Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
¿Cuáles son las Mitzvot ligeras que una persona pisotea con sus talones, en el trabajo?
Artículo 41, 1990
Acerca del versículo «Y sucederá, porque las escuchan, las guardan y las hacen, el Señor tu Dios mantendrá contigo el pacto y la bondad que Él juró a tus patriarcas». Rashi interpretó lo siguiente: «Si a las Mitzvot (preceptos) ligeras, que la persona pisotea con sus talones, escucha, y el Señor las mantendrá, mantendrá contigo Su promesa». Hasta aquí sus palabras.
Debemos entender lo que significa para nosotros que, si una persona observa las Mitzvot ligeras, entonces el Creador mantendrá contigo el juramento. Debemos entender esta condición, lo que implica que, de lo contrario, es como si Él no pudiera cumplir el juramento que juró a tus patriarcas. También debemos entender lo que preguntan los intérpretes. ¿Por qué comienza con forma plural, «las guardan y las hacen», y termina en forma singular, «mantendrá contigo»?
Para entender esto, primero debemos entender el significado de las 613 Mitzvot nos fueron dadas. En la «Introducción del Libro del Zóhar» («Explicación general de los catorce mandamientos y cómo se dividen en los siete días de la creación», punto 1) está escrito: «Las Mitzvot en la Torá se llaman Pekudin (arameo: órdenes/depósitos), así como 613 Eitin (arameo: consejos). La diferencia entre ellos es que en todas las cosas hay Panim (anterior/cara) y Ajor (posterior/espalda). La preparación para algo se llama Ajor, y el logro del asunto se llama Panim. Del mismo modo, en la Torá y las Mitzvot hay “haremos” y “escucharemos”. Al observar la Torá y las Mitzvot como “hacedores de Su palabra”, antes de ser recompensados con escuchar, las Mitzvot se llaman “613 Eitin” y son consideradas como Ajor. Cuando es recompensado con “escuchar la voz de Su palabra”, las 613 Mitzvot se convierten en Pekudin, de la palabra Pikadón (depósito). Esto es así porque hay 613 Mitzvot, donde en cada Mitzvá (singular de Mitzvot), se deposita la luz de un grado especial, correspondiente a un órgano especial en los 613 órganos y tendones del alma, etc., y esto se considera como el Panim de las Mitzvot».
«Hacedores de Su palabra» es durante la preparación, antes de que una persona sea recompensada con «escuchar la voz de Su palabra», porque «escuchar» es, específicamente, cuando uno ha sido recompensado con vasijas de otorgamiento, ya que solo entonces hay un receptáculo para la abundancia que se viste en vasijas de otorgamiento. En ese momento, él tiene «oídos» para escuchar la voz del Creador.
Pero mientras él todavía está inmerso en vasijas de recepción, uno debe trabajar en «hacer», llamado «acción», aunque el cuerpo no está de acuerdo en trabajar en nombre de los cielos. Más bien, debe creer que, aunque se encuentra en un estado de bajeza, es decir, el cuerpo no está de acuerdo con este trabajo, de trabajar en nombre de los cielos, aun así, el Creador disfruta de esto porque en un estado de bajeza, la persona siente que él necesita la ayuda del Creador. Por lo tanto, en ese momento él tiene un contacto cercano con el Creador, ya que siente que no tiene otra manera y solo el Creador puede salvarlo y liberarlo de esta bajeza.
Sin embargo, el hombre se pregunta a sí mismo: «¿Dónde está la justicia y la rectitud del Creador?». Dado que él se esfuerza y observa la Torá y las Mitzvot, y no quiere recompensa por esto. Más bien, quiere trabajar en nombre de los cielos, como está escrito en El Zóhar, trabajar porque quiere servir a un gran Rey, es decir, porque es grande y gobernante. Cuando le pide al Creador que lo deje sentir Su grandeza, y uno cree que el Creador escucha la plegaria de cada boca, cada día se para y espera tener una mayor sensación de la grandeza del Creador, pero al final ve que él ha llegado a una bajeza mayor. En otras palabras, él siente que las personas en la calle no están tan inmersas en el amor propio.
