Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
¿Qué significa que la vela de Janucá esté colocada a la izquierda, en el trabajo?
Artículo 11, 1990
Nuestros sabios dijeron (Shabat, pág. 22): «La vela de Janucá está colocada a la izquierda, para que las velas de Janucá estén a la izquierda y la Mezuzá a la derecha». Rashi interpreta: «La Mezuzá está a la derecha, como está escrito: “Beiteja (tu casa) –Dérej Biatjá (el camino por donde viniste), cuando una persona comienza a caminar, comienza a caminar con la pierna derecha”».
En el libro Shaar HaKavanot (pág. 326), dice: «Pero el asunto de Janucá y Purim es diferente, pues ambos están en Hod, aunque con referencia al rezo de la mañana de la semana, nosotros explicamos que Yaacov está en Nétzaj y Maljut está en Hod. De acuerdo con esto, un día la semana es más sagrado que Janucá y Purim, ya que ambos están en Hod».
Pero el asunto es que en ese momento, ella recibe sus iluminaciones por sí misma, y no a través de su esposo; pues en un día de la semana, Yaacov succiona su iluminación y la parte de la iluminación de ella de Nétzaj y de Hod. Después, él le da a ella su iluminación y se extiende desde Hod a través de él. Pero ahora, en Janucá y Purim, ella succiona la parte de sus iluminaciones de Hod por sí misma y no a través de su marido.
Debemos entender que esto, en el trabajo, significa que la Mezuzá está a la derecha y la vela de Janucá a la izquierda. ¿Qué nos viene a enseñar esto? También debemos entender que, según lo que está escrito en Shaar HaKavanot, Janucá y Purim, ambos son un solo discernimiento que se extiende desde Hod.
¿Por qué los dos succionan desde la misma raíz si en Purim hay alegría, y un banquete, y uno debe comer la cena de Purim; mientras que en Janucá nuestros sabios dijeron: «Estas velas son sagradas, no tenemos permiso para usarlas”? En el trabajo, aprendemos que una sola persona contiene dentro de sí a todo el mundo. Significa que Israel y las setenta naciones están en una sola persona.
En otras palabras, una persona contiene todas las malas cualidades que existen en las setenta naciones. Es sabido que las naciones del mundo se extienden desde lo opuesto a las siete cualidades de la Kedushá (Santidad), como en «Dios las ha hecho la una opuesta a la otra», y cada cualidad consta de diez.
Este es el significado de las setenta naciones, es decir, que cuando las setenta naciones gobiernan al Israel en una persona, esto se considera como que el pueblo de Israel está en el exilio bajo el gobierno de las naciones. Significa que los deseos y pasiones controlan al Israel en él, y la parte de Israel no puede trabajar en beneficio del Creador, sino solo por su propio beneficio.
Según la mente y el intelecto le es completamente imposible entender cómo, alguna vez, será posible librarse del dominio de las naciones del mundo de su interior. Esto se debe a que el esfuerzo que tanto ha invertido para salir de su dominio, fue sin éxito. Y, por el contrario, cada vez uno puede ver más claramente que es imposible salir de su exilio. Por esto siempre debemos recordar la salida de Egipto, como está escrito: «Que debes recordar el día en que saliste de la tierra de Egipto», es decir, creer en lo que está escrito: «Yo soy el Señor, tu Dios, que los sacó de la tierra de Egipto… para ser Dios para ustedes».
Significa que, así como el Creador sacó al pueblo de Israel del dominio de Egipto, y fueron recompensados con: «Para ser Dios para ustedes», Él también puede liberarnos del dominio de las setenta naciones, para ser recompensados con «Para ser Dios para ustedes».
Uno no debe decir que él es peor que la gente que estuvo en Egipto. Que el Creador tuvo el poder de liberarlos solo a ellos de su gobierno. Pero cuando una persona ve su propia bajeza, se desespera y dice que debe ser peor que aquellos que estuvieron en Egipto.
Aquí debemos creer las palabras del Arí, quien dice que el pueblo de Israel, antes de la salida de Egipto, ya estaba en las cuarenta y nueve puertas de impureza, hasta que el Creador se les reveló y los redimió. De esto se deduce que aun cuando uno ve que está en la bajeza absoluta, no debe escapar de la campaña, y debe creer que el Creador lo liberará del exilio de estar entre las naciones del mundo.
Así, podemos ver que toda la base está construida solamente sobre la fe, que solo por medio de la fe es posible salir del exilio. No debemos hacerle caso a nuestra razón, aunque una persona es juzgada principalmente según su razón. Pero cuando la persona tiene intelecto para ver su verdadero estado, esto le da la posibilidad de ir por encima de la razón. En otras palabras, uno no puede ir por encima de su razón sin la ayuda del Creador.
