Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
¿Qué significa que la tierra no dio frutos antes de que el hombre fuera creado, en el trabajo?
Artículo 5, 1990
Está escrito en El Zóhar (VaYerá y en El Sulam): «Rabí Jiya dijo: Los brotes aparecieron en la tierra, llegó el momento de la poda». Esto significa que cuando el Creador creó el mundo, le dio a la tierra todo el poder que merecía, y había de todo en la tierra. Sin embargo, no dio fruto alguno al mundo hasta que el hombre fue creado. Cuando se creó al hombre, todo apareció en el mundo y la tierra reveló sus frutos y las fuerzas que se depositaron en ella. Y luego se dijo: Los brotes aparecieron en la tierra, llegó el momento de la poda, y la voz de la tórtola se escuchó en nuestra tierra. Esta es la palabra del Creador, que estaba ausente en el mundo antes que el hombre fuera creado. Una vez que este estuvo presente, todo estuvo presente».
Y se debe entender por qué la tierra no dio sus frutos antes de que el hombre fuera creado. ¿Cuál es la conexión entre la tierra y el hombre, que si no hay hombre, aunque la tierra lo tiene todo, no dará sus frutos antes de que exista el hombre? Además, ¿qué significa que antes de que el hombre fuera creado, la palabra del Creador no estaba presente en el mundo? Después de todo, está escrito varias veces: «Y dijo Dios, que haya Luz».
Deberíamos interpretar esto con respecto al trabajo. Nuestros sabios dijeron sobre el versículo: «En el principio creó Dios», que es para Israel, a quien se llamó «Reshit» (principio), como está escrito: «La santidad de Israel, el Reshit (comienzo) de su cosecha». Esto significa, como está escrito, que el propósito de la creación del mundo era hacer el bien a sus creaciones. Es decir, que creó en las criaturas el deseo de recibir el bien y el placer, y con este deseo, es decir, este deseo hace que anhele recibir el deleite y el placer. Y así se mide el deleite y el placer que una persona puede obtener de allí.
Y esto se llama «la obra del Creador», es decir, que creó el deseo de recibir placer para el placer que quiere darles. De esto se deduce que no falta nada en el mundo, que hay abundancia, que pertenece al deseo de recibir. Es decir, en la medida en que quiere dar el bien y el placer, en esa medida creó un Kli (vasija) para esto. Esto significa que el deseo de recibir no es mayor que lo que creó el Creador, por lo que puede recibir lo que el Creador quiera dar. De esto se deduce que el bien y el placer existen y el Kli para recibir también está presente, entonces, ¿qué más falta?
Se sabe que la tierra se llama Maljut. Es decir, el deseo de recibir la abundancia del Creador se llama Maljut. Esto significa que Maljut recibe la abundancia para las almas, y por esta razón Maljut se llama «congregación de Israel», que es el conjunto de las almas. De esto se deduce que Maljut ya recibió toda la Luz para las almas.
La pregunta es, ¿por qué las criaturas no reciben de Maljut la abundancia que recibió para las criaturas, y es el poder de ocultamiento el que existe en el mundo? es por eso que la voz de la tórtola no se escucha en nuestra tierra, es decir, que la palabra del Creador no se escucha en el mundo, sino que todos sienten la ocultación y cuesta mucho trabajo creer en Su bendita Providencia sobre los seres creados, y el bien y el placer no se revelan en el mundo.
La respuesta es, porque el Creador no quería que hubiera vergüenza. Por esta razón, se hizo la corrección, llamada Tzimtzum (restricción) y ocultamiento, para que la Providencia superior no sea revelada. Sin embargo, debemos creer que el Creador guía al mundo como Bueno que hace el bien. Esta es la causa de todo el trabajo, que debemos esforzarnos y renunciar al deseo de recibir en beneficio propio, aunque esta sea toda nuestra realidad.