Entonces, uno pregunta: «¿Cómo es que las personas en la calle, que no tienen una plegaria para que el Creador las libere del amor propio, están bien?» Él ve que sienten el orden del trabajo como algo completamente pleno, lo que significa que saben que cada día avanzan, es decir, que sus posesiones están creciendo. Como dije una vez, cada uno de ellos tiene una agenda donde ve cuántas Mitzvot se registraron a su nombre cada día, y cuántas páginas de Guemará puede anotar en su agenda. Y él ve lo contrario, que cada día es peor que el día anterior.
Cuando la persona realiza una introspección, ve que tiene varios ascensos cada día hasta que a veces piensa: «Ahora estoy seguro de que he alcanzado el objetivo y el descanso, no como era hasta ahora». Pero de repente, vienen a él pensamientos que confunden su cabeza y se olvida de todo, es decir, que se olvida completamente incluso de los ascensos y no siente nada más que bajeza. Ahora, después de todo el trabajo que ha hecho se ha vuelto peor que nunca. Comienza a mirarse a sí mismo y no encuentra ninguna buena acción, y siente como si nunca hubiera observado la Torá y las Mitzvot.
La pregunta es, ¿cómo puede uno explicarse estos sentimientos a sí mismo? ¿Son verdaderos o falsos? Es decir, con respecto a la realidad, y la realidad no se puede borrar, ciertamente hizo esfuerzos y observó la Torá y las Mitzvot. Pero según su sensación, todo desapareció. La pregunta es: ¿Adónde se fueron?, es decir, ¿quién se las llevó?, ya que él no las siente. No puede decir que está sufriendo de amnesia y por eso se ha olvidado de todo. Después de todo, él ve que sí recuerda las cosas malas que hizo.
La respuesta es que debemos creer en los sabios, como se dice en El Zóhar, que interpreta lo que está escrito: «O déjale saber que ha pecado». Él pregunta: «¿Quién se lo da a conocer?» Y explica: «La Torá». Como lo explicamos una vez, al aprender Torá con la intención de alcanzar la verdad, es decir, ser realmente un trabajador del Creador, lo que significa que al observar la Torá y las Mitzvot, no tiene la intención de trabajar para sí mismo, lo que significa que recibirá una recompensa. Más bien, él quiere observar la Torá y las Mitzvot como nuestros sabios dijeron: «He creado la inclinación al mal; He creado la Torá como condimento». Es decir, aprende la Torá como un consejo por medio del cual convertirse en un trabajador del Creador de verdad, lo que significa que quiere trabajar en beneficio del Creador, por lo que la Torá le notifica que ha pecado.
Esto significa que el orden de «la Torá como condimento» es que primero, le hace saber que «ha pecado», es decir, cuán inmerso está en el amor propio. Esto se considera como la Torá, que es el condimento, le da el Kli (vasija), es decir, la carencia, por lo que necesitará la ayuda del Creador. De ello se deduce que la Torá le notifica que su fe en el Creador es algo extraño para él. Dicho de otra manera, siente lo lejos que está del Creador, que el Creador para él es como algo extraño. Como dijo Baal HaSulam sobre el verso «No habrá ningún Dios extraño dentro de ti», «Dios» significa que el Creador no debería ser para ti como algo extraño con el que no tienes conexión.
Esto es porque el hombre está inmerso en el amor propio, que es una disparidad de forma con respecto al Creador, ya que el Creador solo quiere otorgar, mientras que la persona por naturaleza solo quiere recibir. Por esta razón, «Él y yo no podemos morar en el mismo lugar». Resulta que, donde uno debería haberse sentido cerca del Creador, siente la lejanía del Creador. Esto es lo que la Torá le hace saber, es decir, uno que aprende Torá, ya que cree en las palabras de nuestros sabios, quienes dijeron: «El Creador dijo: “He creado la inclinación al mal; He creado la Torá como condimento”». Este condimento se le da a una persona para que sienta cuán lejos está del Creador.
Resulta que la Torá le da al hombre el Kli, es decir, la carencia, para que el hombre le pida al Creador que lo libere del exilio, llamado «exilio de Egipto». Se sabe que Metzar-Yam (Mitzraim, Egipto) significa Tzar-Ayin (lit. De ojos estrechos, que significa «envidioso»). Es decir, una persona no tiene fuerzas para otorgar, sino solo para recibir. Aunque ve que es imposible acercarse al Creador antes de que todas sus acciones sean con el fin de otorgar, no obstante, ve que no hay manera de que pueda tener la capacidad de lograr esto sin Su ayuda.