Pero, si ve que por parte de su mente puede seguir adelante, entonces, no necesita Su ayuda. Y lo principal que se requiere de una persona es alcanzar su propia plenitud, es decir, ser recompensada con NaRaNJaY de Neshamá. Y esto viene, específicamente, por necesitar al Creador. Nuestros sabios dijeron sobre esto: «El que viene a purificarse, es ayudado». Y El Zóhar dice: «¿Cómo es ayudado? Con un alma sagrada. Cuando uno nace, se le da un alma (Néfesh) del lado de una bestia pura. Si es recompensado aún más, se le da Rúaj de los animales sagrados. Si es recompensado aún más, se le da Neshamá desde el lado del Trono», etc.
Por eso es algo grande el que la persona necesite que el Creador le ayude, pues la salvación de uno está en que se le otorguen grandes fuerzas desde lo alto. Y al recibir nuevas fuerzas cada vez, es decir, una nueva alma, al final recibirá todas las fases NaRaNJaY que pertenecen a la raíz de su alma. De esto se deduce que un milagro implica algo que la persona no puede obtener por sus propios medios. Es decir, es imposible para el hombre obtenerlo, a menos que sea a través de un milagro desde el cielo. Solo de esa manera se llama «milagro».
Por esta razón, cuando una persona llega a un estado donde ya tiene el reconocimiento del mal, que le es imposible salir del dominio de las naciones del mundo en él, e Israel en su interior está en exilio bajo las naciones, y no ve el camino por el cual poder salir de su dominio. Entonces el Creador los ayuda, y los saca de entre las naciones del mundo, y todo se da vuelta de modo que es el pueblo de Israel quien los gobierna, esto es llamado «milagro».
Esto se considera como sucedió en la tierra de Egipto, que el Creador los liberó de esa tierra, es decir, que Él los sacó de la opresión de las aflicciones de Egipto. Cada persona que transite en el trabajo del Creador, debe creer que al igual que el milagro que sucedió en aquella ocasión, el Creador lo sacará también; pues es verdaderamente un milagro el que uno salga del dominio del amor propio, y se preocupe solamente de aquello que pertenece al beneficio del Creador.
Y cuando el hombre llega a eso, se considera que llegó a Lishmá (en nombre de la Torá). Significa que ya ha sido recompensado con fe en el Creador, y que tiene la fuerza para trabajar en beneficio del Creador, y esto se denomina «Lishmá». También se llama «derecha» cuando uno se compromete en el camino de otorgar al Creador, es decir, que todo lo que hace es para beneficiar al Creador. Esto es, desea hacer Jésed (bondad) al Creador, es decir, dar contento al Creador.
Sin embargo, deberíamos saber que una persona que quiera hacer todo por el Creador, es solo la corrección de la creación y no es el propósito de la creación. Porque el propósito es que el hombre reciba deleite y placer en las vasijas de recepción. Sin embargo, debe existir una corrección en esas vasijas, lo que se llama «con el fin de otorgar».
La abundancia del propósito de la creación se llama Jojmá , que es la Luz de la vida, como en «La Sabiduría le dará la vida a aquel que la tiene». Además, la Luz de Jojmá es llamada «izquierda», pues todo lo que requiere corrección se llama «izquierda», tal como está escrito: «La mano débil, cuya fuerza se ha debilitado como la de una hembra». Esto se llama «izquierda».
Y, ¿cuál es la corrección que debe hacerse en la Luz de Jojmá? Es la derecha, que se llama Jasadim. En otras palabras, una vez que él ya ha sido recompensado con el propósito de la creación, que es el deleite y el placer llamado Jojmá, la Luz de Jasadim debe extenderse una vez más –o sea la abundancia que llega a las vasijas de otorgamiento–, ya que dijimos que se nos dio el trabajo en la Torá y las Mitzvot bajo la forma de: «Haremos y escucharemos». Significa que al hacer y cumplir la Torá y las Mitzvot con acciones, también seremos recompensados con el estado de «escucharemos».