Es decir, que todo lo que atribuimos a los seres creados, es solo el deseo de recibir. De todas maneras está prohibido usar el deseo de recibir tal como surgió de la naturaleza, sino que debemos ir por encima de la naturaleza. En otras palabras, nuestra naturaleza es el deseo de recibir en beneficio propio. De esto se deduce que cuando se le dice a la persona que debe renunciar al deseo de recibir en beneficio propio, no hay un órgano en la persona que pueda entender esto. El cuerpo comienza a hacer las preguntas «Quién» y «Qué», es decir, que exige una respuesta lógica, para saber si el Creador realmente escucha a todos y a cada uno de los que le piden.
El cuerpo le dice a la persona: «Ves que muchas veces le has pedido al Creador que te ayude de acuerdo a lo que entiendes que necesitas, pero hasta el momento, ves que no has recibido respuesta a tu plegaria. Por lo tanto, ¿por qué dices cada día: "Porque escuchas la plegaria de toda boca"? Si esto es así, ¿por qué no te ayuda?» De esto se deduce que la razón afirma que el cuerpo tiene razón, lo que significa que su argumento es razonable y sensato.
Acerca de esto, debe responderle al cuerpo, que va por encima de la razón. Es decir, que aunque la razón afirma que el Creador no acepta la plegaria de toda boca, lo puede explicar el hecho de que el Creador no le responde, porque todavía no es merecedor de recibir la salvación del Creador. Pero en realidad, el Creador sí escucha la plegaria de Israel. Es solo que no quiere dar el llenado para la plegaria que diste, ya que no eres considerado Israel.
El cuerpo pregunta una vez más: «Ves que debemos creer en que “escuchas la plegaria de toda boca”, como decimos en la plegaria, porque Tú escuchas la plegaria de toda boca. Por lo tanto, el Creador debería escuchar también tu plegaria. Además, si Él no escucha la plegaria de toda boca, ¿para qué necesitas orar?»
Entonces, cuando la persona llega a tal estado, es el momento en que puede decir que va por encima de la razón. Es decir, que aunque la razón es muy importante, y ve que el cuerpo habla de forma lógica, sin embargo, la persona debe decir que debemos ir por encima de la razón. Es decir, aunque vemos contradicciones, como por ejemplo que muchas veces rezó, pero no recibió respuesta a su plegaria. Entonces, cuando se sobrepone y va por encima de la razón, a esto se le llama «fe por encima de la razón».
Del mismo modo, cuando una persona debe renunciar al «discernimiento del corazón» y decir, renuncio al beneficio propio y me preocupo única y exclusivamente por el beneficio del Creador, por supuesto, esto está por encima de la razón. En otras palabras, por encima de la razón significa que una persona debería decir que la fe está en un nivel más alto que la razón. Por esta razón, obedece a la voz de la fe y no a la voz de la razón. Y, como ello va en contra de la razón, ya que vemos que se nos dio la razón y que medimos a cada persona de acuerdo con su nivel intelectual, como está escrito: «Un hombre será alabado de acuerdo con su mente» (Proverbios 12), y el que tiene más intelecto es una persona más importante. Por lo tanto, cuando se nos dice que debemos ir por encima de la razón, eso va en contra de nuestra razón.
Por esta razón, cuando una persona llega a la situación en que el cuerpo comienza a hacer las preguntas «Quién» y «Qué», entonces comienza el verdadero trabajo, y es cuando debemos pedir la ayuda del Creador, para darnos la fuerza de no escuchar las preguntas del Faraón y del malvado, que son «Quién» y «Qué». De esto se dijo: «Si no fuera por la ayuda del Creador, él no la vencería», ya que una persona no puede salir del control que ejercen sobre él y decir, voy por encima de la razón, ya que esto va en contra de la naturaleza.