Ya dijimos muchas veces por qué el Creador hizo esto, lo que significa que no habrá opción para que una persona salga del control del Faraón. La respuesta es como Baal HaSulam dijo acerca de lo que Abraham le preguntó al Creador cuando le prometió la herencia de la tierra: «¿Cómo sabré si la heredaré? Y le dijo a Abraham: “Debes saber que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es de ellos”».
Dijo que la pregunta de Abraham era que veía cuál sería la herencia de la tierra, que es Maljut, que es portadora de la abundancia superior, que contiene las cinco Bejinot (cualidades) NaRaNJaY de Kedushá (Santidad). Además, se sabe que no hay luz sin un Kli (vasija), lo que significa que no hay llenado sin una necesidad. Sin embargo, Abraham vio que Israel no tiene necesidad de obtener la totalidad del grado. Más bien, si logran un poco de iluminación desde arriba, ya estarán satisfechos. Naturalmente, no tendrían necesidad de obtener el NaRaNJaY de Neshamá que se incluye en Maljut, que se llama «la herencia de la tierra».
«¿Cómo?», dijo Abraham: «¿Cómo recibirán la luz, cuando no tienen Kelim (vasijas), llamados “necesidad”?» En ese momento, el Creador le dijo, «Debes saber con certeza que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es de ellos». En otras palabras, el pueblo de Israel estará en un Éretz (tierra), lo que significa un Ratzón (deseo) que no pertenece al pueblo de Israel. Estarán bajo el gobierno del deseo de recibir, que pertenece al Faraón, rey de Egipto.
«Serán atormentados», lo que significa que el pueblo de Israel sufrirá porque no pueden hacer acciones con el fin de otorgar, lo que les traería Dvekut (adhesión) con el Creador. En ese momento necesitarán la ayuda del Creador, como está escrito: «Y su clamor se elevó a Dios desde el trabajo, y Dios escuchó sus gemidos, y Dios recordó Su pacto con Abraham».
Nuestros sabios dijeron: «El que viene a purificarse es ayudado». El Zóhar pregunta: «¿Cómo se le ayuda?» Y responde: «con un alma sagrada». En otras palabras, al principio se le da Néfesh. Si se le recompensa más, se le da Rúaj. Esto significa que, en la medida en que uno va a purificarse y exige ayuda, la ayuda que recibe de arriba se considera parte de la herencia de la tierra.
De acuerdo con lo anterior, debemos interpretar lo que preguntamos, ¿Por qué cuando una persona comienza a aprender Torá por la razón de que la Torá se llama «condimento», cuando uno comienza a caminar en el camino de la verdad, donde la Torá es como Eitin, es decir, consejos de cómo conquistar la inclinación al mal, la persona comienza a ver cómo cada vez, en lugar de sentirse más cerca del Creador, siente que se ha alejado más?
Preguntamos: «¿Es este el camino de la Torá, por el cual uno se aleja más del Creador?» La respuesta fue que la Torá primero le da un Kli, lo que significa la carencia, para que vea qué tan lejos está del Creador. Eso es por lo que el Zóhar dice que la Torá le notifica que ha pecado.
Resulta que, uno no debe decir que está aprendiendo la Torá en el camino de la verdad, entonces, ¿por qué la Torá no lo ayuda como condimento? La respuesta es que uno debe creer en los sabios que la Torá sí lo ayuda al revelarle que ha pecado, es decir, cuán alejado está del Creador, y por eso, puede orar desde el fondo del corazón, ya que él siente que es peor que el resto de las personas.
Aunque si se pregunta a sí mismo, verá que hace más esfuerzos para observar la Torá y las Mitzvot, entonces, ¿por qué siente que es peor? La persona no puede responder esto, pero dice que, en cuanto a la sensación: yo siento que ahora soy peor que cuando me dediqué a la Torá y las Mitzvot antes de comenzar a caminar por el camino de la verdad. En otras palabras, en todo lo que hace, ve que no es de todo corazón, y no como antes.