En otras palabras, uno debe cumplir la Torá y las Mitzvot, incluso mediante coacción. No hay necesidad de esperar el momento en que tenga el deseo de cumplir la Torá y las Mitzvot, para luego cumplirla. Por el contrario, uno debe sobreponerse y cumplir solo en la acción, puesto que la acción traerá más tarde el «escuchar», lo que significa que después la persona oirá la importancia de la Torá y las Mitzvot. En otras palabras, será recompensado con el deleite y el placer que se encuentra en la Torá y las Mitzvot. Este es el significado de lo dicho por Israel: «Haremos y escucharemos». Por eso, en la derecha, lo que se llama dedicarse a Jésed, en las vasijas de otorgamiento; se trata de «cuidar» que uno puede hacer todo por el beneficio del Creador y no en su propio beneficio.
De esto se deduce que, según la regla «Haremos y escucharemos», el acto afecta a la intención. Esto significa que, obligatoriamente, cuando uno recibe Jojmá desde lo alto, el acto debe ser hecho, de tal forma, que la intención sea como el acto. De esto resulta que el acto de recepción afecta a la intención, lo que lo convierte, también, en «con el fin de recibir». Por lo tanto, incluso durante el acto, cuando él atrae la Luz de Jojmá con el fin de otorgar, por la regla «Haremos y escucharemos», todavía debe recibir la influencia del acto.
Por ello, es necesario tener cuidado y extender las vestimentas, es decir, para vestir la Luz de Jojmá, donde está el discernimiento de «Haremos». «Haremos» es el acto de otorgamiento, y también seremos recompensados con la intención de estar con el fin otorgar. Y también «Escucharemos» que la intención también sea otorgar, al igual que el acto. Esto conservará la vasija de recepción, la cual recibe la Luz de Jojmá, para que pueda mantener la intención de otorgar sobre la de recibir en el momento del deleite y placer, y llegar por ello estar en la forma de recibir con el fin de otorgar.
Con lo antes dicho, deberíamos interpretar el significado de la Mezuzá, la cual debe estar a la derecha. Como la Mezuzá es el discernimiento del cuidado, que cuida a la persona, por eso existe un indicio de que la Mezuzá esté a la derecha. En otras palabras, cuidar pertenece a la derecha, que se considera Jésed, y los Kelim de Jésed son considerados la derecha, es decir, que no requieren corrección. Pero Jojmá es considerado izquierda porque se revela en vasijas de recepción y estas vasijas requieren cuidado.
Por eso Rashi interpreta: «Beiteja (tu casa) – Dérej Bi’atja (el camino por donde viniste)», es decir, que una persona comienza a caminar por la derecha. Esto debe ser interpretado como que el principio del trabajo sagrado es con la derecha, es decir, que las vasijas de otorgamiento serán con el fin de otorgar. Más tarde, uno comienza a trabajar en la izquierda, es decir, que corrige las vasijas de recepción para que sean con el fin de otorgar.
Por eso está escrito que cuando uno comienza a caminar en la corporalidad, comienza con la pierna derecha. Y esto indica a la espiritualidad, es decir, que al comienzo del trabajo del Creador, se debería empezar con la derecha, en completitud. En otras palabras, por todo lo que hace en el trabajo, debe dar gracias al Creador de haberle dado algún pensamiento y deseo de trabajar en el trabajo sagrado, de que, a pesar de todo, tiene una cierta adhesión en la parte práctica de la Torá y las Mitzvot.
En ese momento, no debe pensar aún en la intención, pues también existen dos maneras de discernimiento en la intención:
1) La intención, es decir, quien es el que obliga al dedicarse a la Torá y las Mitzvot. El entorno en el que se encuentra, pues todos los amigos se dedican a la Torá y las Mitzvot, todos rezan, y cumplen las lecciones de Torá en el templo, etc. O está cumpliendo la Torá y las Mitzvot solo porque el Creador nos ordenó cumplirlas, y él cree en todo lo que dijeron los sabios y, con esa base, cumple con la ley y los preceptos.
2) La intención se dirige por la recompensa que recibirá por observar la Torá y las Mitzvot. Algunos esperan recibir recompensa por su trabajo, como está escrito en El Zóhar, que existen tres razones para dedicarse a la Torá y las Mitzvot: a) para recibir recompensa en este mundo, b) para recibir recompensa en el mundo por venir, c) no recibir premio, sino solo por la grandeza del Creador, pues Él es grande y gobernante.
Así, el comienzo del trabajo de uno en la Torá y las Mitzvot es con el fin de ser recompensado. Y en eso, también decimos que existen dos discernimientos que hacer:
1) Algunas veces la persona aún no es fuerte en su fe, en ser capaz de trabajar para el Creador, así que Él le recompensará, ya que de forma inconsciente carece de la fe para ser capaz de hacer buenos actos. Sin embargo, trabaja por sus amigos, ya que no desea ser despreciado por ellos. No es el Creador quien lo obliga hacer buenos actos, sino la vergüenza ante sus amigos si no lo hace.