De acuerdo con lo anterior, podemos interpretar lo que preguntamos anteriormente acerca de ¿cuál es la conexión entre la tierra que no dio sus frutos antes de que el hombre fuera creado? Porque, en el trabajo espiritual, el hombre es considerado como alguien que salió del control de lo que consideramos bestia, porque consideramos como bestia al que está inmerso en el beneficio propio, como una bestia, y hombre es aquel que tiene temor al cielo y trabaja por temor, lo que El Zóhar llama: «Porque es grande y gobernante», que solo trabaja por la grandeza del Creador y no se preocupa por su propio beneficio, sino por el beneficio del Creador. Es como nuestros sabios dijeron sobre el versículo: «Finalmente, teme a Dios y observa Sus mandamientos, porque eso es todo el hombre. ¿Qué significa "porque eso es todo el hombre"? Rabí Elazar dijo: "Todo el mundo fue creado solo para esto"» (Berajot 6).
De esto se deduce que se llama hombre a quien tiene temor al cielo. ¿Y qué es el temor al cielo? Es decir, ¿qué es el temor? Es como él dice («Introducción al Libro del Zóhar», Artículo 191): «Tanto el primer temor como el segundo temor no son para su beneficio propio, sino solo tiene miedo a que le dé poco contento a su Creador».
De acuerdo con lo anterior, ya sabemos el significado de Adam (hombre). Es decir, que tiene temor al cielo, que tiene miedo que tal vez no pueda hacer todo con el fin de otorgar. A esto se llama «hombre». Y «bestia» es lo opuesto, alguien que se preocupa solo por el beneficio propio, como está escrito (Eclesiastés 3): «Quién conoce, sabe que el espíritu de las personas está arriba y el espíritu de la bestia que desciende está abajo en la tierra». Debemos interpretar que el «espíritu del hombre» asciende hacia arriba, esto significa que todo lo que hace es en beneficio del Creador. Y esto se llama «hacia arriba», significa, que su intención es que todo sea solo con el fin de otorgar. Esto le da al hombre satisfacción.
El «espíritu de la bestia» significa que todo lo que hace, lo quiere todo para «abajo», es decir, para «abajo a la tierra», que es la mundanalidad, porque el deseo de recibir para uno mismo se llama «tierra». Y cuando la persona hace cosas, y ve que solo será en beneficio propio, su espíritu, disfruta. Es decir, que disfrutará de sus acciones solo si producen beneficios para sí mismo. Si ve que el deseo de recibir para uno mismo no puede disfrutarlo, no tendrá fuerzas para trabajar. Y si tiene que trabajar por alguna razón, ese trabajo no le dará ánimo alguno.
Ahora podemos entender la conexión entre el hombre y la tierra. Cuando preguntamos, ¿Qué significa que la tierra no dio sus frutos antes de que el hombre fuera creado, aunque todo el poder que le correspondía y todo lo demás ya estaba en la tierra? La cuestión es que en el trabajo, «tierra» es el reino de los cielos, que es la congregación de Israel, que recibe abundancia para los seres creados, ya que todas las almas provienen de ella. Desde la perspectiva del Creador, todo ya está corregido de la mejor manera posible.
Es como dice («Introducción al Libro del Zóhar», Artículo 13): «El hecho es que apenas tuvo el pensamiento de crear las almas, Su pensamiento bendito lo completó todo, porque Él no necesita de un acto, como nosotros e instantáneamente, todas las almas y todos los mundos que están destinados a ser creados surgieron llenos de todo el bien y el placer que las almas estaban destinadas a recibir al final de la corrección, es decir, después de que el deseo de recibir de las almas se haya corregido por completo y se haya convertido en puro otorgamiento. Esto es así porque en Su eternidad, pasado, presente y futuro son uno solo».
Gracias a esto debemos interpretar la conexión entre el hombre y la tierra, que si el hombre existe, la tierra da sus frutos. La «tierra» significa el deseo de recibir que ha sido completamente corregido. Desde la perspectiva del Creador, todo se ha completado con total perfección y no hay nada más que agregar, ya que dice: «Instantáneamente, todas las almas surgieron llenas de todo lo bueno y con placer». Sin embargo, para que los seres creados disfruten de los frutos que Maljut recibió, ya no es esa Maljut, que se llama «tierra», que les da a los seres creados antes de que corrijan el deseo de recibir con el fin de otorgar, debido a la corrección que tuvo lugar, para que tengan equivalencia de forma.