Esto es como dijo Baal HaSulam, que el Creador le dijo a Abraham: «Ten por seguro que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es de ellos, y serán atormentados». Con esto tendrán la necesidad de heredar la tierra. Es decir, por la carencia que tendrán cuando estén desnudos y faltos de todo, estarán en un estado de «Y los hijos de Israel suspiraron por el trabajo, y su clamor se elevó a Dios por el trabajo».
En otras palabras, el trabajo en sí mismo, el hecho de que no están progresando en el trabajo, sino que, por el contrario, crearán su necesidad, y luego el Creador los ayudará cada vez que quieran ser más puros. Con esto tendrán Kelim (vasijas) para recibir la herencia de la tierra.
De acuerdo con lo anterior, debemos interpretar lo que preguntamos: «Y sucedió, porque escuchan, que el Señor tu Dios guardará contigo el pacto y la bondad que juró a tus patriarcas». Rashi interpretó: «Si las Mitzvot ligeras, que una persona pisotea con sus talones, las escuchan (obedecen), y el Señor mantuvo, mantendrá contigo Su promesa». Debemos entender esta condición, que, si guardan las ligeras, el Creador mantendrá Su promesa; de lo contrario, no cumplirá el juramento.
La cuestión es que «Mitzvot ligeras» significa cosas que las personas menosprecian, refiriéndose a la mente y al corazón. Es decir, todas las Mitzvot, cuando las observan con el fin de recibir recompensa, la persona no las menosprecia a estas Mitzvot. En cambio, todas estas Mitzvot se llaman «severas», ya que pueden causar la pérdida de la recompensa. Por lo tanto, la recompensa que esperan recibir a cambio de ellas hace que las Mitzvot sean importantes. En otras palabras, la recompensa las hace valiosas.
Pero, cuando una persona debe trabajar en nombre de los cielos, lo cual es para él por encima de la razón, la persona desprecia esto, ya que el cuerpo se resiste a trabajar sin recompensa. Por lo tanto, cuando le decimos al cuerpo que debemos trabajar solo con el fin de otorgar al Creador, el cuerpo dice que esto está lejos de la mente y que no vale la pena esforzarse en ese trabajo. Entonces, la persona ve que no puede sobreponerse al cuerpo. Como Baal HaSulam explicó, el hecho de que no está dentro del poder del hombre salir del control del deseo de recibir para sí mismo, el Creador hizo esto a propósito, para que por medio de esto la persona adquirirá la necesidad por la ayuda del Creador, porque de lo contrario está perdido.
Por lo tanto, cuando el hombre le pide al Creador que lo ayude, recibe ayuda de lo alto. Esta es la luz de la Torá, que «lo reforma», como se dice en El Zóhar, que por esto recibe Kelim y la necesidad de alcanzar el NaRaNJaY de Neshamá. Esta fue la respuesta del Creador a la pregunta de Abram: «¿Cómo sabré que la heredaré?»
Resulta que, precisamente cuando una persona quiere observar las Mitzvot ligeras, necesita la ayuda del Creador. De lo contrario, si una persona no tiene necesidad de observar las Mitzvot ligeras, que son Mitzvot despreciables, entonces, de por sí, no necesita la ayuda del Creador. Y dado que no tiene necesidad de que el Creador lo ayude dándole NaRaNJaY de Neshamá, ya que no tiene necesidad de esto, entonces vuelve la pregunta de Abram, «¿cómo sabré que la heredaré?», ya que él no tiene necesidad de conseguir la herencia de la tierra.
Por lo tanto, resulta que el Creador no puede cumplir el juramento sobre la herencia de la tierra. Por esta razón, la interpretación de Rashi, donde dice que, si mantienes las Mitzvot ligeras, el Creador podrá mantener, «Y el Señor las mantendrá», lo que significa que el Creador mantendrá Su promesa; de lo contrario, es imposible mantener Su promesa.
En consecuencia, debemos interpretar lo que preguntamos: ¿Por qué comienza en forma plural, «hacen» y «guardan», y termina en forma singular? La respuesta es que cuando una persona comienza a trabajar, tiene dos autoridades: su propia autoridad, es decir, el deseo de recibir, y también quiere trabajar para el Creador. Cuando la persona ve que tiene dos autoridades, le pide al Creador que le ayude a cancelar su propia autoridad y dejar solo la autoridad singular, es decir, la autoridad del Creador. Entonces, el Creador le ayuda a anular la autoridad y deja al hombre solo con la autoridad singular. Es por eso por lo que está escrito en forma singular, «Y el Señor tu Dios mantendrá contigo», lo que significa que el Creador lo mantendrá para que solo tenga la autoridad del Único.