Obviamente la persona piensa que uno debe pensar que la bajeza más grande, es que los amigos le obliguen a trabajar y no el Creador. Sin embargo, esto tampoco debería ser menospreciado. Por tales actos, el hombre también debe estar agradecido al Creador −pues el Creador dio a los amigos el poder de obligarlo a actuar como ellos desean. Esto se considera como que el Creador está supervisándolo en ocultación. En otras palabras, el Creador se esconde en las vestimentas de los amigos, quienes lo obligan a hacer buenas acciones.
Aquí deberíamos interpretar lo dicho por nuestros sabios (Avot, capítulo 3,20): «Y ellos le cobran a la persona de manera consciente e inconsciente». «Conscientemente» significa que una persona, de manera consciente, desea observar la Torá y las Mitzvot. En otras palabras, dice que el hecho de que haga buenos actos, es porque eso va de acuerdo al punto de vista del Creador. En otras palabras, el Creador es quien le obliga. «Y ellos le cobran de manera inconsciente» significa que una persona hace buenos actos sin saber que está cumpliendo la Torá y las Mitzvot del Creador, ya que piensa que está cumpliendo la Torá y las Mitzvot de los amigos, es decir, que los amigos lo obligan.
Esto es considerado que, inconscientemente, está cumpliendo la voluntad del Creador, aunque piensa que está cumpliendo la voluntad de los amigos. Y si él así lo cree –que inconscientemente está cumpliendo la voluntad del Creador– es decir, que si él sabría, no cumpliría, esto se llama «ocultación del Rostro». En otras palabras, el Creador se oculta a Sí mismo en la vestimenta de los amigos, y de esta forma, él hace la voluntad del Creador.
2) Si él da las gracias al Creador por ayudarle a través de la ocultación –es decir, que ahora tiene la elección de decir que está trabajando por los amigos y no tiene contacto con el Creador, o que cree que el Creador se escondió a Sí mismo en la vestimenta de los amigos, y mediante ello se dedica a la Torá y las Mitzvot. Si elige y dice que solo el Creador le ayudó a poder hacer buenos actos, por medio de que el Creador se vistió en una vestimenta de amigos, y da las gracias al Creador por eso– esto le provoca un gran ascenso: ser recompensado con la revelación del Rostro del Creador. En otras palabras, el Creador le da un pensamiento y un deseo de hacer la voluntad del Creador, pues ahora tiene una cierta iluminación desde lo alto para decidir ir por encima de la razón. Por eso el Creador le ayudó, para que a través del Ajoraim (partes posteriores), más tarde sea recompensado con el Panim (rostro) del Creador. Significa que ha sido recompensado con ser cobrado conscientemente.
Por tanto, resulta que la Mezuzá es cumplir, lo cual es la derecha, llamada Jasadim , en el momento en el que uno está en un estado de otorgamiento con el fin de otorgar. Esto se considera la «corrección de la creación». Pero Janucá y Purim, dice el Arí, ambos son considerados Hod, lo cual es la izquierda. Esto es un indicio del propósito de la creación, que requiere de correcciones para ser capaz de recibir deleite y placer a través se la corrección, implicada en la abundancia llamada Jojmá. Por eso Janucá está a la izquierda, para indicar a la Luz de Jojmá.
Sin embargo, en Janucá hubo el estado de Janú-Co (estacionado hasta ahora) que significa, como Baal HaSulam explicó, que allí hubo solo una pausa, y no el final de la guerra. En otras palabras, la luz del sol, llamada «izquierda», estaba iluminando, pero carecían de la vestimenta para cuidar la Jojmá que viene en vasijas de la recepción, puesto que hay aferramiento a la Sitra Ajra en las vasijas de recepción y allí había Luz de Jasadim, llamada «derecha».
Por eso el milagro se hizo solo sobre la espiritualidad. Significa que la Luz del propósito de la creación estaba iluminando, pero no la pudieron usar por falta de vestimenta de Jasadim, ya que está prohibido usarla. Este discernimiento es llamado «espiritualidad», cuando aún no se ha materializado y para que pueda ser usada. Por eso está escrito que está prohibido usar las velas de Janucá sino solo verlas, por falta de las vestimentas.
Pero en Purim, tenían la vestimenta llamada Jasadim, como está escrito (Talmud Eser Sefirot, al final de la Parte 15): En consecuencia, allí el asunto ya se materializó, es decir, que podían usar la Luz de Jojmá con el fin de otorgar, por eso en Purim hay un banquete y alegría».