Resulta que, mientras la persona no alcance el grado de «hombre», que se considera así porque que otorga a lo alto, como lo que se dice: «El espíritu del hombre está en lo alto», es decir, que «hombre» es aquel que todo lo que hace es en beneficio del Creador, mientras que el espíritu de la bestia «desciende», lo que significa que es en beneficio propio, Maljut, que se llama «tierra», no puede mostrar el bien y el placer que recibió para los seres creados.
El Zóhar dice: «Los brotes aparecieron en la tierra», lo que significa que todo estaba en la tierra, pero no aparecieron los frutos en el mundo hasta que se creó al hombre. Ya que antes de que el ser creado alcance la cualidad de «hombre», no ve ningún fruto de Maljut, llamada «tierra».
Ahora podemos entender lo que preguntamos acerca de lo que dice El Zóhar que «la voz de la tórtola se escuchó en nuestra tierra» es la palabra del Creador, que no estaba presente en el mundo antes de que el hombre fuera creado, aunque muchas veces aparece en la Torá: «Y Dios dijo», antes de que el hombre fuera creado. El significado de esto es, que antes de que la persona alcance el grado de «hombre», es decir, que sale del estado de bestia, el «hombre» está oculto y le es imposible escuchar la voz del Creador.
Esto es considerado como que «la palabra del Creador no estaba presente en el mundo antes de que se creara el discernimiento de hombre». Solo después, cuando la persona alcanza el grado de «hombre», escucha la «palabra del Creador». Y la palabra del Creador se llama Torá, y luego es recompensado con la Torá, denominada «los nombres del Creador». A esto se le llama «palabra del Creador». No es que la Torá sea una sabiduría como otras sabidurías. Sino, que la Torá es la palabra del Creador.
Sin embargo, no es fácil alcanzar el grado de «hombre» y salir del rango de bestia. Esto es así porque en el servicio al Creador, uno siempre está en inversión de forma y solo de los dos extremos, nace la línea media. Es como está escrito en el poema del Arí: «Derecha e izquierda, y entre ellas la novia». Esto significa que mediante la derecha y la izquierda, que son opuestas, nace el reino de los cielos, llamado «novia». Se sabe que a Maljut se la llama fe. Para ser recompensados con la fe, primero debemos salir del discernimiento de bestia, llamada «amor propio», como se dijo que «el espíritu de la bestia desciende». La cuestión de abajo significa una disminución de importancia, que es la cualidad de bestia, que solo puede trabajar en beneficio propio.
Y mientras el ser creado aún está bajo el control del deseo de recibir para sí mismo, solo puede recibir una fe parcial. Esto significa que tiene descensos y ascensos. Que durante los descensos, pierde el poder de la fe, porque el descenso llega a él debido a algún defecto, y todos los defectos llegan al ser creado, mientras está inmerso en el amor propio. Por esta razón, hay una corrección para la criatura, a fin de que no dañe al Rey, pierde la fe en la existencia del Rey, como se explica en la «Introducción del Libro del Zóhar» (Artículo 138).
Existe una regla que dice, que una persona no puede caminar sobre una sola pierna, sino sobre dos, esto también se refiere a la espiritualidad. Dado que la cuestión de la derecha implica completitud. Es decir, la condición para que la criatura comience a servir al Creador, es tener fe en Él. No importa el grado de la fe, sino cuánta fe tiene para poder comenzar a observar la Torá y las Mitzvot (preceptos), y cada día agrega tanto como puede.
Sin embargo, este estado no se considera como derecha, sino como una sola línea. Esto se llama Domem de Kedushá (inanimado de santidad). De este inanimado emergen todos los demás escalones, llamados vegetal, animal y hablante, como está escrito (Eclesiastés 3): «Todo salió del polvo». Interpretaron en El Zóhar: «incluso la rueda del sol» (Tzav, Artículo 173). Es decir, todos deben comenzar del Domem de Kedushá.