De acuerdo con lo anterior, podemos entender lo que está escrito (Deuteronomio 9:5): «No es por tu justicia o por la rectitud de tu corazón que vienes a heredar su tierra, sino por la maldad de estas naciones que el Señor tu Dios los está expropiando delante de ti, y para confirmar el juramento que el Señor hizo a tus patriarcas, a Abraham».
Deberíamos entender esto. Si el Creador quiere dar la herencia de la tierra a Israel porque juró «a tus patriarcas, a Abraham», significa que la razón por la que le dio la herencia de la tierra al pueblo de Israel fue que le prometió a Abraham la herencia de la tierra. Pero aquí el versículo dice que la razón por la que le dio la herencia a Israel fue la maldad de las naciones. Esto implica que, si no fuera por la maldad de las naciones, no podría cumplir Su promesa a los patriarcas. Debemos entender por qué es que, si existe la maldad de las naciones, el Creador puede mantener el juramento, y debido a «tu justeza o la rectitud de tu corazón», el Creador no puede cumplir el juramento.
Según lo anterior, en el trabajo, la maldad de las naciones significa el mal en el corazón del hombre. El hombre no puede vencerlo y debe clamar al Creador para que lo ayude y lo libere del gobierno del Faraón, Rey de Egipto. ¿Cómo lo ayuda Él? Es como se dice en El Zóhar, «con un alma sagrada». Esto significa que cada vez que pide ayuda, recibe un alma sagrada. Al estar en el exilio y quiere salir del exilio, es decir, cuando una persona siente que tiene la maldad de las naciones, que no lo dejan realizar acciones en nombre de los cielos, sino solo para sí mismo, se considera que tiene que trabajar para las naciones del mundo dentro de su cuerpo.
Así es como está escrito (Éxodo 1:11): «Y construyeron para el Faraón ciudades pobres, Pitom y Raamsés». Baal HaSulam interpretó que cuando querían trabajar en nombre de los cielos y se sobrepusieron al control de los egipcios, este es el significado de Ramsés, lo que significa que vencieron el amor propio, como Raam (trueno) Sus (caballo), que significa con gran poder, como un caballo. Pensaron que ya habían salido del gobierno del amor propio, pero luego llegaron a Pi-Tehom (boca del abismo), lo que significa que todos los edificios que habían construido se hundieron y fueron tragados en el abismo, y no quedó ningún remanente del trabajo. Esto se llama «Pitom».
En otras palabras, cada vez tenían un trabajo como «Pitom y Raamsés», lo que significa que cada día tenían que trabajar de nuevo. Es decir, cada día sentían que como si hoy comenzaran el trabajo de santidad, y sentían que, hasta ahora, nunca se habían dedicado al trabajo. Se preguntan: ¿dónde desapareció el trabajo y el esfuerzo que habían realizado hasta ahora? Pero no saben qué responder. Como se dijo, todo se hundió y fue tragado en la tierra.
No podían decirles a sus cuerpos: «¿Por qué no quieres esforzarte hoy? Después de todo, ayer, viste que cuando te esforzaste, después te llegó la fuerza para trabajar. No puedes recibir algo de ayer», ya que él no siente que ayer hizo algo, porque todo fue tragado en el suelo. De hecho, ¿por qué es así? Esta es una corrección.
De ello resulta que, si el hombre se mira a sí mismo y tiene buenas acciones, no tiene necesidad de pedirle al Creador que lo ayude, ya que, de todos modos, no tiene un lugar para recibir ayuda del Creador, ya que no hay llenado sin una carencia. Por lo tanto, el Creador no puede cumplir el juramento sobre la herencia de la tierra, ya que no tienen necesidad de que Él les dé la herencia de la tierra como ayuda.
Es por eso que dice: «No es por su justeza o la rectitud de su corazón que vienes a heredar su tierra». ¿Por qué? Porque si están bien, no tienen necesidad. Este es el significado de las palabras «Es por la maldad de estas naciones que el Señor tu Dios los está expropiando», ya que, debido al mal en su cuerpo, hay una necesidad de ayuda.