …en nivel de los tres Mojin en él que actúan conscientemente, llamado…

Contraste de Rosh (cabeza) a Guf (cuerpo)

Se explica que en los tendones de médula se encuentra la rojez del lado derecho, que es el color y la existencia recibida sobre este papel. Y el blanco, es la izquierda absoluta, pues la segunda nariz se borró de ella, y no le quedó siquiera color, de modo que la rojez es la existencia y el blanco es la ausencia.

Y en oposición a esto, los tendones de sangre, porque el Odem, o sea, el lado izquierdo, que sería el O que se conectó de antemano, que es «río y quizás». Sin embargo, el blanco, si bien significa el estado de levantarse, su imagen ahora se convierte en lado derecho y en levantarse. Por lo tanto, es un «alma eterna», que no necesita más de color, y el color rojo que quedó y permanece registrado de antemano, ahora se colocan a la izquierda en Guevurá, lo cual se denomina Dam (sangre) sin O, de modo que el blanco está a la derecha, que no es necesario y no ocurrirá el color rojo en él, y el rojo se considera izquierda solo en Guevurá que se llama Dam.

Y aquí debes entender que el mencionado Reshimó (registro) de Odem en la primera nariz, y sus tendones, que ascendieron a la izquierda, después de la segunda nariz, al estado de alma, se borró y se fue de esa estructura para siempre. Y por eso, la cabeza, el cerebro, es blanco sin ninguna rojez.

Ibur (concepción/gestación)

El feto, en sus días de gestación, no es más que un vegetal realmente, y todos sus movimientos no se consideran movimientos vitales, porque los movimientos los hace por medio de su madre, porque el feto es parte de ella.

Su entorno se denomina «vientre» y la madre es el límite del entorno que se le impone, y come lo que su madre come, etc. Y el nacimiento comienza con la cabeza.

La esencia de la vida

Conocer el viviente es la esencia misma. Y el asunto del movimiento se determina en la contracción como se explicó anteriormente, pues ninguna criatura puede salir de su límite ni por un pelo.

Y esto se extiende desde la cabeza, pues allí, la entrega de esta fuerza se restringe un poco menos que su límite, en referencia a la pregunta.

Debes saber que mientras haya otra fuerza que lo contrae un poco menos de su medida, el inanimado no se convierte en animal, sino que debe contraerse por sí mismo, pero, ¿cómo es esto posible siendo inanimado? Para esto se precisa del rezo, que sea recompensado con la Fuerza Superior.

De este modo podemos entender lo oculto bajo la Luz Circundante, y el asunto de «el hombre que me vea no vivirá», pues el viviente es quien tiene movimiento, y si no tiene la capacidad de contraerse no es viviente sino inanimado. Esto es que «la muerte de los justos es con un beso», o sea, que pierden la fuerza de contracción.