Sin embargo, debemos saber que, al igual que con lo inanimado físico, la persona no necesita invertir fuerzas para que lo inanimado se revele. Sino que el inanimado, se desarrolla de acuerdo a la evolución natural. En otras palabras, si una persona no estropea lo inanimado físico, entonces este se desarrolla. Por ejemplo, si una persona no echa a perder la tierra o saca piedras de la tierra, lo inanimado se desarrolla. Es lo mismo con el inanimado de Kedushá. Si no estropea sus acciones, se desarrolla su Domem de Kedushá. Y no requiere ninguna intención o pensamiento para continuar con su discernimiento de Domem de Kedushá.
Por el contrario, si quiere adquirir la cualidad de «vegetal», vemos en el mundo material, que el vegetal requiere un tratamiento especial, se le debe dar alimentos, es decir, agua y sol, y también corregir el inanimado del que sale el vegetal, es decir, arar etc. Además, sacar las otras plantas, que no pertenecen a ese vegetal y que la persona quiere que crezca de este inanimado, en el mundo material, se arrancan las malas hierbas que molestan.
Del mismo modo que con el vegetal de Kedushá, debemos desear y pensar cómo alimentar a ese inanimado, es decir, arar. Esto significa, que debemos invertir el deseo de recibir en él, que sea con el fin de otorgar, por lo que es relevante hablar del trabajo de derecha e izquierda. Lo que anteriormente era una sola línea, que es el acto en sí, esto la persona debe usarlo como la línea derecha, lo que significa que debe apreciar el simple acto y decir que está muy agradecido con el Creador por recompensarlo por hacer simples actos con total sencillez, y decir que ni siquiera se merece esto, que el Creador le haya dado el regalo de servirlo con sencillez.
Al mismo tiempo, debe pasar a la línea izquierda, es decir, criticarse a sí mismo, si realmente está trabajando para el Creador o para sí mismo, es decir, en beneficio propio y no en beneficio del Creador. Por esto debe orar, por estar tan inmerso en el amor propio. A veces, ve que no puede rezar para que el Creador le ayude y lo libere del control del amor propio. A veces, está en un estado peor aún, que ni siquiera quiere rezar para que el Creador lo saque del amor propio. Por el contrario, tiene el deseo que el Creador le ayude a satisfacer su deseo de recibir en beneficio propio de todas las formas posibles. Esto se llama izquierda, ya que en la espiritualidad, lo que requiere corrección se llama izquierda.
De esto se desprende que aquí hay dos formas opuestas. Por un lado, se le dice a la persona que, según el orden del trabajo, la persona debe tratar de mantener una sola línea en su totalidad. Es decir, como cuando la criatura estaba en el estado de inanimado, llamado una sola línea, y se sentía como una persona completa y estaba feliz y contento porque sabía que estaba completo y no tenía nada más que agregar solo cantidad.
Y la razón era, que no tenía idea sobre el estado vegetal, sino que pensaba que el estado de inanimado es la totalidad que el hombre debe hacer. Por lo tanto, tenía un buen estado de ánimo porque sentía la plenitud y no podía entender por qué todas las criaturas no eran tan inteligentes como él.
Pero ahora que tiene una noción del discernimiento vegetal, ya no tiene la plenitud de una sola línea. Por esta razón, ahora debe hacer grandes esfuerzos para poder apreciar y recibir la vitalidad de la derecha, tal como la recibió antes, cuando estaba en una sola línea. La razón de esto es que la línea izquierda le hace ver que esto no es la completitud.
Y, ¿por qué realmente necesitamos caminar por la línea derecha? La respuesta es porque esta es la verdad. Es decir, la persona debe apreciar el poco aferramiento que tiene en la Kedushá como una gran fortuna, y ese es el momento de agradecer al Creador y después, debe volver a la línea izquierda, porque también es verdad que debemos trabajar en nombre de los cielos. De estas dos, es decir, por la completitud e importancia de la derecha, y por la carencia de la izquierda, el hombre es recompensado con la línea media. Este es el significado de «Derecha e izquierda, y entre ellas la novia».